Giró lentamente, y, a pesar de saber con que se encontraría, no pudo evitar jadear. 

Allí estaba él, Vegetta, la persona de la cual estaba enamorado, mirándolo con sus ojos completamente rojos e incluso más brillantes la vez anterior y con una espada de diamante apuntando a su cuello. 

Okey, right ... what did we do the last time this happened? We hit him with a shovel on the head... Yes !! We just have to do it again!! But it's threatening us!! Then we must think about how to make him lower the sword!! 

-¿En qué tanto piensas dulzura? ¿Acaso me temes? No deberías hacerlo, mientras no vayas contra mi...- Vegetta bajo su espada suavemente sonriendo, el tono de su voz era fuerte y seguro y burlesco, inclusive malicioso, como si estuviera completamente seguro de que podría hacer lo que quisiera sin consecuencias. 

Y Luzu cometió el error de estar nervioso. 

Hizo aparecer en sus manos aquella pala que siempre tenía en su inventario y arremetió rápidamente contra su amado, buscando un golpe certero para que el otro cayera inconsciente, queriendo terminar con aquello lo más rápido posible. 

Vegetta ni siquiera se inmuto, simplemente levantó su espada y con un golpe plano y un giro elegante le desarmo y su pala de diamante cayó repiqueteando en el pasillo lejos de él, dejándole indefenso. 

-Eso no servirá esta vez amor- Le sonrió a Luzu y después su miraba se volvió seria -Cogedlo- Antes de que el chico pudiera reaccionar, los cuerpos de Willy y de Frank se movieron en sincronía para sostenerlo e impedir que se moviera, cada uno sujetándole un brazo. 

-Vegetta, Samuel...- Comenzó a hablar, nervioso y sin saber que más hacer -Por favor, tú no eres así, sé que no quieres hacer esto...- Fue interrumpido por una gran carcajada. 

-¿Qué no quiero hacer esto? ¿Realmente crees que me conoces?- Se acercó a Luzu de forma lenta y amenazante, sonriendo en todo momento con burla -No me conoces de nada, no sabes lo que pienso, o como me siento ¡¡Amo hacer esto!! Ver como los demás están completamente a mi merced y bajo mi control... no tienes ni idea de lo poderoso que soy y jamás me ganarías en una pelea- Luzu comenzaba a sentirse inútil y débil de repente -No importa si posees los mismos poderes que yo, no conoces la mitad de ellos, no sabes usarlo, tengo muchos años de conocimientos y experiencias por delante de ti- No lo escuches, esta intentando manipularte ¡No le hagas caso! -Pero...- Luzu levantó la mirada rápidamente, la voz de Vegetta había sonado suave y dubitativa por un momento, y el de ojos heterocromáticos pudo apreciar como el rojo de aquellos ojos cambiaba ligeramente a rosado. 

-Pero... ¿Pero qué?- Quizá debió de permanecer callado, pero las palabras simplemente salieron de su boca sin que pudiera detenerlas. 

-No puedo matarte, no... ni hacerte daño... eres precioso- Vegetta se acercó al rostro de Luzu, observando como el chico se sonrojaba un poco, y sonrió de forma coqueta -Eres mío completamente, si tan solo no fueras tan amable... podrías gobernar a mi lado- Aunque Luzu se sentía avergonzado, asustado, y extrañamente halagado, no pudo evitar hablar.

-¿Gobernar a tu lado? ¿Y qué? ¿Sería tu Reina?- Vegetta, con sus ojos rojos brillando otra vez, sonrió. 

-O mi Rey, ya sabes, con alguien como tú no me molestaría ir debajo, daría lo que fuera por complacerte, me rendiría eternamente a tus pies y asesinaría a cualquiera que se atreviera a llevarte la contraría...- De rojo pasaron a rosados nuevamente ¿Qué estaba sucediendo con eso? ¿Qué le pasaba a Vegetta? 

"Eres mi mayor fortaleza y mi mayor debilidad, cualquier cosa que quieras yo te la daré, así funciona esto, soy débil ante ti y soy fuerte por ti" Él... Él nos ama, e incluso sintiendo que tiene todo el poder del mundo nos sigue amando... 

No nos puede hacer daño, hemos encontrado una ventaja... ¿Y eso qué? No podemos solo atacarlo, tiene nuestra espada y la pala esta muy lejos, además de que nos están sujetando... Tienes que engañarlo, tenemos que hacer que nos liberé de ellos... ¿Cómo hago eso? Él siempre sabe cuando miento... Entonces no tenemos que mentir... ¿Qué? Tenemos un lado así, igual que él, lo sabemos, siempre lo hemos sabido, y lo hemos aceptado... Tengo un lado oscuro... 

Un cosquilleo recorrió a Luzu, se sintió extraño, como si algo hubiera cambiado de repente. Sus orejas de león habían aparecido y las marcas alrededor de sus ojos también, incluso la cola había aparecido, podía sentirla, pero no era la transformación lo que se sentía raro.

El castaño abrió sus ojos y por un momento pudo mirar su reflejo en la ventana, un híbrido de león con mirada decidida y un brillante par de ojos completamente rojos. 

Tengo un lado oscuro... Y es momento de sacarlo a flote...