SENTIRSE MEJOR.
—¿No crees que te estás pasando?
La voz de Yeon Jun resonaba en mis oídos, mientras un confundido Oab se levantaba del suelo, sacudiéndose la ropa y limpiándose la sangre del labio con una sonrisa incrédula.
—¿Quién mierda eres tú?
—Eso no importa ahora, he llamado a la policía y no tardaran en llegar.
Yo me recargué como pude contra la pared, viendo como Yeon Jun le mostraba su celular a Yeo Sang, la furia de Yeo Sang fue casi palpable, observó con detenimiento a Yeon Jun y comenzó a caminar hacia el otro lado, girando a verme.
—Volveré por tí Soo Bin, me perteneces, aun eres mío, te llevaré conmigo quieras o no.
Su figura se perdió al dar la vuelta en la esquina del edificio, yo solo temblaba, intentando asimilar todo lo que había pasado aunque era demasiado para un período de tiempo tan corto, di un enorme salto cuando la mano de Yeon Jun me tomó por la barbilla, analizándome el rostro.
—Vamos, te llevaré a casa, ¿Puedes caminar?
Solo asentí, pero mis piernas se doblaron cuando di el primer paso, la mano del más alto rodeó mi cintura de inmediato, apoyándome contra su cuerpo.
—Mentiroso.
—Lo siento...
—No te disculpes, vamos, aprovechemos que no hay nadie o pensaran que te di una buena paliza.
—No será así... Todos, todos aquí lo saben, sobre Yeo Sang y mi situación, es por eso que... Yo no tengo amigos más que a Beom Gyu y Woo Young.
—¿Eso es cierto? Luego deberás platicarme sobre ello, pero bueno, ahora me tienes a mí...
—Gra...Gracias.
No pude decir nada más, aunque quería el miedo aún no se iba, luego de eso no dijo nada más, solo me llevo caminando hasta su auto, me ayudó a subir con cuidado y me puso el cinturón de seguridad, Yeon Jun olía muy bien, demasiado bien y su auto tenía su aroma impregnada, me recargue en el asiento dándole mi dirección y luego de que la pusiera en el GPS cerré mis ojos relajándome por completo, cosa extraña, ya que normalmente si volvía a encontrarme a Yeo Sang, me daban ataques de pánico, pero esta vez me sentía relajado, protegido, tranquilo, tanto que el camino hasta casa se me hizo muy corto, comenzando a ponerme ansioso cuando se estaciono frente a mi edificio y se bajo para abrirme la puerta, ayudándome a bajar.
—Me siento como un niño pequeño...
—Lo eres, eres un niño ante mis ojos Soo Bin.
—No lo soy...
—¡Shh! Lo eres.
Y como la primera vez que lo conoci, no pude discutirle nada, caminé apoyado en él hasta el edificio, sorprendiéndome cuando entro conmigo hasta el ascensor y luego hasta mi departamento, sonrojándome un poco al recordar que no estaba muy ordenado y que era realmente pequeño a comparación del suyo.
—Disculpa el desorden, no he tenido ni tiempo, ni ganas de limpiar.
—No hay cuidado, es realmente acogedor, huele a tí.
—¿Eh? ¿A mí? ¿Y a que huelo?
—A frutas... Vamos te recostare en la cama, debería llamar a un médico, te ves pálido.
—Estaré bien, solo... solo debo descansar.
—Te hirió el labio, ¿Tienes botiquín de primeros auxilios?
—En la cocina, en la repisa de arriba.
—Ya vengo.
Luego de unos minutos regresó con el botiquín y hielo envuelto en una toalla, sus manos lo colocaron suavemente sobre mi mejilla mientras se acercaba a revisar mi rostro.
—Pareces un niño si te miro más de cerca.
—Pero no lo soy.
—Un niño muy bonito.
—Al que golpearon fue a mí, no digas tonterías.
—No digo tonterias, simplemente digo lo que pienso, por cierto… ¿Por qué no me llamaste?
—No tenía ninguna razón para hacerlo.
—No la necesitas... Solo quería verte, por eso fui a la universidad, te he gritado mientras ibas con ese tipo caminando y me ignoraste, te llamé pero no respondiste, no me parecía que la estuvieras pasando muy bien, por eso fui a ver y bueno...
—Gra... Gracias... Si no hubieras aparecido... Él me habría matado seguramente.
—¿Quién es?
—Mi ex novio.
—¿Te gustan los idiotas?
—Solo pasó...
ㅡLas cosas no solo pasan.
ㅡPero no quiero hablar de ello ahora, no cuando de puro milagro no me ha dado un ataque de ansiedad.
ㅡLo entiendo, pero un día hablaremos de ello y no podrás negarte.
ㅡEstá bien.
ㅡSoo Bin…
—Soo Bin...
—¿Mmh?
—¿Puedo abrazarte?
Aquella pregunta me descoloco por completo, no sabía qué responder, ni siquiera sabía si estaba diciendo aquello en serio.
—¿Eh? ¿Por qué?
—Solo déjame hacerlo.
—Es...Está bien...
Sus brazos rodearon mi cuerpo con suavidad, sintiendo de inmediato una enorme calidez invadirme, cosa que hacía mucho no sentía, la soledad que Yeo Sang había provocado a mi alrededor se había apoderado de mí y me había acostumbrado al vació en mi estomago, en mi pecho y en mi vida, pero él tenía algo, un algo que me llenaba por dentro, que me hacía sentir nostalgia, tanta que de un momento a otro, las lagrimas se agolparon en mis ojos y comenzaron a deslizarse por mis mejillas, mientras Yeon Jun me estrechaba con mas fuerza entre sus brazos, respondí el abrazo, terminé rodeando su cuello, terminé llorando entre sus brazos mientras el me acariciaba el cabello, mientras me decía que todo estaría bien, que ahora estaba él para cuidarme, girándose para mirarme a los ojos.
—No llores más princesa.
—No soy una princesa.
—Lo eres Soo Bin, para mí lo eres... Eres alguien a quien quiero cuidar~
—¿Por qué?
—No lo sé, solo quiero hacerlo.
—Pero tú tienes a Woo Young él...
—¡Shh!
Puso su dedo sobre mis labios, deslizándolo con suavidad por ellos, luego limpio mis mejillas y sin previo aviso, poso sus labios sobre los míos, un breve roce, tan sutil que de no ser por el cosquilleo que sus labios habían provocado a los míos, habría creído que era mi imaginación.
—Te haré sentir mejor, solo permíteme hacerlo Soo Bin.
—¿Mejor? ¿Cómo harás eso Yeon Jun?
—No preguntes, no digas nada, solo quiero ayudarte, quiero que te sientas bien.
Y no pude hablar más, no cuando sus labios se plantaron en mi cuello, comenzando a recorrerlo con tanta suavidad que toda mi piel se erizo, pronto su lengua se deslizó por mis clavículas, humedeciendo mi piel, erizándola; me recosto con cuidado sobre la cama, deslizando hábilmente su mano hasta el borde de mi playera, levantándolo hasta dejar al descubierto apenas mi ombligo, haciéndome consiente de la situación en el momento en el que sentí su fría mano desabrochando el botón de mi pantalón.
ㅡY... Yeon Jun... ¿Qué haces? Es... Espera... ¡Ahh!
Cubrí mi boca con la mano, al escuchar ese pequeño jadeo que él me había provocado al comenzar a succionar mi cuello, debía detener eso como fuera, aquello estaba mal, estaba muy mal, pero cuando baje mis manos para apartar las suyas, recibí unos leves golpes en estas.
—¡Basta Soo Bin!, solo déjate llevar, lo disfrutaras mucho y tu cuerpo se relajara, deja de pensar solo debes sentirlo.
—Pero... Yeon Jun, esto está mal, tú... Woo Young, ¡Agh!
Había mordido mi cuello con suavidad, había encontrado mi punto débil, no podría resistirme, no con esos besos en mi cuello, así que callé aquella voz que me decía que eso estaba mal y me dejé llevar por esos besos en mi cuello, por su mano que deslizaba el cierre de mi pantalón hacia abajo, esa mano que se introdujo hábilmente acariciando mi entrepierna con delicadeza sobre la ropa interior, haciéndome jadear, acelerando mi respiración, mientras desviaba sus labios hasta los míos, comenzando a besarme.
Y fue entonces cuando pude sentirlo, pude sentir que él solo sentía deseo por mí, nada más, algo que me tranquilizo y dolió un poco a la vez, pero dejé de pensar, dejé de hacerlo justo en el momento en que su fría mano toco mi miembro directamente, bajando mi ropa interior y mi pantalón solo lo suficiente para dejarlo libre, mientras sus labios volvían retomar camino por mi clavícula hasta mi cuello.
—¡Agh! Yeon Jun.
—Si princesa, gime mi nombre.
Tomo mi miembro desde la base, comenzando a subir y a bajar su mano por el, apretándolo con fuerza, deslizando su dedo por el glande, aquella zona tan sensible, haciéndome jadear de placer, mi espalda arqueándose un poco; aceleró el ritmo, tanto que sabría que terminaría pronto, enrede una de mis manos en su cabello mientras me retorcía bajo su cuerpo, bajo sus toques, esa mano que sentía me llevaría al tocar el cielo en cualquier momento, mi erección palpitaba en la mano ajena, mis labios no podían estar cerrados debido a los gemidos que salían de ellos, los humedecía cada cinco segundos con mi lengua, mientras sentía que un millón de mariposas se arremolinaban en mi bajo vientre, tensándolo, haciéndome mover las piernas, pidiendo por más, y lo tuve, él aceleró el ritmo y la presión en mi miembro, ya no podía soportarlo más, me había llevado límite en muy poco tiempo, mi espalda se arqueo y mis manos jalaron un poco el cabello ajeno, mientras soltaba mi cálida esencia por todo mi vientre y la mano ajena, él mordiéndome en el cuello en el momento justo del clímax, haciéndome gritar de placer.
—Hermoso, perfecto Soo Bin, lo has hecho muy bien, justo como lo había imaginado princesa, eso ha sido fantástico y ni siquiera he tenido que hacer algo mas.
—Yeon Jun... Esto, yo... No...
—¡Shh! No pasa nada, nadie va a enterarse de esto, lo prometo, pero tú también debes prometerme que no se lo dirás a nadie.
—Lo... Lo prometo.
Tomo unos pañuelos para limpiarse la mano y luego limpiarme el vientre, me sentía relajado, me sentía en las nubes y al mismo tiempo la culpa intentaba apoderarse de mi ser, Yeon Jun me acomodó la ropa interior y el pantalón, bajo mi playera y luego tomó el botiquín comenzando a curarme el labio, había olvidado el dolor por completo, solo podía verlo a él.
Él suspiro con pesadez al escuchar que tocaban la puerta y los dos nos quedamos pasmados al escuchar la voz de Woo Young y Beom Gyu al otro lado de esta, pidiendo que les abriera.
Los dos nos miramos fijamente, por largos segundos, con miradas de llenas complicidad, sellando en silencio el trato que habíamos acordado hacía tan solo unos minutos.
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¡Espero mes guste este capitulo! ❤
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