-¿Qué vigile a Vegetta? ¿Quiere que le haga un informe sobre la persona que amo o que le traicione o qué espera?- Alexby se reía de mi nerviosismo -Además esta lo de Rubius, no puede hablar con los dioses, ellos le dirán la verdad, o le mentirán, es demasiado arriesgado- Mi acompañante seguía sonriendo, pero asintió suavemente, demostrando que estaba de acuerdo conmigo. 

Caminábamos lentamente por el pueblo, asegurándonos de que no hubiera nadie que nos pudiera escuchar a nuestro alrededor. 

-Creo que deberías hablar con Rubius, ya sabes, sé perfectamente que le estas impidiendo que hable con Vegetta- Detuve mi caminar rápidamente mientras me sonrojaba, no creí que fuera tan obvio... -Oh Luzu... el amor también te volvió idiota e inseguro como a mi...- Me miro con comprensión y me sonrió apenado -Pero tienes que pensar en el futuro, si Rubius habla con Vegetta, tal vez, solo tal vez (Y debemos arriesgarnos), Rubius no confié completamente en los dioses, además sabes perfectamente que Vegetta te ama, eso se nota a leguas, me pareció todavía más obvio cuando se arriesgo a contarme toda la verdad solo para que tú no tuvieras que mentirme y yo no me enfadase contigo, casi puedo jurar que si le propones huir de aquí él aceptará y se ira contigo- ¿Eso era una opción? ¿Por qué no lo había pensado antes?

-¿Crees que si realmente le pido que huyamos él acepte?- Abrió los ojos ligeramente sorprendido y luego sonrió divertido, pero pareció realmente pensar su respuesta. 

-No- Oh... ¿No me ama tanto entonces? -No quiero decir que él no te ame lo suficiente como para hacerlo- ¿Me esta leyendo la mente? Deberías dejar de pensar eso, simplemente somos demasiado obvios Oh... 

-¿Entonces por qué lo dices? ¿Si me ama tanto por qué no lo haría?- No pude evitar sentirme dolido y confundido. 

Tendremos una gran conversación con nuestro compañero cuando lleguemos a casa, eres yo, así que quiero una buena autoestima y una sana cantidad de confianza. 

Alexby suspiró ante mi pregunta -De lo poco que, según me di cuenta, conozco a Vegetta, una de las cosas que es más obvia de él es su sentido de héroe y responsabilidad, sabe muy bien que es lo correcto y que no, así que jamás dejará sola a una persona inocente, y mucho menos a un pueblo entero, sobre todo si saben que los podrían castigar solo por buscarlo a él- Rayos, tiene razón... Si, así que nosotros solo podemos hacer una cosa ahora... 

-Bien- No pude evitar sonar enfadado -Yo iré a hablar con Rubius ¿Tú que harás?- Alexby me sonrió, una mezcla entre orgulloso y emocionado. 

 -Tengo unas cuantas llamadas que hacer y un grupo de amigos al que contactar, y será mejor que empiece ahora, así que suerte con Rubius- Tras decir eso se dio la vuelta y se fue, dejándome solo y convenientemente cerca de la iglesia. 

-Destino, no sabes lo poco que te aprecio...- Y me acerque al gran edificio de los dioses.

-¡¡Rabis!!- Entre a la iglesia gritando, había varias personas y no podía encontrar a mi compañero con orejas de oso. 

Era incomodo, tenía una sensación de que debía largarme de ese lugar, como si estuviera a punto de ser calcinado por un rayo, me ponía los pelos de punta y salte al sentir una mano en mi hombro. 

-¡¡Hombre!! ¡¡Luzu!! ¡¡Qué soy yo compañero!!- Rubius me miraba sorprendido, tenía su traje de cura puesto -¿Qué haces aquí? Estaba a punto de hablarle a los dioses ¿Sucedió algo?- Si, sucedió que no te puedo dejar hacer eso... 

-Eh... esto... ¿Sabes que Willy me pidió vigilar a Vegettita?- Claro que lo sabe idiota, él estuvo ahí  Rubius asintió confundido -Pues bien... yo tenía planeado que... yo... eh...- La sensación de incomodidad se hacía cada vez más grande, debía salir de ahí... -¿Podemos ir afuera? Gracias- Y sin esperar su respuesta me di la vuelta y salí. 

Respira ¿Si? Recuerda lo que Vegettita nos enseño... Mente fría, todo controlado... 

-¿Luzu, estas bien?- Abrí los ojos ¿Cuando los había cerrado? -¿Qué sucede? ¿Qué planeaste?- Inspire profundamente, tenía que calmarme, tener la mente despejada... 

-Quiero que hables con Vegetta-