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DESPEDIDA.

ADVERTENCIA: Alto contenido 18+

Durante el tiempo que Yeon Jun y yo habíamos estado juntos, por llamarle de algún modo a eso que habíamos tenido, él nunca me había permitido besarle, los pocos besos que había tenido, siempre eran empezados y terminados por él, siempre cortos, simplemente llenos de lujuria y en una que otra ocasión los había utilizado para chantajearme, como aquella vez en el restaurante cuando termine con un dildo en el trasero. Pero aquella vez él me permitió besarlo, confundiendome bastante aunque probablemente lo hacía porque sería nuestra última vez juntos.

Sus manos rodearon mi cintura en una forma posesiva que jamás había utilizado, era protectora, como si temiera que en cualquier momento fuese a alejarme de él, pero eso no pasaría, no cuando mis labios besaban los suyos y él me permitía explorarle, cediéndome un poco el control, para luego atacar mi boca y tomar el control de nuevo.

Tomó el borde de mi playera y comenzó a levantarla, no perdió la oportunidad de acariciar la piel que iba quedando al descubierto, su tacto quemaba, mi piel reconoció aquellas manos de inmediato, me hizo ponerme ansioso, deseoso por más de aquellas caricias que hacían estremecer cada centímetro de mi cuerpo, no podía mentir, durante estos seis meses sin él, mi cuerpo lo había extrañado y necesitado.

Solo nos separamos para tomar aire y para que pudiera sacar mi playera, la lanzó lejos e hizo lo mismo con la suya, me tomó por la cintura, sin quitarme los ojos de encima, no pude evitar sertir vergüenza ante lo patético de mi cuerpo, las cicatrices parecían resaltar aún más con la luz de la sala y aún no recuperaba del todo mi peso, pero la forma en la que me miraba Yeon Jun, me hacía temblar las rodillas, hacía que mis mejillas se sonrojaran.

—Soo Bin... Eres lo más hermoso que he visto en mi vida~.

Ataque directo al corazón.

—Deja de decir...

No pude terminar la frase porque Yeon Jun atacaba nuevamente mis labios, sentía que no importaba cuanto me besara, nunca estaría satisfecho o cansado de ello, sus labios eran suaves y sus besos me sabían a miel, podría hacerme adicto a ellos pero entonces recorde mis palabras, hazmelo una última vez, cerré los ojos con fuerza para contener las lágrimas que de la nada comenzaron a amenazar con salir, lo abracé con fuerza y él me lo permitió, no se quejó, no me negó sus labios como las veces pasadas, me dejo hacerlo mío, porque al igual que yo, sabía que esa sería la última vez que estaríamos juntos.

Desabrocho mi pantalón con rapidez, lo bajó junto a mis bóxers y me tomó por el trasero, empujándome contra su cuerpo, sentí la tela de su pantalón rozar mi entrepierna, haciéndola despertar aun más, porque debía admitir que solo con sus besos, me había puesto duro.

Mi respiración era errática, ni siquiera cuando hacía ejercicio me ponía así; él se alejo de mi para dejarme respirar, pero no me dio tregua, ataco mi cuello con desesperación, recorriendo cada centímetro de piel con su lengua y luego succionaba esta con bastante fuerza, sabía que lo hacía para marcarme, para que recordara por varios días que le había pertenecido, incluso mordió mi cuello, no una mordida leve como antes había hecho, fue una mordida de verdad, sentía un ardor en aquella zona, pero en lugar de doler, mi excitación se hizo mayor, ya para ese momento me encontraba bastante duro y dolía, dolía cada vez que la tela del pantalón ajeno rozaba mi miembro y me hacía gemir de placer.

El más alto pasó su lengua donde había mordido unos segundos antes, me soltó y yo aproveche ese tiempo para tomar su pantalón y quitarlo, los bóxers permanecieron en su lugar torturando su erección, porque si yo estaba duro, Yeon Jun parecía que iba a explotar, robé un último beso de sus labios antes de terminar hincado frente a él, quien solo sonrió... esa maldita sonrisa tan encantadora que tanto me gustaba, tomé su bóxer por el borde y comencé a bajarlo lentamente, quería torturarlo un poco y sabía que lo había conseguido, pues fue él quien terminó quitándose aquella prenda.

ㅡTramposo.

ㅡSiempre.

Mordi mis labios una vez puede apreciar la desnudez del más alto, Yeon Jun tenía un cuerpo que podría volver loco a cualquiera. Deslice mi lengua por mis labios antes de acercarme a darle un beso cerca del ombligo.

—Siempre sabes lo que quiero Soo Bin, te ves tan inocente... Quién diría que eres tan bueno mamandola.

Mis mejillas tomaron un color rojizo por la vergüenza que sentí con sus palabras, golpeando suavemente su pierna mientras él me despeinaba el cabello, invitandome a usar mi boca con un pequeño empujón en mi nuca.

Tomé su hombría con mi diestra y comencé a acariciarla lentamente de arriba hacia abajo, dejando pequeños besos en la punta, sacando mi lengua para comenzar a hacer círculos en aquella parte tan sensible para cualquier hombre. Podía ver como Yeon Jun cerraba los ojos por el placer que aquello le provocaba, mordiendose de vez en cuando los labios.

—Abre la boca...

Aunque sus palabras me tomaron por sorpresa no puse resistencia, no cuando yo lo deseaba tanto como él, abrí mi boca lo más que pude, viendo la satisfacción en el rostro de Yeon Jun mientras tomaba su miembro y lo acercaba lentamente a mis labios, introduciendolo con la misma lentitud, sus ojos se encontraron con los míos y ninguno de los dos aparto la mirada desde ese momento.

ㅡTe vez tan hermoso con la boca llena.

Probablemente en ese momento, el sonrojo había llegado hasta mis orejas, pellizque el muslo del más alto como venganza, pero este solo me tomo por el cabello y comenzó a moverse lentamente contra mi boca, provocandome arcadas de vez en cuando, las cuales intentaba contener inútilmente. 

Tomé a Yeon Jun por la cadera, para poder controlar el ritmo de sus embestidas y me lo permitió, el se acopló a mi ritmo impuesto y solo se dejó llevar, viéndome en todo momento.

ㅡVen aquí.

Yeon Jun me tomó por los hombros y me levantó, abrazandome por la cintura me hizo dar un brinco para que rodeara su cadera, agradeciendo internamente el ser tan pequeño y facilitar demasiado aquello.

ㅡMe gusta que seas tan pequeño.

Lo rodeé por el cuello y me escondi en el impropio, riendo al saber que ambos habíamos pensado lo mismo, una de sus manos me sostenía por la cintura y la otra me acariciaba suavemente la espalda, me aleje para pegar mi frente a la ajena, cerrando mis ojos cuando lo tuve lo suficientemente cerca, sus labios me robaron varios besos, aquello se sentía diferente a las otras veces, mi corazón estaba acelerado y sabía que no era solamente por la excitación, pero mandé muy lejos aquellos pensamientos, intentando convencerme de que aquello era mi imaginación, pero las suaves caricias y los delicados besos de Yeon Jun, me confundian demasiado.

Acariciaba mi espalda mientras caminaba hacia el sofá, podía sentir como sus dedos se quedaban más tiempo acariciando las cicatrices que me habían quedado, pero nunca vi asco reflejado en sus ojos. Su miembro rozaba mi trasero a cada paso y eso a mí me hacía temblar; fue muy cuidadoso al sentarse, siempre teniendo en cuenta que mis piernas seguían rodeando su cadera. Se sentó frente a la enorme pantalla la cual intenté ignorar, pues sabía que podría verme reflejado en ella si me giraba. Acomode mis piernas a los costados de su cadera y terminé sentado en su regazo.

—¿Te gusta como decore tu apartamento?

Me quedé en blanco.

—¿FUISTE TÚ?

—¿Quién más?

—Gracias... Me gusto mucho, creí que había sido Beom Gyu, está decorado completamente a mi gusto, te lo pagare algún día.

—No podía dejar que regresaras a este lugar así como quedó, Beom Gyu limpió pero me negaba a dejarlo así, me costó mucho trabajo convencerlo. Y descuida, Soo Bin, tu deuda la saldaste hoy, no importa.

Acarició mi rostro con delicadeza y peino algunos de mis cabellos, luego deslizo tres de sus dedos hasta mis labios, yo entendí de inmediato y los atrape en mi boca, comenzando a lamerlos uno por uno, deslizando mi lengua entre sus dedos, podía sentir su miembro punzar contra el mío, pues me aseguraba de verlo a los ojos mientras humedecia sus dedos.

Cuando sus dedos estuvieron bien húmedos, Yeon Jun los retiró, la saliva creando un pequeño hilo que unia mis labios a estos, él se acercó a lamer mi labio inferior, cortando aquel hilo y atrapando mis labios nuevamente en un apasionado beso, el cual utilizó para distraerme de aquellas caricias en mi entrada, pero me fue imposible no sentirlas, no cuando estaba siendo tan delicado con la preparación.

ㅡSoo Bin… creo que sería mejor usar un poco de lubricante, no te quiero lastimar.

ㅡPero no tengo…

ㅡYo… ㅡYeon Jun estiró su mano hacía una de las mesitas que habían a los costados del sofá, abrió un cajón y sacó un pequeño tubo de lubricante.ㅡ Realmente creí que tendríamos muchos encuentros más y pues…

Aquellas palabras hicieron que algo dentro de mi se oprimiera, pero decidí ignorarlo, quería disfrutar aquello al máximo. Le quite el tubo de las manos y puse una generosa cantidad sobre sus dedos, él los llevó nuevamente hasta mi entrada y comenzó a esparcir el frío lubricante, haciéndome estremecer. Volvió a besarme, esta vez más lento, disfrutando de mis labios y yo de los suyos, jadeando cada que atrapaba mi labio inferior, aprovechando una de aquellas ocasiones para introducir el primer dígito, tomandome por sorpresa, mordiendo sin querer su labio inferior, haciéndolo sangrar.

ㅡLo siento…

ㅡEstá bien, bebé, yo lo siento por no avisarte, creí que sería mejor así.

ㅡEstá bien… no me dolió mucho, solo me sorprendió.

ㅡCreo que hoy estamos muy platicadores.

ㅡMe... me gusta, la verdad es que me gusta hablar contigo mientras estamos… bueno, ya sabes.

ㅡA mi también, pero bebé… si no te follo ahora, voy a correrme.

No dije nada más y me escondi en su cuello, me gustaba como olía Yeon Jun, así que aproveché aquella oportunidad para relajarme y hacerle más fácil aquello, aunque sabía que no lo sería. Su dedo comenzó a moverse lentamente en mi interior, haciéndome jadear entre el placer y el dolor que aquello me provocaba, Yeon Jun besaba mi cabeza y me susurraba cosas al oído. Sin previó aviso introdujo el segundo dedo, haciéndome gritar de dolor, él atrapando mis labios en un dulce beso, acariciandome la espalda con su mano libre, sus dedos no se movieron por un tiempo y luego sin más comenzó a empujarlos dentro de mí, tanteando en mi interior hasta que encontró aquel punto que me hizo delirar. Lo vi sonreír cuando mi rostro se distorciono en uno completamente lleno de placer, sus dedos presionando una y otra vez aquella zona.

ㅡYeon Jun… por favor, por favor… ya no puedo…

ㅡDebes pedirlo…

ㅡPor favor… fo…follame.

ㅡTus deseos son ordenes.

Besó la punta de mi nariz y sacó sus dedos, puso una gran cantidad de lubricante en su miembro y luego palmeo mi trasero, me apoyé en mis rodillas para elevarme un poco, sonriendole cuando me encontré con sus ojos, él perfilo su miembro contra mi entrada y comencé a bajar muy lentamente, gimiendo cuando sentí como me iba abriendo hasta quedar completamente dentro de mi.

—Relájate princesa, pronto pasara el dolor, dime cuando estés listo.

Me aleje para mirarlo fijamente, él dolor ya había pasado y sin que él se lo esperara, subí y me deje caer, haciéndolo gemir a él también, sonriendo al escucharlo, sus manos se aferraro con fuerza a mis nalgas, amazandolas mientras comenzaba a embestirme lentamente, pero aquello no duro mucho, el deseo que sentiamos el uno por el otro nos exigía más, me apoyó contra su pecho y yo lo rodeé por el cuello, comenzando a embestirme con rapidez sin que yo tuviera que moverme, solo era él elevando su cadera, el sonido de nuestros cuerpos al chocar y mis gemidos eran todo lo que se escuchaba en la sala.

De un momento a otro, me tomó por la cintura y me giró, ahora podía ver la enorme pantalla frente a nosotros y nuestro reflejo en ella, veía el lugar exacto donde nuestros cuerpos se unían y eso me hizo sonrojar, él recargo su barbilla en mi hombro y lo besó tiernamente.

—¿Ahora entiendes porque me vuelves loco? Mírate Soo Bin... eres tan hermoso.

Tomé sus manos y las apreté con fuerza, pensar que sería la última vez que estaríamos juntos dolía, él entrelazo sus dedos con los míos y comenzó a besar mi espalda, dejando pequeñas marcas mientras yo me apoyaba en nuestras manos entrelazadas para volverme a mover sobre su miembro, las embestidas se hicieron cada vez más rápidas, mis ojos se cerraban por el placer, pero me gustaba vernos a través del reflejo de aquella pantalla.

Volvió a tomarme por la cintura y me giró, me atrajo hacia él para besarme, un beso muy lento a comparación de sus embestidas, yo solo gemía de placer contra sus labios, sabía que el final estaba cerca y deseé con todas mis fuerzas que aquello no terminara, soltó mis labios cuando sintió mis paredes tensarse aun más sobre su miembro, pegó su frente a la mía y mantuvo sus ojos fijos en los míos; apoyé mis manos en en sus hombros y él me rodeó por la cintura, me abrazó con fuerza sin dejar de embestirme, sentí como si todas las emociones se concentraran en mi bajo vientre, Yeon Jun me miraba intensamente y simplemente no pude más, no cuando sus embestidas se hicieron más intensas y una de sus manos fue hasta mi miembro para acariciarlo al mismo ritmo de estas, me dejé llevar por todo aquel placer que estaba sintiendo y explote en un sin fin de emociones, echando mi cabeza hacia atrás mientras gemia el nombre del más alto.

—¡Nngghh! ¡Yeon Jun!

Mis paredes seguían contrayendose alrededor de su erección, mientras mi esencia manchaba nuestros vientres y su mano, él haciendo algo que jamás habría imaginado.

—¡So... Soo Bin! ¡Agh!

Gimió mi nombre justo en el momento en que su cálida esencia me llenaba, desbordando por la posición en la que nos encontrábamos, mi cuerpo tembloroso se abrazó al suyo, sus manos cayeron laxas a sus costados, intentando regular su respiración pero era difícil.

Luego de unos minutos, acaricio mi espalda y salió lentamente de mi interior, haciéndome sentir vacio, vacio en todos los sentidos, estaba perdido, solo ahora me daba cuenta de lo mucho que había deseado aquello desde que estaba en el hospital, de lo mucho que lo deseaba a él.

—Ven aquí...

Susurro en mi oído e hizo que me recostara con él en aquel sofá, me acomodó sobre su cuerpo y me abrazo con fuerza.

—Duerme...

—Yeon Jun yo...

—¡Shh! Duerme~

Quería pedirle que no se fuera, que volviéramos a vernos, pero mi cuerpo se sentía tan cansado, había sido mucho para mi primer día fuera del hospital; el agotamiento se apoderó de mi y aunque quería quedarme despierto para hablar con Yeon Jun, mis ojos fueron cerrándose poco, ayudado con el suave sonido del latir de su corazón, pues mi cabeza había quedado justo sobre su pecho; la calidez de su cuerpo y sus brazos rodeandome me hicieron sentir protegido, tranquilo, así que simplemente cedí a aquel tentador sueño.

—Soo Bin... Me gustas~.

Y no supe si aquellas palabras fueron producto de mi sueño o habían sido reales, me encontraba justo en ese momento donde la realidad se fundía con los sueños y no sabias ni dónde estabas ni quién eras.

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Today is a special day, I feel happy! 🥳

Espero les haya gustado los dos capitulos! ❤

Pdt. Cabe aclarar que Soobin aquí es más pequeño de Yeonjun en estatura.

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