78- Preocupaciones y Un "Si Quiero"
Tuvimos la suerte de que a Vegetta realmente no le preocupó lo que estuviéramos ocultando, ya que durante el resto de la tarde no dijo nada sobre el tema, y cuando nos fuimos a acostar tampoco me pregunto nada, aunque si parecía pensativo.
-¿En que tanto piensas Vegettoide? Puedo sentir tu angustia- Me miró con una pequeña sonrisa triste y se acomodo en la cama.
-Supongo que tengo miedo, sobre lo que hablabas con los chicos... o tal vez tengo miedo sobre lo que pudo decir Willy al despertar...- Después de hablar se mantuvo callado, simplemente mirando los corazones colgantes de alrededor de su cama.
-No lo entiendo Vege ¿Exactamente qué se supone que ellos tendrían que haber dicho? ¿A que le temes?- Lo vi suspirar y volvió a sonreír con tristeza, todavía sin mirarme.
-Saben lo que soy capaz de hacer, acaban de ver una presentación directa de como puedo manipular a una persona ¡¡A mi mejor amigo!! ¿Cómo sé yo que ellos no dudan de mi? ¿Cómo puedo estar seguro de que no desconfían? ¿De que no me odian o piensan que los estoy manipulando para estar a mi lado? ¿Cómo puedo estar seguro de que tú no lo piensas?- Movió sus manos, gesticulando y expresando la angustia y el nerviosismo que guardaba dentro suyo.
-Amor, estoy contigo por que te amo, por decisión propia, igual que los demás, todos te apreciamos y todos confiamos en ti- En cuanto apoye mi mano en su hombro en señal de apoyo se giró a mirarme, el pánico dominaba el brillo de sus ojos.
-¿Cómo puedes estar seguro? ¿Realmente crees que ahora mismo no te estoy manipulando? ¿Confías que no me estoy metiendo en tu mente cuando no te das cuenta simplemente para que hagas lo que yo quiera? ¿Por qué lo haces?- Sentí una presión en el pecho, su preocupación aumentaba con cada palabra que salía de su boca y podía ver las lágrimas asomarse por sus ojos.
Tenía que silenciarlo ¿Pero cómo? Seguí la idea de la primera escena que se me vino a la mente y lo besé.
Callando a nuestro compañero con un beso ¡¡Eso si es una buena idea!!
-Estoy seguro, completamente seguro, por que nadie que tuviera la oportunidad que tú tienes, confesaría sus preocupaciones y dudas de esa manera, confió en ti, y quiero que tú confíes en la fe y la confianza que te profesamos los demás- Admire como se sonrojaba levemente y se reía nervioso.
-¿Profesar fe? Lo dices como si fuera una especie de deidad, y yo no soy un di...- Lo volví a callar con un beso y me aseguré de que después me mirara a los ojos.
-Lo eres, lo somos, ambos, juntos, somos los dioses oscuros del pueblo, somos las deidades mortales que tienen el poder de los espíritus y la naturaleza, somos aquellos quienes realmente protegerán el pueblo y se aseguraran de que nada pueda vencernos y destruirnos- Me miró sorprendido y luego sonrió, tomando mi mano entre las suyas como ya muchas veces antes había hecho.
-Entonces ¿Yo soy un Dios?- Asentí sonriendo, él soltó una risilla y se acercó un poco más a mi -¿Y tú eres un dios?- Asentí, riéndome también por algún motivo, sintiendo como la felicidad nos embargaba a ambos -¿Somos los dos Dioses Oscuros?- Por tercera vez asentí, él se acercó y planto un beso suave en mis labios -Entonces... sé que no es el mejor momento, pero no me arriesgaré- Lo mire con una ceja alzada y sonriendo ¿Qué esta planeando? -Luzu, Borja Luzuriaga, tú, mi compañero, mi Dios Oscuro ¿Quieres ser mi pareja? ¿Quieres pasar el resto de tu vida a mi lado? Protegeremos el pueblo y a todos nuestros amigos, venceremos en esta batalla, tengo la intención de amarte y cuidarte por lo que quede de mi inmortal vida, de casarme contigo en algún momento, de estar nervioso en el altar esperando tu "Acepto"...- Sus ojos brillaban otra vez, ahora con alegría y la mayor sinceridad que había visto nunca.
Solo con su mirada sentía que me perdía y me volvía a encontrar, me sentía querido, protegido de todo lo malo que pudiese suceder, como si fuese un sueño, pero consciente de que todo era real.
-Luzu... ¿Quieres ser mi novio?- Sonreí, sintiendo su nerviosismo, mi nerviosismo, y nuestros corazones ir a mil por hora.
-Si quiero-
Y lo volví a besar.
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