—Te rechazo— meliodas suspiro por cuarta vez consecutiva siendo perseguido por sus mejores amigos en los largos pasillos de su empresa.

—Dijo que había quedado con una amiga, no la juzgo —

—Si tu lo dices, creo que te mintió— meliodas alzó una ceja deteniendo su andar y dirigiendo su mirada hasta sus amigos, no comprendía ¿por qué le diría que no si esta mintiendo? ¿No le agradaba? ¿Fue precipitado? ¿Dijo algo que la molesto?

—¿Por qué lo haría? —

—No lo sé, no leo mentes amigo mio— quizá en verdad le había mentido y en realidad se había ido a coger con alguien más. Ese pensamiento le heló la sangre y le hizo apretar los puños, esperaba que no fuera eso