¡¿Qué acabas de hacer Vegetta?! Acabas de besarlo ¿Por qué hice eso? No lo sé ¡¿Qué hago ahora?! Podríamos morir, es un buen plan. 

-Vegetta...- Mire a Luzu asustado, el seguía sorprendido Esta en shock, no reaccionará rápido, debemos movernos ahora antes de que él lo haga Correcto, si, movámonos, ahora... ¿A dónde voy? Estas en tu casa, ve a tu habitación genio Cierto. 

Me levante rápidamente de las piernas de Luzu, sentí mi rostro calentarse. Luzu me miro, yo le miré, me siguió mirando, corrí. 

-¡¿Qué?! ¡¡No!! ¡¡Vegetta wait!!- Pero era tarde, ya había llegado a mi habitación y cerrado la puerta con llave. 

¿Qué me pasa? ¿Por qué hice todo eso? Se supone que me gusta Rubius ¡¡Me gusta Rubius!! ¡¡Estoy enamorado de él!! ¿Entonces por qué...? ¿Por qué hice eso? ¿Por qué se sintió tan bien? ¿Tendrá algo que ver con nuestro lazo de compañeros? No, lo único que ha hecho la unión de compañeros en todo esto es el que te sientas en confianza con Luzu, la unión no hace que te enamores, ni que te guste nadie.

-¡¡Vegetta ábreme la puerta!!- Luzu gritaba desdé el otro lado, apoyado en la puerta intentando abrirla -¡¡Debemos hablar!!- 

-¡¡No es cierto!! ¡¡No hay nada de que hablar!!- No podía estar encerrado todo el tiempo en mi habitación. 

Puedo esperar a que se vaya No, no puedes, decidimos que se quedaría a vivir aquí ¿Lo olvidas? Demonios, cierto... tal vez puedo esperar a que se duerma Se despertará en cuanto muevas la puerta para salir Ok, entonces no... ¿Puedo salir por el balcón? Algunas cosas del huerto ya deberían haber crecido y así no tendré la necesidad de entrar a la casa desde afuera a por comida ¿Y cómo llegarás de nuevo a la habitación? ... 

-¡¡Vegetta!!- Estaba tan sumido en mis pensamientos que el grito de Luzu me hizo saltar -¡¡Te estas comportando como un niño!!- 

-¡¡Puede ser, pero que admita eso no significa que vaya a abrir la puerta!!- Lo escuché bufar del otro lado.

-Solo... ¿Crees que puedas decirme por qué hiciste eso?- Sentí como dejaba de apoyarse en la puerta suspirando.

-Yo...- Mordí mi labio, nervioso -No lo sé ¿Si? Solo... solo quise hacerlo, no sé por qué, no lo entiendo, solo te vi allí y pensé en besarte- Esperé alguna reacción de parte de Luzu, pero no escuche nada, quizá se había ido, aún así murmure por lo bajo -Perdón-

-Vegetta, abre la puerta- Mi corazón se aceleró, asustado -No tengas miedo por favor- Él nos siente -Solo abre la puerta-

-No quiero- Aquella frase salío como un quejido, realmente parecía un niño pequeño haciendo un berrinche.

-¿Por qué no? ¿A qué le temes? ¿Me temes a mi?- Un dolor se instalo en mi pecho Preocupación... Él esta preocupado... Y dolido... Por culpa nuestra.

-¡¡No!! No es eso, yo... no lo sé, temo tu reacción, temo a la confusión que siento en este momento, temo... temo al hecho de admitirme a mi mismo lo mucho que realmente me gusto besarte y lo mucho que quiero volver a hacerlo- Otra vez permaneció callado Será mejor ser valientes ¿Es necesario? Ya repasamos todos los planes de huida factibles, ninguno funciona, debes hacerlo Lo sé... Abre la puerta  Lo hice.

Luzu se me quedo mirando sorprendido, con una mano en el aire a punto de tocar la puerta, y sonrojado, como yo -¿No se supone que amabas a Rubius?- 

-Lo hago- Eso lo tenía claro, no podría dudar jamás de aquello que sentía por Rubius, lo amaba con toda mi alma. 

-¿Entonces por que tú...?- Me encogí de hombros, un poco más calmado que antes. 

-No lo sé, lo juro, sencillamente no puedo evitarlo- De repente todo el nerviosismo que pude haber tenido desapareció, me sentía cansado, sumamente cansado, así que me di la vuelta y camine hasta tirarme sobre mi cama. 

Escuche unos pasos acercarse, pero no me giré para mirarlo. Sentí un peso al lado mio y luego unos brazos me acomodaron y envolvieron; Luzu se había acostado a mi lado y ahora me abrazaba. 

-Esta bien ¿Sabes? Es como dijiste tú, no te preocupes, no es como si hubiera sido mi primer beso o algo por el estilo- Apoyo su frente en mi espalda, me sentía cada vez más agotado -Yo no me arrepiento de nada de esto Vegettita, no lo hagas tú tampoco-La comodidad de mi cama y el calor que emanaba Luzu solo lograban que cerrara más los ojos 

-Te quiero Luzu- Me rendí, cerrando los ojos. 

-Yo también te quiero Vegettita-