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Único Capítulo.

   Primeramente, si les agrada Yui, no lo lean, y de resto, quienes la odian... ¡son bienvenidos a hacerle sufrir conmigo! :D

Concursante del "Peor Lemon" De seguro y ganará :v

Dedicado a @AteneaMalfxy esa perra ;-;

  Tiene lemon, léanlo bajo su propia responsabilidad(?) 






   - Con qué aquí estabas, Bitch ~Chan - Dijo el oji verde de cabellos rojizos, acomodando su sombrero para poder observar a la chica con claridad.

Ésta se giró sobre sus pies, mirándolo mientras le dedicaba una sonrisa boca cerrada. La chica vestía con el uniforme de la escuela nocturna, falda negra con sus respectiva camisa. Para hacer la diferencia, usaba unas botas negras que llegaban menos de las rodillas. Tenía su cabello azabache amarrado en una coleta alta, la cual quedaba de lado, y una que otras hebras tapaban su frente, haciéndole notar más sus ojos celestes por su tez pálida.

Ella se acercó al mayor. Se encontraban a las afuera de la mansión, en el jardín, donde usualmente a la oji azul le gustaba estar. Cambió su expresión por una enfadada, cruzándose de brazos sin quitarle los ojos a Raito. Él rió.

- Nfu, Nfu. No te pongas así... - Trató de calmar la tensión en el aire.

- ¿Qué quieres, Raito? - Preguntó aún con sus brazos cruzados y su ceño ligeramente fruncido.

Ni sabía por qué le preguntaba, de forma obvia, se veía que traía entre manos, su sonrisa burlona se leía con facilidad, como todas las veces que buscaba a la chica por ello. El de cabellos rojizos, solo quería una cosa, a ella y por supuesto, su sangre inusual.

Siempre era lo mismo, el juego del gato y el ratón. Donde los Sakamaki eran los depredadores y ella, la presa, pero, a pesar de todo, Coraline era una chica difícil de dominar, era testaruda, terca y al molestarse era imposible hacerle callar, a diferencia de la antigua "novia", Yui, quien había sido sacrificada al no tener utilidad alguna, a parte de su sangre, que con el tiempo, se volvió insípida, y para ellos, una humana en esas condiciones no les beneficiaba.

Raito, agarró su mano con brusquedad. Ella frunció el ceño, más de lo que estaba, mientras se zafaba del agarré del mayor. El oji verde ocultó una risa por su acción, aunque no sirvió de mucho, al instante éstas se volvieron carcajadas.

- Ya te dije, frustrado sexual. No soy tu juguete, ni tampoco el de tu extraña familia con hábitos raros - Comentó de mala gana.
- ¿Irritada, no crees, Bitch~Chan? Puedo cambiarlo - Ofreció, claramente con su doble sentido.

- Raito, sus malditas marcas quedan permanente en mi piel. No soy como Yui, que por obra y gracia del espíritu Santo desaparecen de la nada sin dejar rastro alguno - Comentó, disponiéndose a caminar hacia la mansión. Dejando aún Raito frustrado.

- Sin duda morirá virgen...

(...)

Los Sakamaki y la Murasaki se hallaban en la mesa rectangular compartiendo en la cena, como habitualmente lo hacían. Kanato hablaba con Teddy. Subaru ignoraba a todos tratando de mantener su paciencia limitada. Reiji sermoneaba de vez en cuando. Shuu escuchaba su reproductor Mp3. Ayato se halagaba así mismo. Raito de desesperado coqueteaba hasta con el mismísimo mayordomo, ¿y ella? Ella hacia el esfuerzo de comer, pero no quería. Tan solo quería irse de ese maldito lugar.

Sin pensarlo, se levantó de su silla. Gran error. Reiji, acomodó sus lentes y colocó una cara de enfado. Esa niña ni una educación básica tenía, pensaba constantemente. Coraline, veía al de cabellos morados, ella aún de pie, desafiando con la vista. Ella lo encaró. Él se levantó caminado hacia la estancia de la chica, sujetándola por un brazo. Trató de zafarse como aquella vez con Raito, pero sus intentos fueron en vano.

- Retirense... - Ordenó el segundo hermano, aunque técnicamente el superior en aquella mansión.

Muchos bufaron al irse, otros no le dieron importancia.

-Tus caprichos y quejas son intolerables. Ten clara tu posición. Eres una humana, no puedes estar negándote a nada adentro de esta mansión. Nuestra casa, nuestra reglas - Regañó.

- Yo no pedí estar aquí, Reiji - Masculló.

Insolente, pasó por su mente. Coraline, necesitaba disciplina y él, estaba dispuesto a dársela. Reiji, llevó a la chica a su habitación, encerrándola en ésta. Tenía un límite muy escaso con respecto a las exigencias de los demás, y ella, dio por fin en romperlo.

- ¡Maldición! Sacame de aquí - Chilló eufórica la chica, golpeando la puerta que, anteriormente el oji rosa cerró.

- Una de las cosas que debes tener claras, no hablar de más - Dicho esto, Reiji la acorraló entre su cuerpo y la puerta del "laboratorio"

Coraline, intentó golpearle, aunque el mayor fue astuto y agarró sus dos manos colocándolas contra pared, ésta empezó a incomodarse. Al sentir el pantalón elegante de Reiji rozando su muslo de la entre pierna. Maldijo el día que comenzó a utilizar falda. La chica se sentía una Yui, que era más sumisa que una monja y hasta se dejaba meter mano por el sirviente de Karl Heinz.

Un chillido escapó de sus labios, pero Reiji lo callo con un casto beso, haciendo que se sonrojara al instante, una sonrisa divertida se formó en los labios de él, ella bufó desviando su mirada. Reiji, se quitó uno de sus guantes con ayuda de su boca, aun sosteniendo a la chica con su otra mano.

Comenzó a acariciarle el trasero mientras que sus piernas temblaban. Esa vez si estaba en la posición del "ratón" que se encontraba ante su depredador, por así decirlo. Se sentía estúpidamente ridícula con todo el asunto. Ella llegó a la mansión para "alimentar" y ser "la novia de sacrificio" de los Sakamaki, pero a pesar de todo... Era un tanto -demasiado - difícil de controlar.

Reiji se dirigió a su cuello, oliendo su dulce piel y observando su tez de porcelana, abrió su boca ligeramente y clavó sus colmillos en ella, así quejándose al sentir aquella molestia, que tendría de marca de por vida. El oji rosa la soltó de los brazos, para así tocarla mejor. Se dispuso a bajar su mano, así arrancándole y rasgándole la falda negra que tenía, lo cual le estorbaba. Coraline, cerró su piernas inmediatamente, aunque Reiji era más fuerte, e hizo que las abriera. Él comenzó a rozar su miembro con la intimidad de la chica, está gimió, colocó una mano en su boca, a pesar de todo, le gustaba.

El miembro de él con el tiempo hacía su efecto, y con tal escena lo excitaba aún más. Reiji de un solo golpe desgarró la camisa de la chica, dejándole su ropa íntima. Ella por las caricias del mayor, emitía pequeños gemidos y suspiros de placer, que trataba de cesar, aunque por más que intentaba no podía.

El de cabellos morados se dispuso a llevar a Coraline a uno de sus muebles, con brusquedad la acostó allí, abriéndole (COÑO, NO PUEDO DX) las piernas para acostar su cuerpo sobre ella, sin lastimarla. Quitó su brasier blanco, mirando y siendo espectador de aquellas dos montañas que se movían junto a la respiración agitada de ella. Reiji le mordió una teta mientras que ésta gritaba de dolor. Esa noche perdería su virginidad, y no con cualquiera, sino con un sádico amante de la porcelana.

«¿Por qué no Shuu, eh?» Pensó, brotando lágrimas de placer por sus ojos. Coraline era Tsundere, pero no pendeja, esta más que claro que Shuu era uno de los más sexy de los Sakamaki. Ella por razones, obvias, comenzó a tener un especie de dolor en su parte baja mientras sentía que ciertos fluidos comenzaba a reproducirse en ella. Él se deshizo de la última prenda que tenía, así abriéndole más sus piernas, colocando su cara en la intimidad de la chica y aspirando su olor. Quitó sus pantalones junto a su boxer, dejando ver su miembro, ya erecto, esto hizo que las mejillas de Coraline se pintaran de un color carmesí. El miembro de Reiji era grande, ni hasta en sus sueños húmedos con Shuu, ella, se lo imaginaba así.

Reiji se acomodó entre sus piernas y la penetró de una sola estocada, ella gritó mientras que este no paraba con sus embestías.

Esto sería el trauma de toda su vida.

(...)

Al día siguiente Coraline ni una palabra decía, lo cual a los hermanastros les parecía extraño a excepción de cierto personaje.

Reiji se acomodó su lentes, como usualmente lo hacía, mientras reía cínicamente.

«Asi me gustas, bien sumisa y con disciplina »


:vvv





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