Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

THE LIMIT.

Mi corazón se sentía pesado, aquel delgado papel pesaba toneladas en mis manos, una enorme culpa comenzaba a invadirme, me sentía la peor persona sobre la tierra, y probablemente lo era, por haberme alegrado que Soo Bin y Min Gyu ya no estuvieran juntos, si bien no sabía nada sobre ese horrible hecho, ¿qué clase de persona tan mierda era para alegrarme por algo que a Soo Bin le estaba provocando tanto dolor.

La noche era silenciosa, podía escuchar el sonido de mi respiración y el reloj avanzando, seguía mirando el acta de defunción, sin poder creer aún que Min Gyu ya no estaba más en este mundo, mis manos comenzaron a temblar, una terrible tristeza me invadió, si yo me sentía así no podía imaginarme el dolor que estaba sintiendo Soo Bin.

Pero ahora más que nunca, sabía que no debía irme de su lado, había visto como poco a poco Soo Bin se hundía en su misiera, no podía permitir que aquello siguiera así, tenía miedo de que Soo Bin terminara haciendo alguna tontería, la tristeza en sus ojos los últimos días me habían hecho saber que no estaba bien, que Soo Bin estaba sufriendo y yo no podía simplemente dejarlo así.

ㅡ¿Qué crees que haces?

Di un enorme brinco, soltando la hoja que sostenía entre mis manos, la cual cayó al suelo, Soo Bin me miraba con tal enojo que me asusto, estaba temblando de pies a cabeza, a punto de gritar.

ㅡSoo Bin... yo... Min Gyu... realmente lo siento.

ㅡ¡ESO NO ES ALGO QUE DEBA IMPORTARTE! Te dije que te largaras de aquí, no quiero verte, no puedo verte, ¿no te das cuenta de que todo lo que tocas lo destruyes?, ya no puedo con esto, solo... solo déjame solo.

La voz de Soo Bin iba apagándose poco a poco, sus palabras eran afiladas como cuchillos, dando directo en mi corazón, dolían, porque sabía que todo era verdad, pero no podía solo irme y dejarlo así, Soo Bin se agachó a levantar la hoja que se me había caído y la guardo de nuevo en el sobre, murmuraba cosas que no entendía y seguía temblando.

ㅡSoo Bin... no puedo solo irme y dejarte así, de verdad estoy preocupado por ti.

ㅡ¿Ahora te importo? Porque que yo recuerde a ti solo te importaba follarme, deja de hacerte el buen samaritano, no puedes engañarme, no a mi, a ti solo te importas tú y tú.

ㅡTal vez así era antes de conocerte, pero he cambiado, he cambiado por ti, si tú me dieras una oportunidad de demostrartelo...

ㅡ¡Ja! Que buen chiste, Yeon Jun... ve y dile eso a alguien que te lo crea, porque yo no.

ㅡSoo Bin... déjame ayudarte.

ㅡ¡NO NECESITO TU AYUDA!

Iba a decir algo más pero se cubrió la boca de pronto, corrió hacia el baño y yo corrí detrás de él, Soo Bin comenzó a vomitar, había bebido demasiado, suspiré y me acerqué a él, palmeando su espalda para ayudarle, él empujaba mi mano pero yo la regresaba de nuevo a su espalda, me agaché a su altura y le ofrecí papel cuando hubo terminado, lo tomó y se limpió la boca, se quedó echado en el suelo, mirando de nuevo al infinito, luego se puso de pie y se lavó la cara y los dientes, se tambaleaba un poco, así que lo rodeé por la cintura, él no intentó alejarme, parecía muy cansado, como si se hubiera rendido conmigo. Se miró en el espejo y yo hice lo mismo, sus lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas, lo giré y abracé con fuerza, al principio intentó alejarme a toda costa, recibí pellizcos, mordidas y patadas, pero aunque me dolían, nada de ello fue suficiente para alejarme de él, mantuve mi abrazo firme y él poco a poco fue cediendo, llevando sus manos a aferrarse a mi playera y sin más, Soo Bin se quebró ahí entre mis brazos.

Aquello no era un llanto cualquiera, podía sentir su dolor y desesperación, lo aferré aún más fuerte, apoyando mi barbilla en su cabeza, acariciandole la espalda, incapaz de encontrar palabras para consolarlo, para hacerle saber que estaba ahí para él, así que dejé que mis actos hablaran, que él entendiera que no importaba cuantas veces me mordía o me gritaba, no me iría de su lado, ni ahora, ni nunca y antes de poder darme cuenta, yo también estaba llorando, porque me dolía ver así a la persona que amaba, me partía el corazón con su llanto.

No supe cuanto tiempo estuvimos así, pero cuando Soo Bin por fin se hubo calmado, mi playera estaba completamente mojada por sus lágrimas. Su cuerpo temblaba de pies a cabeza, así que lo cargué y me sorprendió mucho que no se resistiera, lo llevé hasta la habitación y ahí limpie sus lágrimas, me senté a su lado en la cama y ambos estuvimos así en silencio por un largo rato, hasta que Soo Bin rompió el silencio.

—Yo... Yo iba a dejarlo, esa noche iba a dejarlo... ¡él murió por mi culpa, yo lo mate!

Su voz sonaba apagada, distante, como si fuera alguien más hablando a través de Soo Bin, de inmediato tomé su rostro entre mis manos, negando repetidas veces, obligandolo a verme.

—Mirame Soo Bin, no fue tu culpa, no importa qué, fue un accidente, así que no digas esas cosas, no debes lastimarte así, son cosas que pasan, tú no podías hacer nada, debes entender eso, debes dejar de lastimarte así.

—Pero Yeon Jun... fue mi culpa, ese día duscutimos, él se fue enojado, no debí dejarlo ir, estaba nevando, debí pedirle que se quedará, debí tragarme mi orgullo, yo debí...

ㅡTú no podías saberlo, la vida a veces es muy injusta, no debes culparte por eso, tú no ibas conduciendo, tú no ibas en el otro vehículo, así que debes dejar de culparte por eso.

ㅡIba a dejarlo Yeon Jun, yo... nunca pude olvidarme de ti, nunca pude sacarte de mi corazón, siempre estabas ahí, de una u otra manera, él lo sabía y aunque había dicho que estaba bien con ello, yo sabía que no era así, luego de casarnos nuestra relación fue simplemente decayendo, él ya casi no estaba en casa y yo comencé a celebrar nuestros aniversarios solo, sabía que había alguien más en su vida y no podía culparlo, ¿cómo iba a enojarme por eso cuando yo no podía dejar de pensar en ti?, quería que fuera feliz, por eso le pedí el divorcio, pero eso le enojó tanto, él no me dejó explicarle, simplemente creyó que yo regresaría a ti, ¿entiendes por qué no podemos estar juntos?, no puedo, no cuando esa fue la razón por la que él creyó que me separaría de él, yo solo quería que fuera feliz, yo no podía darle esa felicidad, lo estaba hundiendo conmigo, él siempre fue tan lindo conmigo, él hizo tanto por mi, me llevó a los Ángeles y consiguió una universidad en la que me aceptaran... le debía tanto y yo... yo solo...

El llanto del pequeño regresó, lo abracé entre mis brazos y lo pegué a mi pecho, mordí mi labio inferior, no sabía si debía decirle sobre mi acuerdo con Min Gyu, no quería darme el crédito, solo quería que Soo Bin se sintiera menos culpable, que supiera que en realidad no había mucho que le debiera a Min Gyu. Que todo lo demás que había hecho por él, era por el amor que le tenía y que si lo suyo no había funcionado, no era su culpa.

ㅡSoo Bin... hay algo que...

ㅡNo he terminado, por favor escúchame hasta el final.

La mirada suplicante en su rostro me hizo saber que Soo Bin no había hablado de aquello con nadie, que necesitaba sacarlo para aminorar un poco todo el peso con el que estaba cargando, no dije nada más y lo abracé entre mis brazos.

ㅡEl día del accidente, yo estaba empacando para regresar a Seúl, ya no podía más con todo, me sentía abrumado y a diferencia de lo que creía, alejarme kilómetros de distancia de ti no hizo más fácil olvidarte, no me hizo dejar de pensar en ti, así que no tenía caso seguir engañandome, seguir engañandolo, mi plan era irme en silencio, pero Min Gyu llegó antes y estalló, me dijo cosas muy hirientes, sé que solo las dijo porque estaba dolido, pero yo en lugar de entenderlo, exploté también y le dije que se largara, yo... le pedí que se fuera y nunca lo volví a ver.

Las palabras de Soo Bin no pasaron desapercibidas por mi tonto corazón, el cual se aceleró como loco, pero había cosas más importantes, Soo Bin seguía llorando, ahora entre mis brazos, le acaricié el cabello y lo sentí estremecerse bajo mi tacto, que estúpido había sido al lastimar tanto a una persona tan hermosa como Soo Bin, pero esta vez haría bien las cosas sí quería volver a tenerlo a mi lado.

—Soo Bin... a pesar de eso, a pesar de lo que tú crees, sigue sin ser tu culpa, fue un conductor ebrio, él es el culpable de todo esto, nadie más. Hay algo que debes saber Soo Bin... yo... fui yo quien le pidió a Min Gyu que te llevara a los Estados Unidos, fui yo quién le dió el dinero y consiguió la universidad allá, hay una historia muy complicada detrás de todo esto, no es momento de que la sepas, ni siquiera tienes que saber eso, y no lo digo para que pienses que soy una buena persona, quiero que te des cuenta de que tú no le debías nada a él, ni a nadie. Necesito que entiendas eso, tú no sabías que aquello iba a pasar, es muy triste y lamentable que él ya no sé encuentre aquí, pero tú que conocías mejor a Min Gyu, ¿crees que a él le gustaría verte así?, él que lucho tanto por volver a hacerte sonreír, porque estuvieras bien, ¿quieres que todo su esfuerzo sea en vano?

Soo Bin no dijo nada, solo soltó un suspiro y me abrazo con fuerza, sentía que me derretía en ese abrazo, realmente no sabía cuánto tiempo iba a poder contenerme con él, pero debía hacerlo, era eso o definitivamente alejarme, porque ya no podía lastimarlo más, mucho menos aprovecharme del estado en el que se encontraba, necesitaba ayuda profesional, eso era un hecho, Soo Bin debía ser feliz a cualquier costo, eso también significaba que él merecía ser feliz aunque no fuera conmigo, era una persona maravillosa al que la vida lo había tirado una y otra vez, pero él seguía luchando, esforzandose cada día y yo me encargaría de verlo sonreír nuevamente.

Poco a poco sentí como su respiración se iba normalizando, hasta hacerse profunda, fue entonces, cuando me di cuenta de que se había quedado dormido. Lo cargué con cuidado y fui a recostarlo a la cama, me quedé mirándolo dormir con la poca luz que daba la lámpara que estaba prendida sobre la mesita de noche. No pude evitarlo, mis manos se deslizaron por su castaño cabello y descubrí su frente, deposité un corto beso sobre esta y luego pegué mi frente la suya. Amaba tanto a ese pequeño hombrecito, cada célula de mi cuerpo reaccionaba ante él, por eso estaba dispuesto a todo con tal de verlo sonreír nuevamente, sabía que sería un camino muy largo, Soo Bin debía perdonarse por lo de Min Gyu, luego debía perdonarme y por último, yo debía intentar que me aceptara como algo más que un amigo.

A la mañana siguiente, mi cabeza dolía horrores, por suerte no iría a trabajar, ya me había contactado con Yoon Gi para que me trajera mis cosas, luego de un largo regaño por haber desaparecido de la nada sin avisar, pero después de explicarle la situación y prometer que le contaría todo, Yoon Gi me había dicho que no me preocupara por mis cosas. Soo Bin aún dormía, así que me puse a preparar algo para desayunar, algo un poco picante para la resaca que seguramente Soo Bon tendría luego de beber y llorar tanto. Fui a comprar un suero para que se hidratara y pastillas para el dolor de cabeza.

Soo Bin aún no despertaba, así que tuve que ir a llamarlo, pero me di el gusto de verlo dormir un rato, con su cabello alborotado se veía muy tierno, pero fui descubierto en el acto, pues Soo Bin despertó justo cuando iba a quitarle un mechón de cabello de la cara; sus mejillas se tornaron de un hermoso color rojo y tuve que contenerme para no acercarme a besarlas.

ㅡBuenos días.

ㅡBuenos días, Yeon Jun.

ㅡ¿Dormiste bien?, ¿te duele la cabeza?

ㅡSi y si, siento que me va a estallar.

ㅡVamos para que desayunes y puedas tomar algo para el dolor.

ㅡSi... Yeon Jun...

ㅡ¿Si?

Soo Bin se puso de pie, parándose frente a mi, dándome la espalda.

ㅡYeon Jun... por lo de anoche, ¡gracias!

Y antes de que pudiera responderle, se escabullo hacia el baño y solo salió después de haberse duchado. El desayuno fue como cualquier otro día, ambos comimos en silencio, mi mirada se desviaba cada tanto hacia Soo Bin, quien me atrapó viéndolo en más de una ocasión, sus mejillas delatandolo al ponerse rojitas y yo teniendo que morderme la lengua para no saltar sobre él y besarlo.

—Estuvo muy rico todo, nunca creí que pudieras cocinar, gracias.

—No tienes nada que agradecer Soo Bin, siempre puedo cocinar para ti cada que quieras, además, sobre lo de anoche... si aún hay algo que quieras hablar, puedes decírmelo, yo siempre estaré para escucharte y...

—Yeon Jun... de verdad muchas gracias pero quiero que entiendas que nosotros no podremos volver a estar juntos, pensé en lo que ayer me dijiste, sobre Min Gyu y lo que deseaba para mí, estoy seguro que él no deseaba que estuviera contigo, no después de todo lo que paso, así que por favor Yeon Jun... Ríndete, te ofrezco mi amistad, pero es todo.

Mis labios fueron separándose poco a poco, no imaginaba la cara de idiota que debía tener en ese momento, pude ver en los ojos de Soo Bin que no había duda alguna en su petición y que no cambiaria de idea, sentí una punzada en mi pecho y tuve que reír para disimular el llanto que quería escapar de mis ojos, desvíe la mirada hacia mi plato, siendome imposible hablar, un gran nudo se había formado en mi garganta.

—Por favor Yeon Jun... no me hagas esto más difícil, acepta mi amistad, es todo lo que puedo darte, no quiero lastimarte, tampoco quiero salir lastimado de nuevo, solo seamos buenos amigos, como debimos serlo desde un principio, podemos rentar otro apartamento un poco más grande, veamos películas, salgamos de vez en cuando, pero nada más, por favor, es lo único que te pido.

Su mirada suplicante me hacía imposible el negarme, no podía forzar más a Soo Bin en ese estado, pues estaría aprovechandome nuevamente de la situación, trataría de enamorarlo de nuevo, trataría de hacerle ver que no lo quería solamente para follar y ya, debía esforzarme como nunca si no quería perder a Soo Bin de nuevo, por ahora aceptaría su amistad, era lo único que podía hacer aunque me doliera todo aquello, pero no solo debía pensar en mi, debía poner primero a Soo Bin, porque él era quien estaba sufriendo más.

—Está bien Soo Bin... Seamos amigos, muy buenos amigos, pero a cambio debes prometerme que buscarás ayuda profesional por lo de Min Gyu, es es mi única condición.

ㅡYo... lo haré, lo prometo.

ㅡY... también debes prometerme que será mujer.

ㅡ¿Qué?

ㅡSolo prometelo.

ㅡLo prometo.

ㅡEntonces... desde hoy somos amigos.

Dije aquello sin mucho ánimo, sonriéndole mientras él me regresaba la sonrisa, una sincera y no forzada, esa sonrisa con la que había soñado tantas veces.

Sin darme cuenta, los días pasaron convirtiéndose en semanas, las semanas en meses y pronto, cinco meses habían pasado desde aquella conversación, Soo Bin y yo buscamos un apartamento más grande, encontrando uno en la misma calle, tenía dos habitaciones, así que ya no tenía que dormir en la sala. Había usado el dinero que estaba ahorrando para comprarme un auto para pagar la mitad del enganche, la renta y comprar algunos muebles que necesitaba, pero había valido la pena, el único problema era que seguía siendo un solo baño y Soo Bin a veces se tardaba demasiado duchandose, pero no podía quejarme, él pagaba más de la renta que yo.

Nuestra amistad iba avanzando bien, muy bien, era divertido pasar el tiempo con Soo Bin, su actitud infantil y sus berrinches lo hacían muy adorable, enmorandome más y más de él, a veces me ponía a pensar en cómo habría sido si nos hubiéramos conocido en otras circunstancias, él definitivamente sería alguien que hubiera llamado mi atención desde el inicio y hubiera terminado enamorándome de él tarde o temprano. Terminamos celebrando, navidad y año nuevo entre las cajas de mudanza, pero habíamos adornado y tenido una deliciosa cena, Soo Bin me platicaba de todo lo que le había pasado en los Ángeles y yo... bueno yo aún no tenía el valor de contarle lo que me había pasado con Woo Young y el porqué no había ido a buscarlo. Para mi cumpleaños, Soo Bin había organizado una fiesta sorpresa junto a Yoon Gi y Yun, el segundo se la pasó todo el día de mal humor y diciendo cosas en japonés que ninguno de los tres, Soo Bin, Yoon Gi y yo, pudimos entender.

Ese día Soo Bin me regaló un collar, el cual no me quité nunca después de eso, para el catorce de febrero y con el pretexto de que éramos muy buenos amigos, llevé a Soo Bin al parque de diversiones, ese día terminé muerto, pues Soo Bin me hizo subirme a casi todos los juegos, me prometí no volver a llevarlo al menos en buen tiempo.

La primavera comenzaba a entrar y con el calor, comenzaba a extrañar esos días fríos donde Soo Bin se colaba en mi cama para que lo abrazara, pues era una persona bastante friolenta y yo aprovechaba para llenarle de besos el cabello y robarle pequeños besos en los labios, siendo mis mejores noches de sueño.

Todas las personas que nos conocían, decían que parecíamos una pareja y aquello no me molestaba en absoluto, aunque era Soo Bin quien se encargaba de desmentirlo diciendo "solo somos amigos", y aquello comenzaba a cansarme, yo no quería ser solo su amigo, quería ser su novio, quería a Soo Bin solo para mi, odiaba que otros hombres y mujeres lo vieran, pero no los culpaba, él era muy guapo y tierno, su sonrisa era encantadora y ¡aaah! Si seguía así terminaría con un problema entre mis pantalones.

Otro día más deseando que Soo Bin cediera aunque fuera un poco, otro día más que sabía que aquello no iba a pasar. Me metí a duchar para ir a trabajar, aún era temprano, pero había tenido un sueño bastante subido de tono con mi princesa y me había sido imposible volverme a dormir, dejé que el agua un poco fría se llevara aquel calor que mi sueño había provocado, estaba bastante concentrado cuando la puerta se abrió de golpe y sin más tuve a Soo Bin parado frente a mí... completamente desnudo.

—Muévete, se me hace tarde, nos ducharemos juntos o no llegaré si espero a que salgas, ayer me quedé dormido y ya no me duche.

Soo Bin y yo teníamos un acuerdo para las duchas, él lo hacía por las noches y yo por la mañana, pues yo entraba más tarde al trabajo. Tragué saliva e intenté controlarme, pero mis ojos se desviaron a su cuello, el agua hacía ver su piel más suave y bajaba por su espalda, debía frenar mi mirada, debía pero no pude hacerlo, mis ojos se plantaron en su bonito y firme trasero, ese que incontrolables veces había dejado rojo con mis manos, ese que quería morder y... ¡mierda!, mi respiración se aceleró y la sangre comenzó a bajar a un lugar en específico, tuve que morderme la lengua para mantener a mi amigo dormido, concentrándome en las finas cicatrices en la espalda de Soo Bin, esas que había provocado Yeo Sang y que ahora apenas y se veían, aquello calmó mi cuerpo un poco, Soo Bin giró a verme y por su expresión seguramente me había preguntado algo y yo no le había respondido pues toda mi atención estaba en otro lado.

Soo Bin se giró y de la nada soltó un grito, asustandome y preocupándome de inmediato.

—¿Estás bien? ¿Te duele algo?

—Yeon Jun... Tu brazo... ¿Qué demonios te paso?

—¿Mi brazo? ¡Ah! Eso...

Soo Bin tomó mi brazo y acarició la fina cicatriz que había a lo largo de este, siempre había procurado usar manga larga para que Soo Bin no la viera, pues no quería causarle lastima o más culpa, aunque comenzaba a creer que era tiempo de contarle toda la verdad.

—¿Qué te paso?

—Un pequeño regalo de uno de los amigos de Woo Young, solo eso.

—¿Woo Young? ¿por qué demonios un amigo de Woo Young te haría eso? Aún tengo de la crema que usé para mi espalda, ayuda muchísimo a desvanecer las cicatrices, ya me platicaras de Woo Young luego, ahora lo más importante es...

—Soo Bin... ¿Quieres dejar de ser tan amable por favor?, ¿no ves lo difícil que lo haces para mí? ¿No entiendes que tú me gustas mucho? Por favor, detente o yo de verdad... no podré contenerme un día de estos y no quiero arruinar esto...

Había explotado, a veces Soo Bin hacía cosas que le aceleraban el corazón de tal manera que quería mandar nuestra amistad al carajo, pero me contenía porque sabía o quería creer que lo hacía inconscientemente, pero aquel último mes, Soo Bin se la había pasado caminando frente a mi solo con una playera y boxers, midiendo mi paciencia y esta había llegado a su límite.

Salí de la lucha y me envolví la toalla, dejando a Soo Bin con las manos estiradas y los labios entreabiertos, mientras yo hacía un esfuerzo sobrehumano para contener mis ganas de regresar y hacerlo mío infinidad de veces.

•━━━━━━━━━━•

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro