46- Un Alegre Desayuno
Cuando Vegetta abrió los ojos el reloj marcaba las 7 de la mañana, se sentía ligeramente desorientado, pero no estaba adolorido ni cansado.
¿Cómo llegué a mi cama? Ya no estamos solos... ¡Es cierto! ¡Luzu! Seguramente el fue quién nos ayudó.
Giró la cabeza a la derecha y pudo ver al nuevo dueño de sus pensamientos acostado en la cama y durmiendo, respirando suavemente y con expresión pacifica.
Él vale más la pena que Rubius ¿No? ¿Qué? Si, quiero decir, él nos cuida, es responsable, siempre nos ayuda y sabemos que no nos cambiaría por diamantes nunca, además esta completamente soltero...
Sacudió la cabeza intentando alejar aquellos pensamientos de su cabeza, se levantó con cuidado y se dirigió al baño.
Las gemas, revisa si tienes las gemas, no vaya a ser que termináramos así de destrozados por nada Claro que las tengo, es decir, solo míranos.
Fijó su vista en el espejo, se acordaba de la batalla que había tenido ayer junto a su completamente inesperado aliado, tenía que estar destrozado, al menos recordaba que casi le habían cortado el brazo completo en algún momento, pero ahora, mirándose al espejo, no veía ni un solo rasguño.
Revisó de forma ligeramente ansiosa y emocionada su inventario para verificar, ahí, brillando tenuemente y de un perlado color verde agua, se encontraban dos gemas pequeñas.
-¿Vegettita? ¿Qué tienes ahí? ¿Por qué estas tan feliz?- Luzu estaba sentado en la cama, su cara reflejaba el sueño que parecía sentir a la perfección mientras se restregaba los ojos y bostezaba.
Oh, es tan adorable, hay que darle un beso ¡¡Dalo por hecho!!
El dueño de aquella mansión se acercó rápidamente al chico que estaba en la cama, completamente alegre y tomándolo por sorpresa, sujetó su rostro somnoliento con ambas manos y lo besó lentamente.
-¡¡Buenos días mi amor!! ¡¡Iré a bañarme y luego prepararé el desayuno!! ¡¡Puedes dormir 5 minutos más si quieres!!- El castaño se quedó en shock mientras el pelinegro tomaba un cambió de ropa y una toalla y se dirigía de vuelta al baño.
Se baño rápidamente, dándose cuenta de manera inmediata de que estaba más limpio de lo que esperaba.
Seguramente fue nuestro Luzu, llegamos desangrándonos a la casa, tuvo que estar preocupado Cierto... probablemente vio que me curaba solo Y aprovecho para limpiar la sangre que teníamos encima... Es demasiado bueno como para estar con alguien como nosotros... Y nosotros demasiado egoístas como para volver a permitir que nos alejen de aquello que amamos.
Salió del baño con el nuevo conjunto de ropa ya puesto y miro al chico que seguía sentado en la cama, parecía seguir en shock y sorprendido, pero ahora también estaba sonrojado. Vegetta solo le regalo una sonrisa radiante, se acercó para depositar un suave beso en la coronilla de su cabeza y luego bajó en dirección a la cocina, dispuesto a prepararle un gran desayuno a la persona que lo había cuidado.
Comenzó a preparar todo, lavar la fruta que picaría, las sartenes para hacer pancakes, un jugo de naranja, iba de a poco, tuvo tiempo de servir la comida y ordenarla en la mesa, pues Luzu entro cuando estaba arreglando el florero de la mesa.
-Vegettita ¿Qué es todo esto? ¿Por qué estas tan feliz?- Luzu entraba al comedor rascándose un ojo en un aspecto confuso, tierno y, todavía, adormilado, pero despierto y levantado al fin y al cabo.
-Es una forma de mostrar mi agradecimiento, por lo de ayer, perdón si te preocupe con eso, espero que te guste- Se sentaron en la mesa rápidamente -Estoy feliz por que al final logré conseguir lo que quería y...- Y logré reencontrarme con un viejo amigo nuestro... -Tengo muchas energías, no estoy ni un poco cansado-
-¿Qué hiciste ayer? ¿A dónde fuiste? ¿Por qué regresaste de esa manera? ¿Qué te paso? ¡¿Tienes idea de lo mucho que me preocupe?!- Uis... nos va a matar ¿No es lindo? Se preocupa por nosotros...
-Responderé en orden cariño- Luzu se sonrojó y fulminó al dueño de la mansión con la mirada, este solo le devolvió la mirada con una sonrisa -Fui a buscar algo y tuve que pelear con una gran cantidad de personas, fui a un pueblo lejano, ya te lo había dicho ayer, regrese así por la pelea, no necesito repetir que me paso por que es obvio, y si, lo siento por hacerte preocupar, pero a veces no puedo acordarme del hecho y la idea de que realmente le importo a alguien- ¿Respondimos todo verdad? Si, creo que si... Perfecto.
-¿Y qué fuiste a buscar que sea tan importante como para que valga la pena terminar así de herido?- El pelinegro sonrió otra vez, demostrando que esperaba aquella pregunta.
-Un pequeño regalo para ti, pero eso no es lo importante ¿A qué no sabes con quién me encontré allá?- Luzu inclino la cabeza confundido ¿Qué tenía eso que ver? ¿Por qué importaba con quién se había encontrado Vegettita? -Dime Luzu... ¿Recuerdas a Frank?-
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro