Boy X friend (IX)
Las últimas palabras que KyungSoo le dedicó resonaban en su cabeza. Esas palabras le habían revelado una pequeña parte de su error. ¿Cómo había dejado de lado a sus amigos? Porque si, se percató que el único que marcaba pasos distantes en todo ese tiempo era él. Y no quiere remarcar las razones porque ni una de ellas había valido lo suficiente. Sólo le habían causado disgustos y un poco de desilusión. Andar de hormonal no daba frutos.
Sin embargo, aún cuando la madrugada había pasado, el sol había saludado y sus amigos habían desaparecido, la sonrisa de KyungSoo era lo que se mantenía vigente en su mente.
¿Desde cuándo KyungSoo brilla tanto?
Su cabello no parecía real cuando el sol bañó cada hebra con su esplendor. Sus ojos nunca se habían visto tan brillantes y sus mejillas le habían parecido dos pedazos de algodón dulce. ¿Qué rayos?
La imagen de su cabello flotando rozaba lo ilógico, pero mantenía la extraña atracción en el aire.
Se supone que no debería estar pensando de esa manera cuando tiene a su amigo caminando junto a él. No cuando el otro parece tan sereno y el tan 'extraño', mentalmente hablando.
Y no es que haya sido la revelación del año mas sin embargo era el pie a la misma.
Los chicos habían partido antes de si quiera salir por completo de su estupor, JongDae y BaekHyun tomaron a SeHun para torturarle en todo el camino a casa y con tortura nos referimos a llevarle a casa en la preciosa Magui. Era para que se entiendan y el cariño fluya.
KyungSoo y JongIn quedaron solos, con unas cuantas monedas para el bus y pensamientos que rozaban al otro en ellos.
KyungSoo cree que era hora de cerrar el cuaderno y comenzar a escribir otro. Uno donde ya no deba estar martirizándose a cada momento porque su "platónico" respiraba cerca de alguien más. Su mente estaba tratando de bloquear al otro que le acompañaba en su camino a casa. El silencio mayormente les acompaña, pero se sentía correcto. Era como si una burbuja hubiera explotado, esa burbuja había dejado el silencio de su partida mas no se había llevado a las demás que aún flotaban entre ellos.
La parada del bus estaba vacía, sólo eran ellos y sus pensamientos. El bus llegó con el característico sonido de las llantas al detenerse y partió con el humo que contaminaba el ambiente. Y si, todo el ambiente estaba contaminado, contaminado de diferentes pensamientos que nacían del humo interior de leña encendida, brotando tizne y salpicando de nuevos 'conceptos' a cada individuo.
KyungSoo estaba con la frente apoyada en la ventana y JongIn sólo realizó cómo dejaba rastros impresos de su tranquila respiración en ella. Su pecho se levantaba y de sus labios salían suspiros de cansancio, parecía tener un predicamento mas el nada sabía hacer.
La ventana lucía incómoda para descansar, en especial por los baches de la autopista, esos que cuando el bus traspasaba hacían que todo en él temblara; siendo así la causa de los golpes constantes de KyungSoo. Su frente parecía tornarse roja y las protuberancias futuras comenzaban a nacer en la mente de JongIn. Y por esa razón, la única y exclusiva, es que tomó con cuidado la cabeza de su amigo para así apoyarla en su hombro izquierdo. "Descansa" le dijo, pero KyungSoo no podía.
Sus ojos seguían cerrados, pero su corazón estaba alborotado. 'Nuevo cuaderno, KyungSoo', se dijo a sí mismo, pero nadie ha hablado de despedidas y por eso es que soltó un suspiro, se acurrucó y se embriagó del aroma que su amigo tenía.
Por un lado estaba KyungSoo, pretendiendo dormir, tratando que su corazón o su respiración no le delataran. Y por el otro estaba JongIn, quien contorsionaba su cuello para poder observar a su amigo descansar. Desde su lugar, las pestañas ajenas se veían espesas, los labios lucían delineados por la misma forma de estos y eran ellos quienes se robaban la atención de JongIn. ¿Siempre habían sido de esa forma? ¿Su color era natural?.
Las calles se veían tan efímeras desde su posición. El pasar rápido del bus, sólo dejaba apreciar los edificios por corto tiempo. No había nada por hacer más que esperar la llegada al paradero, sin embargo, el ligero suspiro del pálido hizo que su atención cayera en quien reposaba en su hombro.
La vista había mejorado de repente.
No faltaba mucho para su destino, JongIn necesitaba despertar a su amigo, pero se veía tan cómodo que daba pena. El conductor fue quien se encargo de sacarle de su séptimo cielo. JongIn se debatía entre despertarle o no, pero el conductor anunció la llegada al paradero con un fuerte grito; «¡Paradero doce, bajen!» el salto que dio KyungSoo por el susto llegó a golpear la mandíbula de JongIn, quien se encontraba en un posición contempladora. Muchos lo siento salieron de los labios acorazonados y más gritos del conductor que anunciaba la partida.
Con apuro llegaron a la puerta del vehículo y salieron con un dejo de incomodidad.
Corazones palpitando no siempre eran buena compañía, pero pensamientos confusos eran aun peor que los primeros.
No había más palabras, sólo la compañía necesaria. Los dos vivían al lado del otro y era "un mal necesario". Las pequeñas miradas de reojo estaban camufladas. Un simple movimiento de muñeca y listo. Corazón cálmate.
///
El lapso de "descanso" antes de iniciar su ciclo universitario era un completa basura. Todos habían desaparecido. JongDae y BaekHyun no daban noticias de vida, sino es por la señora Byun que les obligó a reportarse, KyungSoo hubiera estado desentendido de ellos. Y en parte lo estaba. Sus llamadas versaban; «¿Soo? Estamos vivos, todavía no festejes. No nos llames, nosotros te llamamos. Chao~ chao~» de la voz de BaekHyun y su secuas "susurraba" «Ya cuelga. Crugh, crugh, tenecrughmos, crugh, problemas de, crugh, transmicrughón, chao»
Parecía que algo tramaban, pero el sinsabor de la soledad le estaba condimentando. SeHun ni siquiera le regresaba las llamadas y hasta tenía el móvil apagado.
Sus días estaban pasando en pequeños suspiros. Hasta que tres golpes se escucharon desde su puerta. Parsimonioso se dirigió a esta y malditas hayan sido sus fachas, estúpido JongDae que le regaló esos pantalones de gatitos, no esperaba a ese sujeto en su puerta.
-Bonitos pantalones.- le señaló. KyungSoo atinó a estirar su camiseta hasta donde esta le permitía.
-Fueron un regalo de pa- un ladrido le interrumpió y dos patitas trataban de escalar por su cuerpo. Éstas rasgaban y un cola se movía inquieta.
-¡Nari, no hagas eso!-gritó el moreno. La respuesta de can se resumió en esconderse entre las piernas de KyungSoo y soltar quejidos lastimeros.
-¡No le grites!- Nari frotaba su cabeza y hocico en las rodillas del pequeño.- ¿Este feo te está tratando mal?, ven con KyungSoo, ay, no lamas.- Nari era ese tipo de perro que lamia sin parar y te engañaba para recibir cariños.
-No lo consientas. Después llora y llora porque no te ve.
-Ni me digas. Tu siempre te la has pasado de meloso con el bichito y ahora andas muy recto... Has cambiado y Nari lo sabe, ¿verdad, bichito?- un ladrido. Todo sea por el cariño de KyungSoo, no importa si es en contra de su amo. Fue delicioso haber tenido galletas para la cena. Adiós galletitas de sabores.
JongIn le envió una mirada llena de reproche a su mascota, pero ésta se desentendió por completo y siguió recibiendo mimos de su amigo.
-Como sea, iré a dar un paseo con Nari, ¿vienes con nosotros?
Estúpido corazón que comienza a latir.
-Uh,- sólo era una salida de amigos a pasear a un perro, nada más.- Espera, me podré un suéter y salimos. - No hacia falta cambiarse, no quería impresionar a nadie. Pero su cabello estaba desastroso, sus pantalones no eran para que todo el mundo los viera y la pantuflas son para andar en casa. Decidió quedarse con la camiseta y reemplazar lo demás.
JongIn llevaba la correa de Nari y hablaba con KyungSoo sobre cualquier tema que viniera a colación. La estaban pasando bien, hacía mucho que no hablaban de esa manera, era muy ameno compartir con él. KyungSoo se vio quejándose sobre la ingratitud de los demás y JongIn soltando un "si estás solo, toca mi puerta o llámame". Tonto, no estás ayudando a superarte.
Habían hablado largo y tendido. Parecían los que eran en la temprana secundaria y se sintió más que bien.
Volvieron a tomar la costumbre al poco tiempo.
///
Los tres golpes en su puerta le decían a KyungSoo que ya habían llegado y el ladrido le decía que debía apurarse.
Los paseos eran más que sólo eso. Tenían chispas de diferentes colores y pensamientos con esencias. La confianza estaba regresando, JongIn parecía el antiguo mocoso de comentarios tiernos y expresiones cálidas. Lo mejor de todo era que sólo él podía disfrutar de esos momentos. JongIn no tenía a nadie rondando a su al rededor y para la bendita suerte de todo el espectacular universo, el moreno le había comentado que aprobó la dichosa entrevista en su misma universidad. "Si, maldita sea que si". Claro, era por la amistad y nada más. Error.
Había una pequeña duda, ¿hasta cuándo disfrutaría de su amigo?.
Las sonrisas y pequeños roces se comenzaron a dar a la última semana de descanso. JongIn le sonreía al verle y con su palma despeinaba sus hebras. KyungSoo rechistaba, pero en el fondo lo disfrutaba.
Nari era el pegamento entre ellos. No había salida sin Nari, ni conversación que no empezara con el nombre del can, sin embargo, poco a poco se fue estableciendo la complicidad en ellos.
El primer día de clases era muy esperado. KyungSoo y JongIn se dirigían en el mismo bus para llegar al establecimiento. Los dos tarareaban la canción que sonada en la radio del vehículo y las miradillas casuales se desataban en cada verso.
El pequeño problema al llegar al lugar fue el horario y los salones. JongIn había "olvidado" que su primera clase era pasando las das primeras horas. Y KyungSoo sentía que se perdería entre tanto muro y alumnado. Entonces, su buen amigo se ofreció a buscar junto a él la dichosa clase. No la encontraron. Se pusieron a reír y jugar, a JongIn le sonó el estómago y la máquina dispensadora de frituras era opción más próxima.
Sin embargo, antes de llegar a ésta, escucharon como un sujeto se quejaba porque la máquina se había quedado con su moneda y otro golpeaba el lateral de la misma.
-Al menos que me den un barrita de cereal. Pégale más fuerte- se quejaba
-Shh, no quiero meterme en problemas por una máquina.
-Pero mi monedita... Soy tu patrón... Obedece.- el otro dejó su quehacer y trató de encararle. Se incorporó con agilidad y antes de despotricar contra su amigo logró ver a los dos que estaban buscando.
-Dichosos sus ojos que me ven.- les gritó, haciendo que su amigo se sorprendiera por el cambio brusco en el otro.
-¿De qué rayos habl- Oh, oh, pero qué ven mis ojos azules?-
-No lo sé, pensé que eran cafés.
Una vez más, silencio entre ellos. Pasado ese lapso, Los dos 'gritones' corrieron a abrazar a su amigo, gritando un "¡SORPRESA! ¿pensaste que te ibas a librar de nosotros?" Bueno, el asunto era que el motivo de su desaparición se debía a que estaban quemando sus pestañas para el examen de ingreso y vaya sorpresa y gracias a las técnicas de enseñanza de JongDae, los dos lograron ingresar a la misma. Demasiado fantástico. Entonces, los otros dos trataban de buscar con sus ojos a SeHun, quien suponían también era parte del estudio máximo, pero lamentablemente SeHun no pasó el examen. Le había faltado un punto para entrar en el cuadro y si, estaba a nada de suicidarse con una ramita de perejil. Sin embargo, el único consuelo que tenían era que el muchacho estaría a su disposición, dicho por el dúo dinámico, y que volvería a postular en el examen de setiembre.
La felicidad, sorpresa y enojo estaban claramente dibujados en el rostro de KyungSoo, pero las promesas de infancia y adolescencia regresaban a su cabeza como cantos de alegría. "Siempre juntos" dijeron y parece que no se piensan despegar de ellos y por eso, con ganas de molestarles, dijo; «¡¿CUÁNDO ME DEJARÁN EN PAZ?!» a lo que respondieron aún más fuerte; «¡JAMÁS!»
Tontas amistades de ensueño.
////
Tener a JongDae y BaekHyun con él era algo a lo que estaba acostumbrado, pasar meses sin ellos fue extraño, sin embargo, JongIn estaba ahí. JongIn abarcaba otro tema. Él había vuelto a lo que era y ya no tenían esa sensación de incomodidad sobre ellos. Es más, ahora sólo reinaba la complicidad y camaradería.
JongDae y BaekHyun conocen bien a KyungSoo, más que él mismo inclusive, y es por eso que la intriga estaba haciendo añicos sus mentes. Se supone que cuando les habían dejado, ellos estaban un poco distanciados, pero ahora parecían cremita y galleta. Los dos buscaban respuestas del extraño comportamiento, pero como de costumbre, KyungSoo evadía todo lo que respectara al tema.
El asunto de los estudios era tema aparte, el dúo dinámico había elegido la misma carrera y el mismo horario. KyungSoo tenía uno diferente, uno que casi cuadraba con el de JongIn.
Los tres amigos dejaron de verse seguido. Sólo eran momentáneos los momentos que compartían y las salidas eran casi nulas. Los martes de pizza sólo constaban de JongIn. KyungSoo, aveces SeHun o los otros dos. Habían dejado de ser constantes.
Cada quien estaba repartiendo su tiempo como mejor le parecía.
Para suerte de KyungSoo, JongIn siempre de los siempres tocaba su puerta. Apreciaba mucho los mensajes de texto de los demás, en serio lo hacía, pero él era de las personas que necesita ver a los demás, conversar frente a frente, bromear y esas cosas, a veces el miedo al olvido existe. Puede venir de quien sea y generarse por cualquiera. KyungSoo era ese tipo de persona.
JongIn comenzó a pesar más en KyungSoo. Nari ya no sólo era la excusa para salir a por ahí. Ahora le pedía ir a la librería por un libro, al centro comercial por ropa o a tiendas para hacer sus maquetas. Pasaban más tiempo juntos y si, JongIn pareció notar el pequeño color gris en KyungSoo, por eso, los martes ya no sólo eran de pizza, le había agregado helado al día. Ellos pasarían juntos la tarde comiendo un cono de helado de cada sabor que existía en "GolaIce" y después se reunirían con quien podía o simplemente quedaban solos.
KyungSoo sacó a relucir su faceta tierna, esa que necesita ser cuidada y querida, una faceta que JongIn nunca había visto en todos esos años. KyungSoo parecía más risueño y con cierto brillo que siempre estuvo ahí mas no lo notó.
////
Sus salidas constantes eran el presagio del comienzo de su desastre. La linea marcada se había trazado con la palabraLos meses pasaban con 'amigos', pero la palabra se fue borrando poco a poco y sólo quedaba una mancha, no habían regímenes establecido ni nada.
Sus salidas continuaron, las risas, los abrazos y los ligeros toque en la cabeza, que a KyungSoo le encantaban. JongIn le regalaba sonrisas aun más bellas que las que ya había visto con anterioridad y rayos, habían comenzado a crear algo que no tenía nombre.
Los meses pasaban con los sentimientos burbujeantes y el descubrimiento de una sensación totalmente diferente a la que ya conocían. Si, de parte de los dos. KyungSoo descubría que si antes sentía algo por JongIn, ese algo se había vuelto aún más fuerte y ya no era lo mismo, se sentía mejor, sumándole al hecho de que parecía mutuo. Por su lado, JongIn se veía atrapado en la voz y los ojos de su amigo, en todo él. No es que haya cambiado físicamente o arreglado su vestir, no. No puede explicar qué es, pero es algo que no ha experimentado con ninguno de sus amores anteriores y la pregunta vuelve a nacer, ¿amor?. ¿Qué es amor?
KyungSoo tenía una manera de expresarse que no cabía con lo usual. Tenía temas inagotables para conversar y su capacidad de escuchar era de las más resaltantes. Y KyungSoo tenía muchas virtudes, muchos secretillos y habilidades escondidas en su manga. Palabras que se cubren con su sonrisa y carisma que destella cuando ríe. KyungSoo era un mundo nuevo, un mundo que siempre estuvo ahí y nunca quiso ser descubierto o él no trató de embarcarse en la aventura. Entonces, a medida que el tiempo corría, se percató que su mente estaba llena de KyungSoo. KyungSoo esto, KyungSoo aquello. ¿cómo pasó?, pero la respuesta siempre estaba en su sonrisa acorazonada, en sus cabellos negros y su risa gloriosa.
El pequeño recuerda que la primera vez que JongIn tomó su mano fue el segundo viernes de un buen mes. Que su mano estaba tibia y sus dedos eran delgados pero lo suficientemente fuertes para apretar su mano y darle esa sensación de afectuosidad. Recuerda que la primera vez que le abrazó fue cuando la vecina de enfrente les abordó para decirles que Nari había preñado a su 'Agata', recuerda que el primer ápice de molestia fue cuando Hyuk trató de tocar su cabello para revolotearlo y JongIn resultó interviniendo. Hay una lista enorme de recuerdos.
Y en esa lista de recuerdos también llegan los reproches de sus amigos. Por que a pesar de ya no verse mucho, ellos trataban de mantener contacto y pasó. Se dio cuando JongIn tenía todo el miércoles ocupado y KyungSoo estaba solo. JongDae y BaekHyun nunca han dejado de prestar atención y pues, ahí estaban, los tres sentados en una de las bancas que daba a las afueras del campus.
-¿Y cómo te está yendo, Soo?- preguntó Baek. Quiso tantear terreno.
-Nada fuera de lo normal. Pero vienen las pruebas y aghr, me canso de sólo pensar.
-Al menos tendremos un tiempo de descanso. ¿Qué te parece si nos reunimos todos y salimos?- acotó JongDae
-Si, hace tiempo que mi pequeño Soo nos tiene abandonados- puchereó Baek.
-Ustedes me tienen abandonado a mi. Ni siquiera sé en qué andan.
-¡Ah, qué curioso! nosotros sí sabemos en que andas tú, PinkySoo- dijo JongDae presionando la pequeña nariz de KyungSoo.
-¿Ah?
-Te hemos visto muy "acompañado" últimamente.
-Eso- señaló JongDae.
-¿Y eso significa?... - los tres se veían con los ojos abiertos y un ligero movimiento de cabeza.
-Significa que te hemos visto muy cercano a JongIn y no quiero malinterpretar el tipo de cercanía porque nosotros solíamos tomarnos de las manos, pero nosotros somos 'nosotros' y tenemos ese derecho, pero JongIn, conociendo lo que "sentías".., ¿por qué SENTÍAS, verdad?
-¡Ay! en serio extrañaba su sinsentido- les sonrió.
-Creo que ninguno aquí está hablando de hipotéticos, quiero que me asegures y más que nada que estés seguro que es normal y que 'amigos' es eso. A-M-I-G-O-S. Que no hay nada más allá de lo que mi mente pueda pensar. Que no estas jugando con fuego y que no estas tratando a tus sentimientos, que espero hayan cambiado, como una pelota de playa.
-KyungSoo, no sé qué pasa por tu cabeza o qué sucede aquí- su dedo índice señaló su pecho- pero no te arriesgues cuando has perdido y tienes las de perder.
-De todas maneras vamos a estar contigo.- JongDae palmeo su espalda- No olvides la salida.
JongDae tenía ese presentimiento y Baek también, pero los amigos también están para dejar que el otro aprenda.
Ese no fue el único sermón que recibió, pero fue el más directo hasta el momento. Ni siquiera cuando JongIn comenzó a tomar su mano cada que podía o cuando le rozaba la mejilla con la nariz. Sus amigos no mencionaron más.
La pequeña salida fue auspiciada por la vieja Magui. Y valgan la ironías de la vida, SeHun era quien conducía el vehículo.
-¿Van a subir o apago el motor?
Subieron como pudieron, pero Baek se mantuvo con JongIn y KyungSoo. JongDae tenía cierta molestia al respecto y prefería dejarle el trabajo al otro.
SeHun se había encargado de llenar la camioneta con tres cajas de pizza, sodas y demás chucherías.
No sabían el destino, como la última vez mas SeHun si pudo cantar en esta ocasión.
El ambiente era extraño y nostálgico. SeHun manejaba con altanería y se detuvo cuando el motor no daba más. Todo le salía mal.
Con coraje obligó a los demás a empujar, menos a KyungSoo, a él no se le hace empujar nada.
Moviendo el timón y empujando, llegaron a las faldas del río de su ciudad. Dejaron la camioneta y con un disco salido de la nada, comenzaron a jugar. El círculo andaba de lado a lado, no obstante, sólo tres jugaban con él.
Los otros dos estaban sentados con las puertas abierta de la furgoneta. Ellos veían como los otros jugaban y disfrutaban de la compañía.
Hablaban del filme que estaba por estrenarse y de el último episodio de una serie televisiva. KyungSoo se veía feliz, no se daba cuenta que hablaba y JongIn sólo le observaba. No se daba cuenta de que el otro se concentraba en sus labios o que se iba acercando lentamente. No se dio cuenta hasta que dos almohadillas tocaron sus labios y los fuegos artificiales en su interior comenzaron a explotar.
Entonces los besos nacieron en la vieja furgoneta, bajo la incrédula mirada de sus amigos y las chispas de "amor" que brotaban.
////
Nadie dijo nada. Cada quien continuó con su asunto y listo. Baek y JongDae trataban de estar ahí, cerca, y lo hacían, pero sólo se encontraban con felicidad y coqueteo. Se sintieron felices porque algo se daba por hecho. No preguntaron sólo se alegraron y dejaron pie a la duda.
JongIn y KyungSoo comenzaron a mostrarse como una pareja. Manos entrelazadas, salidas, besos, abrazos, caricias y hasta celos había. Se sentían bien y se veían bien.
Iban creando algo "mágico" que brotaba desde el corazón y se expandía hasta cada parte del cuerpo. JongIn no dejaba a KyungSoo y el otro disfrutaba de la atención. No habían dejado de ser como eran, pero ahí están ese sentimiento que todos de han empeñado en llamar de alguna manera.
Los meses pasaban y más fuerte era todo. Cuán ciego había estado JongIn para no ver a KyungSoo. Se sentía estúpido ya que todo lo que esperaba estaba a lado de él. Siempre dispuesto a escuchar y compartir. Siempre siendo KyungSoo.
Los cachorros de Ágata y Nari nacieron, cinco cachorritos que no podían ser cuidados por los dueños. La señora se encargo de regalarlos, pero KyungSoo conservó al pequeño de ojos alegres y pelaje crema. Lumi.
Tenían dos perros que cuidar. Se la pasaban con ellos en la casa de KyungSoo, llenando a "los niños" de amor y de vez en cuando darle amor a su, ¿amigo?
Si, no había dicho absolutamente nada del tema. Sólo se consentían sin tener un título.
JongIn se dio cuenta que algo estaban haciendo mal, pero lo dejó pasar para "un mejor momento" a parte, se supone que KyungSoo le quiere, no se iría a ningún lado. Era mutuo.
El tiempo seguía corriendo y Lumi era un consentido más. No podía estar sin que sus amos este juntos, se inquietaba si no le daban sus mimos correspondientes y fue difícil que se acostumbrara a no morder cuando no conseguía atención, pero había aprendido a lanzar el recipiente de su comida con el hocico para que le vean. De dónde habrá heredado eso.
Todo el mundo podía ver como esos dos se trataban con afecto. Era una burbuja diferente a las demás. Se sentía correcto.
Pasó un año.
Ya todos estaban acostumbrados a esos dos "cursis", era normal verles en plan amoroso, pero la lluvia llegó junto al compañero de curso de JongIn.
Llevaban dos cursos juntos, a KyungSoo no le agradaba esa persona, siempre dijo que no le daba buena espina y que se traía algo, pero el único que secundo su opinión fue SeHun, quien ya había ingresado y en lo cinco primeros puestos.
JongDae y BaekHyun optaron por no meterse y dejar que la paranoia de su amigo juegue un poco con él.
SeHun hablaba mal del compañerito ese y siempre andaba atento, no chismoso, a lo que hacia el otro. No había nada nuevo. Nada fuera de lo normal.
Sin embrago, los mensajes de texto comenzaron a llegar y gracias a la buena química que tenían JongIn y el otro se hicieron algo así como amigos.
KyungSoo no tenía nada en contra, pero desde las interrupciones, apariciones inesperadas y las pequeñas salidas de ese sujeto y JongIn, todo empezó a caer como dómino.
JongIn hablaba mucho de su nuevo amigo, salía con él aveces y hasta cancelaba salidas con KyungSoo, todo bien. Hasta que las preguntas y dudas nacieron en la mente del bajito y su miedo se hizo real cuando caminando por el campus vio como esos dos se besaban.
Podía ver la espalda de ese sujeto y reconocer la cabellera de JongIn.
El último dómino cayó, los naipes de derrumbaron y colapsó.
Maldito TaeMin.
---
Esto siempre ha sido rápido y resumido, lamento el sinsentido.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro