Capítulo 4
Intenté andar entre la ola de gente, en busca de Hakyeon sin ninguna suerte. Aún con el volumen de la música, escuchaba mi nombre a lo lejos. Cada vez me era más difícil avanzar, el local estaba a rebosar de estudiantes con copas de más y parejas sin ninguna vergüenza. Por ese motivo Wonsik consiguió alcanzarme sin problemas, me siguió hasta la barra donde pedí otro coctel.
- ¿Tan mal lo he hecho como para que huyas así? – Odiaba que me sonriera de esa manera, no me dejaba pensar con claridad mis respuestas.
- La cuestión es ¿Por qué lo has hecho? – En cuanto el barman me puso mi bebida, di varios sorbos seguidos.
- Vamos Taekwoon... Tenía que darle credibilidad a nuestra historia. ¿Así me agradeces que te haya evitado un moretón?
- Sí, me lo has evitado, pero el final no era necesario. – Noté arder mi cara, otro sorbo más.
- ¿Qué pasa? No me digas... que... ¡Te he robado tu primer beso! – Puso la mano sobre su boca, exagerando una expresión de sorpresa. Solté una carcajada falsa.
- ¿A eso lo llamas beso? – Lo reté, aunque yo mismo me sorprendí de lo que acababa de decir. Wonsik amplió su sonrisa y se acercó peligrosamente a mí.
No sé si sería por el efecto de los dos cocteles que me había tomado con anterioridad más este, pero cuando me lancé, literalmente, a su boca no lo pensé dos veces y él me correspondió con la misma efusividad, como si estuviéramos saciando una necesidad que hacía días teníamos guardada.
Aquello que comenzó como un reto, se trasformó en algo distinto cuando intenté profundizar más agarrándole del blanquecino pelo y él a su vez me apegaba más apretando la parte más baja de mi cintura. Nos faltó aire en numerosas veces, pero no nos importó lo más mínimo.
Un clic en mi cabeza me hizo reaccionar, y muy a disgusto me separé.
- No ha sido mi primer beso... pero al menos ha sido uno de verdad. - La cara de sorpresa de Wonsik me hizo reír. - ¿Qué pasa, también ha sido el tuyo?
- No, pero nunca pensé que fueras tan... efusivo. – Y me dedicó la sonrisa más provocadora que había visto en mi vida. – Me gusta.
Intentó acercarse de nuevo, no se lo impedí pero la copa que me terminé de un solo trago, le hizo retroceder. Sentí como bajaba el alcohol por mi garganta, odiaba esa sensación, aun así quise más y aquello me llevó a otra bebida más fuerte, a bailar como nunca lo había hecho y a lanzarme, de nuevo, a aquellos labios que me acompañaron durante toda la noche.
.
Dolor. Eso fue lo que sentí por la mañana. No me atreví a abrir los ojos por miedo a encontrarme en una sala de tortura, pues ese era el único motivo que me venía a la cabeza, si es que aun la conservaba. Lo único que tenía claro era que estaba tumbado boca abajo sobre un colchón, que esperé que fuera el mío, y que mi garganta pedía agua urgentemente.
No aguantaba más, con mucha dificultad levanté mis parpados para visualizar de una manera surrealista una habitación que no era la mía. La luz que entraba por alguna ventana, me hizo volver a cerrar los ojos, era demasiado fuerte, o al menos eso me pareció.
Tuve que contar hasta tres para hacer otro esfuerzo real, y como mínimo sentarme en el borde de aquella cama. Los mareos y nauseas que sentí me hicieron ver que fue un error, pero si no lo hacía me quedaría en ese colchón hasta el día siguiente. Al incorporarme noté con más claridad lo dolorido que estaba mi cuerpo, sobretodo mi hombro derecho.
Parpadeé varias veces para al fin distinguir el lugar donde me encontraba. Era una habitación sencilla con paredes blancas y suelo de madera. En un lado había un escritorio desordenado, con varios papeles y un portátil. En las paredes colgaban varios posters de grupos musicales desconocidos para mí, junto un calendario, algo que me pareció curioso ya que hoy en día con los teléfonos móviles no era necesario tener uno físico.
Me levanté para curiosear y mirarme en el espejo vertical que decoraba una esquina, tenía unas ojeras que me hacían recordar un vampiro si le juntabas el pálido color de mi piel, y hasta ese instante no me di cuenta que me encontraba completamente desnudo, que me dolía el lugar donde la espalda perdía su nombre al caminar, y me temí lo peor al ver los distintos utensilios de placer que rodeaban la cama.
Caí en el colchón de nuevo, intentando asimilar y recordar los sucesos de la noche pasada, pero fue imposible, pues únicamente me venían imágenes de unos ojos verdes y un pelo blanquecino. Wonsik. ¿Estaría en su habitación? ¿Era con él con quien había pasado la noche? ¿Y en qué momento había accedido a ello? No era lo habitual en mí, la última vez que me emborraché fue en el dieciocho cumpleaños de Hakyeon y lo pasé tan mal que me prometí no volver a hacerlo.
Busqué algo con lo que cubrirme, y suspiré aliviado al ver mi ropa interior, el único problema era que de algún modo, estaba colgando de la puerta del armario que había justo al lado del espejo. Corrí hacía ella, como pude, y me la puse en un abrir y cerrar de ojos, me sentí menos vulnerable. En ese instante me percaté del arañazo que tenía en mi espalda, ese era el motivo del dolor en el hombro. Me giré del todo para vérmelo de alguna manera en el espejo, era bastante grande, y tenía rastros de sangre seca. Continué observando mi cuerpo, también tenía algún que otro moretón.
- Lo siento. – Una voz desde la puerta me sobresaltó. – A veces me cuesta controlarme, en ese tipo de situaciones. – Me giré para ver a un Wonsik completamente distinto al de anoche, con el rostro rojo de vergüenza y sin querer mirarme directamente. En las manos sostenía una bandeja con un vaso de agua y un cuenco. Los dejó sobre la mesita de noche. – Bebe algo de agua junto con este caldo, te sentirás mejor.
- ¿Qué pasó ayer? – Dije directamente acercándome a él.
- ¿De verdad lo preguntas? - Sonrió de manera pícara cambiando radicalmente la expresión con la que había entrado. – Si no te acuerdas, podemos repetir. – Y de nuevo lo tenía a pocos centímetros y acariciándome el brazo, me dieron escalofríos.
- No, gracias. – Respondí como pude, pues mi cuerpo sentía lo contrario. Wonsik rio.
- Anoche no decías lo mismo, si no te llego a parar aún estaríamos en la cama y seguramente tendrías algún arañazo más. – Aquello último no lo dijo muy alegre. – Deja que te lo mire. – Y en un movimiento rápido me giró, tocando con la yema de los dedos la herida. – Por suerte no es muy profunda. Iré a por alcohol para curarte y que no se te infecte.
- No es necesario. – Me puse de nuevo frente a él y me atreví a mirarle a los ojos, que mi mente recordaba verdes, y eran de un marrón precioso. – Voy a encontrar mi ropa y marcharme. – Noté mi cara arder mientras la buscaba sin éxito por la habitación. – Esto no es algo que haga continuamente. – Me excusé, levanté varios cojines pero no aparecía nada. Noté como Wonsik miraba cada uno de mis movimientos, poniéndome caza vez más nervioso.
- Me imagino que no te vas con un tío cada noche, no eres de esos. Y tampoco toleras mucho el alcohol, el coctel que te tomaste era el más flojo del local y luego solo te bebiste un par más fuertes. – Se agachó para sacar de debajo de la cama mis pantalones, me los tendió. – Yo bebí mucho más que tú y recuerdo cada cosa que hicimos anoche y te puedo asegurar que disfrutaste bastante. – Le dediqué una mirada asesina mientras me vestía, él solo sonreía. – La camisa la dejaste en el sofá de la entrada, un poco más y no llegamos a mi habitación.
Cada vez sentía más calor y odié que una parte de mi quisiera recordar la noche pasada. Me dirigí sin saberlo a la sala de estar y busqué la prenda que me faltaba, Wonsik me siguió.
- ¿Sabes que me dijiste que dormirías a cambio de repetir por la mañana? – Dijo mientras se apoyaba en el marco de la puerta de la entrada con los brazos cruzados, impidiéndome el paso para poder salir. Bufé cansado, no estaba en mi zona de confort y quería irme en cuanto antes.
- Escucha Wonsik. – De nuevo lo miré a la cara. – Como bien has dicho, no estoy acostumbrado a este tipo de situaciones. Salí anoche por Hakyeon, bebí por no aburrirme como una ostra y...
- Y te acostaste conmigo porque estabas necesitado. Somos adultos Taekwoon no tenemos que poner excusas. Lo pasamos bien anoche, la pena es que no te acuerdes. – Caminó hacia mí y quedó su rostro a milímetros del mío. – Pero ahora que estas sobrio, podemos repetir. – Me robó un beso rápido. – Te haré recordar todo.
Mis piernas flaqueaban, me tuve que sujetar al sofá para no caer. Intentó volver a acercarse, pero mi parte lógica ganó esta vez y lo esquivé. Yo no era así y la noche anterior me dejé llevar, no pensaba volver a cometer el mismo error. Escuché una carcajada a mi espalda mientras abría la puerta, me giré.
- Adiós Wonsik. – Salí pero antes de cerrar asomé la cabeza. – Y yo no estoy necesitado. – Bueno, tal vez un poco, pensé.
*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*
Como este finde lo tengo completo, actualizo hoy.
¿Que habrán hecho estos dos? Vaya nochecita!
Espero que os haya gustado el capi ^^
Gracias por leer oo(*o*)oo
Us saranghae!!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro