[POV SOO BIN]

—Lo siento Soo Bin, no puedo corresponder tus sentimientos... A mí, no me gustan los hombres...

Beom Gyu lo miraba fijamente, sus ojos estaban nublados por las lágrimas o al menos eso era lo que yo pensaba... Eran los míos los que se habían cristalizado.

—Entiendo Beom... Yo, solo quería decírtelo, quería que lo supieras aunque no me correspondieras, pero no quiero que cambie nada entre nosotros, por favor.

—Soo Bin, no llores, por favor no llores. Prometo que nada entre nosotros va a cambiar, quiero que todo siga igual, pero dame tiempo... Me está costando mucho trabajo hacerme a la idea sobre lo que me dijiste, no sé cómo debo actuar de ahora en adelante...

—Está bien Beom Gyu, te daré todo el tiempo que necesites... Ahora, ahora debo ir a casa.

Abrí mis ojos lentamente, habían pasado tres meses desde el incidente de Yeo Sang, tres largos meses en los que yo seguía internado, mis huesos se estaban recuperando rápido pero… estaba en tratamiento psiquiátrico.

La luz de la ventana entraba tenuemente, hacia frío y se veía que sería un día lluvioso y largo, cubrí mi rostro con las sábanas, ¿por qué tenía que haber soñado con eso? ¿por qué justo ahora?

Eran recuerdos que pensé había reprimido en lo más profundo de mi mente, recuerdos dolorosos que quería olvidar, pero estaban saliendo a flote y no quería eso, las largas pláticas con el psiquiatra estaban provocando aquello.

Me había hecho recordar muchas cosas y en lugar de sentirme mejor, parecía que iba empeorando, ahora tenía este tipo de sueños una y otra vez, que al menos ya no eran con Yeo Sang intentando matarme, pero eran igual de dolorosos.

Me incorpore lentamente y me puse mi bata, ese día podía recibir visitas y Beom Gyu me había dicho que pasaría a verme saliendo de la universidad, tenía tantas ganas de hablar con alguien, de sentirme normal, quería volver a mi monótona vida, comenzaba a odiar los colores grises y blancos de aquel hospital, me estaba cansando de verdad.

Sin embargo, dentro de todo aquello había algo que me había venido molestando desde hacía mucho... el hecho de que llevaba tres meses sin saber nada de Choi Yeon Jun.

Por Beom Gyu me había enterado que se había encargado de pagar toda la factura del hospital, así que mi estancia estaba cubierta, pero de él... nada, absolutamente nada.

Y lo que más me frustraba de todo aquello era que no sabía como debía sentirme, o mejor dicho, no sabía si era correcto sentirme de esa manera, después de todo, no éramos nada pero él me había salvado y quería agradecerle por ello, además disculparme por haberme portado tan grosero la última vez que me fue a ver.

Pero Yeon Jun no iba, incluso Beom Gyu me decía que hacía mucho que no sabía nada de él o Woo Young, y no sabía porque aquello me hacía sentir molesto, sí molesto con Yeon Jun, porque no me estaba dando la oportunidad para hablar con él sobre todo lo que había pasado, o al menos intentaba convencerme de que era aquello y no celos los que estaba sintiendo, aunque la verdad era que… quería verlo.

Aquel día tenía sesión con el psiquiatra, aun me costaba un poco caminar así que fui arrastrando los pies, siempre mis sesiones con el psiquiatra me ponían un poco ansioso, por muchas razones, pero principalmente porque a veces sentía que el psiquiatra me veía de forma… ¿extraña?, pero tal vez solo era mi imaginación, aunque no podía negar que era guapo, mucho muy guapo.

Toqué y entré al consultorio que correspondía al doctor Kim Min Gyu, él me sonrió al verme entrar y yo le devolví la sonrisa tímidamente.

—¡Soo Bin! Pasa, toma asiento.

—Buenos días, con permiso.

Fui a sentarme a uno de los cómodos sillones que ahí había, mientras el doctor Min Gyu, se paraba e iba a sentarse a mi lado, leyendo sus apuntes para luego mirarme fijamente.

—¿Has dormido bien?

—En realidad no, hoy tuve otro sueño.

—¿Quieres contarme, Soo Bin?

—Fue... Fue de cuando Beom Gyu me rechazó.

—¿No fue con Yeo Sang?

—No, ya casi no sueño con él.

—¿Y cómo era tu sueño?

Le conté lo que había soñado y como me había hecho sentir ese sueño, platicándole lo que había pasado después, lo que no había soñado pero había recordado.

—Meses después de que Beom Gyu me rechazará, conoció a Tae Hyun, yo siempre supe que a pesar de que el me había prometido que nuestra amistad no cambiaria, eso no iba a ser posible.

—¿Por qué?

—Porque siempre mantenía su distancia, comenzó a alejarse, al principio creí que era porque me tenía asco, pero luego comenzó a cancelarme las salidas... me fue dejando solo, un día habíamos quedado de ir a la plaza, sería el cumpleaños de mi hermano y le había pedido que me acompañara a comprar su regalo, pero como siempre, él me había cancelado, no tenía mucho tiempo así que fui yo solo... caminaba por la fuente y fue cuando lo vi...

—¿Cuándo viste qué Soo Bin?

—A Beom Gyu... besándose con otro chico.

Sentí mis ojos llenarse de lágrimas, abrazando mis piernas para que el doctor Min Gyu no me viera llorar otra vez, aquel recuerdo era uno de los más dolorosos de mi corta vida, pues siempre había estado enamorado de Beom Gyu y él me había rechazado porque "no le gustaban los hombres".

—Soo Bin... ¿Me permites intentar algo?

Solo asentí, realmente no me importaba ya nada en ese momento, estaba roto... En todo sentido, por más que intentaba luchar por salir adelante, siempre había algo que me hacía caer en aquel profundo abismo.

—Creo que lo que necesitas es esto...

Perplejo... Así fue como me quedé cuando sentí los brazos del doctor rodear mi delgado cuerpo, mis lágrimas cayendo con más intensidad, llorando largo y tendido.

Me sonroje cuando por fin me calme pues la bata del doctor estaba mojada debido a mis lágrimas, él solo tomó unos pañuelos y me limpió el rostro con cuidado, sonriéndome de tal manera que hizo que contuviera la respiración.

—¿Te sientes mejor, Soo Bin?

—Si... Yo, lo siento, moje su bata y su camisa...

—¿Esto? No es nada Soo Bin, lo necesitabas, necesitabas saber que hay alguien a quien le preocupas, alguien a quien le importas.

—Gracias doctor Kim.

Fue lo único que fui capaz de decir, pues mi cabeza se había quedado en blanco y no quería comenzar a pensar cosas raras con el psiquiatra.

—¿Cuándo vas a llamarme Min Gyu?

—¿Puedo hacerlo?

—Puedes, claro que puedes.

—Lo intentaré algún día... ¿Si?

—Eso ya es algo... Creo que por hoy terminamos, ve a descansar un poco y... ¿Te gustaría tomar un café conmigo en el jardín?

—¿Eh?

—Solo un café.

—Si, creo que si...

—Bien, ¿A las dos está bien?

—Si, a las dos está perfecto.

ㅡCuídate Soo Bin, cualquier cosa no dudes en venir a decirme.

ㅡGra…gracias.

Sentía mis mejillas sonrojadas, me levanté con torpeza del sofá y salí del consultorio, estaba un poco confundido, porque no podía estar tan loco, el doctor Kim estaba… él estaba ¿coqueteandome?

Iba tan distraído pensando sobre todo aquello que no me di cuenta hacia donde me dirigía hasta que vi la recepción; era un hospital bastante grande, ahora me encontraba en la recepción de psiquiatría, uno de los pisos más tranquilos, estaba por girarme pero me detuve cuando escuché una voz que mi cuerpo reconoció de inmediato, el vello de mi espalda erizándose.

—¿Entonces él podrá salir pronto?

—Al parecer el joven Soo Bin ha respondido bien al tratamiento, pero no sabría decirle si saldrá pronto.

—Gracias.

—De nada señor Choi.

Era él, era Yeon Jun, se había quedado recargado en el recibidor, por suerte no me había visto, era mi momento para escapar, pero mis pies simplemente no se movieron, algo en mi interior quería salir corriendo y abrazarlo.

Yeon Jun se veía tan guapo, todas las enfermeras de la recepción lo veían y sonreían entre ellas, mi corazón había comenzado a latir tan rápido, que podía escucharlo en mis oídos, solo tres meses de no verlo y Yeon Jun ya había cambiado su peinado, traía gafas oscuras y aquello lo hacía lucir muy sexy, se veía tan guapo. Él no podía verme así, no con esas fachas, estaba por escapar cuando alguien gritó mi nombre a mi espalda, haciéndome brincar del susto, sonrojandome al ver de quién se trataba

—Doctor Kim.

—Olvide darte esto, es tu premio por ser un buen niño.

Me entrego una enorme barra de chocolate, la cual tome sin dudarlo, sonriendo cual niño pequeño, sonrojándome aun más al sentir como ponía su mano en mi cabello y lo despeinaba, olvidando por unos segundos que me estaba escondiendo de alguien.

—No sabía que los pacientes pudieran comer chocolate.

Casi grité cuando escuche la voz de Yeon Jun a mi espalda, conteniendo inútilmente el estremecimiento de mi cuerpo.

—Creo que eso es algo que decide su médico, o sea yo.

—Si, pero lamento informarte que a Soo Bin no le gusta el chocolate.

Aún parado detrás de mí, rodeó mi cuerpo, pegando su pecho a mi espalda para poder quitarme la barra de chocolate de las manos.

—¡Eso es mío!

—Por favor regrésale su chocolate a Soo Bin, no quiero tener que llamar a seguridad.

—¿Seguridad? Prácticamente soy un visitante, ¿adivina a quien vengo a ver?

—Si no eres familia directa, no puedes pasar.

ㅡEso puede arreglarse.

Se podía sentir la tensión en el aire, Yeon Jun y el doctor Kim se miraban fijamente sobre mi cabeza, a veces odiaba ser tan pequeño. Sin embargo, mi tonto cuerpo no dejaba de reaccionar a los leves roces de Yeon Jun contra mi espalda, al delicioso aroma de su loción y a la calidez de su cuerpo.

Mi cuerpo lo pedía a gritos, quería que Yeon Jun me abrazara.

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Actualización (1/2) 🌻