Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

6





Los días pasaron rápidamente luego de aquella rara conversación. Yoongi fue avistar a su mejor amigo para contarle todo lo que aquella dos mujeres del departamento de al lado le habían dicho sobre Jungkook. Pasaron largas horas hablando pero Yoongi jamás dijo que lo haría. No sentía el valor de hacer aquella gran hazaña, tal vez no estaba tan enamorado como le dijo la señora Young Mi

Las semanas habían pasado volando y ya cada vez faltaba menos para que acabaran los dos meses. Jungkook andaba muy pensativo últimamente, su mente no dejaba de fusionar buscando alguna forma de solucionar aquel problema. No quería irse, de eso estaba seguro pero ya que no podía hacer nada con eso, quería que Yoongi no sufriera al momento de dejarlo, sabía que así seria y no quería ver a su ángel llorar por él.

Yoongi por otra parte se le pasaba la mayor parte del día acostado en la cama pensado que hacer, tenía bastante miedo de que llegara aquel día y no se decidiera y por culpa de él Jungkook terminaría encerrado años tal vez, un libro no era un buen lugar para estar, no era un castigo bueno para nadie, debían de estar muy estúpidos los que existían antiguamente para elegir algún castigo así para una persona tan buena como lo era Jungkook

- Jungkook...- susurro el mayor. Ambos se encontraban sentados en el sofá, uno al lado del otro sin dirigirse miradas ni palabras.

- ¿Mh?- solo aquel sonido salió de los labios del menor.

- ¿Qué hiciste para recibir este castigo? Debió ser algo muy malo, pero no me imagino que. – la mandíbula del menor se tensó y lentamente giro su cara para verlo a los ojos.

- Deje embarazada a muchas mujeres...- aquello salió en un susurro sorprendiendo al mayor, se aclaró la garganta y continuo – lastimosamente mi padre descubrió a una de ellas ya que le reclamo, me iban a obligar a casarme para que no hubiera malos comentarios. El día de mi boda aparecieron otras 7 mujeres en el altar, algunas reclamando que tenía un hijo mío en su vientre y otras diciendo que el hijo que llevaban de la mano era mío. – se rasco la cabeza incómodo. – mi madre desilusionada dejo que mi padre me castigara y para mi suerte me llevo donde una bruja. La señora era bastante conocida por donde vivíamos ya que hacia buenos hechizos, pero también estaban las personas que la odiaban por ser bruja. Mi padre pidió que me lanzaran un hechizo como castigo para que aprendiera la lección, pero en aquel momento estaba tan molesto conmigo que en cuanto aquella bruja le explico que el hechizo duraría hasta que aprendiera la lección mi padre simplemente asintió sin preocuparse mucho, tal vez pensaba que lo lograría en unas semanas o días - bajo la mirada y jugo con sus manos – quede atrapado en el libro por unos días, mi madre entre triste y furiosa compartió el libro con algunas personas desconocidas para mí. En cuanto me invocaron creí seria libre pero no, tuve que hacer todo lo que aquella chicas pedían, cada vez que iba a decir que no, mi cuerpo actuaba solo y hacia lo que ellas me indicaba. Intente huir, grite, entre otras cosas que hice para liberarme pero nada funciono. Supe por algunos comentarios que mi padre y madre comenzaron a preocuparse por mí, pero ya no había nada que hacer estaba recibiendo mi castigo y a pesar de que lo gozaba al principio luego me aburrió, según yo en aquel momento iba a ser libre pero no, el libro me decía que aún no aprendía mi lección. Pase años, siglos intentado saber que tenía que hacer ya que según yo ya había aprendió la lección pero nada, mis padres muriendo años después y yo aún sigo aquí atrapado.

Yoongi escucho atentamente la historia y todo le calzo por lo que tomo la mano del menor y la acaricio dándole apoyo.

- Claro la lección que debes de aprender es enamórate. Las chicas que dejaste embarazadas de seguro se habían enamorado de ti y tu no les diste mucha importancia a ellas, ¿no es así? – Jungkook le miro avergonzado y asintió. – cuando piensas en cómo se sintieron y tengas en tu corazón una disculpa sincera podrás terminar tu castigo, pero para lograr eso debes de sentir lo que ellas sintieron, debes enamórate. - en la mente de yoongi estaban las palabras de la anciana – hay una solución la encontré después de todo. Un chico o chica virgen de la cual estés enamorado y que esta o este te corresponda tus sentimientos, debe entregarse a ti en cuerpo y alma, Y lo que más desee su corazón decidirá tu futuro – hablo Yoongi mirándolo

- Pero Yoongi... me gusta tú y yo no quiero dañarte, no a ti. No quiero que me entregues algo preciado para ti, no quiero eso. Eres un chico increíble y si debo pasar mil años metido dentro de ese libro lo hare solo porque no quiero tomar esta solución.- Jungkook lo miro serio y luego desvió la mirada.

- ¿no entiendes? No quiero que te vayas, no quiero verte de nuevo encerrado en aquella cosa, eso no es para ti. – los ojos del mayor comenzaban a cristalizarse mientras hablaba levantando el tono de voz – por favor, déjame ayudarte. Tú me gusta demasiado, necesito verte feliz y dentro de ese libro no lo serás jamás Jungkook – se acercó al menor y lo abrazo llorando en su cuello, Jungkook lo abrazo fuertemente negando con su cabeza.

- No Yoongi, solo olvídate de mí. No haremos nada de eso. – fue el último susurro del menor.

Ambos se quedaron sollozando abrazados, Yoongi solo quería ayudar a Jungkook y que este se quedara a su lado como una persona normal porque si, ya no había donde ocultarlo, había caído por Jeon Jungkook y este había caído por Min Yoongi, no tenían por qué seguir ocultando sus mentiras cuando ya faltaba tan poco para que comenzara el verdadero sufrimiento de ambos chicos.

Una vez más unieron sus labios entre lágrimas y siguieron con eso hasta que el mayor se durmió besando al menor, un acto sumamente tierno para este último.

Las semanas pasaron volando, tan rápido que Yoongi no se dios cuenta cuando solo faltaba un día para que los dos meses acabaran. Ambos chicos se la habían pasado juntos todos los días, como si fueran dos chicles

Yoongi le insistió los días siguientes acerca de la solución que tenía para que el griego no se fuera, pero fue en vano, Jungkook se negaba a hacer tal cosa con el mayor, lamentablemente la única solución era aquella que ya conocían

Jimin no fue a la casa en días, solo se comunicaba por teléfono con Yoongi para saber cómo iba todo, no quería acercarse aquel lugar donde solo vería caras tristes. Para Jimin ambos eran unos tontos que no aceptaban que había caído uno por el otro tal vez si lo aceptaban pero no lo decían. Tal vez el primer paso para salvar a Jungkook era que Yoongi le confesara su amor y que el griego lo hiciera de igual manera, pero dudaba que algo así sucediera, ambos eran muy tercos como para confesarse.

Yoongi se despertó aquella mañana al mismo tiempo que Jungkook quien le regalo una de sus hermosas sonrisas matutinas, como deseaba poder ver más de dos meses aquella linda sonrisa al despertar, pero sabía que aquel seria el penúltimo día donde la vería.

Jungkook por su lado se levantó siguiendo al mayor, lo ayudo con el desayuno y comieron en un completo silencio, no se miraron ni dijeron nada, ambos absortos en sus pensamientos que para suerte de estos era el mismo.

Quería decir muchas cosas pero las palabras no salían, pronto uno de los dos partiría y jamás se volverían a topar.

Jungkook pensaba que tal vez Yoongi sería feliz sin él, no tendría que preocuparse por alguien, encontraría una persona que lo hiciera feliz y serian felices por siempre, en cambio él se dedicaría a su castigo y tal vez con el paso de los años se olvidaría de aquel chico de sonrisa preciosa, ese que mostraba sus encías de gomita cuando reía por alguna estupidez

Yoongi fue el primero en terminar el desayuno, se levantó sin decir nada y dejo las cosas utilizadas sobre el lavas vajillas. Camino hasta la sala donde vio una vez más aquel libro del que había traído a Jungkook. Lo tomo entre sus dedos suspirando, se acercó al sofá y una vez más vio página por página, siendo interrumpido en un instante por Jungkook quien había ido a sentarse a su lado.

- A veces me pregunto cómo es que el libro ha podido sobrevivir tanto tiempo- murmuro Yoongi ojeando las páginas con suma concentración

- Cuidándolo bien supongo. – Jungkook le respondió fácilmente mientras miraba las páginas también. - ¿Cómo llego a tus manos Yoongi? – aquella pregunta la cual en parte sabia su repuesta, llevaba semanas queriendo hacerla al mayor.

- Jimin lo consiguió en una librería extraña, de esas que vende cosas sumamente tenebrosas – rio el mayor explicándole al menor la forma en la que pudo conseguir el libro

- Entonces ¿tú no estabas interesado en estas cosas? – pregunto Jungkook un tanto nervioso, bajo la mirada al instante y jugo con sus manos

- Para serte sincero no, no creía en estas cosas. Para mí todo esto era una estupidez hasta que vi, revise el libro y me di cuenta que eras tú, que eras real, luego de eso supe que si era cierto todo la leyenda del dios griego. – respondió sinceramente el mayor, mirando al contario. Yoongi tomo la mano de Jungkook y este levanto la mirada la cual estaba totalmente cristalizada – Jungkook yo ... - susurro el mayor, pero fue callado por los labios del menor, las lágrimas caían por las mejillas de Jungkook empapando también las de Yoongi, ambos cerraron sus ojos y siguió aquel dulce beso que tal vez sería uno de los últimos que podrían darse.

El libro cayó de los muslos del mayor hacia la alfombra de la sala, se cerró y solo quedo a la vista la tapa de aquel viejo objeto. Las manos de Jungkook abrazaron al mayor atrayéndolo a su cuerpo y este sin rechistar se dejó llevar por el deseo que comenzaba a sentir de probar una vez más los labios de aquel griego que lo volvía loco.

- No quiero separarme de ti.- susurro Jungkook entre besos

- No lo hagas. – respondió al instante Yoongi viéndolo a los ojos completamente embobado por la mirada triste de este. Le preocupa demasiado la actitud del menor, no era normal que se comportara así, sabia cuanto sufría al igual que él, pero lamentablemente no sabía nada más que hacer

Siguieron besándose por unos minutos más hasta que ambos decidieron que era demasiado. En aquel momento Yoongi se levantó para distraerse un rato y Jungkook se quedó en la sala sentado mirando el libro, al cual volvería en un día.

Todo estaba llegando a su fin.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro