tres.
BIANCA
14 de Noviembre de 2021
Gran Premio de Brasil
Circuito de Interlagos
Estar en el paddock de vuelta y sin un micrófono y un cuaderno con mis notas ocupando mis manos se sentía muy raro, pero seguía siendo un ambiente que me encantaba.
Habían dos lados que le veía a mi situación actual; el lado negativo, que era el hecho de que Red Bull había logrado que me echen y el lado positivo era que no pudieron lograr que me prohibieran la entrada a ningun paddock de todos los circuitos en los que corrían.
Además, otra cosa negativa era que no me había encontrado a Max Verstappen antes de la carrera para desconcentrarlo y hacer que se suba al auto con la confianza hecha pedazos.
No todos tienen el mismo psicólogo que el Dibu Martinez, eso era algo que me encantaba recordarle a mis amigos cuando les decía que yo sería capaz de meterme en la mente de Verstappen para jugar con ella y arruinarlo solo por diversión.
—¿Queres comer algo antes de la carrera?—me preguntó mi amiga. Estábamos en el sector del Paddock Club, así que podíamos comer y tomar alguna copa de champán mientras veíamos la carrera.
—No, pero podríamos ir a comprar algo para tomar—respondí, dejando de ver como los mecánicos preparaban todo en la pista para girar mi cabeza y mirarla. Ella acomodó su gorra y miró hacía la parte de las hospitalidades de los equipos, mordiendo su labio.
—Que bueno que está ese tipo, veo carreras de Motocross solo por él—comentó, soltando un suspiro. Voltee a mirar a ese lugar siguiendo su mirada, encontrándome con un castaño alto que reconocí porque a veces me sentaba a ver las carreras en las que él y su hermano mayor participaban. No era difícil reconocerlo, y mucho menos si iba acompañado de algunos miembros de su familia.
—Ah, y vino toda la familia—agregué, refiriéndome a esas personas que eran bastante reconocidas alrededor del mundo por el Motociclismo.
Los Glatzer.
—¿Es su familia?—preguntó, mirándolos a los demás, hasta que abrió sus ojos sorprendida—¡Ay! No los había visto.
—Llaman mucho la atención—comenté con sinceridad, porque de verdad lo hacían. Renata se dió vuelta y me miró con sus ojos bien abiertos y una sonrisa entusiasmada.
—¿Vos pensas que Olivia y Leclerc volvieron?—preguntó, por lo que yo negué con mi cabeza, viendo como ella hacía una mueca.
—Nop. Ella estuvo en la final de la Copa Italia apoyando a Dybala—le conté hablando bajito—lo entrevisté ahí cuando estuve trabajando en la Serie A.
—¿No te cae bien ella?—me preguntó, a lo que me encogí de hombros.
—No tenemos trato. Cuando la conocí salía con Fran y me parecía un poco agrandada—le expliqué—y no me gustó que me reemplazara para las entrevistas en Monaco, ¿pero que voy a hacer? A los privilegiados que te da el nepotismo no hay con que darle.
—No deberías juzgar a las personas que no conoces, Bian—me dijo. Yo puse mis ojos en blanco y solté un suspiro.
—Me había olvidado que vos también la conoces por Francisco—le dije con diversión. Ella apretó sus labios e hizo un ademán con su mano, rendida.
—Bueno, mejor vamos a ponernos en nuestros asientos que en veinte minutos empieza la carrera—me dijo ella empujando mis hombros para obligarme a caminar. Ambas comenzamos a caminar hacia ese lugar y una vez que llegamos, nos sentamos y nos trajeron una copa de champán que Renata me obligó a tomar.
—¿Por quién hinchamos hoy?—me preguntó y al ver mi cara de malicia, soltó un bufido—ya sé que por Verstappen no, Bianca. Sos una maldita.
—Por Hamilton—respondí inmediatamente. Ella levantó una ceja y me miró incrédula—y no soy maldita, él es el tipo más pelotudo del mundo, que es distinto.
—Ay, Bianca, Hamilton está último en la parrilla—me recordó ella, como si no lo supiera ya.
—Esto es la Formula Uno, Renata—le dije con obviedad—. Muchas cosas pueden pasar.
Me acomodé en mi asiento para mirar hacia la pista, donde ya estaban acomodados los autos rodeados de mecanicos, jefes de equipo, ingenieros y de personas que habían pagado para bajar a ese lugar.
Durante la carrera fui una montaña rusa de emociones. Esperaba una carrera entretenida, pero esta había superado mis expectativas. No pude quitar mi mirada de las pantallas y del circuito en ninguna vuelta por miedo a perderme algo y tenía la suerte de poder decir que había visto a Lewis Hamilton adelantando a cada auto que había largado adelante de él, y había podido escuchar como la gente enloquecía y gritaba cuando él pasaba.
Bajé a ver la ceremonia de presentación con una sonrisa de oreja a oreja, después de regañar a Renata por subestimar a un tipo que tenía siete campeonatos y más de cien victorias en la categoría mayor.
Había sido una locura. Lewis Hamilton había hecho la carrera de su vida y había montado un espectáculo, demostrando lo que era la F1 de verdad. En mi opinión, su carrera había sido la mejor del año.
Y como si el día no pudiera ponerse mejor, Verstappen había terminado segundo a pesar de haber conseguido la pole el día anterior. Él se veía bastante decepcionado y frustrado, cosa que me causaba una extrema alegría. Me encantaba verlo pasarla mal por sus propios resultados.
Para mi, se merecía perder el Campeonato y que su equipo le diera el auto más lento de todos.
Observé el podio y saqué muchas fotos–recortando a Max para subir algunas a mis historias–, y cuando bajaron, Renata y yo nos dirigimos hacía el Paddock, donde estuvimos un rato yendo de un lado a otro para conocer más. La dejé hablando con una chica a la que ella conocía, para acercarme a saludar a Pierre Gasly, uno de los pilotos con los que más trato tenía antes de quedarme sin trabajo.
—¡Bianca!—exclamó él, pasando su brazo sobre mis hombros, sorprendiéndome con el gesto, aunque no me sentía incómoda para nada—¿cómo estás?
—Bien, ¿y tu?—le contesté y él me soltó, así que me paré frente a él viendo como peinaba su pelo hacía atrás con su mano, para luego ponerse su gorra al revés. No recuerdo haberlo visto usando una gorra correctamente, pero le quedaba bien y era su estilo.
—Bien, no fue un gran fin de semana pero podría haber salido peor—contestó mirando hacia su alrededor para luego mirarme—creí que te habían prohibido la entrada al paddock, me sorprendió verte.
—Todavía no llegaron a tanto—bromeé, escuchando su risa—. A Red Bull les va a costar deshacerse de mi.
Pierre soltó una risa y negó con su cabeza con diversión.
—Y no agregaré nada más porque tu todavía estás con ellos—mencioné, viendo como él rodaba sus ojos y hacía un ademán con su mano.
—¡Ni me lo recuerdos!—exclamó—estoy estancado con ellos por un tiempo más.
—Uf, suerte entonces—le dije.
—La necesitaré, me quedan como dos años más con ellos y luego veré que ofertas tengo. Me quieren convencer de firmar por más años, pero me negaré—me contó, haciendo una mueca—te doy la primicia.
Fruncí mi ceño al escuchar eso, porque los medios aún no sabían cuál era el trato que ellos tenían con el francés, ni lo que quería Pierre. Sin embargo, me lo estaba contando a mí.
—¿Porqué me cuentas esto?—cuestioné, confundida.
—Porque nos desagrada Red Bull a los dos—contestó con obviedad—. Estoy agradecido con ellos por la oportunidad, peeero, no pienso volver a firmar con ellos cuando termine el contrato. Además, ya no tienes dónde compartir esta información y confío en que no la vas a vender.
Rodé mis ojos y el francés soltó una carcajada.
—Lo lamento, ¿es muy pronto para bromear al respecto?—preguntó.
—No, yo lo hago todo el tiempo—respondí, viendo sobre su hombro como Renata se despedía de su amiga. Me giré a ver a Pierre y me acerqué para saludarlo con un beso en la mejilla—. Me tengo que ir. Adiós, Pierre. ¡Espero que termines bien esta temporada!
—Gracias, Bian—respondió con entusiasmo, inclinándose un poco hacía mi—. George Russell está sonando mucho en Mercedes y oí que la temporada que viene no tendrá agente de prensa... creo que les vendría bien tener a Bianca Di Marco con ellos. Por algo Toto Wolff habla mucho sobre ti.
Levanté una ceja y le sonreí, agradecida por el dato.
—Gracias, Pierre.
—¡Avísame si envías un currículum!—me dijo—yo les puedo dar una buena recomendación.
Me reí ante eso, dándome vuelta sobre mis talones para acercarme a Renata. Sin embargo, me crucé con un grupo de personas que me hicieron detener para dejarles el paso.
Eran todos empleados de Red Bull, y entre ellos iba Max Verstappen, quién al verme se detuvo y se giró para enfrentarme. Me crucé de brazos y clavé mi mirada en él, dedicándole mi peor cara, pero él solo sonrió con arrogancia, mirándome con altanería.
Creí que seguiría a los demás, pero les hizo una seña para que siguieran sin él y se dió vuelta para quedar frente a mí.
Es mi peor pesadilla cruzármelo después de haberme reído con otro piloto que era mucho más piola que él.
—Ya terminó el horario de las notas posteriores a la carrera—dijo—. Y creí que mi agente de prensa te había dejado en claro que ya no te doy entrevistas.
¿Quién se cree que es? Otros pilotos tienen más campeonatos y victorias que él y no son tan fantasmas. Hamilton, Vettel y Raikonnen, por ejemplo; son campeones de la F1 y no les agradaba mucho la prensa, pero nunca eran así de desubicados y maliciosos con una periodista.
—Para mi es un alivio no tener que entrevistarte nunca más, Verstappen—le contesté con dureza—. Y si tuviera que entrevistar a alguien, entrevistaría a Lewis, que salió último en la parrilla y terminó ganando la carrera, no a ti.
Su sonrisa arrogante se borró y fue cuando me tocó a mi sonreír con malicia. Ya podía decirle lo que quería, total, ya me habían echado.
—Deberías...
—Debe ser muy duro dejar ir una victoria así—lo interrumpí, fingiendo estar apenada—clasificaste primero, tenías las vueltas rápidas, los mejores sectores, lideraste la mitad de la carrera... pero igualmente no fue suficiente porque Lewis Hamilton, que por cierto, estaba último, te pasó y se quedó con el primer puesto.
Verstappen me miró con enojo y abrió su boca para decir algo, pero me apresuré para acotar algo más.
—Pensar que estabas liderando el campeonato y por errores estúpidos también perdiste eso debe ser devastador.
—Faltan cuatro carreras todavía, no me preocupa—dijo, apretando sus labios, mirándome con el ceño fruncido.
Me encogí de hombros desinteresada y lo miré con disgusto, porque la verdad, ese tipo me generaba mucho rechazo y verle la cara tan de cerca me había arruinado la tarde.
—Debería preocuparte—le aseguré—. La vez que tienes la oportunidad de pelear un campeonato, lo desperdicias por cometer errores que son de rookie.
—Por eso no te doy entrevistas—soltó con enojo—tus comentarios son muy desubicados.
—Descuida, que tú mismo te aseguraste de que ningún otro piloto escuche mis «comentarios desubicados»—le dije—lamento haberle dado más trabajo a tu psicólogo, que ya suficiente tiene, pobre hombre.
Me había contendido demasiado, porque habían un montón de cosas que podría haberle dicho. En otra ocasión quizás hasta lo hubiese insultado, pero había mucha gente todavía rondando por el paddock y no quería armar una escena.
Sin embargo, mis palabras fueron lo suficientemente contundentes como para hacer que se quedara en silencio, mirándome con incredulidad y confusión.
Fue por eso que me di vuelta para alejarme de él, con una gran satisfacción porque le había dado donde más le dolía.
A un tipo como Max Verstappen, que había conocido el significado de «competencia», «correr» y «ganar» antes que las palabras «mamá» o «papá» y seguía siendo tan competitivo, autocrítico y mentalizado a conseguir el puesto más alto, era fácil darle justo en la herida.
A una persona que le importan esas cosas, y era el golden boy de su equipo, solo le molestaría escuchar lo contrario y ser tratado como si no fuera tan importante o bueno como creía.
Él me había demostrado en varías ocasiones que mis comentarios si llegaban a molestarlo, y eso me motivaba a hacérselo mil veces peor.
Ya se había convertido en algo personal entre él y yo, desde que decidió dejarme sin trabajo.
Buenasss. Por fin apareció Max y los dos se sacaron de sus casillas. Prepárense para ver como los dos sacan lo peor del otro jajaksjs
Btw hay una pequeña mención a mi oc de mi fic de Charles, porque bueno, disaster es parte del overdrive-verse y uno de los integrantes de esa familia va a ser un personaje muy concurrente en Disaster 👀😌
En fin, voten, comenten y díganme que opinan! Les gustaría que le agregue más social media? 🤎
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro