"Me consumo en estos sentimientos fuertemente" EPILOGUE : Young Forever - BTS

Año 2017

—Cariño, no lo hagas si no puedes. Ya sabes lo que dijo el doctor, si te fuerzas más de lo debido puede que tu pierna sufra un daño irreparable.

—Pero, amor, yo también te quiero ayudar con las cosas en casa. Sé que puedo ser un estorbo en algunas cosas, pero de todas formas quiero ayudarte, no es divertido estar sentado en esta cosa sólo viendo como vas de un lado a otro —se acercó hacia su amada con ayuda de sus brazos que empujaban las ruedas de su silla.

—Lo sé, Jungkook —acarició su rostro con cuidado— ya debo irme a trabajar, te veo más tarde ¿si? Ten mucho cuidado cuando salgas para el centro médico para hacer los ejercicios, si necesitas ayuda para cruzar la calle o para subir una acera muy alta, no temas en pedir ayuda. Y habló en serio, Jeon Jungkook, los dos sabemos que la última vez que te caiste pasaste una mala semana en el hospital.

—Ya lo sé... —agachó su vista— si es muy necesario lo haré, te lo juro.

—Está bien, estoy segura de que lo harás —miró la hora en su reloj de muñeca— Bueno, amor, ya se me está haciendo tarde, la comida esta en la nevera, adiós —Y sin más se marchó.

Esa era su rutina diaria desde hace ya casi un año, los besos robados y los "te amo" ya no calzaban entre tanto ajetreo. Ahora en casa solo había una mujer y un objeto, o al menos así se sentía Jungkook.

Me sentía más que un objeto inservible, solo era un estorbo en su vida y yo sabía que ella también lo sabía.

Su novia tenía que trabajar, cocinar, estudiar y mucho más. Eso ya no era una buena vida, tantas noches pensando en el presente, que nunca imaginó que el futuro le depararía aquello.

Aún era principio de año y las cosas ya estaban así, con mayor razón no quería saber qué pasaría luego.

┅◈┅

—Te amo, pero ya no puedo más con esto —habló mientras lágrimas recorrían su rostro. El año había sido más difícil de lo esperado, su cuerpo y mente ya estaban agotados. Sus pertenencias estaban siendo guardadas en una maleta.

—Amor... Y-yo lo siento tanto, no quería que tu vida se convirtiera en esto, perdóname por haber cruzado aquella noche... si tan solo no lo hubiera hecho esto no estaría pasando —sollozó sin poder hacer nada más, odiaba estar postrado en una silla de ruedas, odiaba no poder moverse como antes, odiaba ver cómo la mujer de su vida se estaba marchando y sobre todo, sabía que ya no la podía retener más.

—Jungkook, no hagas que esto sea tan difícil... No me llames así siendo que ves que me estoy marchando.

—N-no lo puedo evitar, yo también te amo y esto me afecta —cubrió su rostro para que sus lágrimas no fueran tan notorias. Realmente le estaba doliendo la pérdida.

No te vayas, era lo único que su mente podía repetir, pero ahí se encontraba, tirado en su silla destruyéndose de a poco.

—Jungkook, mírame —se agachó tomando sus manos para llevarlas hasta su regazo—. No porque yo me haya rendido tú lo debes hacer, los dos sabemos que eres un chico muy fuerte y valiente —hizo énfasis en "muy"—No te dejes caer, lucha para poder continuar en esta vida, no dejes que nada ni nadie te derrote —besó sus manos como despedida —Tú discúlpame a mí por ser tan débil y no poder continuar con esta rutina... Perdóname, por favor.

Jungkook sollozó con fuerza al ver que en verdad se estaba despidiendo, quien más amaba se estaba yendo de su lado.

La chica se levantó entre sollozos acallados, tomó sus pertenencias y le miró por última vez.

—Te amo, Jungkook —dijo aguantando las ganas de ponerse a llorar ahí mismo, dio media vuelta para por fin poder marcharse, no quería mirar atrás, se sentía como una basura por abandonarle, pero ya no resisitía más.

El ver a su amado decaído, viendo como cada día en vez de mejorar se iba poniendo peor, escuchar como lloraba en el baño al no poder bañarse con normalidad, el no poder alcanzar las cosas con facilidad o el simple hecho de ya no ver su sonrisa, le rompía el corazón enormemente.

—Yo te amo a ti... —observó con ojos llorosos la puerta por la que se había marchado su novia. Ya no regresaría, se había marchado para siempre de su lado.

Y en verdad dolía pensar eso.