No solo los dioses iban a ser juzgados, los trece humanos en la cima de la humanidad junto a Brunhilde, Buda y las demás Valkirias también se encontraban sentados en una larga mesa, observando como Hulk acababa de masacrar a los dioses más poderosos.

-Al igual que aquellos mortales disfrazados de dioses y respaldados por su poder, ustedes también serán juzgados.-Dijo el hombre con aspecto de vagabundo mientras veía a los humanos junto con sus Valkirias -Los humanos han sido los responsables de billones de muertes a lo largo de toda su existencia, tienen dos opciones, enfrentar a aquella criatura que acabo con sus creadores, o no hacerlo y permitirle acabar con la humanidad.-

-¿Tenemos alguna otra opción?.-Pregunto Brunhilde.

-No.-

-Entonces que así sea, trae a Hulk ante mi persona y tomaré su cabeza.-Sentencio Leónidas.

Kojiro estaba maldiciendo por sus adentros, su escáner no servía de nada, había analizado todos los posibles movimientos de aquel hombre desarreglado y había concluido con un solo chasquido podría eliminar a todos en esa habitación si quisiera. Al igual que Kojiro, Tesla y Jack se encontraban analizando al hombre a sus maneras. El asesino no podía ver ningún color en el, era como si estuviera muerto, a la misma conclusión había llegado Tesla, el cual no observaba ningún movimiento similar al de un ser vivo.

Lu bu, Simo Hayha, Sakata Kintoki y Raiden se encontraban sentados de brazos cruzados, Rasputín tenía una sonrisa producto de su enorme confianza, Okita se encontraba emocionado, y Nostradamus estaba ardiendo en el infierno por haberle faltado el respeto a dios.

La humanidad y las Valkirias habían decidido luchar contra Hulk, y así sería.