JUNG WOO YOUNG.
Woo Young ponía y quitaba su mano una y otra vez de la manija de la puerta, completamente indeciso en si entrar o no, le había costado mucho trabajo llegar hasta ahí después de haber recibido el mensaje de Beom Gyu, sabía lo que debía hacer, pero no quería, tenía miedo, por primera vez en muchos años, Jung Woo Young tenía miedo.
La manija fue tocada una vez más, pero esta vez si fue abierta, el aroma a café inundo sus fosas nasales, sus manos y piernas temblaban, de pronto no sabía qué iba a decir, había olvidado todo lo que práctico, congelándose en el instante en que aquella voz llegó a sus oídos.
|REWIND|
Wo Young se había prometido aquel día, que sería la última vez que dejaría que su padre le pusiera una mano encima a él y a su madre, Woo Young a sus doce años, deseaba más que nunca crecer y darle una lección a aquel ser que se decía ser su padre. Woo Young a su corta edad ya había estado incontables veces en el hospital por diversos “accidentes” donde terminaba con un hueso roto o dos, accidentes que eran todo menos eso, su padre se encargaba de dejarle claro lo bien merecido que tenía aquellas golpizas.
Woo Young odiaba a esa persona que se hacía llamar su padre, ese odio fue creciendo cada día más hasta que le fue imposible seguir más tiempo cerca de él, amaba a su madre pero no quería seguir más tiempo en ese lugar, por más que él le había rogado a su madre que huyeran de ahí, ella siempre se negó, el miedo que le tenía a ese asqueroso ser era tan grande que no le dejaban ver más allá de esa situación, además de que no tenían ningún otro lugar al cual ir, Woo Young supo que si no salía pronto de ese lugar, acabaría en la cárcel por asesinato o muerto.
Así fue como el pequeño Woo Younh escapo un día de su casa, llevando con él un poco de dinero que le robo a su padre y un poco de comida, salió de madrugada un frío domingo de invierno, salió sin mirar atrás, sabiendo que ya no tenía un lugar al cual regresar, pero prometiéndose que un día, él tendría tanto dinero que no tendría que agachar la cabeza nunca más.
Nadie le dijo a Woo Young que la vida en las calles era una mierda, el dinero le duro poco y la comida también, le gruñían las tripas y estaba más sucio que nunca, tal vez su destino era morir de hambre en aquel alejado callejón mientras veía a las personas pasar, personas con dinero, que lo veían con lastima y asco, Woo Young estaba harto de eso, estaba harto de esas miradas, quería matar a todos los que lo veían así, a todos los que lo hacían sentirse miserable, hoy era su cumpleaños y probablemente hoy sería el último día de su vida.
—Toma, come…
Una voz llego a él a lo lejos, aquella voz era dulce y sincera, pero Woo Young no tenía la fuerza suficiente para tomar el pedazo de pan que le ofrecían, ya no tenía fuerzas, ya no quería luchar, solo quería que se terminara su miseria, solo debía cerrar los ojos y dejarse llevar, solo eso.
—¿Sigue inconsciente?
—Si… creo que llevaba muchos días sin comer, por poco y no la libra.
—Hiciste bien en traerlo aquí, nos será de mucha ayuda.
—No iba a dejarlo morir… creo que estar aquí es mejor que estar muerto.
—Si fueras otra persona, ya te habría pateado el culo, déjalo que duerma, probablemente se desmaye cuando se entere de la enorme deuda que ahora tiene con nosotros por pagarle el hospital.
Woo Young despertó dos semanas después de haber escuchado aquella conversación, donde solo pudo reconocer la voz de su ángel y la otra era una que nunca en su vida había escuchado. Cuando abrió los ojos, lo primero que se encontró fue con un chico alto, quien vestia como una estrella de rock, su presencia imponía y Woo Young con sus escasos doce años, se encogio en la cama, recordando lo que había escuchado entre sueños, ¿de cuanto dinero estarían hablando?, él ni siquiera tenía para comer, mucho menos para pagar un hospital.
—Ya despertaste.
Aquel chico habló y Woo Young reconoció aquella voz de inmediato, era su ángel, aunque ahora que le veía la cara, era completamente lo opuesto a un angel en apariencia, llevaba el cabello corto y tenía varias perforaciones por todo el rostro, era alto y con un cuerpo bien trabajado, si Woo Young se lo hubiera encontrado en la calle en cualquier otra circunstancia, habría salido corriendo.
Pero cuando aquel chico sonrio, una paz que Woo Young no había sentido nunca le inundo el cuerpo, su sonrisa era tranquilizadora, la más amable que él había visto en su corta vida, así que todo su cuerpo se relajo y dejo de estar a la defensiva.
—Me diste un buen susto, amiguito, ¿te sientes mejor?
El pequeño no pudo hacer nada más que asentir, tenía la garganta seca y las palabras simplemente no salieron, una enfermera entro a revisarlo y luego se le unió un doctor, poco después el doctor salió a hablar con su salvador y cuando regreso fue directamente hasta él para despeinarle el cabello.
—Podrás salir de aquí mañana, estás fuera de peligro.
—Yo…
—Ya tendremos tiempo para hablar, ahora debes descansar, te esperan días difíciles por delante, lo siento pequeño.
—Soy Woo Young… me dicen Woo Young.
—Mucho gusto Woo Young, yo soy Yun Ho.
—Yun Ho, ¿por qué tú…
—Hablaremos de ello luego, ahora descansa.
La sonrisa triste que le dedicó Yun Ho al chico que yacía en cama, hizo que la preocupación invadiera su cuerpo. Woo Young no volvió a ver a aquel desconocido durante todo el día, de pronto un terrible miedo lo invadió, ¿y si aquel extraño se había ido y ahora él tendría que pagar la factura del hospital? Su pulso se disparó y comenzó a tener un ataque de ansiedad, se arrancó el suero y las enfermeras tuvieron que venir a ponérselo de nuevo.
ㅡLa factura ya ha sido pagada.ㅡ Le explicó la enfermera mientras intentaba calmarlo.
ㅡPero yo…
ㅡLo sabemos, Yun Ho te explicará mañana, ahora descansa.
La sonrisa de la enfermera le recordó a Yun Ho, aquel extraño sentimiento volvió a instalarse en su cuerpo, pero intentó no pensar mucho en ello y solo volvió a dormir. Por la mañana, luego de que le dieran ropa para cambiarse y la enfermera le dijera que Yun Ho lo esperaba en la recepción, Woo Young bajo dudoso, con las manos temblorosas, pero decidido. Quería escuchar lo que fuera que Yun Ho tenía que decirle, ¿por qué había sido tan bueno con él?, necesitaba saber aquello. El pequeño Woo Young se acercó tímidamente a su salvador cuando por fin pudo divisarlo, trago saliva y antes de que pudiera decir algo, aquel extraño lo abrazó.
ㅡVayamos a casa.
Ese simple gesto hizo que Woo Young se quebrara, Woo Young quien siempre había aparentado ser fuerte, ser maduro, ser alguien independiente a pesar de su corta edad, no pudo con aquello, con ese simple abrazo, las palabras le calaron profundo y se deshizo en un mar de llanto entre los brazos de aquel desconocido, lloró hasta que no pudo más, hasta que solo suaves suspiros escapaban de sus labios pero de sus ojos ninguna lágrima. Yun Ho le limpió el rostro y tomó su mano para salir con él de aquel lugar, no hizo ninguna pregunta, supo que sí seguía a Yun Ho, al menos lograría sobrevivir y por ahora, aquello era suficiente para Woo Young.
•••••
Woo Young aprendió a lo largo de los años el como se manejaban aquellos chicos, cuando recién había llegado, él solo se encargaba de mantener limpio el lugar mientras los otros salían a trabajar, pero conforme fue creciendo, supo que pronto sería momento de integrarse a ellos. Todos venían de familias igual de disfuncionales que la de Woo Young, algunos con peores historias que otros, la más trágica era la de Yun Ho, quien había visto como su padre asesinaba a su madre a golpes de una forma tan atroz, que Yun Ho aún tenía pesadillas por las noches. Él era cinco años mayor que Woo Young y conforme fue pasando el tiempo, Woo Young supo dos cosas.
1.- Era gay.
2.- Estaba perdidamente enamorado de Yun Ho.
Pero Yun Ho tenía novia, una chica mayor que él, alguien quien Woo Young había conocido en el hospital, la enfermera que lo había cuidado mientras tenía aquel ataque de ansiedad, esa chica de ojos grandes y risueños, cabello largo y negro, Woo Young no podía negar que era muy bonita, pero simplemente no podía estar cerca de ella porque tenía algo que Woo Young deseaba con todas sus fuerzas: El amor de Yun Ho.
Yun Ho siempre le había dejado claro que lo veía como un hermano y Woo Young se estaba cansando de ello, pero no podía alejarse, era como una droga, algo que lo lastimaba pero que necesitaba a cada minuto. Woo Young termino primer nivel de secundaria con ayuda de Yun Ho y Seong, su novia, quien le ayudaron con los gastos, pero fue él quien se pagó solo el segundo nivel de secundaria, pues ya no quería deberle nada a Yun Ho, necesitaba alejarse de él y aunque lo odiara, necesitaba comenzar a trabajar.
Aunque aún no era mayor de edad, Woo Young ya podía hacerlo, la vida no era tan mala y los buenos genes de su madre los había heredado, a veces se preguntaba cómo estaría ella, pero de inmediato se abofeteaba mentalmente y mandaba aquello a lo más profundo de su mente. El trabajo que hacían todos era bastante arriesgado, ellos estafaban a personas de la alta sociedad, hombres, para ser más precioso, hombres que no habían salido del clóset y que pagaban por sus servicios, la primera vez que lo escucho le pareció asqueroso y quiso huir, pero Yun Ho le explicó que nunca llegaban a tener sexo de no ser completamente necesario, la mayoría eran hombres que solo buscaban hablar, que querían desahogarse, pues elegían muy bien a sus víctimas, pero uno que otro siempre iba en busca de más.
Él estaba cerca de cumplir la mayoría de edad y eso era una ventaja, si alguien se propasaba, podría denunciarlo y de cierta forma, estaría protegido. Así se unió Woo Young a aquellos chicos, ahí supo Woo Young que la vida nunca sería fácil, así perdió Woo Young su virginidad, con un completo desconocido, que sin embargo, lo trato de forma dulce y fue muy gentil con él, realmente se sintió mal cuando tuvo que sacarle dinero para asegurar su silencio, Woo Young nunca más lo volvió a ver y aquello solo se convirtió en un mal recuerdo.
Cuando Yun Ho y Seong anunciaron su boda, de verdad sintió que su corazón se rompió, más aún cuando Yun Ho le pidió ser su padrino, pero Woo Young fue completamente conciente de la brecha que los separaba el día en que Seong dijo que estaba embarazada, por primera vez en mucho años, Woo Young volvió a sentirse fuera de lugar, como si aquel lugar no fuera su hogar.
Pero fue entonces cuando un día conoció a Yeo Sanh, como si el destino por fin estuviera sonriendole, él llego con ellos y se volvió pronto en alguien a quien Woo Young admiraba, su facilidad de palabra y su carisma lo volvieron pronto en uno de los líderes del lugar. Eran un grupo grande y Yeo Sang se encargaba de otras cosas, así que le fue difícil acercarse a él, eran contadas las veces en las que hablaban pero Woo Young se conformaba con verlo de lejos, ya llegaría el momento adecuado para acercarse a él y entonces tal vez algo se daría.
Así que se la pasó viéndolo de lejos por un año, se convirtió en su acosador, a veces cuando tenía tiempo libre, lo seguía para saber qué cosas le gustaban, y fue así como le rompieron el corazón por segunda vez… a Yeo Sang le gustaba alguien, un pequeño chico que iba con él al colegio, alguien quien al parecer era amigo del mejor amigo de Yeo Sang, Choi Beom Gyu, ¿por qué siempre le arrebataban todo lo que quería?, ¿por qué siempre era él quien se quedaba mirando de lejos?
Fue ese día en el que decidió que no sería a él a quien le arrebataran nada nunca más, estaba cansado de que la vida le diera pura mierda, encontraría la forma de arrebartarle algo a esa persona quien le había arrebatado a Yeo Sang y así fue como poco a poco, sin que Yeo Sang se diera cuenta, él se acercó a Choi Beom Gyu y pronto, la historia se distorsionó en un completo desastre, donde Choi Soo Bin quedó atrapado y aquello se volvió más turbio de lo que Woo Young pudo llegar a imaginar, pero… se sintió completamente feliz de que por primera vez, no fuera él a quien la vida le daba mierda, pues gracias a todo aquello, Woo Young había podido conocer a Choi Yeon Jun.
|PRESENT|
Woo Young sonrió amargamente al recordar todo aquello, sus errores del pasado le cobraron factura y su egoísmo lo hizo perder a todas las personas que alguna vez se preocuparon genuinamente por él. Sintió ganas de llorar y de arrodillarse ahí mismo cuando lo vió, quería pedirle perdón pero tenía miedo de que sus disculpas no fueran escuchadas, así que solo caminó con las temblandole y se sentó frente a él.
ㅡHa sido un largo tiempo sin verte, Woo Young, ¿cómo has estado?
ㅡBien. ㅡSu voz sonó más temblorosa de lo que habría querido, pero estaba a punto de quebrarse y la persona frente a él pareció darse cuenta, pues tomó sus manos entre las suyas.ㅡ Yo…
ㅡNo necesitas decirlo, lo sé todo.
Aquello lo tomó por sorpresa, sintió el nudo en su estómago subir hasta su garganta y las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas, incapaz de ver a los ojos a la persona que tenía frente a él, sentía como si no mereciera aquello, iba incluso preparado para que le gritaran, pero no para eso.
ㅡ¿Quién…
ㅡYeo Sang, él me lo contó todo.
ㅡ¿Tú lo has visto?
ㅡSí, necesitaba hacerlo, necesitaba cerrar todos esos capítulos en mi vida.
ㅡ¿Te contó que fui yo quién… le dijo dónde estabas aquella vez que casi te mata?
ㅡ Sí, me lo dijo.
ㅡ¿Y tú… no estás enojado conmigo?
ㅡNo en realidad, Woo Young, no estoy enojado contigo.
ㅡ¿Por qué?, ¿por qué eres tan amable conmigo? yo no lo merezco…
ㅡPorque no se trata de eso, porque necesito cerrar todo ese ciclo y odiandote no voy a solucionar nada, así que pasé muchos días intentando entenderte y creo que ahora te entiendo un poquito.
ㅡPero yo fui una persona horrible, yo te hice muchas cosas malas, no merezco que…
ㅡPero te arrepientes, ¿no?, eso es suficiente para mi.
ㅡTe odio, no puedes ser tan genial, Choi Soo Bin.
ㅡPero lo soy, así que comencemos de nuevo, mucho gusto, soy Choi Soo Bin.
Soo Bin había extendido su mano y aún dudoso, la estreche con la mía.
ㅡMucho gusto, Jung Woo Young…
No pudo decir más, el llanto le impidió seguir hablando, se sentía derrotado, pero aliviado de que todo aquello terminara, debía seguir adelante y al igual que Soo Bin, él también necesitaba cerrar aquel ciclo en su vida.
ㅡ¡Papi!
Un pequeño niño corrió hacia Woo Young y lo abrazó con fuerza.
ㅡNiki, te dije que no corrieras, no podemos molestar a tu padre
ㅡNo, está bien, hay alguien a quien quiero presentarles.
ㅡSoo Bin, te presento a mi hijo, Ni Ki y él… él es Choi San, mi esposo.
Woo Young nunca creyó que pedir perdón se sentiría tan bien, por primera vez en años, se sentía libre, se sentía él mismo, por primera vez en su vida, creyó que realmente él merecía esa felicidad.
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