
ESPECIAL.
[POV YEON JUN]
Cuando por fin pude reaccionar ante la aterradora escena que había frente a mis ojos, me di cuenta que había alguien en la ducha, ¿Soo Bin?, imposible, estaba seguro de que la playera llena de sangre, era la misma que Soo Bin llevaba el día que nos vimos por última vez en el restaurante y aquello me hizo perder la respiración, mi cabeza llenándose de miles de preguntas a la vez, intentando responderme solo las más importantes.
Entonces, algo hizo click en mi, Yeo Sang, un desagradable escalofrió recorrió mi cuerpo, las manos comenzaron a sudarme porque no podía ser nadie más, no sabía nada de la historia que había entre ellos, pero había visto de lo que era capaz así que debía actuar rápido pues no sabía cuánto tiempo llevaba Yeo Sang en la ducha.
Tomé una silla y atranque la puerta del baño, cuidando de ser muy silencioso, pues no quería alarmarlo, sabía que aquello no serviría de mucho pero era mejor que nada, ahora solo faltaba encontrar a Soo Bin, caminé o mejor dicho, corrí hacia la habitación y me quedé helado al ver lo que había sobre la cama, porque aquello… aquello no podía ser una persona, me negaba a creerlo.
Él no podía ser mi Soo Bin, no podía, su estado era tan deplorable que me dieron nauseas y las piernas se me doblaron del terror al aceptar la realidad; no sabía por donde comenzar a analizar lo deplorable de su cuerpo, tenía la piel amoratada en casi todo el cuerpo, sangre seca por todos lados y otro líquido corporal que conocía muy bien, sus labios estaban morados y heridos, sus ojos solo reflejaban un profundo vacío y tristeza y aunque los tenía abiertos, no parecía estar en sí, aquello hizo que se comprimiera el corazón, me acerqué a él y vi lo que parecían heridas infectándose mal cuidadas, por primera vez en toda mi vida, sentí que el mundo se me venía encima, el corazón se me detuvo, mis ojos se humedecieron y mis piernas temblaron, pero sabía que no tenía tiempo para aquello, debía sacarlo de ahí ya.
Abrí su closet con cuidado de no hacer mucho ruido y tomé sábanas limpias, lo envolví en ellas, agradeciendo infinitamente que Soo Bin no fuera tan pesado, pues fue fácil cargarlo para salir de ese infierno, comencé a caminar hacia la salida justo en el momento en que se escuchaba la llave de la ducha cerrarse, debía darme prisa. Soo Bin perdió la consciencia en algún momento, quería creer eso, me lo repetía una y otra vez, callando aquella voz que me hacía pensar lo peor, llamé al elevador pero este parecía tardar en llegar y me senti estúpido por perder valiosos segundos en algo así, no tenía tiempo, Yeo Sang ya estaba golpeando la puerta con furia, acomode a Soo Bin en mis brazos comenzando a bajar las escaleras como podía, pero era difícil con Soo Bin en ese estado, tenía que ser cuidadoso o podría lastimarlo más y a pesar de que era delgado el mantener su peso constante entre mis brazos comenzaba a cansarme.
Escuché la puerta del baño ceder y el grito furioso de Yeo Sang cuando solo iba dos pisos más abajo, le pedí disculpas a Soo Bin, aunque sabía que no podría escucharme, antes de echarlo sobre mi hombro y comenzar a bajar más rápido, busqué mi celular y como pude llamé a emergencias, rogue a la persona que me respondió que enviara lo más rápido posible una patrulla y una ambulancia, mi voz saliendo con dificultad por tanto esfuerzo físico, giré hacia arriba y vi a Yeo Sang bajando las escaleras solo con pantalones puestos, estaba morado de la furia, y el pensamiento de que iba a morir pronto inundó mi cabeza, las piernas y los brazos comenzaban a acalambrárseme pero eso era lo que menos importaba.
No supe como llegué al último piso, solo que comencé a gritar por ayuda, una puerta se abrió y de ella se asomó el portero, corrí hacia donde estaba con el corazón en la mano, podía escuchar los pasos de Yeo Sang acercándose, me metí dentro de lo que parecía ser un apartamento y cerré la puerta justo en el instante en que Yeo Sang se paraba frente a ella, recosté en el sofá a Soo Bin y luego empujé la mesa para atrancar la puerta y evitar que Yeo Sang entrara tan rápido.
Estaba temblando de pies a cabeza y el portero se había puesto blanco al ver al chico en su sofá.
ㅡYa llamé a la policía, escuché mucho ruido y unos vecinos me llamaron para decirme que tal vez había una pelea.
No dije nada, pensar que aquellas personas probablemente habían escuchado el ajetreo y no habían hecho nada me hacía hervir la sangre, pero ahora tenía otras cosas más de que preocuparme, que Yeo Sang no tirara la puerta, por ejemplo, pero aquel edificio era tan viejo que la puerta terminó cediendo a los fuertes golpes que aquel loco le daba y un Yeo Sang furioso entró en aquel pequeño lugar.
Miró a su alrededor, analizando la situación unos segundos antes de sonreír con sorna y aquello me hizo helar, jamás en toda mi vida, había sentido tanto miedo como ahora, caminó hasta donde me encontraba y me tomó por el cuello de la camisa, tenía una fuerza sobrehumana, la cual atribuía a la adrenalina, intenté defenderme pero era obvio que él sabia algún tipo de arte marcial pues quedé tendido en el piso casi de inmediato.
—¡QUE ES MÍO HIJO DE PUTA! ¡SOO BIN ES MÍO!
Y me dió un fuerte puñetazo en el rostro que me hizo ver doble y pronto sentí el sabor de la sangre en mi boca; intentaba zafarme y golpear su entrepierna, pero todo era inútil, el portero se había quedado paralizado del miedo, así que no sería de gran ayuda, vi su puño alejarse una vez más, bien, mientras fuera a mí y no a Soo Bin a quien golpeara, todo estaba bien, cerré los ojos, esperando el golpe, pero este jamás llegó, solo comencé a escuchar mucho ruido y al abrir los ojos vi a varios policías sometiendo a Yeo Sang, los paramédicos entraron luego de que lo sacaran, corriendo hacia mí.
—Serán idiotas, ¡Vayan con él!
Grité mientras señalaba a Soo Bin, por fin la suerte estaba de mi lado ese día, los paramédicos tan pronto vieron el estado de Soo Bin lo subieron a la camilla y salieron de ahí pidiéndome que fuera con ellos, y así lo hice, me subí a la ambulancia agradeciendo mi suerte, pero el prediagnóstico no era alentador, estaba desnutrido y deshidratado, además de muchas heridas infectadas y una parte de su cuerpo desgarrada, también parecía tener varias fracturas, ahora todo era claro, ese hijo de puta lo había violado y torturado.
Comencé a sentirme enojado, muy enojado, ojalá hubiera podido romperle toda la cara, pero nuestro nivel de fuerza era demasiado diferente, ahora entendía porque Soo Bin le temía tanto, Yeo Sang no era alguien a quien podías tomar a juego, realmente estaba loco.
Por fin llegamos al hospital, lo llevaron a urgencias para poder atenderlo, les había pedido que lo llevaran al hospital al que yo frecuentaba, uno privado, de los mejores de Seúl; me pidieron que fuera a recepción a llenar los formularios de ingreso pero había muchas cosas que no sabía de Soo Bin, como su tipo de sangre, estatura, peso, fecha de nacimiento, dándome cuenta de la cruda realidad, no sabía nada más que su nombre, que le gustaba el color rosa y cosas que no servían para nada en aquella situación, me sentí mal, desde que había conocido a Soo Bin un montón de sentimientos que jamás había experimentado en mi vida habían aparecido, y aquello me inquietaba bastante, pero no era momento para ponerme a pensar en ello; aunque no quería hacerlo, porque me sentía muy enojado con todos ellos, tuve que llamar a Woo Young para que me diera el número de Beom Gyu y así pudiera pedirle los datos.
Muy a mi pesar, luego de llenar el formulario mientras Beom Gyu me gritaba histérico al otro lado del teléfono, ya tenía en el hospital a Tae Hyun, Beom Gyu y Woo Young preguntándome qué había pasado y yo tuve que contenerme para no romperle la cara a Beom Gyu, ¿no se suponía que él había dicho que iba a cuidarlo?, pero podía hacerme una idea del por qué no había estado al pendiente de él, su cabello alborotado y las marcas en su cuello me lo dejaban muy claro y aquello solo me hizo enfurecer más, negándome a responder ninguna de sus preguntas hasta haberme calmado o le partiría la cara a ese imbécil que Soo Bin tenía por amigo.
Por otro lado Woo Young estaba molesto pues había llegado a Seúl sin avisarle y tuve que escuchar sus reclamos en susurros, deseando por primera vez en todo nuestro tiempo juntos, meterle un pañuelo en la boca para que se callara y pronto Beom Gyu se le unió preguntandome sobre lo que había pasado una vez más, la cabeza comenzaba a dolerme y sabía que no me dejarían tranquilo hasta que les respondiera, pero tuve que decirles una pequeña mentira.
—Soo Bin me llamó cuando iba hacia mi apartamento pidiéndome ayuda, me dijo que algo malo había pasado, así que fui rápidamente a verlo, no tuve tiempo de avisar a nadie, estaba muy preocupado y la situación era peor de lo que creía cuando llegué ahí.
—Debiste hablarnos, nosotros sabemos como es Yeo Sang, además la única persona a la que Yeo Sang le teme es a Beom Gyu, debiste decirnos nosotros somos sus amigos, él debió llamarnos a nosotros no entiendo por qué te llamó a tí, Yeon Jun... ¿Podemos hablar?
—Ahora no Woo Young, Soo Bin está en...
—¡Sé donde está!, pero necesitamos hablar ahora, no es como que podamos hacer mucho ahora.
—Yo también creo que necesitan hablar, las cosas pueden malinterpretarse, vayan, nosotros nos quedaremos aquí para recibir noticias de Soo Bin y firmar papeles.
Maldito Beom Gyu, vete a la mierda, ¿ahora sí te preocupas por él?
—Gracias Beom Gyu.
—De nada Woo Young.
Fui arrastrado por el menor hasta un área apartada y solitaria del hospital, ahí tuvimos nuestra primera discusión, una de verdad, estaba celoso y sus argumentos eran validos, no podía negarlos, así que solo escuché en silencio y pedí disculpas, en parte porque no estaba de humor para llevarle la contraria y porque quería regresar lo más rápido posible a la sala de espera; luego de disculparme con Woo Young y de que me dejara abrazarlo y besarlo de nuevo, lo arrastre hasta la sala de espera, soltando su mano tan pronto vi el estado en que Beom Gyu se encontraba, estaba arrodillado en el piso, llorando tan fuerte que todos a su alrededor lo miraban, Tae Hyun intentaba ponerlo de pie, mis piernas se movieron solas y corrí hasta donde se encontraban.
ㅡ¿Qué pasó?, ¿BEOM GYU QUÉ PASÓ?
—El doctor dijo que está muy mal… que su estado es crítico, las heridas están infectadas, tiene dos costillas rotas y también tres dedos de la mano, él perdió mucha sangre, Soo Bin está muy mal... Me... Me dijeron…
Y vi como sus ojos se salían de sus órbitas, soltándose a llorar de nuevo, Tae Hyun tuvo que agacharse para intertar tranquilizarlo pues comenzaba a respirar con dificultad, nos miró y suspiró antes de hablar.
—Dijeron que debemos prepararnos para lo peor, que Soo Bin no quiere luchar...
Sentí como si me hubieran golpeado en la boca del estómago, todo el oxígeno había escapado de mis pulmones y ahora Beom Gyu no era el único al que le costaba trabajo respirar, todo mi cuerpo temblaba, no esperaba el mejor diagnóstico pero aquello era demasiado, todo dejó de existir a mi alrededor, incluso Woo Young.
—¿Podremos pasar a verlo?
—Hoy no, tal vez mañana, si el aún...
—¡Basta amor!, deja de pensar en eso, Soo Bin es fuerte, el se va a recuperar, es un buen chico y tiene mucho por delante, debemos ser positivos, no podemos pensar así.
—No estuve para protegerlo Tae Hyun, ni siquiera llamé para ver si estaba bien, ¡NI SIQUIERA NOTÉ QUE NO HABÍA IDO A LA UNIVERSIDAD!
—¡Tampoco es tu culpa!, solo estuviste ocupado, todos lo estuvimos, ¿Verdad Woo Young?
Claro, ocupados cogiendo, vaya buenos amigos que tiene.
—Es verdad Beom Gyu, yo también me siento culpable, pero estaba ocupado con lo de mi proyecto final, no noté que Soo Bin había desaparecido.
Escuchar sus estúpidas excusas me estaba volviendo loco, y antes de que le rompiera la cara a alguien me disculpe con todos y les dije que necesitaba que me revisaran la mandíbula, pues Yeo Sang me había golpeado y comenzaba a dolerme, que no tardaría para evitar que Woo Young me siguiera. No mentía pero tampoco era todo verdad, uno de los jefes de departamento de cardiología era mi amigo, me debía algunos favores y tal vez podría ayudarme; quería verlo, necesitaba verlo, quería ver a mi Soo Bin.
Lo llamé y tan pronto escuchó mi petición me dijo que bajaría por mí enseguida, al poco rato nos encontrábamos frente a la habitación que tenía su nombre, respire profundo y mi amigo se despidió de mí, pidiéndome que no lo molestara mucho pues su estado era muy delicado.
Entré con cuidado, mi corazón acelerandose al verlo por fin, ahora Soo Bin estaba limpio, sus heridas estaban vendadas, aunque seguía viéndose pálido y tenía una mascarilla de oxigeno, me senté en la cómoda silla que había junto a su cama, tomé su mano con cuidado, pues el suero lo tenía en la contraria, la acaricié con suavidad y luego le besé el dorso.
—Soo Bin, debes ponerte bien, todos estamos preocupados por ti, debió ser difícil para tí pero... Ahora no estarás solo, no te dejaré solo, yo... ¡No pienso dejarte solo!, pero por favor… debes luchar, debes ponerte bien.
Y por segunda vez en el día, mis lagrimas comenzaron a caer por mis mejillas, Soo Bin se veía tan indefenso, tan frágil, habían sido pocas las veces que había llorado en mi vida, solo cuando mis padres habían muerto y cuando mi gato fue atropellado.
Pero ahora, estaba sentado junto a Soo Bin, llorando y pidiendo que no se fuera, que no me dejará, definitivamente, Choi Soo Bin no era una persona más.
Soo Bin, era alguien especial, aunque nunca lo admitiera frente a él, se estaba convirtiendo en alguien importante para mí.
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Ahhh, que coraje con Beomgyu y Wooyoung!! 😤
Espero les haya gustado los capitulos. ❤
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