—Esto es una mala idea— susurro apenas estuvo adentro de ese lugar, tenía un bello póster donde aparecían de un lado una mujer en un traje revelador y de el otro un hombre con un traje de cuero extraño. Adentro, el lugar apestaba a alcohol y cigarro mientras había música electrónica con la que ciertas mujeres hacían sus show y otras solo atendían las mesas seduciendo a muchas personas—Chicos no creo que...—

—Calla y agacha la cabeza, si alguien te reconoce se armara un chisme— eso era verdad, quizá por eso lo habían traído vestido con una sudadera roja, parecía un adolescente caliente que quería ver muchachas bailar en un tubo cuando en realidad solo quería salir de ahí

—¿Desean algo de tomar guapos?— levantó ligeramente la cabeza al escuchar esa voz tan dulce y sexy a la vez, frente sus ojos había una mujer albina en un ajustado traje de conejita negro que hacía resaltar sus piernas esbeltas y apretaba su cintura. Se le oscureció la mirada y le aceleró el corazón a tal velocidad que no se la creyó