68- Y Al Final No Fue Perfecto...
El lugar al que me había traído Vegetta era precioso, un pequeño kiosco rodeado de madreselvas y arboles coloridos, decorado con pequeñas linternas por aquí y por allá que iluminaban mágicamente el lugar junto con los anaranjados rayos del atardecer.
Esto parece de novela... Creí que cosas así eran imposible que existiesen... En Karmaland nada es imposible...
-¿Cuanto has tardado en hacer esto Vegettoide? Debe de haberte tomado horas...- Me sonrió y tomando mis manos me guió hasta el kiosco, es donde nos sentamos al lado del otro.
-En realidad, como ya debes de haber supuesto, le pedí ayuda a las chicas, estuvimos toda la mañana trabajando en esto, quería que quedará perfecto para ti ¿Te gusta?- Me volveré un tomate por segunda vez en el día... Deberíamos plantearnos seriamente eso de ser el gemelo de ese chico Lexosi Una sonrisa se plasmo en mi cara.
-¿Qué si me gusta? ¡¡Me encanta!! ¡¡Es algo realmente precioso!!- Me recosté en su hombro suspirando Me siento como un tonto enamorado en un cuento de hadas Somos un tonto enamorado en un cuento de hadas, y hablando de hadas ¡¡Mira!! Levante mi mirada rápidamente -¿Esas son... Hadas?-
Vegetta a mi lado se rio suavemente, moviendo la cabeza en señal de afirmación -Les gustan los lugares iluminados y las madreselvas, Lanita lo descubrió y pensó que serían una gran sorpresa para ti, pero no vamos a atrapar ninguna...-
-Por que es ilegalisimo, lo sé Vegettoide- Vegetta se rio otra vez.
-No Luzu, no vamos a atrapar ninguna por que son espíritus de la naturaleza, merecen vivir libres de volar y no en un frasco, por eso se supone que es ilegal tener una, en el mundo de los espíritus de la naturaleza es como una especie de secuestro- ¿Qué?...
Luego de la sorpresa de esa explicación comenzamos a hablar tranquilamente, hasta que decidí hacer la pregunta de la que tanto quería respuesta.
-Vegettoide... ¿Por qué hiciste todo esto? Quiero decir... además de querer sorprenderme y demás...- Lo mire a los ojos mientras esperaba su respuesta.
Él se sonrojo, pero en ningún momento dejo de sonreírme -Creo que es bastante obvio... quiero preguntarte... Luzu... ¿Te gustaría...- Un trueno interrumpió su pregunta y nos hizo saltar y tensarnos. Un escalofrío y una sensación extraña me recorrió, se sentía igual a...
-Los dioses- Vegetta se había parado y sostenía una espada con fuerza mientras miraba el cielo con furia -Están atacando...- Otro rayo alumbro el cielo ligeramente nocturno y cayo en el pueblo.
-¿Otra vez serán hordas de monstruos?- Saqué el arco de mi inventario y me pare al lado de Vegetta, nuestros teléfonos empezaron a sonar, seguramente alguno de los dos siendo la llamada de Alexby.
-No... los dioses no atacan dos veces con el mismo truco... tenemos... debemos ir al pueblo ahora- Percibí la molestia y la decepción que sentía, los dioses habían arruinado lo que el había planeado para mi, me conmovió.
-Venga Vegettoide, luchemos contra lo que toqué esta vez, y luego de la batalla, cuando regreses a mi lado, podrás terminar la pregunta que querías hacerme y mi respuesta será afirmativa- Me acerque y plante un beso en sus labios, sorprendiéndolo -Y si te sirve de algo, no creo que me vaya a olvidar de este día-
Mi compañero suspiro y me miro molesto, pero aguantando la sonrisa -Ya te cobraré esa ultima, ahora vamos, si me arruinaron la cita, por lo menos espero que valga la pena- Y salio corriendo en dirección al pueblo.
No pude evitar sonreír.
Era una cita~
Y corrí rápidamente detrás de él, completamente dispuesto a enfrentarme a cualquier enemigo que nos esperase.
Dioses, más les vale que su ataque sea algo grande, por que si no yo mismo voy y los mato ahora...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro