Me encuentro recostada en algo duro y poroso como arena caliente, pero estoy en una ciudad desconocida donde lo único que nos rodea es la arena, me hace recordar a Zelda, cuando link está con las gerudo, mi mente comienza a divagar, me levanto y veo que estoy con vestido rojo de la forma egipcia, me encanta camino hacia adelante donde veo a todos mis amigos, se encuentran apenados ya que portan los trajes que se usan en el antiguo Egipto esos de que tiene registros en los jeroglíficos, el cansancio que tenía antes desaparece y corro hacia ellos, dándoles un fuerte abrazo, enserio me alegraba verlos, y saber que sus heridas habían desaparecido a lo lejos se encuentra Malek, corro hacia él.

Al toparse nuestros ojos, él me sonríe y me abre sus brazos, sin pensarlo saltó hacia él, haciendo que sus brazos me envuelven, mientras me da vueltas, detestaba que me cargarán, pero algo en mí le gustaba que él lo hiciera, me deja en el piso para darme un cálido beso en la frente, estaba tan feliz y verlo en perfecto estado.

—Cumpliste con tu parte — Acomoda un mechón detrás de la oreja —. Salvaste al mundo Adeline Allen.

—Todos lo hicimos — Lo vuelvo a abrazar, pero alguien pone su mano delante de mi cara.

—¿Entonces si somos cuñadas? — me dice Malak con una sonrisa, que hace que me separe rápidamente y sonreímos apenados—. Siento mi comportamiento.... Estaba cegada y molesta por tener que siempre que luchar...

—Ya todo esta resuelto, tranquila — Le dice Malek a su hermana con esos ojos de amor y comprensión que más de hermanos, es esa mirada que te dan tus padres al hacer algo bien, estaba orgulloso de tener a su hermana nuevamente, y eso me ponía feliz.

Los demás chicos corren hacia a mí y debatimos donde estamos y sobre todos porque estamos vestidos así, ciertamente me siento cómoda estando así, y el aire se siente fresco y le pierdo el hilo a la conversación cuando un hombre se aproxima a lo lejos, me pongo en posición de pelea, pero Amira se cae de rodillas mientras llora.

—Es mi papá... — dice, para luego levantarse e ir corriendo a los brazos de su padre, mientras que es como si ella se transformara en una niña y me siento feliz por ella, pero también envidia, pues busco entre las personas, pero nadie es mi padre, varias personas empiezan a llegar más personas que nos aplauden y nos veneran, una mujer muy bella en la multitud destaca de todos los demás.

Esta me llama con la mirada, a lo que asiento y voy tras ella en silencio, pasamos por muchos lugares y allí está Dylan separados de todos nosotros, no me había dado cuenta de que él no estaba con nosotros, enfrente de mi esta una fuente donde él está sentado con la cabeza hacia abajo, viviendo su dolor, había pasado por tanto en poco tiempo que lo llegue a culpar por cómo me sentía y eso en cualquier persona haría que se sienta peor, pero era momento de dejarlo ir, él no necesitaba a una pareja necesitaba a su mejor amiga.

—Hey extraño... — Le digo mientras me pongo mi mano sobre su hombro, él levanta un poco la cabeza —. Salvamos al mundo.

—Lo sé... Al igual que Leslie... — Unas lágrimas caen de su rostro —. Perdona por todo lo que te dije, enserio yo creía...

Lo interrumpo para abrazarlo.

—Todo esta perdonado y olvidado — Le limpio la cara, mientras nos reímos —. El lado bueno es que ya está todo bien.

—Pero estamos muertos... — Me dice con un tono melancólico, no me había puesto a pensar en ello.

—¿Quién dice que lo están? — Dice la mujer que vi anteriormente, ahora sé quién es....

—Diosa madre... — Llegan los demás, quienes se quedan a mi lado.

Todos nos sentamos en la fuente, ansiosos de la presencia de la imponente diosa quien se encuentra en silencio, la paciencia no es la virtud de Daarick quien ya se encuentra desesperado y ansioso, mientras los demás están serenos, tomo la mano de Owen, quien sabe que yo también estoy nerviosa, últimamente le tiendo a tomar de la mano bastante, pero eso me calmaba, este me sostiene fuerte mientras nos recargamos entre nosotros.

Delante de nosotros se encuentran los dioses de los cuales tenemos sus recuerdos, ellos se miran tan fantásticos e imponentes, que me siento minimizada ante tan auras, y me siento mal, por no poder abordar todo esto con la suficiente madurez que ellos tenían planeados, claro que si ellos tenían un plan.

—¿Estamos muertos? — Pregunta de forma seca y directa Daarick, ya era común entre nosotros que él fuera tan directo.

—¿Eso creen? — Nos contesta Anubis.

—¿O eso les parece? — Pregunta Sejmet.

—No estamos vivos, ni muertos — Me levanto y noto algo raro —. Esto es una ilusión ¿verdad?

—¿Qué dices Adeline? — Me pregunta Dylan, y todos se ponen de pie, listos para pelear si es necesario, trato de que mis manos se incendien, pero no puedo.

—Dios, que paranoicos se han vuelto — Dice Osiris.

—Gracias ¿A quiénes? — Le contesta James, en reproche, la diosa madre mueve el aire, haciendo que estemos en una habitación blanca, lo sabía.

—¿Cómo supiste? — Me pregunta Malek, tomándome del brazo.

—Ojo de loca, nunca se equivoca — Le digo manteniendo la mirada hacia el frente.

—Nos dimos cuenta de lo fuerte que fueron, de los sacrificios que hicieron sin dudar, por lo que seríamos los villanos si no los devolviéramos — Me siento tan feliz por lo que acabo de escuchar, que abrazo a mis amigos, volveré a ver a mi familia y eso me pone demasiado feliz.

—Pero... — Anuncia Sejmet, que hace que las esperanzas caigan al piso — Les borraremos los recuerdos de nosotros.

—Me parece bien — Se apresura a decir Daarick.

—¿Qué significa realmente eso? — Pregunta Samuel.

—Que olvidaran todo de la batalla — Le contesta Ptah.

—Por mi perfecto —Apresura Dylan...

—¿Eso quiere decir que olvidaremos que nos conocimos? — Dice Anthony, nuestro miedo crece, ya que él dijo lo que nadie quería pensar.

—No creo, yo los conocí antes de que empezara todo esto — Les digo riéndome, estaba nerviosa.

—No del todo, se hablaron por que Adeline se sintió atraída hacía los objetos que había en la tienda, si ella no hubiera gritado de impotencia no hubiera hablado con Owen, y ustedes saben el resto, se conocieron porque nosotros así lo quisimos — Quiero llorar, es lo único que siento.

—Su destino era conocerse, más no estar juntos — Complementa Ptah acercándose a Sejmet —. Adeline, tú y Dylan si se recordaran, como los demás también lo harán, pero nunca conocerán a Malek ni a su hermana, ni mucho menos a Amira.

Eso fue un gancho al hígado, como no recordar a los chicos que más quise, a pesar de todos, no seguían castigando.

—Hagámoslo — Dice Noah, yo lo volteo a ver enojada, pero él está igual de triste que los demás, e incluso de sus ojos caen ciertas lágrimas, los abrazo, puede ser la última vez que lo haga, así que me detengo a grabarme cada sensación de mis amigos, los extrañare realmente, aunque sé que es mentira, porque no puedo extrañar lo que jamás tuve.

—Owen... — Era de una de las personas que no me quería despedirme, pues que iba a pasar con los momentos buenos, ni yo los voy a recordar.

—Tranquila Adeline — Me acerco y lo abrazo, era un abrazo de despedida, oculto mi cara en su hombro, y este me abraza fuerte.

—Te quiero mucho enserio pero enserio — Le digo riendo, pues aún no me quería romper, solo quería que el abrazo fuera eterno, todos los momentos que pasamos ¿A dónde se irán?, me oculto en su hombro y el me abraza mucho más fuerte, pero sabía que tenía que despedirme de alguien más, este se separa y me da un beso en la frente mientras me señala a Malek quien le sonríe a Amira.

Me acerco a Malek, y no sé qué decirle, me siento nerviosa, pero él me abraza, y se lo correspondo, me quedo un rato, los nervios desaparecen y la tristeza se hace llegar, él ha pasado por mucho y tener que volver a vivir de la manera que la que lo estaba haciendo, no es justo, él salvó el mundo y de esta manera se lo pagan, me asustaba que su linda sonrisa desapareciera, me daba miedo.

—Hey, estaré bien — Levanta mi barbilla para sonreírme, alzo mi mano para tocar la cicatriz que se encuentra en su mejilla, siempre la había querido tocar pero el acorta la distancia entre nosotros, sus cálidos labios se posan en los míos, siento la calidez de su beso, tan tierno, lo correspondo, no era un beso forzado era algo que en verdad quería hacerlo, queríamos hacerlo, esta es una despedida, era nuestra despedida, al separarnos me vuelve a abrazar —. Te encontraré, es una promesa Adeline.

Mi cerebro todavía no podía pensar bien, mi corazón latía muy rápido, pero latió más rápido con un segundo beso, superando el primero, dejándome en las nubes, si bien no era mi primer beso, era tan único, que no deseaba el beso de alguien más, podría jurarlo ante todos, no quería a nadie más.

—Perdona, no pude resistir — Me dice apoyando su cabeza en mi hombro.

—Espero que cumplas tu promesa — Le digo dándole un beso en su cabeza, mis amigos comienzan a gritar y yo solo me siento apenada.

—Lo haré Adeline, no importa qué y podremos estar juntos... — Me dice sonriéndome, extrañaría esa sonrisa, que me provocaba una mezcla de sentimientos encontrados, le doy un ultimo beso en sus labios, pues ya era, ya era tiempo de irnos.

—¿Ya terminaron? — Preguntan Dylan y Malak, a lo que me rio y le sonrió, y me voy con Dylan, el soltarle, la mano fue doloroso, pues no queríamos hacerlo, nuestros dedos no querían dejarse de tocar y esto a Dylan le importa poco porque me toma de la mano y me aparta, aun así, mientras veo como Malak lo abraza, mientras se agarra la cara.

—¿Qué traes tú? — Le digo soltando su mano.

—Nada, solamente ya es hora — Me dice volviéndome a tomar la mano, sentía su mano temblaba pensaba que era por los nervios, pero algo me decía que era algo más —. Como podría quitarte esa felicidad...

—¿La elegida de Sejmet con el elegido de Seth? — Dice Harsomtus, mientras me analiza, nos mira a ambos de pies a cabeza —. Interesante...

—¿Listos? — Dice Sejmet mientras llena unas copas, nos miramos una vez más antes de tomar el líquido hasta el fondo —. Los dioses los protegeremos, hasta su otra misión...

—Nos vemos en la otra vida... — Les digo mientras me dejó consumir con la luz blanca, que me lleva nuevamente hacia a lo que podría llamar casa.