Woo Young ni siquiera dudo cuando se lanzó sobre mi, el primer golpe fue directo a mi mandíbula, haciéndome retroceder y tambalearme, pero ni siquiera tuve tiempo de recuperar el equilibrio, Woo Young soltó otros dos golpes más, no podía defenderme, ¿con qué derecho? Me lo merecía y aquello aunmentaba mis ganas de salir corriendo, pero mis piernas no me respondían. Los golpes cesaron cuando Beom Gyu abrazó a Woo Young por la espalda, lo cargó y sentó en la silla más cercana, tomandolo por las muñecas para que dejara de luchar, pero Woo Young siguió forcejeando y yo seguí sin poder moverme, sitiendo el sabor de la sangre en mi boca.

ㅡ¿Puedo saber qué mierda te pasa, Woo Young?

ㅡ¿A mi? ¡CLARO DEFIENDAN AL POBRE SOO BIN, SIEMPRE ES SOO BIN! ¿Qué me pasa a mi?, ¿qué le pasa a esa PUTA de ahí?

Para ese momento, toda la cafetería tenía los ojos puestos sobre nosotros, Beom Gyu me veía confundido, sentía que me estaba ahogando, Woo Young lloraba con rabia e intentaba a cada segundo zafarse del mayor, por fin mis piernas se movieron, pero en lugar de salir corriendo de ahí, caminé hasta quedar parado frente a Woo Young, quiero ahora temblaba de la rabia y Beom Gyu lo miraba preocupado, luego me miro a mi en busca de respuestas, respuestas que yo no quería darle, ¿cómo se lo diría a Beom Gyu?

Intenté hablar pero la voz no me salió, Woo Young me miró con tanto odio que agradecía que Beom Gyu lo estuviera sosteniendo o probablemente me asesinaria, me acerque un poco más, solo lo suficiente para que Beom Gyu y Woo Young pudieran escucharme, pues toda ma cafetería seguía atenta a nosotros.

—Woo Young… hablemos, vayamos a otro lugar, este no es sitio para discutir esto y...

—¡VETE A LA MIERDA CHOI! Eres una puta, ¿en serio?, ¿en dónde es sitio correcto para discutir QUE TE ACOSTASTE CON MI ESPOSO? Y no una, muchas veces...

Vi el rostro de Beom Gyu cambiar completamente, sus ojos se encontraron con los míos, casi suplicantes para que le dijera que eso no era cierto, no pude sostenerle la mirada y, aquello fue más que respuesta suficiente para el mayor, de reojo pude ver la decepción en todo su rostro, también enojo, tomo a Woo Young por la muñecas y lo levantó.

—Woo Young, vamos a que te calmes, te hará daño todo esto.

—Pero Beom Gyu... ese estúpido... mi esposo...

—Woo Young, yo... lo siento, déjame explicartelo...

—Soo Bin, mejor no digas nada, solo... piérdete.

De todas las palabras que me había dicho Woo Young, ninguna me dolió tanto como las que me dijo Beom Gyu, la única persona a quien había considerado mi mejor amigo, ahora se alejaba de ahí, no esperaba que me aplaudiera, pero al menos esperaba que me hubiera dado la oportunidad de explicarle, de decir algo, me sentía como en una burbuja, los murmullos cesaron y me sentía muy lejos de ese lugar.

Plop, la burbuja de rompió, un líquido blanco y espeso bajaba por mi rostro, tardé un poco en darme cuenta de que aquello era leche, una chica quien era muy buena amiga de Woo Young, la estaba virtiendo sobre mi, pronto todos en la cafetería comenzaron a reír y a gritarme cosas, había olvida lo popular que era Woo Young en la escuela, tomé mi mochila y salí corriendo de ahí, atravesando una oleada de comida que me estaban lanzando, atravesando entre un mar de insultos, puta, fácil, ramera, ¿cuánto cobras?

Corrí y corrí sin importar como la gente me miraba en la calle, las lágrimas nublaban mis ojos, al igual que los restos de comida que bajaban por mi cabello, impidiendo que viera bien, seguí corriendo hasta que mi pie se atoro con algo, haciéndome tropezar y cayendo de bruces contra el suelo, sentí un dolor intenso en mi rodilla, mis manos ardían y apenas pude ponerme de pie, quería llegar a mi apartamento, caminé como pude, ignorando a las personas que se acercaban a ofrecerme ayuda, ¿tan malo era mi estado?

Cuando por fin llegué a aquel viejo edificio, me apresure a subirme al elevador, sentía la sangre caliente bajando por mi pierna, iba dejando un pequeño rastro de esta a mi paso. Fui directamente a la ducha, no me moleste en quitarme más que la mochila, abrí el agua fría y me metí bajo esta, dejando que se llevara los restos de comida y de mis lágrimas, ¿por qué lloraba?, me habían dicho la verdad, incluso esto era poco comparado a lo que merecía, entonces… ¿por qué me sentía tan mierda?, yo mismo había ocasionado todo aquello, no debía sorprenderme. Pero lo que más odiaba en ese momento era que la única persona en la que podía pensar en aquel momento, era Yeon Jun.

No supe cuanto tiempo exacto estuve bajo el agua, solo que mi cuerpo no dejaba de temblar, me quite la ropa mojada y grite de dolor cuando me quite el pantalón pues este se había pegado en la zona herida, era profunda, pero la sagre ya había parado, debía desinfectarla. Me seque el cuerpo tembloroso y me puse el pijama más calientito que tenía, fui a la cocina por el botiquín y me senté en el sofá a limpiar mi herida, tenía mucho frío, tenía mucho miedo.

Fui hasta mi habitación y tomé mi celular, marque el número de Yeon Jun, una, dos, tres... veinte veces y nada, nadie me respondía, le envié varios mensajes y esperé… necesitaba escuchar su voz, necesitaba saber que todo iba a estar bien, estaba colapsando. Me abracé las piernas aún cuando sentí un terrible dolor en la pierna herida, necesitaba dejar de temblar, pero un frío gélido se había instalado en todo mi cuerpo, mi celular comenzó a sonar y de inmediato respondí.

—Yeon Jun, creí que...

—No soy Yeon Jun.

—Beom Gyu...

—Soo Bin, abre, tenemos que hablar, estoy afuera de tu apartamento.

—Ya voy.

La voz de Beom Gyu era fría, cortante, me levanté y cogeando fui a abrir la puerta, Beom Gyu estaba ahí de pie, mirandome con enojo, con mucha decepción. Entró sin decir palabra alguna, sentándose directamente en el sofá, me miró y me llamó con la mano.

—Ven y siéntate Soo Bin.

Obedeci y fui cogeando hasta allá, el mayor me miró e intentó decir algo, pero terminó susurrando un suave "no importa", aquella indiferencia me dolió, sintiendo mi corazón latir con irregularidad.

—Beom Gyu, yo...

—No digas nada, solo escucha, ¿vale?, creo que ya estás lo suficientemente grande como para que sepas que lo que hiciste no solo está mal, es algo que no se le hace ni a tu peor enemigo, mucho menos a tu amigo, Soo Bin, no sé qué mierda estabas pensando, no sé que tengas en la cabeza en estos momentos, ¿y Min Gyu? ¿Qué le dirás a Min Gyu?

—Él lo sabe...

—¿QUÉ? Son unos enfermos Soo Bin, ¿no se supone que él es psiquiatra?, ¿Qué mierda pasa con ustedes?, lo siento Soo Bin, esto no es algo que yo pueda perdonar con facilidad, y ni siquiera soy yo quien debería perdonarte, ese vendría siendo Woo Young, pero si yo fuera él, jamás lo haría, no quiero saber tus motivos, creo que ninguno es suficiente para justificar lo que hiciste, esperaba más de ti, de mi Soo Bin, de ese niño tan lindo que corría persiguiendo burbujas, Soo Bin... ¿Qué paso?, no te reconozco desde de lo de Yeo Sang te has convertido en una persona completamente diferente, ¿te enamoraste de él porqué te salvo?, no respondas... solo vine a decirte esto Soo Bin, lo siento, pero voy a apoyar a Woo Young, no importa como lo vea, lo que tú hiciste estuvo mal, si hubiera sido una vez, vale... podría pensármelo, pero ¿tanto tiempo, en serio?, reflexiona sobre tus acciones y algún día, busca a Woo Young para disculparte, si eres un poco consciente y aún te queda algo de decencia, no volverás a buscar a su esposo, de él me encargo yo.

—Beom Gyu, yo déjeme explicar…

—Lo siento Soo Bin, ahora mismo, no tengo muchas ganas de verte.

Se levantó del sofá y tan rápido como llegó se fue, ya no quería llorar más, me sentía tan cansado físicamente, pero las palabras del mayor habían sido tan crueles, ni siquiera me había dado la oportunidad de explicar las cosas, aunque no hubiera nada que explicar, creía que todos esos años de amistad al menos me daban derecho de intentar explicarme, de decir algo, el temblor en mi cuerpo aumento al igual que el frío.

Me arrastre hasta mi habitación y una vez ahí, me metí bajo las mantas, en un inútil intento de entrar en calor. Me estaba quedando dormido cuando mi celular volvió a sonar.

—¿Diga?

—Soo Bin...

—¡Yeon Jun! Creí que nunca responderias, ¿podemos vernos? Necesitamos hablar de esto, necesito verte...

—Soo Bin... no volvamos a vernos más.

No pude responder, el tono que indicaba que la llamada había sido terminada comenzó a sonar, esta vez no pude soportarlo más, dejé que mis lagrimas fluyeran, lloré, lloré hasta no hubo más lágrimas, hasta sentirme deshidratado, hasta que mi cabeza dolió, hasta que la almohada bajo mi cabeza quedó empapada, se había acado, había hecho algo terrible y debía afrontar las consecuencias, pero… ¿por qué era yo el único que pagaba?, ¿por qué siempre era yo el único que sufría?

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