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STORM.

El agua caliente bajaba por todo mi cuerpo, pero aún con eso aquella sensación no desaparecía, ese cosquilleo seguía instalado en mi nuca, cosquilleo que solo una persona en el mundo era capaz provocar, Choi Soo Bin, pero era imposible, incluso era absurdo pensar que él estaba aquí en Seúl, él estaba a miles de kilómetros de distancia, al otro lado del mundo, recién había "hablado" con él esa tarde, era simplemente imposible, ilógico, loco… pero aún con todo eso, una pequeña esperanza se había instalado en mi pecho.

Terminé de duchar y me envolví en mi bata, tomando una toalla para secarme el cabello, la lluvia había empeorado, ahora parecía un diluvio, había sido un milagro llegar a mi apartamento antes de que se hiciera el tráfico, me asomé por la ventana, ya había oscurecido y sinceramente la imagen frente a mi era hermosa, un relámpago iluminó el cielo y tan pronto vino el trueno, todo el apartamento quedó a oscuras, la luz se había ido.

—¡Perfecto! Ahora tendré que cambiarme a oscuras, maldita se… ¡aaahhh!

Me había golpeado el dedo gordo del pie con algo, fui cojeando en busca de mi celular, golpeándome el brazo con quien sabe qué, tan pronto tomé mi teléfono del sofá y lo encendí, la puerta principal se abrió de golpe, haciéndome gritar del susto, el celular cayéndome sobre los pies, una luz me deslumbro los ojos, seguida de unos gritos, y antes de que pudiera recuperarme de todo aquello, algo mojado comenzó a estrellarse contra mi, el llanto de un bebé llegó a mis oídos mientras intentaba protegerme de los golpes.

ㅡNo Kai, no llores, quédate detrás de mi, no te apartes.

Aquella voz para ser de un desconocido se me hizo tremendamente familiar.

ㅡSoo… ¿Soo Bin?

Un fuerte golpe en mi cabeza y de pronto todo de escuchó lejano, me había desmayado.

Mi cabeza dolía horrores, sentía como si me hubieran partido el cráneo en dos, algo húmedo y frío acariciaba mi rostro, mientras la voz de un pequeño llegaba a mis oídos.

—Papi... ¿se murió?

—Huening, no digas eso, no está muerto bebé, solo esta inconsciente, creo que me pasé... ¿debería llamar una ambulancia?

—Sí, papi... ¡comida!

—Las ambulancias no traen comida, Kai, cuando llegue la luz cocinare algo...

Lo escuché suspirar, abrí mis ojos, pero no pude ver nada, tal vez sí estaba muerto, a lo mejor, había resbalado en la ducha y ahora estaba en un mundo donde Soo Bin me cuidaba.

—¿Qué hacías aquí Yeon Jun? ¿Cómo entraste?

—¿Soo Bin?

Lo sentí dar un brinco, intenté incorporarme pero unas cálidas manos me regresaron a lo que suponía, era el sofá.

—No te muevas, llamaré a emergencias, lo siento... yo... ¿Qué haces aquí?, se suponía que el apartamento ya debía estar desocupado para hoy.

Ni siquiera podía respirar con normalidad, me desesperaba no poder ver nada, no sabía si aquello era una alucinación o de verdad la persona que estaba ahí a escasos centímetros de mí, era Soo Bin, sentía la calidez de su cuerpo y a alguien más muy cerca de mí, estaba eufórico, quería abrazarlo y no soltarlo, quería decirle tantas cosas, pero una pequeña vocecita me trajo de vuelta a la realidad, una pequeña vocecita que cuando habló hizo que me doliera el corazón.

—Papi... Leche.

—Ya voy amor, ammm... Yeon Jun, ¿de casualidad tienes leche?, verás, iba a comprarla luego de dejar mis maletas y las de Kai, pero... La luz se fue antes de poder ir.

—En el refrigerador, también hay linternas en el cajón de la encimera...

—Gracias, mi celular se está quedando sin batería.

Sentí como se levantaba del sofá y se alejaba, unos pasitos yendo trás de él, mi corazón comenzó a sentirse pesado, toda ilusión comenzaba a apagarse poco a poco, Soo Bin… tenía un bebé, un hijo, él probablemente había adoptado con Min Gyu, aquel pensamiento de su pequeña familia feliz me rompió el corazón, mis ojos se llenaron de lágrimas y dejé que cayeran, aprovechando la oscuridad del lugar, mis últimas esperanzas se habían esfumado.

Escuché como Soo Bin movía varias cosas en la cocina, también como aquel pequeño al que llamaba Kai lo apresuraba para que le diera su leche con chocolate, sin poder evitarlo, me permiti imaginar que aquel pequeño era nuestro, que Soo Bin había regresado de vacaciones y que ahora volvíamos a ser una familia, sabía que solo me estaba lastimando, pero no importaba, ya nada importaba.

La luz de la linterna con la que me alumbró Soo Bin, me cegó de repente, dejé que mis ojos se acostumbraran a ella mientras Soo Bin volvía a acercarse a mí y me alumbraba la cabeza.

ㅡTienes un pequeño chichón, lo siento, creí que un ladrón había entrado, yo solo te golpeé por instinto con el paraguas.

ㅡ Descuida, no duele… auuuuch.

Soo Bin había presionado el lugar lastimado, pude ver de reojo una pequeña sonrisa dibujandose en su rostro, lo había hecho a propósito, pero aquello me hizo sonreír en lugar de enojarme.

ㅡSi te duele mucho la cabeza iremos a urgencias.

ㅡ Golpeas como bebé...

Recibí otro golpe, haciéndome quejar pues me había pegado en la zona lastimada.

ㅡ¿Decías?

ㅡQue mejor me callo.

Ambos reímos y lo sentí sentarse a mi lado, me sentía tan impotente, lo tenía a mi lado y mi cuerpo pedía a gritos abrazarlo, pero el hilo de mis pensamientos fue cortado cuando de repente todo se iluminó, cerré mis ojos al quedar cegado por la luz que había regresado, poco a poco fui acostumbrandome a esta y solo entonces caí en cuenta que seguía llevando la bata de baño y aún tenía el cabello húmedo, pero eso pasó a segundo plano cuando mis ojos se encontraron frente a frente con Choi Soo Bin, se había cortado el cabello y ahora tenía las orejas perforadas, mi corazón se disparó, Soo Bin se veía más guapo que nunca, ni siquiera sabía decir que era lo que más me gustaba de su nuevo look, sin embargo, mis ojos fueron llamados por sus hermosos labios, esos labios que me volvieron locos por tantos años, tan suaves, tan rositas, tan rellenitos, el incontrolable deseo de besarlo me invadió, intentando contenerme para no actuar como un completo imbécil.

ㅡLa leche.

Soo Bin se puso de pie de golpe y el pequeño niño corrió detrás de él, fue solo entonces que me percaté de la mochilita del pequeño, casi quise llorar al darme cuenta de que era el mismo niño que había visto hacia algunas horas afuera del restaurante, mi corazón volvió a dispararse ante la simple idea de creer que tal vez, solo tal vez… Soo Bin nos había visto a mi y a Yun besándonos, me puse de pie de inmediato, yendo detrás de él pero la vista de el pequeño abrazandose a su pierna mientras Soo Bin le preparaba su leche, me causó tanta ternura que ni siquiera me detuve a pensarlo, caminé hasta donde estaba él y lo abrace por la espalda, hundiendo mi rostro en su cuello, disfrutando de su olor, era él, era mi princesa, en vivo y a todo color.

ㅡ¿Qué mierda crees que haces Yeon Jun?

ㅡPapi dijo una mala palabra…

ㅡKai, ve a la sala a tomar tu lechita.

El pequeño tomó su vasito y se fue corriendo a la sala, Soo Bin me empujó y se giró cruzándose de brazos.

ㅡCreo que estás confundiendo las cosas, no regresé aquí por ti, ni siquiera esperaba encontrarme contigo, vine aquí por Huening Kai.

ㅡYo lo sé… lo siento, es solo que verte nuevamente, yo… ¿así se llama tu hijo?

Soo Bin me miró confundido por unos segundos, luego pareció entender y asintió repetidas veces, suspiró y caminó hacia la sala, sentándose junto al pequeño que había encendido el televisor y le daba el control a Soo Bin para que le pusiera algo.

ㅡYeon Jun te presento a Huening Kai, Kai él es Yeon Jun, un conocido mío, amor, saluda.

ㅡHola Yoon.

Dijo el pequeño sonriendo de oreja a oreja, causandome una ternura enorme el hecho de que no pudiera pronunciar bien mi nombre, me acerqué a él y junte mis dos manos para saludarlo.

ㅡUn gusto Huening Kai.

Kai imitó mi gesto dejando su vasito a un lado para luego volver a tomarlo y comenzar a ver la televisión.

ㅡEs muy lindo, Soo Bin.

ㅡLo es, muy, muuuy lindo.

Soo Bin me miró y soltó un largo suspiro, luego me miró de pies a cabeza y negó.

—Ve a cambiarte, te resfriaras... mañana hablaremos de todo esto.

Obedecí sin poner pero alguno, por un momento quise ponerme guapo para Soo Bin, pero era tarde y sería demasiado obvio, así que simplemente tomé mi pijama y me lo puse, seque mi cabello sin poder dejar de sonreír, estaba tan feliz, Soo Bin estaba en la sala, él estaba ahí, quería correr, brincar y gritar, pero intentaba contenerme para no asustarlos. Cuando por fin regresé, Soo Bin hablaba por teléfono, no pude evitar sentirme celoso pues sabía que probablemente era Min Gyu con quien hablaba, quería escuchar un poco de su conversación pero tan pronto me acerqué, Soo Bin colgó.

—Pedí pizza, espero te guste el peperoni.

—Me gusta, está bien~.

Ambos nos sentamos al lado del pequeño, quien se entretenía viendo a los Minions, pero pasados unos minutos, sentí una pequeña cabecita recargarse contra mi brazo, Kai se había quedado dormido. No hubiera dicho nada de no ser porque el pequeño estaba durmiendo en una posición bastante incómoda, Soo Bin lo cargó y lo llevó a dormir a la habitación, por suerte ese fin de semana había cambiado las sábanas, era obvio que Soo Bin y Kai dormirían en la cama y yo en el sofá. Cuando regresó, Soo Bin ya traía su pijama puesto, era de conejitos, algo que me causo extrema ternura, algunas cosas no cambiaban.

Soo Bin se sentó a mi lado y apagó el televisor, luego se giró a mirarme y suspiró.

ㅡYeon Jun… tienes que irte del apartamento, no sé qué pasó, se suponía que para estas fechas debía estar desocupado, yo voy a mudarme de nuevo aquí, puedo ayudarte a empacar y con la mudanza…

Aquellas palabras me tomaron por sorpresa, comencé a entrar en pánico con cada palabra que Soo Bin decía, ¿cómo le diría a Soo Bin que no podía irme?, aquello era todo lo que tenía, todo lo que me quedaba, era demasiado vergonzoso, la primera vez que lo veía luego de cinco largos años y ni siquiera tenía dinero para comprarme un apartamento propio o un auto, pero me había prometido que su alguna vez volvía a verlo, jamás le mentiría.

ㅡSoo Bin… la verdad es que yo… no tengo a donde ir, verás, cuando me divorcié de Woo Young, él se quedó con todo y cuando digo todo, me refiero a absolutamente todo, no puedes echarme, te pagaré la renta, dormiré en el sofá, solo por favor… no me eches.

Soo Bin me miraba sorprendido, como si no creyera lo que le estaba diciendo, pero probablemente la desesperación en mi rostro le decía que no estaba mintiendo, mordió su labio inferior y cruzó los brazos, quedándose callado por lo que me parecieron horas, pero fueron apenas unos minutos.

ㅡNo sé si sea buena idea, Yeon Jun…

ㅡMe iré de aquí cuando Min Gyu venga, lo prometo, solo dame un poco de tiempo para buscar algo.

ㅡVale, pero… hay que comprar un sofá cama, este es muy pequeño para que duermas aquí y vas a lastimarte.

ㅡ Gracias Soo Bin, de verdad… muchas gracias.

Mis ojos se encontraron con los suyos, Soo Bin seguía mordiendo distraídamente su labio inferior, mi ojos iban de sus labios a los ojos ajenos, acercándome a él poco a poco, él no se movió, solo lo sentí tensarse un poco, nuestros labios estaban a escasos centímetros, mi corazón latía con fuerza y cuando estuve a punto de besarlo, el timbre sonó.

—Llego la pizza~.

Se escabullo hábilmente y fue a abrir, luego de pagar y dar las gracias al repartidor, colocó la pizza en la mesa y se sentó, se me quedó mirando y luego me señalo la silla junto a él con la mirada, me puse de pie y me senté a su lado, ambos comenzamos a comer en completo silencio, las mejillas de Soo Bin seguían un poco sonrojadas y yo no podía quitarle la vista de encima.

—¿Puedes dejar de mirarme?, es incómodo.

—Lo siento, pero no creo poder...

—Inténtalo.

—Lo hago... pero hay tantas cosas que quiero decirte y preguntarte.

—No quiero escucharlas, no quiero escuchar nada de ti.

—Soo Bin, por favor, solo dame una oportunidad para explicarte, verás en restaurante…

—No... Por favor para, no quiero que se me vaya el apetito.

—Pero Soo Bin, es importante que sepas...

ㅡ¡No quiero saberlo!

ㅡYo… lo siento.

—No te disculpes, no va contigo Yeon Jun.

Aquellas palabras dolieron, porque sabía que ante los ojos de Soo Bin, yo seguía siendo un hijo de puta, pero no era así, ese tiempo sin él me ayudado para darme cuenta de todo el mal que había causado, el karma también se había encargado de hacerme pagar, quería decirle tantas cosas, quería que supiera que lo quería bien, que estaba enamorado de él, que lo amaba y que estaba dispuesto a todo por él, también había tantas cosas que quería preguntarle, pero lo entendía, entendía porque Soo Bin se comportaba así conmigo, después de todo, nuestro último encuentro había sido terrible.

El resto de la cena fue silencioso, ambos terminamos de cenar y yo me puse a recoger la mesa, él intentó ayudar pero no se lo permiti.

ㅡEs tarde, ve a ducharte si quieres.

ㅡNo quiero, pero me ayudará a dormir.

ㅡYo recojo aquí, hay toallas limpias en el baño, siéntete libre se usar todo.

ㅡGracias.

No dijo nada más y desapareció en el baño, luego de recoger fuí a sentarme al sofá, completamente ido, seguía sin poder creer que él estaba de regreso, que él estaba trás la puerta que había cerca de mí, me di un fuerte pellizco en el brazo y casi grite de dolor, era real, él estaba ahí, Soo Bin… había vuelto.

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