-¿Sabes Luzu...? Creo que fue lo mejor, que Vegetta terminara conmigo quiero decir... todo este tiempo he estado pensando y... creo que no estaba enamorado- Luzu se detuvo tan abruptamente que Rubius, que no estaba detrás de él, se detuvo de igual manera como si hubieran chocado. 

-¿Qué dices?- El híbrido de oso tembló al ver brillar los ojos de su amigo, no sé había dado cuenta de que uno de sus ojos era de color rojo. 

-Es que... yo... hostia ¿Tienes un ojo rojo? Que guapo tío- Rubius empezó a tartamudear y hablar rápido. 

-Rabis...- El apodo de repente ya no sonaba amistoso, sino amenazador -¿Qué dijiste sobre lo de Vegetta?- Se empezó a acercar lentamente al peli teñido, este a su vez retrocedía lentamente. 

-¿Lo de Vegetta? ¿No crees que es un nombre muy serio para esto? jeje- Un paso adelante por parte de Luzu, un paso atrás por parte de Rubius. 

-Rubius...- El recién nombrado no pudo con la presión que sentía. 

-¡¡Estas bien!! ¡¡Estas bien!! ¡¡No amo a Vegetta!! ¡¡Creí hacerlo!! ¡¿Sí?! ¡¡Me confundí!! ¡¡Amo molestarlo y hacerlo enojar!! ¡¡Me gusta el cariño que siento cuando me reta por que se preocupa por mi!!- El peli castaño dejo de avanzar, quedando en shock e intentando procesar la información, Rubius parecía más calmando después de haber gritado aquello -Creo que fue por que mis padres nunca fueron muy cariñosos conmigo, y antes de llegar a Karmaland mi único amigo era Mangel, así que el hecho de que alguien me quisiera, de que alguien se preocupara por mi y me cuidara... me encanto y me confundí... Me gusta como me trata Vegetta, pero amo a Nieves, la amo como nunca ame a nadie...-Luzu seguía en shock. 

¿Entonces Rubius no ama a Vegetta? No ¿Pero Vegetta si ama a Rubius? Si, por desgracia ¿Cómo se lo tomará Vegetta? Le va a doler, muchísimo No puede saberlo... Tiene que hacerlo, tiene derecho y es mejor que lo sepa Lo sé pero... Deja de preocuparte, él nos va a sentir y se va a preocupar también, además espabila, que Rubius te sigue mirando.

Levanto la vista rápidamente, Rubius lo veía asustado, pero claramente tenía un peso menos encima. 

-Rubius, si no pensará que no tienes la culpa de elegir de quien te enamoras, y si no supiera que comprender los sentimientos propios a veces es muy difícil, créeme, y te lo juró, que te mataría en este momento- El mencionado asintió rápidamente con la cabeza, como diciéndole a Luzu que lo entendía y que tenía razón. 

-Lo sé, Alexby me menciono lo que le dijiste sobre que nadie tiene la culpa completamente en todo esto... Joder, tenías razón, tuve que haberlo pensado antes, fue mi culpa no haber elegido antes... Voy a hablar con Vegetta, voy a decirle todo y a pedirle perdón- Rubius hablaba en voz baja, y sonaba realmente arrepentido. 

-No- El de ojos bi color se sorprendió a si mismo con esa negativa. 

-¿Qué- Rubius parecía tan confundido como él. 

-Yo le diré a Vegetta, luego de eso podrás pedirle perdón o lo que sea, y sé que técnicamente vuestro asunto no me incumbe precisamente, pero eso da igual, yo le diré a Vege toda la explicación que me diste hoy ¿Quedó claro?- Luzu... ¿Qué estas haciendo? 

El híbrido asintió lentamente, confundido pero más calmado que cuando empezaron a hablar. 

Si Rubius va a hablar con Vegetta, Vegettita no demostrará su dolor, lo ocultará con una sonrisa triste de esas que da, luego dirá alguna frase sobre que lo entiende y que sé yo y no se permitirá llorar o sufrir. Yo no permitiré eso.

-Creo... eh, se esta haciendo tarde, creo que será mejor que volvamos- Comento Rubius de forma nerviosa, no entendía por completo el actuar de su compañero. 

-Si, vamos- Los dos comenzaron a caminar de regreso por donde habían venido, se estaba haciendo tarde. 

El sol comenzaba a ocultarse detrás de los grandes árboles de jungla, el aire se enfriaba rápidamente pero no era nada preocupante. Lo único que sorprendió a Luzu sucedió cuando, después de una hora más o menos, estaban por cruzar el portal para volver. 

Se sintió repentinamente feliz.