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-Jungkook pon atención. Hoy voy a salir a hacer un papeleo, te quedaras aquí todo el día hasta que llegue, te portaras bien y no harás desorden ¿vale? – Yoongi le hablo despacio al chico frente a él, sonrió ampliamente cuando este asintió y dio golpecitos en la cabeza del contrario como si este fuera un animal al cual felicitaba por obedecer al amo, solo faltaba "el premio" que le daban a los animales pero este obviamente no llegaría, porque Jungkook no era ningún animal al que felicitar.
Yoongi tomo su mochila y la puso sobre sus hombros, volteo a ver una última vez a Jungkook y rezo mentalmente para que no le pasara nada. Salió apurado de la casa dejando al griego completamente solo en aquel hogar
Jugkook se levantó segundo después de que su "amo" abandonara el lugar y se fue a la habitación de este donde se tiro a la cama y tomo una pequeña siesta, se aburría mucho en aquella casa pero no le quedaba de otra más que obedecer, después de todo una de las regla era esa, obedecer todo tipo de mandato por parte de la ama u amo.
Por otro lado Yoongi salió corriendo del edificio y busco un taxi con rapidez, deseaba volver cuanto antes a su casa ya que una parte de él se sentía algo preocupado el dejar todo el día solo a Jungkook, encerrado en aquel lugar y sin nadie con quien poder hablar o jugar. Suspiro viendo por la ventana y se despejo un poco para no pensar costas tan idiotas.
-señorita en serio necesito que esté listo para ahora, ya, no puedo esperar una hora, es mucho y debo volver pronto a mi casa – le hablo casi suplicándole a la mujer al otro lado del escritorio
- lo se joven, todos aquí andan apurados hoy pero no puedo hacer nada. El papel estará dentro de una hora, lo puede venir a retirar en ese tiempo – toco el botón de a lado para que el numero de la pantalla a sus espaldas cambiara – 345 – llamo para que el siguiente pudiera pasar, un señor más adulto que Yoongi se acercó al escritorio y este casi por obligación tuvo que abandonar el lugar.
Salió de aquel espacio y se sentó en una banca cercana, se sentía demasiado frustrado, muy, muy frustrado. Quería regresar a su casa y poder acostarse a dormir un rato para relajarse, quería un masaje, necesitaba uno, estaba tenso y estresado. Miro hacia el cielo y cerros sus ojos para luego volver a mirar el edificio del cual minutos antes había salido, solo le quedaba esperar una hora para obtener el estúpido papel y luego tendría que correr a otro lugar antes de que este cerrara y así poder entregar los documentos.
Mientras tanto Jungkook despertando de su siesta ya había buscado a Yoongi por todo el departamento, cuando no pudo encontrarlo dio por hecho que este aun no regresaba del lugar al que iba. Se santo en el sillón como había dejado este y miro fijamente la puerta como si con su pensamiento pudiera hacer que Yoongi llegara, lo cual no sería posible.
Luego de unas horas Yoongi al fin obtuvo el bendito papel y corrió hacia la calle para tomar un taxi, para su suerte justamente había uno detenido fuera de su turno, lo tomo y se dirigió al lugar donde tendría que llevar la bendita hoja y como si dios estuviera de su lado en 15 minutos salió de ahí. Corrió fuertemente hasta la parada de buses y tomo uno hasta su hogar.
Durante todo el camino miro nerviosos por la ventana, tenía miedo de que alguien pudiera haber descubierto a Jungkook aunque casi era imposible ya que lo había dejado encerrado en el departamento, completamente solo, sintiéndose mal por esto último.
Le pago al señor del auto bus y subió por el ascensor a su piso camino hasta la puerta en la cual estaba escrito el número de su departamento y abrió con las llaves, las cuales había sacado mientras subía en el ascensor. Al entrar buscó con la mirada a jungkook y se asustó al no verlo, ingreso por completo al departamento cerrando la puerta y camino hasta su habitación, justo cuando iba llegando a esta, jungkook salió sin fijarse por lo que chocaron cayendo al suelo el cual era cubierto por una alfombran suave.
Pero eso no había sido lo peor, ya que al caer Yoongi lo había hecho encima del griego, a causa del destino tal vez, Yoongi había besado a Jungkook en los labios, sintiendo este último algo que jamás había sentido por sus amas y amos antiguos, Yoongi era especial.
Luego del incidente todo había cambiado entre ellos, Yoongi evitaba demasiado estar cerca de Jungkook y este último comenzaba a notar su incomodidad, Jungkook por su lado se la pasaba pensando, se dormía tarde y se levantaba temprano sin poder quitarse aquella sensación del pecho
Uno de los tantos días en los que no se hablaban, solo lo hacían para saludarse por la mañana, para avisar al otro que ya estaba la comida por parte de Yoongi y para decir un simple "buenas noches", Jungkook decidió pedirle disculpas a su amo por lo ocurrido y así poder terminar aquella incomodidad en el departamento
Por la mañana ambos se levantaron en silencio, el primero en entrar al baño como siempre fue Yoongi quien se bañó, lavo sus dientes y arreglo como cada día. Salió del baño con el cabello húmedo y ya vestido, miro por toda la habitación buscando al griego pero no lo encontró, de repente un sonido de algo metálico cayendo se escuchó fuera de la habitación, rápidamente Yoongi corrió hacia donde provenía el ruido descubriendo que era Jungkook quien estaba en la cocina frustrado.
-¿Qué haces? – pregunto Yoongi viéndolo con el ceño fruncido
- disculpa yo solo quería hacer el desayuno – Jungkook bajo la mirada apenado con su amo y este último simplemente le sonrió por primera vez en una semana y unos cuantos días
- no te preocupes, de eso me encargo yo – le hablo ya más tranquilo y camino donde estaba Jungkook junto al desastre
- gracias – murmuro el griego con su voz ronca, la cual solía hechizar a varias mujeres y chicos en tiempo atrás, pero con Yoongi no funcionaba para nada.
Jungkook se fue a la habitación para asearse, se había acostumbrado al nuevo siglo en que estaba, ya reconocía varias cosas y sabía utilizar muchas de estas gracias a la ayuda de su amo. Jungkook se puso la ropa que Yoongi le había comprado en sus tantas salidas. Se miró al espejo y sonrió para después salir a desayunar con el mayor
Yoongi lo esperaba con el desayuno sobre la mesa algo incómodo, Jungkook lo noto pero solo guardo silencio para no incomodar a su amo y solo se dedicó a comer tranquilamente
El mayor miraba de reojo al griego con cierto pensamiento, luego de unos minutos miro hacia cierto lado de la concina donde había un calendario, suspiro llamando la atención del menor y dejo de comer para poder hablar.
- Jungkook.... ¿has visto la fecha? – pregunto un tanto nervioso
Jungkook miro atentamente los números en el calendario por décima vez en el día, algo dentro de él se rompía al saber que había pasado un mes volando al lado de Yoongi y al contrario de como pensaba que pasarían las cosas, Yoongi había sido una persona totalmente diferente a las otras que lo habían invocado, las cuales normalmente solo le exigían sexo y más sexo, en un momento de su larga vida llego a sentirse como un objeto el cual solo podía entregar sexo a cambio de que lo trataran bien ¿ Es que jamás podría cambiar su vida?
Yoongi había estado haciendo el aseo para distraerse del nudo que comenzaba a formarse en su estómago al saber que pronto se iría el Menor, pero eso es lo que él quería en un principio, ahora que iba a suceder no se sentía tan feliz y no encontraba una razón o motivo del porqué. Al terminar de ordenar todo en la casa se tiro sobre el sofá para descansar, el día estaba caluroso y el aire que entraba por la ventana antes abierta no era suficiente para bajarle la temperatura a su cuerpo sudado. Suspiro cansado se levantó y decidió ir a la cocina para beber un vaso de agua con hielo, al entrar a dicho lugar se encontró con Jungkook parado frente al calendario, paso por detrás de él y ni se inmutó, parecía concentrado analizando los numero, Yoongi prefirió no molestar y solo hizo lo que había pensado, beber un vaso de agua con hielo para refrescarse, tal vez luego se daría una ducha y dormiría una siesta o leería un libro, solo quería distraerse en aquel día caluroso
Jungkook no le dio importancia al hecho que el mayor estuviera en la cocina, el solo calculaba cuantos días le quedaban en aquel siglo, luego volvería al libro por obligación ya que era su maldición estar ahí y jamás vería a Yoongi de nuevo ya que este no podría invocarlo de nuevo. Tendría que esperar muchos años para que otra persona los sacara del libro y esa vez solo seria para probar el sexo con él, de eso estaba seguro ya que ¿para qué más había sido creado? El griego había comenzado a desarrollar cierto afecto y cariño por yoongi el cual ocultaba como podía para no poner mas incomodo al mayor, sabía que Yoongi quería que se marchara lo más rápido posible para poder seguir con su vida como siempre, tal vez conocer a alguien más bonito que él, que no durara dos meses a su lado, que le consintiera como se merecía y que no se separara nunca. El Mayor se merecía todo eso y más, y por un alguna extraña razón a Jungkook le molestaba esto, Le molestaba la sola idea de abandonarlo y que otro entrara en su vida cuando el saliera de esta. A pesar de no haber hablado mucho luego de aquel accidental beso, el cual a Jungkook le fascino, el griego solía observarlo bastante a lo lejos, le gustaba las muecas que hacia yoongi cuando leía o cuando estaba frente a esa cosa que parecía un libro con botones (computador), le gustaba escucharlo reír mientras hablaba con aquella cosa pegada a su oído (teléfono), todo en Yoongi le fascinaba a Jungkook y no sabía desde cuando había sucedido todo aquello.
La preocupación que ahora ambos sentían es que faltaba tan solo un mes para que Jungkook dejara aquel departamento y volviera al libro Griego del cual había salido aquella noche en que Yoongi se emborracho con su mejor amigo Jimin.
Poco a poco volvieron a ser lo que eran, hablaban la mayoría del día y Yoongi ya no salía del departamento ni evadía al griego. Aquellos días se le pasaban bromeando, viendo películas, comiendo y hasta jugando. La sensación de que ya les quedaba poco tiempo les molestaba a ambos pero hacían como que no pasaba nada.
Yoongi se levantó una mañana muy temprano dejando que Jungkook siguiera dormitando en su cama, porque si, luego de tanta insistencia Jungkook dormía en la misma cama que el mayor debido a que el sillón era una tanto incómodo para su invitado de dos meses. Camino a la cocina y vio la fecha marcada con un círculo rojo en el calendario pegado a la pared, se cubría la boca al notar que había pasado una semana y ya tan solo le quedaban tres. En un acto de desesperación tomo el teléfono y marco el número de su mejor amigo Jimin quien de seguro estaría durmiendo.
Espero unos cuantos segundo con el teléfono en su oído mientras se comía las uñas de su otra mano libre hasta que la voz ronca de Jimin lo saco de su trance.
- ¡Jimin necesito tu ayuda! – le hablo rápidamente el menor sin importarle que hubiese gritado.
- ¿Qué sucede Hyung?, es muy temprano para ir a su casa ¿podría esperar unas horas?
- No Jimin, es de vida o muerte. Mueve ese culo gordo que tienes y ven, te espero con el desayuno. – y colgó luego de escuchar el gruñido de su mejor amigo. Miro la hora y negó con la cabeza, tan temprano no era como para que Jimin le reclamara, ya casi iban a ser las ocho de la mañana, cualquiera se levantaría a esa hora por lo menos una vez a la semana o al mes.
Los minutos pasaron mientras preparaba el desayuno en silencio, no despertaría a Jungkook para que lo acompañara a desayunar como siempre, esta vez necesitaba hablar con su mejor amigo a solas por lo mismo en cuanto escucho la puerta corrió a cerrar la puerta de su habitación y luego a abrirle a su mejor amigo quien entro con una cara que servía de disfraz para Halloween, pero no era momento de bromas, no señor.
Jimin se sentó frente a Yoongi ya que este tenía todo listo sobre la mesa, le sirvió café y luego lo miro ansioso
- ¿y qué era lo importante que no podía esperar unas horas más?- pregunto el mayor mirando seriamente a Yoongi
- Falta poco para los dos meses Jimin.- Hablo un tanto nervioso el mayor viendo a su mejor amigo comer tranquilamente.
- ¿y que con eso?- murmuro Jimin sin comprender del todo lo que el mayor le decía.
- Jungkook, Jimin. Eso quiero decir, Jungkook se va en pocas semanas. – Yoongi parecía más preocupado que Jimin y que el mismísimo Jeon Jungkook quien aún dormía plácidamente en la habitación del mayor.
- Verdad, tu sueño se ha cumplido Yoongi. Pronto quedaras libre de ese bombón.- Jimin siguió comiendo y bebiendo de su café sin notar la mirada del mayor.
- Es que no quiero ahora. – murmuro Yoongi esperando no ser oído.
- ¿Qué? – Jimin lo miro con los ojos abiertos como un par de platos.
- Eso, no quiero que se vaya. ¿Qué puedo hacer para que se quede? No le he querido decir a Jungkook pero he estado leyendo el libro por las noches, buscando alguna solución por internet pero no hay nada Jimin.- hablo desesperado
- Vaya Yoon, no sé cómo poder ayudarte.- murmuro el menor – tal vez pueda ir a una biblioteca de estas antiguas y preguntar Yoongi, no sé qué otras cosa hacer. De esa leyenda no hay mucha información, es muy antigua y hasta yo tenía dudas de que realmente funcionara el libro. – Jimin miro al mayor y le tomo la mano para acariciarla dándole animo.- encontraremos la solución Yoonie, tranquilo todo va a estar bien.
- No sé qué hare si él se va, estoy tan acostumbrado a que este aquí que... no sé qué hare Jimin. Además si vuelve al libro estará solo, nadie lo querrá sacar nunca porque todos piensan que es una mentira, una leyenda tonta. Estará ahí por siglos o tal vez para siempre, es un buen chico, el no merece esto.- Yoongi comenzó a sollozar ajeno a la mirada de Jimin y del chico que estaba parado en el marco de la puerta viendo a ambos conversar sobre su futuro.
Jimin dirigió la mirada a Jungkook quien solo miraba fijamente al mayor de los tres quien sollozaba cubriendo su rostro. Había oído todo segundo antes y le había sorprendido que Yoongi se preocupara por él, llegando a sentir algo cálido en su pecho, una sensación que jamás antes había experimentado con alguien. ¿Cómo Jeon Jungkook no caería rendido ante Min Yoongi?
Jimin tocio para llamar la atención de Yoongi quien no paraba de llorar al frente de él. El mayor saco las manos de su rostro y miro a su mejor amigo para después dirigir su mirada a la entrada viendo a su dios griego parado ahí viéndolo fijamente.
-Yoongi debo irme, cualquier cosa que encuentre te aviso, adiós. – se despidió tranquilamente saliendo del departamento rápidamente dejando ambos jóvenes solos en aquel lugar.
Yoongi bajo la mirada avergonzado secándose las lágrimas y dejando de sollozar. Jungkook en su lugar se acercó rápidamente poniéndose de rodillas al lado del mayor, tomo su rostro y seco algunas lágrimas viéndolo fijamente.
- Perdón Yoongi, perdón por hacerte llorar. – murmuro sin dejar de verlo.
- No, no. No es tu culpa Jungkook. Lo siento, es que... yo no sé qué me paso, yo no quiero verte encerrado ahí dentro, no te mereces eso, eres un chico increíble y deberías tener esa libertad de elegir lo que quieres y no que un libro te libere cada cierto tiempo. – hablo el mayor desviando su mirada nervioso, su corazón latía rápidamente y no podía mantenerle la mirada a su griego
- Pero es mi destino, para eso fui creado. Esa es mi misión y no la puedo cambiar. Amaría poder quedarme aquí contigo Yoongi. – susurro Jungkook sin darse cuenta de sus palabras. El mayor lo miro mientras nuevas lágrimas caían de sus ojos. Jungkook se acercó a su rostro lentamente, esperando algún rechazo por parte de Yoongi pero este nunca llego por lo que con facilidad pudo juntar sus labios en un adorable y casto beso
Ambos se encontraban en paz al lado del otro. Tal vez Min Yoongi también estaba cayendo enamorado de Jeon Jungkook.
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