«Creo que me gusta Lu Han»

Le había dicho con un dejo de timidez. Y con esa frase en mente sus lágrimas se preparaban para recorrer sus mejillas.

No dijo nada. Sólo le sonrió y se levantó para ir a casa.

De camino podía volver a escuchar cada palabra. Puede soportar que le guste y esté con las chicas que quiera porque a fin de cuentas se suponía que era heterosexual, pero sale con una inesperada afinidad por Lu Han, un chico, un chico como él, con la misma anatomía y, y sólo tenían en común eso.

El pánico llegó. Sus labios temblaban junto a sus hombros. El camino se veía acuoso, poco a poco desaparecía entre capas de líquido salino.

Se sentía a punto de caer en el vacío. Sentía en vértigo y la expectativa caer, pero ésta sólo se quedaba ahí, esparciendo su temor y no concretándose. Necesitaba calmarse.

Su casa estaba vacía, sólo era él y los muebles. Tomó el teléfono, presionó el marcado rápido para soltar "Los necesito".
Y nuevamente, JongDae y BaekHyun aparecieron como por arte de magia. El primero corrió a abrazar a su amigo, le sostuvo contra su pecho y palmeo su espalda. Baek dejó pañuelos sobre la mesita de centro y se unió al abrazo.

KyungSoo gemía, y se ahogaba con sus propias palabras. «¿Por qué Lu Han? ¿Por qué un chico? Lo puedo soportar con chicas, pero con un chico... no sé, me hace pensar en la posibilidades de gustarle, pero me doy cuenta que no serán. Que jamás será y me duele. Por qué tiene que ser diferente si es Lu Han. Quién y por qué se aparece a cambiar todo. Por qué arruina mi paz. Y-yo tal vez, si no fuera tan yo y-" JongDae le cortó. Susurró un "Shhh~" en su oído y dijo "Ser KyungSoo es demasiado genial para alguien como JongIn. Quién necesita ser Lu Han cuando existe KyungSoo?" BaekHyun agregó; "Si, si me dieran a elegir entre diez millones de dolares más dos Lu Han y un KyungSoo. Me quedaría con el único en su especie, el maravilloso, cosita preciosa Soo. Y no, no lo digo por nuestra amistad. Lo digo porque así es. Lo que no fue en tu año que no te haga daño. Hay mucha gente afuera que quiere a alguien como tú. No te encasilles en JongIn. Aparte, para qué quieres a ese moreno sin gracia cuando tienes a estos dos varones varoniles. JongInes van y otros vendrán, pero nosotros siempre vamos a estar." Sus amigos siempre le confortaban, y apreciaba sus palabras, pero sólo existía un JongIn. No había otro ni lo habrá.
La tarde se pasó bañada de lágrimas y abrazos. No había más que tristeza en la sala de la casa Do. El dúo se quedó a dormir, no importaba si había que ir a estudiar la mañana siguiente. Su amigo necesitaba apoyo.

Los tres llegaron juntos al colegio. Los ojos de KyungSoo habían desaparecido debido a la hinchazón por haber llorado hasta quedarse dormido. Nadie preguntó porque él dúo se había encargado de excusarlo. JongIn seguía ausente y al parecer, bien acompañado.

Los días seguían pasando con una triste agonía. De lejos podía ver el coqueto mutuo de la futura pareja. Y aunque le duela, parecían gustarse mucho.

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Lu Han era de los chicos que ha todo mundo agradaba, menos a Nari. El perrito le había lanzado un ladrido de guerra anunciada. No quería que le toque las orejas ni que le ofrezca galletas. Tampoco iba tras las pelota que él lanzaba y se tornaba malhumorado cada que le hablaba con 'cariño'. Así es como JongIn optó por dejar a Nari fuera de sus 'intentos de cita'. No había vuelto a comunicarse con KyunSoo, pero estaba seguro que él le apoyaba. Eran amigos después de todo.

Las salidas con Lu Han se hicieron frecuentes. Mensajes de texto, llamadas, visitas a su casa y paseos por la ciudad. Ni siquiera hacía falta que se declarara porque Lu Han había sido el primero en decir "me gustas". También fue el primero en besarle y tomar su mano. Era tácito. Estaban juntos.

Al parecer toda la secundaria se había enterado, incluidos sus amigos, pero no de la boca de JongIn sino de los gestos que tenían el uno con el otro. Esos gestos eran los mismos que mataban a KyungSoo.

Ellos ni siquiera eran discretos al memento de mostrar su afecto. Lu Han besaba a JongIn cuando quería y dónde le apetecía. No había más que su linda relación en la vida del moreno.

Y así Lu Han pasó tres meses con JongIn. Los martes de pizza habían quedado en el olvido de un viejo calendario y ya sólo eran cuatro los que jugaban y veían filmes.

Sin embargo, una tarde JongIn apareció en la puerta de KyunSoo. Éste pensó que ya se estaba demorando en terminar su relación, pero JongIn le entregó a Nari. "Soo, cuida a Nari por mi. Lu Han quiere ir al cine y no puedo llevar al perro. Aparte, ya no le gusta salir con nosotros" ¿en qué momento Nari había pasado a ser 'el perro'?

La colita del can se movía con alegría de ver a su compañero de juegos. Su dueño se había ido sin dejar más que esas palabras y había corrido a buscar a su novio.

-Nari, al parecer somos tú y yo.

El perrito podía sentir empatía por el otro y lo demostró con las lamidas que le daba en sus manos y cuando se acurrucaba en sus pies.
Y así JongIn adoptó la costumbre de dejar a Nari al cuidado de KyungSoo.

A JongIn todo le sonreía. Lu Han era su complemento perfecto, hasta el momento. Su suave voz y tiernos gestos hacía que su atención se centrara sólo en él. Sus besos le tenía bajo un hechizo y lo inhabitable debía pasar.

La primera experiencia sexual era lo que JongIn esperaba de Lu Han. Más allá de los arrumacos. Él quería sentir lo que muchos a su edad ya habían experimentado.

Se imaginaba el momento como la máxima experiencia de vida en su corta edad. Pensaba que todo iba a ser maravilloso y bah, simplemente magnifico porque Lu Han era Lu Han.
No obstante, nada fue como esperó. Algo faltaba. La emoción que, se suponía, estaría ahí no existía. Los gemidos de Lu Han no se escuchaban placenteros, sus besos no sabían a nada. Algo andaba mal.

El hechizo había desaparecido en una noche. Y había terminado por desaparecer cuando Lu Han se molestó por el dolor causado.
Nada fue lo mismo desde ese acto.

Lu Han seguía siendo la persona cariñosa que era, pero JongIn había cambiado. Se sentía extraño con Lu Han, no parecía el chico que antes sostenía en sus brazos. Sólo era otra cara bonita.

La relación comenzó a padecer. JongIn no entiende como es que de la noche a la mañana Lu Han ya no parecía lo que buscaba. Sus temas de conversación se le iban haciendo aburridos. Las salidas eran más pesadas y aunque trató de enfocarse en su relación, ésta fallo porque Lu Han ya no se sentía querido. Otro romance fallido de secundaria.

HEEEEY THERE~
¿CUÁNTOS DESEOS YA HAN PEDIDO?