No, no fue su noche.

Cuando estaba en el auto de su novia con dirección a su departamento, el teléfono de ella sonó. Mina la dejó en su casa explicando que debía de acudir con su hermana mayor, pues finalmente había viajado a la ciudad después de un tiempo lejos.

Nayeon odió a Momo por un momento.

- Así que estás frustrada sexualmente.

Unos días después, ahí estaba, con Chaeyoung en su habitación y hablando de lo mucho que odia no haber sacado a la bestia de Mina.

- Es que yo sé perfectamente que Mina tiene mucho que dar, la última vez noté que se contuvo bastante.

- ¿Por qué crees que lo hace?

- Ella es muy correcta, demasiado formal. Y sí, me gusta mucho eso pero a veces estaría bien que mande todo a la mierda y me dé con todo.

- Qué sucia eres.

- Me gusta sucio, Chaeng.

- Ugh, cállate.- tapó sus oídos en broma, escuchando el sonido de la risa de Nayeon.- Sólo debes de ser directa.

- Mina se sonroja sí respiramos cerca de la otra, sí le dijera "Oye, necesito que me folles con fuerza" probablemente se muera de la vergüenza.

- Tú lo dices, probablemente. ¿Qué pasa sí eso es lo que ella necesita? Las indirectas no sirven, mucho menos sí la provocas de esa forma. Sólo ve y dícelo sin rodeos.

Y ahí estaba unas horas después, marcando el número de su novia para decirle que quiere tener una cita esa misma noche.

Mina aceptó gustosa, sin saber los planes que Nayeon trae entre manos.

¿Finalmente tendría a Mina follando su coño tan fuerte que la haría gritar? Eso esperaba, porque Mina era buena en el sexo, sabía perfectamente que sería capaz de ir por más sí se lo pedía.

Sólo había que despertar esa parte de su novia.