Capítulo 3
Y llegó la semana de los exámenes parciales, Hakyeon y yo andábamos entre libros todos los días, únicamente nos veíamos en la hora del almuerzo para despejarnos y charlar, el problema era que parecía que no se podía hablar de otra cosa más que de Wonsik. Me insistió varias veces en que fuera a verlo a la biblioteca, y que saliéramos a tomar algo para conocernos mejor ya que mi amigo tenía muchas ganas de tener una cita doble.
Seguí sin hacerle caso, aunque no voy a negar que el chico fuera atractivo y no me importaría llegar a algo más con él, pero nuestro primer encuentro no fue muy agradable y sería algo incómodo entablar una conversación que no incluyera los acontecimientos de aquella noche, pues aunque quisiera olvidarlo, me era imposible.
Llegué al aula donde mi profesor me esperaba para las pruebas individuales de piano, hoy iba a presentar la canción en la que tanto he trabajado y que sumaría puntos extras en las evaluaciones finales. Entré y el señor Lee me esperaba junto al piano, me sentía algo nervioso, pues aún no estaba convencido del todo con algunas partes de la melodía.
Aunque me supiera la partitura de memoria, la coloqué delante del majestuoso piano y en cuanto me dio la señal, comencé con las primeras notas. Mis dedos conocían a la perfección cada tecla y tomando el control, me olvidé de todo, sintiendo el sonido, introduciéndome en aquello que realmente me apasionaba y siendo yo mismo.
En cuanto terminé con la última nota el profesor Lee me miró satisfecho.
- Como siempre Taekwoon, un trabajo impecable. Sin duda serás un gran compositor, tienes mucho talento.
- Gracias profesor. – Sonreí.
- Solo te daré un pequeño consejo, créete lo que tocas. – Le miré extrañado. – Sin duda es una melodía preciosa y no has tenido ningún fallo, pero hay algunas notas forzadas, no sé si me explico bien. – Perfectamente, pensé.- Digamos que las has añadido para que queden bien con el resto de la canción y no porque realmente quisieras.
No se equivocaba para nada, semanas de preparación y habían muchas partes que no terminaban de encajar y por consiguiente no las tocaba como a mí me gustaría. El señor Lee era un gran profesional y no cualquiera podía notar como me sentía delante del piano.
- Por supuesto no te voy a suspender, pero me gustaría ver algo más de ese talento que tienes, espero que me lo demuestres en los finales, Taekwoon.
Yo también sabía que podía sacar más de mí, pero no sabía cómo. Tal vez Hakyeon tenía razón y tendría que encontrar un "muso" que me sirviera de inspiración en mis canciones.
Me despedí del profesor y salí del aula de música emitiendo un suspiro, pues aquella era la última prueba y al fin podría descansar hasta ver los resultados de los exámenes.
- Así que eras tú el que tocaba el piano la última vez... - Esa voz grave que aún permanecía en mi cabeza me sorprendió detrás de mí. – No está mal.
Me giré para encontrarme con el motivo de mis constantes distracciones en algunos momentos del día, Wonsik me sonreía con los brazos cruzados.
- Tienes buen oído a pesar de estar las aulas insonorizadas.
- Algo así, pero también te escuché la noche que nos conocimos.
- Claro... lo oíste desde la calle, a través de las paredes y estando mi habitación en la parte más lejana de la casa. Ni siquiera Hakyeon lo escucha. ¿Qué eres un superhombre o algo así? A parte de curarte rápido ¿También vuelas?
Se quedó un rato callado y pensativo, así que estuve dispuesto a irme.
- Lo de volar no estaría mal. – Sonrió.
- ¿Verdad que si? Pues ves practicando.
- Vamos Taek, no te enfades... - Me puso ojos de cachorrito y odié que me pareciera adorable. – ¿Hacemos las paces? – Me tendió la mano y no sé por qué, le correspondí. -¡Genial! ¿Nos vemos esta noche?
.
Odiaba ser tan débil, pero Hakyeon tenía una gran capacidad para convencerme de casi cualquier cosa. Por ese motivo me estoy volviendo loco intentando escoger que camisa ponerme para salir esta noche. Habían organizado una fiesta, otra de tantas, pero esta vez para celebrar el fin de los exámenes parciales y todos estábamos invitados. Nunca había asistido a ninguna, y nunca tuve intención de hacerlo, pero esta vez mi compañero de piso me hizo una oferta que no podía rechazar, pues de aquí a final de curso se ofreció a hacer la colada, algo que yo odiaba desde lo más profundo de mi ser.
Otro motivo oculto, que Hakyeon desconocía y yo no quería aceptar y aun así lo reconocía era que Wonsik también estaría allí.
- ¡Woonie! ¿Estás listo? – Gritó mi amigo detrás de la puerta de la habitación. La abrí. - ¡Vaya! Que guapo te has puesto.
- No exageres, tampoco me he arreglado tanto.
- Lo que tú digas, pero me sé de alguien al que se le va a caer la baba en cuanto te vea. – Sonrió mientras nos dirigíamos al coche, le seguí.
- ¿De qué estás hablando?
- Wonsik, esta mañana me ha preguntado por ti. – Entró ocupando el asiento del conductor y dejándome con la palabra en la boca. Rápidamente me senté en el lugar del copiloto, me quedé mirándole esperando a que siguiera. – Solo me ha dicho que donde estudiabas y yo amablemente le he respondido. ¿No te lo has encontrado?
- No. – Mentí.
No me apetecía escuchar a Hakyeon todo el camino hablando de él, pero mi amigo se ponía muy pesado con el tema y yo prefería negarlo antes que contarle nada y si le decía que había hablado con él antes, me pediría detalles.
Por suerte llegamos al lugar de la fiesta sin más preguntas, era una nave industrial convertida en discoteca. Estaba abarrotado de gente, y tuvimos que hacer algo de cola para entrar pero al fin llegamos a la barra, donde después de varias llamadas para aclararnos, nos encontramos con Ken. Hakyeon se separó de mi lado para echarse a sus brazos, como si hiciera días que no se veían. Se fundieron en un apasionado beso que me hizo querer irme de inmediato, y estuve dispuesto a hacerlo cuando Ken me habló, cambiando su alegre expresión a una completamente seria.
- Hola Taekwoon, no te esperaba por aquí. – No estaba muy contento.
Nunca le caí bien, en ese culebrón yo tenía el papel de mejor amigo pero también rival del protagonista, el que tuviéramos las mismas preferencias no gustó nada al novio de mi amigo, por mucho que Hakyeon le dijera continuamente que éramos como hermanos.
El ambiente no era para nada agradable, por mucho que Hakyeon lo intentara, así que decidieron irse a bailar y yo me quedé en la barra con mi coctel. No era de beber alcohol, pero aquél tenía un sabor dulce que me gustó y no me importó pedirme otro. Las canciones pasaban una detrás de la otra, di sorbos a mi bebida poco a poco para que no se terminara y cada vez estaba más aburrido y arrepentido de haber venido.
Una parte de mi esperaba encontrarse con Wonsik, pero entre tanta gente era misión imposible, y no llegamos a tal punto como pedirnos el teléfono, así que perdí toda esperanza de verlo esta noche.
Mi intención era decirle a Hakyeon que volvía a casa, tenía dinero para un taxi así él no se tendría que preocupar por mí. Lo situé bailando de una forma algo comprometida con su novio e intenté acercarme a ellos, pero unas manos en mi cintura me lo impidieron. Noté como alguien se apoyaba en mi espalda y ponía la cabeza en mi hombro.
- Sé que llevas toda la noche mirándome. – Aquel susurro en mi oreja me dio escalofríos, me giré para ver de quien se trataba.
Una chica, con cara adorable pero maquillada hasta tal punto que seguro que nadie la reconocería si no lo tuviera, unos tacones que la ayudaron a llegar a mi hombro y tan poca ropa que no dejaba mucho a la imaginación, me miraba con una sonrisa, a su parecer, seductora.
- Creo que te equivocas. – Le dije con toda la amabilidad del mundo.
- Vamos, no seas tímido. – Me rodeó el cuello con sus manos intentando acercarse. – Lo estás deseando.
- ¡Yang Mi! – Gritó una voz masculina a nuestro lado. La aludida se sobresaltó, pero en cuanto miró de quien se trataba me apegó más a ella. – Lo acabamos de dejar y ¿ya estás con otro?
- ¡Sí! – Dijo completamente convencida. El chico me dedico una mirada furiosa.
Yo estaba algo aturdido, intenté zafarme de su agarre, pero para ser tan pequeña tenía mucha fuerza.
- Disculpad, creo que hay una confusión. – No quería peleas, y menos con un hombre que me sacaba casi dos cabezas.
No me escuchó, en un movimiento rápido me arrebató con fuerza a la chica y levantó el puño. Cerré mis ojos como si de esa manera pudiera evitar el golpe, nunca en mi vida había pegado a nadie, y en contra de esta torre tenía todas las de perder, así que preferí un moratón en el ojo a una guerra sin sentido.
Esperé un puñetazo que nunca llegó, abrí los ojos para encontrarme con la espalda de alguien que impedía con su mano que el chico me golpeara, fue fácil reconocer aquel pelo blanco.
- Deberías controlar más a tu novia. – Wonsik consiguió que el gigante bajara la mano y lo mirara sin entender como había podido parar su puño. Giró su cabeza hacía mí. - ¿Estás bien?- Asentí. – Bien, y tú... – Ahora se dirigía a la chica. – ¿Porque te las lanzado a los brazos de mi chico?
En ese instante no sabía quién de los tres estaba más sorprendido, si la pareja de delante nuestro o yo mismo en cuanto Wonsik se acercó a mí, colocó sus manos en mi nuca y posó sus labios sobre los míos.
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Ainss que se nos pone interesante y todo... como me gusta esto a partir de aquí :)
Us Saranghae!!
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