Luzu se sentía ansioso, quería terminar rápidamente todo eso de entregar las muestras y explicar que vieron para poder ir a casa con Vegetta. 

¿A casa con Vegetta? 

Se sonrojó al darse cuenta de lo que había pensado, Alexby fue el único en notar su sonrojo, por suerte no dijo nada, solo lo miro extrañado. 

-Bien chicos- Dijo Willy considerablemente más animado que cuando empezaron la misión -Creo que eso es todo, ya pueden irse a sus ca...- Luzu no necesito más, salió corriendo rápidamente a la gran isla flotante. 

Llego casi de inmediato, recibido por Manolo que lo esperaba en la puerta de la gran mansión (a la cual entro luego de tirar una ender pearl para pasar la muralla), le faltaba el aire y jadeaba debido a lo rápido que vino y lo ligeramente ansioso que estaba. 

-Ho... hola Manolito... has... ¿Has visto a Vegettita? ¿Sabes si ya llego?- Pero Manolo no respondió, solo lo miro con esa adorable cara de cerdo que tenía y movió su nariz. 

Busco por toda la casa, incluso en la guarida de Lobo Nocturno, pero Vegetta no estaba por ningún lado. 

Se detuvo en la cocina para poder comer y beber algo y decidió tranquilizarse Bien... Vegettita no esta Y nosotros nos estamos preocupando demasiado... Exacto, no deberíamos hacerlo ¿Verdad? Él prometió que estaría bien... Pero no esta en casa...

Se dirigió a la sala y se sentó en el sofá, Manolo se acostó a los pies del sofá y Lobo Plateado se subió para acomodarse a su lado. Se quedo viendo la tele durante al menos dos horas, todo el tiempo intentando calmar la ansiedad y preocupación que sentía. 

Escucho un estruendo, el sonido de un cuerpo chocando contra la puerta de la mansión, levanto la cabeza y se giró para mirar que había causado eso. 

El cuerpo de un Vegetta herido y sangrante cayó en la alfombra de la entrada.

Se levantó rápidamente y se dirigió rápidamente al lado de su compañero. Se arrodillo a su lado y pudo ver como el oji morado apretaba fuertemente su brazo izquierdo, el cual tenía una cortada profunda y no dejaba de sangrar. 

-¡¡Vegetta!! What happened?! Why are you bleeding?! Oh my god, Vegetta!!- Lo levanto suavemente y empezó a cargarlo a la habitación, Vegetta estaba inconsciente Se habrá desmayado en cuanto paso la puerta... ¿Qué diablos sucedió? 

Le tomo más tiempo del que le habría gustado, y sintió que fue más tiempo del que probablemente fue realmente, pero logró subir para recostarlo cuidadosamente en la cama, corrió al baño a buscar un botiquín y volvió al lado de su amado. 

-¿Pero qué...- Vegetta ya no sangraba, los cortes más pequeños que tenía antes ahora eran prácticamente invisibles y el corte en el brazo se cerraba lentamente frente a sus ojos. 

Regresó al baño lentamente, todavía en shock por lo que acababa de ver, cogió un trapo y lo sumergió en agua Si se cura solo... entonces solo me queda limpiarlo... 

Se sentó a un costado de la cama y comenzó a pasar el paño suavemente y con delicadeza por la cara de su amigo. 

Se ve tan relajado y tranquilo así...

Lentamente le quitó el chaleco y la camisa que llevaba puesto y lo dejo en un canasto. En el pecho también tenía heridas que se iban cerrando lentamente y cicatrices que desaparecían de a poco, volvió a remojar el trapo y comenzó a limpiar la sangre que Vegetta tenía en el torso y en los brazos. 

Mira ese divino cuerpo de dios griego... Oye, sé que somos la misma persona y tal ¡¡Pero no es momento para pensar eso!! ¿Por qué no? Míralo, si ya esta bien, un poco sucio, si, pero no se ve menos sexy por eso... 

Se sonrojó, sabía que era inútil alegar, era su propia mente y conciencia después de todo...-Ay Vegettita... ¿Qué hiciste? ¿Qué te paso? ¿Por qué llegaste así?- Luzu sabía que no obtendría respuesta, así que se limito a suspirar y seguir limpiando lo mejor que podía a su amigo. 

Era casi medianoche cuando termino, estaba agotado físicamente por la misión y por subir a Vegetta, y estaba agotado mentalmente por lo que Rubius le había explicado y por la preocupación que le había comido el cerebro desdé que volvió a casa. 

Se puso pijama, se lavo los dientes y se acostó al lado de Vegetta, mirándolo respirar pacíficamente, mirando sus labios y sonrojándose al pensar en lo mucho que quería besarlo. 

Ay Vegettoide ¿Qué me has hecho?