75- Batallas Físicas y Mentales
Eran las 4 de la tarde, el sol brillaba con fuerza y a pesar de aquello una refrescante brisa helada recorría la zona.
Mientras salíamos para ver a los dos chicos posicionarse para la pelea intente pensar en una mascota que pudiéramos regalarle a mi Vegetta.
-Buah chaval, esto va a ser epiquísimo...- Los noobs, junto con Alexby, Fargan y Rubius saltaban de la emoción, Auron cubría su sonrisa con la sudadera blanca que tenía, Mangel y Elyas estaban a mi lado, sonriendo de forma tranquila, pero claramente también interesados en lo que pasaría y Lolito sonreía de forma psicópata con sus ojos brillantes de antelación.
Willy y Vegetta se pararon en un espacio vació del patio, uno frente al otro a metro y medio de distancia, ambos con las espadas en mano y una sonrisa victoriosa en el rostro.
-Vamos a seguirles el rollo- Elyas murmuró aquello y luego se ganó en medio de los dos chicos, mirando de frente a los demás quienes ya estaban acomodados -¡¡Señoras que no hay y señores!! ¡¡Bienvenidos a la demostración de lo que es una verdadera pelea!! ¡¡La batalla que todos deseábamos en secreto y no tan en secreto!! ¡¡Por favor, un fuerte aplauso para los guerreros Guillermo Díaz, alias Willyrex y Samuel de Luque, alias Vegetta!!- El ambiente se llenó de vítores, aplausos y risas por parte del "público", luego de que Elyas hiciera una reverencia y saliera de en medio, Willy y Vegetta se miraron y al mismo tiempo, simplemente moviendo la boca y sin decir nada en voz alta, contaron...
Tres...
Dos...
Uno...
Un sonido metálico resonó por encima de cualquier murmullo de los chicos y los silenció, no pude ver cuando se movieron los dos y en que momento sus espadas se habían detenido mutuamente en el aire. Un micro segundo después Vegetta fue el primero en moverse, balanceando su espada con una extraña delicadeza, dispuesto casi a partir a su mejor amigo por la mitad, Willy retrocedió con un giro y detuvo su golpe nuevamente.
Cada vez que sus espadas chocaban ellos realizaban un movimiento; Un paso hacia atrás, un giro, un balanceo de la espalda, un salto hacía un costado o hacia adelante. Parecían danzar de alguna manera, ambos con movimientos elegantes y precisos, con la mirada deseosa de sangre en los ojos.
Se movían anticipando el movimiento del otro, esquivando y atacando de una forma tan precisa que resultaba inclusive hermosa.
Willy tenía razón, pelear con mobs no es lo mismo que pelear con otra persona, Vegetta se mueve de una manera muy distinta...
-¿Qué pasa Vegetta? ¿Acaso intentas ser un buen samaritano? ¿Por qué no ocupas tus poderes?- Willy se burlaba ligeramente de Vegetta, deteniendo y esquivando sus golpes, los chicos corearon un "Oh..." que pareció motivar a Vegetta.
-No te preocupes compañero- Sus ojos se volvieron de un rosado extraño, sin ser violetas ni rojos -Solo esperaba el momento adecuado- Sin que Willy lo viera una raíz creció en el suelo, haciéndole tropezar. Solo su reacción rápida para girar lo salvo de una puñalada en el pecho, pero no le sirvió de mucho, pues de un árbol cercano crecieron ramas que comenzaron a sostenerlo de los brazos y las piernas.
-¿Pero que...?- En un movimiento por parte de Vegetta, Willy perdió su espada y quedo completamente desprotegido, o al menos eso parecía -No quería tener que usar esto...- Un pitido extraño sonó desde su mano y una explosión destruyo el árbol, y Willy recuperó su espada rápidamente.
-Vaya... sabía que tenías trucos así, vamos a ver cuantos te quedan- Sin moverse del lugar, Vegetta levantó su brazo y un montón de árboles surgieron de la nada, Willy debía esquivarlos para no salir herido o para que no lo atrapasen. Cada cierto tiempo un pitido sonaba desde la mano de Willy y una nueva explosión se hacía presente en el escenario de batalla.
-Hmm- Vegetta hizo una mueca, sus ojos se volvieron ligeramente más rojos y sonrió, inmediatamente todos los árboles se hicieron más pequeños, como regresando en el tiempo, y desaparecieron en la tierra.
-¿Qué... pasa Vegetta? ¿Ya... ya te cansaste?- Willy respiraba con dificultad, pero sonreía de forma burlona todavía, Vegetta solo le devolvía la sonrisa.
-Que va chiqui, tú estas más cansado que yo ¿Has flojeado un poco no? Se ve que estás oxidado, además no quiero que termines explotando toda mi casa, así que esta pelea se detiene ahora- Avanzó unos cuantos pasos para ganarse frente a su amigo.
-¿Qué? ¿Te rindes acaso?- Todos miraban expectantes la escena, probablemente alguno pensaría que realmente Willy podría ganar.
Con los ojos rojos, esta pelea ya esta decidida...
-No, tú te rindes- Willy abrió los ojos sorprendido, luego hizo una mueca, parecía intentar luchar contra algo en su mente -Sabes que quieres hacerlo Willy, estás cansado, has dado un buen espectáculo y demás, pero solo quieres terminar la pelea y descansar- Los demás abrieron los ojos sorprendidos, pude ver un brillo de admiración y reconocimiento en los ojos de Auron.
-Yo... no quiero...- Willy cerró sus ojos y apretó sus manos contra su cabeza, parecía dolerle mucho, Vegetta en cambio seguía sonriendo, relajando su respiración cada vez más.
-Claro que quieres ¿Por qué lo niegas? Has luchado, pero ya es tiempo de parar, todos lo entenderán, saldrás de aquí con todo el honor y la dignidad- Willy se quejó, cayendo de rodillas con la espada a su lado.
-No... yo... yo no...- Fargan y Rubius, parecieron alterarse un poco, se tensaban en el lugar en donde estaban sentados.
-Deja de luchar, será más fácil, no estás entre enemigos, nadie te dañara si descansas... confía en mi compañero, solo ríndete y yo te protegeré, estaré a tu lado...- Willy se calmó automáticamente, la pelea mental que parecía estar teniendo se detuvo de inmediato y todo rastro de lucha o dolor se borro de su rostro, con una expresión de calma tomando su lugar.
-Me rindo...-
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