70- Riesgo: Una Eternidad En Su Mente
La escena frente a él era increíblemente solitaria y silenciosa.
Simplemente veía a Auron tirado en el suelo oscuro, con aspecto cansado, resignado y derrotado, sus muñecas estaban apresadas por cadenas y no había absolutamente nada más que negrura a su alrededor.
-He creído que eras el traidor, te he odiado por tantos motivos, te he culpado, he deseado que te pasaran tantas cosas malas cuando he visto que Luzu daba tanto por ti y por defenderte... Joder...- El tono de Auron era bajo, murmuraba con tanta tristeza incluso teniendo una sonrisa cansada en su rostro.
-Ya... es lo que tiene, es difícil pensar cuando estas enamorado y no quieres admitirlo, los celos que no entiendes, los deseos que no comprendes... y además hay que sumarle el hecho de que no solo no quieres admitirlo, sino que tienes demasiado ego como para siquiera pensar en otros antes que en ti- Vegetta se sentó con las piernas cruzadas frente a la figura de Auron.
-No tuve que desconfiar de ti, pero no podía soportarlo... eres tan perfecto, no importa que suceda, ellos siempre confían en ti, sin importar que digas o hagas, y has podido amar a Luzu de la única manera en que yo nunca he hecho... es que lo tienes todo ¿Cómo no odiarte?- Vegetta se rio suavemente, Auron levanto la mirada para verlo extrañado.
-No soy perfecto, nadie lo es, y si te sirve de consuelo, técnicamente si soy el traidor- El encadenado lo miro sorprendido -Los dioses me crearon para servir a la gente y seguir sus ordenes, mi deber era hacer de Karmaland el mejor pueblo de todos, en donde todo el mundo estuviera feliz, ellos llamaron a los demás héroes, pero cuando estos empezaron a bromear y molestarse entre si, los dioses decidieron que yo estaba fallando en mi propósito, así que me presionaron, me hicieron dejar todo lo que amaba y quería solo para hacer felices a otros, incluso intentaron borrarme la memoria, son mis padres y nunca me mostraron cariño, para ellos solo fui una herramienta, y para su mala suerte resulte defectuoso y poderoso- Esta vez Vegetta bajo la mirada y se levanto suspirando -Esas cadenas que ahí tienes solo tú puedes quitarlas, los dioses se han aprovechado de tu ego y tus celos para tenerte bajo su control, has aceptado voluntariamente su mano, así que nada puedo hacer yo- Y con eso le dio la espalda a Auron y comenzó a caminar lentamente hacía la oscuridad, desvaneciéndose poco a poco.
El chico de Slime se quedo ahí tirado, mirando sus manos y sus muñecas encadenadas en silencio y pensando...
Esas cadenas de ahí solo tú puedes quitarlas.
Pensó en Luzu, en su sonrisa cada vez que lo veía, en aquellos brillantes ojos azules que tenía y en el dolor con que lo miraba cuando fue a verle después de votar a Lolito.
¿Realmente merecía librarse de esas cadenas? ¿Valía él la pena siquiera? Había traicionado a quien estaba enamorado de él, había manipulado a su mejor amigo para que fuera un político corrupto solo por diversión, se había puesto siempre a si mismo antes que a los demás, se negó a ver la verdad a pesar de saber que estaba ahí ¿Debía intentar volver realmente? Era una persona horrible, solo había dañado y manipulado a la gente a su alrededor...
-Eres una horrible persona y un manipulador de primera, si, pero créeme que afuera de este lugar todavía ahí gente que te quiere y que a pesar de todo se preocupa por ti- Auron levanto la vista para ver a Triple 7 frente suyo, apoyado en la nada con los brazos cruzados.
-¿Tú no te habías ido?- Vegetta sonrió y levanto su mano, mostrando un símbolo extraño de color verde y azul.
-Estamos en tu cabeza, hasta que tú no despiertes yo no me puedo ir de aquí, solo puedo oír tus pensamientos y volverme invisible ante tus ojos- Al terminar de hablar el oji morado volvió a desaparecer de su vista y apareció un minuto más tarde a su lado sentado otra vez en el suelo. Auron no dijo nada ante esto, simplemente bufó y volvió a sonreír.
-Lamento decirte triple 7 que pasarás lo que queda de tu vida aquí, no voy a volver- Ambos miraron a la lejanía, a la oscuridad profunda.
-¿No? ¿Por qué no?- Vegetta se giró para volver a mirar a Auron -No eres un santo, eso lo saben todos, pero nadie en Karmaland lo es en realidad, lo creas o no, yo tampoco me salvo de ser manipulador, y soy peor que tú, por que yo siempre supe todo lo sucedía en Karmaland y nunca hice nada para evitarlo, los ataques de la hermandad oscura, el hecho de que ibas a votar a Lolito, que Luzu te convirtiera en Slime...- Auron miro a su acompañante sorprendido.
-¿Realmente sabías todo eso?- El ex líder de héroes asintió -Vaya... Pero aún así... no lo sé calvo...- Vegetta suspiro ante su respuesta.
-Hagamos una cosa, te contaré todo de mi cuanto quieras saber y a cambio me darás la respuesta de la pregunta que me hagas también ¿Vale? Simplemente charlaremos un rato y luego veremos- Auron hizo un movimiento afirmativo con la cabeza, ligeramente confundido.
-¿Estas dispuesto a quedarte aquí encerrado por siempre junto conmigo?- Ante la sonrisa afirmativa de Vegetta se sintió extrañamente conmovido de una forma que nunca antes había sentido.
-Créeme Auron, lo estoy-
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro