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GAME OVER.

[POV YEON JUN]

Subí el cierre de mi pantalón mientras veía como Gun se acomodaba la ropa, suspirando al ver que su camisa había quedado medio arrugada, miré mi reloj estaban por dar las once de la noche, sonreí mientras lo tomaba de la cintura y lo sentaba en mis piernas, él haciendo un gesto extraño y removiéndose un poco, acomodándose para que su cabeza no chocara con el techo del auto.

—Vale, acepto que tenemos que ser discretos pero... ¿Qué pasa si alguien nos vio?

—Soo Bin, estamos en medio de la nada, aunque tus gemidos fueron muy fuertes, nadie pudo escucharnos ni vernos.

Vi como sus mejillas se coloreaban, haciéndolo ver jodidamente tierno, giré su rostro y atrape sus labios en un prolongado beso.

Nuestros besos se sentían diferentes desde la última vez en mi apartamento, pero ninguno de los dos había aceptado frente al otro que aquello ya no era simple atracción física, aunque eso iba a cambiar pronto, de ello me iba a encargar yo.

Después de aquella cena en mi casa, me encontré buscándolo y acosándolo hasta que Soo Bin aceptó volver a estar conmigo, cabía decir que mi relación con Woo Young estaba más fría que el hielo, mi única razón para "seguir" a su lado, era el bebé, pero si mis planes salían bien, pronto todo cambiaría.

Desde hacía un tiempo sospechaba que Woo Young tenía a alguien más, pero tal vez era solo eso, una sospecha, hacía tiempo que no me dejaba tocarlo (aunque tampoco era como que yo quisiera hacerlo), se había vuelto exigente y caprichoso, un día cuando regresaba de trabajar, me había enterado de que seriamos padres, decisión que obviamente solo tomó él y que me arrastró a ello.

Si bien, yo había aceptado congelar un poco de semen para tal vez, en un futuro muy lejano y, repito, tal vez, pudiéramos tener un hijo, nunca hubiera imaginado que Woo Young haría tal cosa por simple capricho, porque lo conocía muy bien y aquello era eso, un capricho.

Aquello no estaba en mis planes, no me sentía preparado para una responsabilidad tan grande, no me veía con un hijo, al menos no con Woo Young, sin mencionar que el humor de Woo Young esos últimos días no ayudaba en nada.

Así que quería correr a mi refugio en ese tiempo, quería correr con Soo Bin y por primera vez en mi vida, desahogarme con alguien, había planeado decirle todo aquel día que lo había citado en nuestro hotel, pero cuando llegué lo encontré dormido, se veía tan lindo, tan tranquilo, que no quise perturbar su paz con mis problemas y solo me recoste a su lado y lo abrace en silencio, observando su silueta con la poca luz que la televisión nos brindaba, aquella vez terminé haciéndole el amor, quería darle a entender que esperara un poco por mi, pero mis actos no llegaron a él.

Su llamada me tomó por sorpresa y sus palabras rompieron mis ilusiones, fue menos de un minuto lo que duró aquella llamada, pero fue suficiente para hacerme saber que él de verdad ya no quería nada conmigo, sus palabras afiladas hicieron que pasara de la tristeza a la ira en poco tiempo, ¿a caso no había sido lo suficiente claro?, ¿mis besos no le habían hecho sentir nada?, no había tenido el valor para decirle todo aquel día, siempre había sido malo con las palabras y quería hacerlo de una forma adecuada, pero él no me dio tiempo de aquello, marcó el final definitivo y mi estúpido orgullo no me permitió intentar hablar con él, porque sí, aún cuando sabía que había encontrado a la persona correcta, el estúpido orgullo de Choi Yeon Jun pesó más en la toma de mis estúpidas decisiones.

Sin embargo, Woo Young me dio la oportunidad de recuperarlo, había dejado pasar tres meses, quería que él mismo se diera cuenta que aunque lo intentara con ese doctorcito, nunca iba a llegar a nada más, porque aunque intentara negarlo, muy en fondo Soo Bin ya debía saber lo que sentía por mi.

Así que luego de aquella cena–reconciliación, y aunque al principio Soo Bin se negó mucho, volvimos a estar juntos, yo le hice creer que todo sería como al principio, sí, estaba siendo un gran hijo de puta pero no podía permitir que se arruinara mi plan.

Mis manos acariciaban la pequeña espalda del más bajo, riendo al ver como se estremecía a pesar de que acabamos de hacerlo, pero no había tiempo para una segunda ronda, no quería que Woo Young me hiciera un nuevo drama, así que golpeé con suavidad uno de sus muslos y él lo entendió por completo.

—Es raro andar así, ni siquiera tienes papel para limpiarme... bueno, ya sabes qué.

—Soo Bin, deja de decir ese tipo de cosas que me haces querer desnudarte de nuevo.

—Ya me callo.

Cubrió su boca y me miró, sus ojos estaban brillosos y más bonitos que nunca, podía ver la felicidad reflejada en ellos, mi mano acaricio su mejilla con mucha suavidad, mientras lo acercaba a mí para atrapar sus labios nuevamente, el vibrar de mi celular hizo que nos separáramos, miré la pantalla y leí "Woo Young" en ella, suspiré y tuve que contestar, mientras veía a Soo Bin acomodarse el cabello, ese que se había despeinado porque yo lo había jalado con fuerza.

Tuve que pedirle a Woo Young que me repitiera la lista de lo que debía pasar a comprar, pues según él, tenía antojos... Cosa que me parecía realmente tonta, pues era hombre y no teníamos a la persona que nos había donado su vientre cerca, alguna vez había leído que a los hombres les daban los antojos e incluso las nauseas por sus esposas cuando estaban demasiado cerca en la relación, pero en Woo Young nada de eso aplicaba.

Pase a dejar a Soo Bin a su casa, llevándome una gran sorpresa cuando vi al doctor Kim entrar en su edificio, aquello me molestaba mucho, Soo Bin y yo habíamos hablado sobre aquello y aunque probablemente Min Gyu, como le llamaba Soo Bin, ya sabía lo nuestro, él seguía aferrado a mi princesa, aquello se había complicado más de lo que quería, debía darme prisa o no sabía cómo terminaría todo aquello.

Quedé con Soo Bin para vernos dentro de algunos días, pues estaría demasiado ocupado arreglando algunos asuntos en el trabajo y verlo unos minutos no me sería suficiente, no cuando de Soo Bin se trataba.

[POV SOO BIN]

En este punto de mi vida, podría decir que era la peor persona sobre la tierra, no solo me estaba acostando con el esposo de mi "amigo", sino que también estaba engañando a mi novio, mi vida era un completo caos, y sin miedo a equivocarme podía decir que las cosas anteriores era que Min Gyu sabía lo de Yeon Jun y aún así se había quedado a mi lado, aún cuando le había ofrecido su completa libertad, él no había querido irse.

Aun recuerdo el dolor en sus ojos cuando se lo dije, cuando le dije que Yeon Jun me había buscado de nuevo, me había preguntado si yo aún le quería y no había podido mentirle, no a él, no a Min Gyu.

Aún así, sus palabras fueron claras:

ㅡNo me importa ser el segundo, yo quiero seguir a tu lado, él en algún momento te va a fallar y yo tengo que estar para ti.

Era extraña la manera en la que poco a poco, cada uno de nosotros nos íbamos destruyendo, estábamos provocando un inevitable desastre y no sería fácil salir de esto.

Cuando regrese a mi apartamento, luego de ver a Yeon Jun, me encontré con Min Gyu, el dolor en sus ojos cuando me miró me dijo que sabia donde y con quien había estado, pero no dijo nada durante todo el camino a mi apartamento y una vez ahí, me tomo por la cintura y me besó como si quisiera borrar todo rastro de él, de mis labios, mis manos se aferraron a su camisa, olía al desinfectante que usaban en el hospital y aquello de cierta forma me encantaba, no dejo de besarme hasta que estuvo satisfecho.

—Te extrañe mucho mi amor, siento no haber podido venir antes, tuve un horario ocupado en el hospital, acaban de ingresar a tres nuevos pacientes y a los tres me los asignaron a mí.

—No te preocupes, cocinare algo para que ambos cenemos...

No dijimos nada más después de eso, nos dedicamos a cocinar y a escuchar música, fue una noche relajante, nos habíamos acostumbrado a esa rara rutina, Min Gyu a veces estaba muy ocupado en el hospital, tanto que había veces que pasaban hasta cinco días sin verlo, por eso aprovechavamos aquellos ratos libre que tenía; él se quedo a dormir conmigo, pero al día siguiente, como era ya costumbre, desperté solo, no podía decir que era algo que me molestará, entendía que así era su trabajo y no lo podíamos evitar, sin embargo el gran sentimiento de soledad que me invadía cada mañana cuando despertaba y él ya no estaba a mi lado, era algo con lo que me costaba mucho lidiar.

Aquel día fue tranquilo como cualquier otro, fui a la universidad e hice mis deberes para tener todo el fin de semana libre; estudie pues al día siguiente tendría un examen, probablemente saldría con Min Gyu a algún lado, pero no era algo seguro, no habíamos considerado que le asignarían a aquellos otros tres pacientes, así que probablemente, me pasaría el fin de semana viendo películas mientras comía chatarra.

Era viernes por la mañana, no había dormido muy bien por quedarme estudiando para mi examen, pero me levanté temprano para desayunar algo antes de irme.

Toda la mañana tuve un presentimiento extraño, como si algo muy malo fuera a ocurrir, incluso había llamado a Min Gyu para preguntarle si se encontraba bien, no había contestado las primeras dos veces, pero luego me regreso la llamada, diciéndome que se encontraba muy poco ocupado.

A Yeon Jun era mejor no buscarlo, si algo estaba mal, me enteraría rápido, entre al salón para hacer mi examen, estaba nervioso y ese extraño sentimiento no me dejaba en paz.

Sentí mi celular vibrar durante mi prueba, estaban llamando pero por obvias razones no podía contestar, luego de unos minutos las llamadas cesaron, dando paso a una sola vibración, un mensaje probablemente, lo leería en la hora del almuerzo.

Terminé mi examen más o menos bien, solo había dos preguntas donde tenía duda pero ya vería cómo me iba cuando me dieran los resultados, tomé mis cosas y fui a entregar mi hoja de respuestas.

Apenas salí del salón me encontré con Beom Gyu, sonriéndome tan ampliamente como siempre, me abrazo y me despeino el cabello.

—Vayamos a comer, muero de hambre.

—Está bien Beom Gyu, aunque tú siempres mueres de hambre, tú invita.

—Es un trato.

Caminamos hasta la cafetería de la universidad y luego de ir a comprar nuestra comida, nos sentamos en una mesa que, por suerte, estaba libre, comencé a comer mis papas mientras conversaba con el mayor sobre los exámenes, el celular del mayor sonó, este se disculpo conmigo y fue a contestar, haciéndome recordar que mi celular había estado sonando durante mi examen, lo saque y no pude evitar sonreír al ver "YJ" en la pantalla de mi celular, era la abreviatura que había utilizado para guardar a Yeon Jun en mi teléfono.

Tenía quince llamadas perdidas y un mensaje, aquello me hizo preocupar y aquel extraño presentimiento que había tenido en la mañana regresó. Abrí el mensaje y el alma escapó de mi cuerpo cuando lo leí, una simple frase que hizo que mis manos temblaran y sintiera que iba a desmayarme.

Se lo he dicho todo a Woo Young.

Nada me preparo para aquello, ni para eso ni para el ardor que se apodero de mi mejilla mientras escuchaba mi celular caer lejos de ahí, sintiendo mi cabeza dar vueltas mientras intentaba entender todo.

—¡ERES PEOR QUE UNA PUTA BARATA, CHOI SOO BIN!

La cafetería entera se quedó en completo silencio, pude sentir como todos nos miraban, incluyendo a Beom Gyu, quien había comenzado a caminar rápidamente hacia nosotros. Con las manos temblorosas me agarre la mejilla donde Woo Young me había abofeteado, sentí el ardor incrementarse, jamás había sentido tantas ganas de desaparecer. Eleve lentamente la mirada hasta mis ojos se encontraron con los de Woo Young, sentí miedo, estaba llorando, pero la ira que reflejaban sus ojos era tan pura, que creía iba a matarme ahí mismo.

El juego había terminado.

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