Primera parte.

En un principio Jimin supo que sería difícil mantener una relación con Hoseok, quien por varios años había sido su mejor amigo, el mejor compañero que podía pedir. Pero todo se había llevado a otro nivel, había sobrepasado un límite que se había prometido no pasar en el momento que había comenzado a tener extraños sentimientos que, él sabía no serían buenos para la amistad que ambos llevaban.

Siempre habían sido un grupo unido, conociéndose desde el kinder y formando un lazo irrompible a través de los años. El que Jeongguk diera una idea para formar una banda no les parecía mala idea, lo habían hablando durante bastante tiempo y de a poco habían comenzado. Ninguno sabía qué instrumento podía tocar o cuál sería ese que le llegaría a ser sentir sumamente bien. Jimin descubrió que era la batería y Hoseok un tiempo después supo que el bajo era su favorito. Y los años fueron pasando, tocando en lugares pocos conocidos en donde a veces no sabían si podrían llegar a salir con todos sus elementos o serían robados a mitad de camino. La fama había llegado muy de golpe y a Jimin no le había costado mucho acostumbrarse a todo lo que es conllevaba. Hoseok... Park sabía cuanto había luchado Hoseok para acostumbrarse y que todo no se le hiciera tan imposible para seguir.

Fue una noche de invierno cuando todo se dio, ambos estaban ebrio y Jimin no aguantaba sentirse lejos de su mayor, lo había tomado del brazo mientras volvían a su hogar y cerrando los ojos fuertemente es que se acercó y lo besó por primera vez. Luego, salió corriendo. Estuvo una larga semana encerrado sin saber muy bien qué hacer, Hoseok le había pedido una sola explicación y él no podía brindarsela con seguridad. Jung se había cansado de esperar algo que sabía que no llegaría por parte de Jimin y una tarde el menor estando distraído lo interceptó.

Park había llorado durante una larga hora y media, diciéndole que aunque dolía quería arruinar esa amistad, que aunque habían dado mucho para ser amigos, quería arruinar, quería arruinar absolutamente todo. Y Hoseok se lo permitió porque a pesar de que ver llorar a Jimin había movido muchos sentimientos y en su pecho sentía un vacío enorme, él se sentía de igual forma, pero su manera de ocultar las cosas le había dado una ventaja muy grande. Esa noche en el estudio del mayor ambos aclararon sus sentimientos y se prometieron cosas, Hoseok no rompería el corazón de Jimin porque Jimin no tenía intención romper el de él, estaba dispuesto a amarlo en cuerpo y alma, por lo que le restaba de vida. Así de enamorada se encontraba el baterista. Fue un dolor de cabeza tratar de ocultar lo que tenían porque las miradas que se daban decían otras cosas y las sonrisas cómplices que guardaban le daría a todo el mundo entender algo que era de ellos, algo que guardarian para sí porque no querían, ni necesitaban que alguien ajeno se metiera entre ellos, tampoco querían opiniones de nadie.

Cuando Jeongguk le dijo a Yoongi lo que había sucedido, el desliz que ambos habían tenido al follar drogados en la habitación del mayor, por una parte se encontraban aliviados porque quería decir que no le ocultarian a sus mejores amigos lo que ambos tenían, pero otra parte de ellos tenía miedo de que los criticaran. Simplemente fueron felices cuando aceptaron su relación.

Era una relación de muchas idas y vueltas, Hoseon prometía cosas y nunca cumplía. Más de una vez había roto el corazón de Jimin y él volvía a perdonarlo, más de una vez lo había esperado despierto toda la noche a que llegara al departamento que ambos compartían, pero su amor siempre llegaba ebrio y consumiendo sustancias que a Park no le gustaba. Y dolía, porque había puesto muchos ultimátums, pero no cumplía con ninguno. Más de una vez Jung había dicho que cambiaría, pero siempre volvía al mismo círculo vicioso y a este punto Jimin ya no sabía si él le había sido infiel o no.

Nunca había creído en una persona tanto como creía en Hoseok y eso en parte había sido su culpa porque cada vez que se iba, volvía al mayor porque lo amaba, lo amaba tanto que ya no sabía qué hacer para que ninguno saliera lastimado, para que Hoseok por fin tomara un rumbo en su vida. Y estaba ahí, con una mano en su pecho mientras miraba a la persona que era su novio sostener con delicadeza, pero a la vez con algo de fuerza a Jaegguk, el pequeño niño de Tae y Gguk.

—Hoseok—El mayor quitó la sonrisa de la cara y la vista del bebé. Se extraño por el raro sentimiento que desprendía la voz de Jimin, solo lo llamaba Hoseok cuando estaba enojado y él sabía que no le había dado un motivo para que lo estuviera—, ¿tú me amas?—Dejó al pequeño Jae en su cuna y miró a su novio.

—Claro que te amo, mucho—Supo que algo andaba mal en el momento que se quiso acercar a Jimin y este simplemente se alejó de su lado—. ¿Qué sucede, nene?—Pudo ver las lágrimas retenidas en los ojos de su novio y se preparó para lo peor.

¿Qué podía hacer? Ya había rogado muchas veces y Jimin le había dado muchas oportunidades, él seguía sin cambiar y se encontraba consciente de toda la situación. Pero su pecho dolía y sentía un vacío horrible, le había prometido no romper su corazon y lo había hecho miles de veces. Si esta vez Jimin quería dejarlo, esta vez, no rogaría, esta vez dejaría que se fuera de su lado para que encontrara su lugar en otra persona, porque Hoseok creía que con todo el sufrimiento que lo había hecho pasar ya no se merecía a alguien como Jimin lo era.

— ¿Por qué sigues dañandote?—Preguntó Jimin con un hilo de voz—. ¿Por qué sigues haciéndolo? ¿Acaso quieres morir?

Porque en la parte de la historia de ellos que nadie conoce, fue Jimin quien estuvo con él cuando Hoseok tuvo una sobredosis de cocaína, la cual, sino se llegaba a tiempo al hospital, él podía haber muerto. Pasó varios días inconsciente en donde nadie sabía nada, hasta que no verlos por tanto tiempo preocupó a sus amigos. Encontraron a Jimin destrozado en la sala del hospital, pidiendo a cualquier deidad que por favor sanara al amor de su vida, que por favor hiciera que Hoseok despertara. Yoongi no supo cómo controlar la situación, todo había llegado a un punto en donde había explotado en su cara, tanto que había lastimado a sus mejores amigos. Hoseok despertó una semana después de su sobredosis y cuando lo hizo su estómago cayó a sus pies al ver como de mal Jimin se encontraba, las ojeras que cargaba, los ojos hinchados por el llanto, la sonrisa rota y el brillo de sus orbes desapareciendo por completo; volviéndolo un frágil recipiente de nada.

—Te vi anoche, Hoseok—Dijo, lagrimones dejando sus ojos—. Vi como te arruinabas una vez más, como dejabas que eso se robara parte de tu vida. Estuviste una vez a punto de morir, ¿qué me asegura a mí que no habrá otra? ¿Y si... Y si esta vez te pierdo de verdad? Sabes que no aguantaré, sabes que no—Negó con su cabeza mientras tomaba una decisión.

—No es momento—Murmuró y Jimin lo miró molesto.

— ¿No es momento?—Preguntó con un sarcasmo que le dolió a Hoseok—. ¿Entonces cuando será el momento? ¿Cuándo llegues a casa ebrio y drogado, y solo quieras follar? ¿Cuándo sostenga tu mano mientras vamos en la ambulancia? ¿Cuándo estés muriendo? ¿Ese será el puto momento en que tú quieras hablar? ¿Eh? Dime.

—Jimin, estamos cuidando de Jae. Cuando lleguemos a casa lo hablamos bien—El menor negó con su cabeza.

—Hyung—No quería hacerlo—, creo que sabes muy bien cuando digo que te amo y que eres el amor de mi vida—Debía de cerra su boca—. Sabes que nunca habrá nadie que ame tanto como te amo a ti—¿A qué punto llegaría?—. Lo estoy intentado, juro que estoy intentándolo con todas mis fuerzas—¿Cuán destrozado se encontraba en ese momento?—. Vuelve a casa tú hoy ¿sí? Yo te amo, te amo con todas mis fuerzas—¿Qué demonios estaba diciendo?—. Yo... hyung... yo...

Hoseok odiaba que le dijera Hyung porque de esa forma se sentía más real la despedida que venía a continuación. Por primera vez en años, no estaba drogado y no veía las cosas distorsionadas. Esa noche su cabeza no distorsionaba nada y entendió como es que Jimin se sentía, por fin vio todo lo que su novio había luchado por él, por ellos y lo había hecho solo porque él en ningún momento había movido un maldito dedo para salvar la relación, es más había sido el encargado de arruinar de absolutamente todo el esfuerzo y todo lo que habían pasado cuando empezaron a salir.

— ¿Qué?—Su voz era un hilo—. ¿Qué sucede?—La característica sonrisa por la cual lo conocían estaba rota.

—Hyung... te voy a dejar, me voy a ir del país. La banda sigue, lo sé, pero estamos en un descanso indefinido. Pensaré las cosas estando lejos de aquí, si quiero seguir con eso o no. Y también... creo que es momento de aceptar que no cambiaras por mí, por esto que tenemos y mucho menos lo harás por ti. Si quieres seguir arruinando tu vida, hazlo. Eres grande y sabes bien las consecuencias, pero esta vez lo harás solo porque no quiero ver como el amor de mi vida muere un poco con cada inhalación que da. Yo te amo, pero no puedo más—Para este punto tanto Jimin como Hoseok parecían morir en vida por todo lo que sucedía.

—Está bien—Dijo con sus pensamientos en un hilo, sus manos temblando—. Te amo...

—También te amo—Se acercó a Hoseok y le dio un último beso, miró al bebé que descansaba en la cuna y limpió rápidamente sus lágrimas cuando escuchó que los Jeon habían llegado a su hogar—. Cuídate ¿sí?—Tomó su bolso y se dispuso a salir del lugar.

Hoseok no lo detuvo esa noche, no rogó y por una vez en su vida creyó tomar una buena decisión porque él no tenía derecho a retener a Jimin en una relación que solo estaba destrozandolo y quitándole años de felicidad que podía encontrar en alguien más. Se quedó sentado en un taburete de la cocina mientras su cabeza trataba de asimilar todo lo que había sucedido y cómo por su propia culpa había perdido a quienes sería su más único y grande amor.

Jimin no podía seguir con ese sufrimiento en su pecho, las lágrimas caían como cascadas por sus mejillas y no supo en qué momento había chocado con Tae en la puerta, que en cuanto lo vio de esa forma se preocupó.

—Minie, ¿qué sucede?

—Nada—Le dedicó una sonrisa rota—. Me voy ¿sí? Cuida de Jae y mándame fotos de su crecimiento, háblale de mí, por favor. Dile que el tío Minie lo extraña como nada. Y por favor, cuiden de Hobi—Taehyung entendió sin preguntar nada y sostuvo a Jimin de la muñeca más tiempo del que el muchacho quería—. Déjame ir ¿sí? Ya no puedo, lo amo mucho, pero ya no aguanto ver como se destruye la vida. Dile a Gguk que lo quiero—Tae lo abrazó con fuerza y asintió con su cabeza porque él no podía hacer nada. Aunque le dijera a Jimin que se quedara no lograría nada porque su decisión ya estaba tomada y no había nada que lo hiciera volver atrás.

Jeongguk bajando las bolsas del maletero vio en el estado que Jimin salía de su casa y quiso apurarse a preguntar qué sucedía, pero cuando quiso darse cuenta él mayor ya estaba yéndose del lugar.

— ¿Qué sucedió?

—Amor, Jimin se va del país—Jeon lo miró con sus labios abiertos antes de fruncir el ceño.

— ¿Qué? No, no puede hacer eso—Murmuró con la intención de ir hasta su auto y perseguir al que Jimin se había subido.

—Mi amor, escúchame—Pero el artista seguía tirando con intención de ir tras de uno de sus mejores amigos—, ¡Jeongguk para! Que tú lo persigas no hará que él cambie de opinión, él ya tomó una decisión y no hay nada que lo haga volver.

—Pero- ¿Y Hoseok? ¿Él puede hacerlo volver verdad?—Miró los ojos de su esposo y comprendió la situación—. Se va por él ¿no es así? Demonios.

A pesar de que ambos tenían el ánimo por el suelo ingresaron a su hogar y acomodaron las bolsas arriba de la isla de granito. Hoseok mecía a Jaegguk con suavidad mientras apretaba fuertemente sus ojos para no dejar que las lágrimas se derramaran.

—Bebé toma a Jae y ve a la habitación.

— ¿Qué harás, Gguk?

—Solo ve, ¿sí?—Con algo de desconfianza tomó a su hijo de los brazos del mayor y luego se retiró del lugar negando con su cabeza cuando pasó por el lado de Jeon—. Lo lograste, hyung. ¿Qué hago ahora? ¿Te aplaudo? ¿Qué mierda quieres que haga? Desde un principio tú sabías que esto iba a suceder, desde que comenzaste a consumir esa mierda sabías que ibas a perder a la única persona que aguantó por ti, todo.

—Cállate, solo cierra tu maldita boca por un segundo—La fuerte risa del menor hizo que Jung levantara su mirada bruscamente. Si las miradas mataran, él realmente ya estaría muerto desde que Jeon había pisado el lugar porque la forma en la que estaba mirándolo lo había destrozado más de lo que se encontraba e hizo que todo fuera aún más real de lo que él creía.

—Ya. Me callé durante mucho tiempo ¿sabes? Cerré mi boca y dejé que ustedes siguieran con lo suyo porque no lo veía bien que intentara meterme en algo que era de ustedes dos. Pero Hoseok, te voy a decir la verdad de las cosas. No fue Yoongi ni fui yo quien te encontraron teniendo la sobredosis, fue Jimin y lo ocultó durante varios días a eso, pero en ningún momento te dejó ¿sabes? Él estuvo día y noche en ese maldito hospital pidiendo para que tú te recuperaras. Y cuando lo haces, cuando despiertas, ¿qué sucede? ¿Qué es lo primero que haces? Ser un maldito drogadicto de mierda. Quiero saltar sobre ti y golpearte tanto maldito imbécil—Suspiró profundo antes de que intentara hacer algo de lo que luego se seguramente se arrepentiría—. Hoy te quedarás aquí, no irás a ninguna parte hasta que yo te lo digas. Dame la porquería que tienes guardado en el bolsillo—Hoseok lo miró asustado y negó con la cabeza—. ¡Dame esa maldita mierda! ¿Qué parte no entiendes que está arruinandote? ¿Qué te vas a morir?—A pesar de que se había resistido y no quería soltarlo, se dijo que debía de hacerle caso a Jeon porque sabía que el menor tenía mucha más fuerza que él y podría golpearlo hasta noquearlo. Le entregó los dos sobres con polvo blanco y frente a sus ojos el menor tiró la cocaína por el lavabo para luego abrir la canilla de agua—. Y si llegas a irte en algún momento de la noche, voy a buscarte Hoseok y juro que voy a golpearte hasta que quedes inconsciente. Mañana llamaré a los chicos y veremos qué hacer con esta mierda. Ve a dormir.

Con paso lento, con los pensamientos yendo a mil por hora fue a la habitación que le indicaba Jeon y realmente había ideado un pequeño plan para irse de ese lugar, pero no podía seguir haciendo que los demás se preocuparan por el como si tuviera 5 años. Era adulto y debía de hacerse cargo de sus responsabilidades.

Esa noche mientras observaba las estrellas por la ventana rompió en llanto al darse cuenta de la gravedad de las cosas y en como había perdido a Jimin. De las estupideces que había cometido a los largo de su vida, no haber cambiado para bien y así poder seguir teniendo a Jimin en su vida, esa, había sido una de las peores y se arrepentía con todo su ser, pero no podía hacer nada más que lamentarse como el idiota que era.

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A la mañana siguiente los únicos que se encontraban despiertos eran Jaegguk y Hoseok, el último no había dormido absolutamente nada porque la culpa que sentía no se lo permitía. Había escuchado al pequeño llorar y fue rápido el movimiento que hizo para entrar a la habitación de Jeon y Tae, tomar al bebé en sus brazos y salir del lugar.

— ¿Qué sucede, amigo?—Le preguntó al bebé mientras preparaba su biberón.

Cuando estaba alimentando a Jae fue que Gguk se levantó y lo fulminó con la mirada mientras desaparecía de la cocina para ir en dirección de la puerta de entrada. Segundos después escuchó las voces de Yoongi y Namjoon, y juró que quería salir huyendo, pero diablos, no podía y simplemente se quedó quieto en su lugar hasta que Jaegguk se terminó todo el biberón.

—No va a decir nada, Yoongi. Está muy asustado para afrentar la situación, pero cuando estaba inhalando tres líneas de coca, ahí no tenía miedo—El sarcasmo que el menor estaba manejando hacían a Hoseok hacer un mueca y agradeció a nadie en particular cuando Tae bajó en busca de su hijo y pudo dárselo para que él terminara de hacer el trabajo.

—Amor, sé suave—Dijo suave cuando pasó por el lado de su esposo, mirándolo con esos ojos a los que Gguk no podía resistirse—. Le daré un baño a Jae y luego bajaremos—El artista asintió y luego sonrió.

—

¿Vas a animarte a decir algo, Hoseok?—Yoongi tenía un tono de voz fuerte, pero había algo que también tenía que llegaba a convertirlo en uno muy suave. Hoseok tenía muy asegurado que el mayor quería gritarle muchas cosas, lo notaba en su rostro, pero como siempre hacía estaba tratando de llevar la calma porque Jeongguk estaba más que molesto.

— ¿Qué puedo llegar a decir? Él se fue, no hay nada para hacer ¿entienden?

— ¿Por qué se fue?—Namjoon estaba ahí, observando toda la situación y era el único que se encontraba calmado por el simple hecho de que no era asunto suyo, podía llegar a decir unas cuantas cosas, pero más que eso no podía hacer.  El no sabía los asuntos internos de la pareja y aunque Yoongi era su novio habían algunas cosas que no le contaba.

—Porque Hoseok es un hijo de puta que no sabe apreciar las cosas que los demás hacen por él, toda la ayuda que Jimin le dio se la pasó por el culo, literalmente. Dile, cuéntale a Namjoon que eres un maldito drogadicto de mierda que prefiere que su cabeza distorsione todo escenario antes de enfrentar la realidad.

—Gguk cálmate—Pidió Yoongi en casi un murmuro.

— ¿Por qué tengo que calmarme yo? Si él es el imbécil que siempre tiene su culo hasta arriba de cocaína—Nam hizo una mueca. Él aceptaba y estaba a favor de que fumaran un porro para relajarse, para sacar tensiones, pero la cocaína... Diablos, esa mierda podía llegar a arruinar a las personas de formas inimaginables así como a veces su cabeza dejaba de funcionar correctamente, la adicción se volvía tanta que el consumidor no podía llegar a estar sin ella ni siquiera por diez minutos y eso, hasta que se comía por completo a la persona y dejaba de existir a causa de muchas cosas. Una sobredosis, el corazón dejaba de funcionar, suicidio, cualquier mierda podía pasar con alguien adicto a la cocaína y era una puta mierda que se metieran con eso.

— ¡Cierra la maldita boca de una vez!—Gritó harto. Hoseok negó con su cabeza—. ¡Tú tienes tu vida perfecta Jeongguk! Deja de decir mierda por una vez en tu vida, idiota. ¡Se fue! ¡Se fue! Acéptalo de una maldita vez, se fue y no va a volver, no hay nada que hacer. ¡La cagué! ¡La cagué como nadie, hermano! Jimin ya no es más mi problema—Demonios, iba a decir cosas que no quería—. Era una puta carga que había comenzado a molestarme. Si él seguía reclamando, iba a golpearlo, juro que iba a hacerlo—Jeon no supo qué sucedió, qué pasó con su cuerpo y el por qué había reaccionado por sí solo. Pero estaba ahí, golpeando con fuerza el rostro de Hoseok, haciendo que este se quedara inmóvil sin saber qué hacer. No quería defenderse porque lo merecía y los golpes de Jeongguk por más marca que dejaran, no dolían tanto como lo hacía su pecho.

— ¡Dilo de nuevo maldito hijo de puta! ¡Dilo! ¡Jimin fue el único que no se dio por vencido contigo! ¡Fue el único que salvó tu culo miles de veces! Ni te atrevas a faltarle el respeto a mi hermano, ni ahora, ni nunca en tu puta y miserable vida. ¡Muérete!—Estaba molesto no quería decir eso, pero ya no podía dar nada más por Hoseok. Estaba harto que hiciera con sus consejos nada y que estuviera dispuesto a seguir arruinando su vida.

Hoseok se había dado por vencido con sí mismo desde hace mucho tiempo. Lo unico que lo hacía tener un poco de esperanza de que podía cambiar para bien, era Jimin, pero había desperdiciado muchas oportunidades y realmente ya no sabía qué más hacer.

—Irás a rehabilitación. Así tengas que quedarte 1 año. No te moveras de ahí y te mantendrás limpio por lo que te resta de vida. ¿Quieres seguir vivo?—Preguntó Yoongi mirándolo a los ojos en el momento que pudo sacar con ayuda de su pareja a Jeongguk de encima de Hoseok.

—No lo sé—Murmuró. Pero Yoongi sabía que sí así que solo sonrió muy suavemente mientras veía como Namjoon llevaba a Jeongguk hacia afuera.

—Sigue viviendo, Hoseok. Por ti, si quieres por quienes te rodean y por la persona que más amas en este planeta. Jimin va a esperarte, todo el tiempo que te lleve, yo lo sé. Pero cambia para bien ¿sí?

Esa mañana con su nariz y labio sangrando Hoseok tomó otra decisión. Comenzaría rehabilitación y cuando estuviera limpio por completo, volvería a tratar de conquistar a Jimin para demostrarle todo el amor que le tenía, y también, para agradecerle por todo lo que había hecho por él y por ellos. No importaba si el menor no quería volver, él se conformaría con ser nuevamente su mejor amigo y agradecerle a su manera. Desde ese día no serían más días de fiesta, no serían más días en donde volvería a su departamento drogado ni ebrio, a partir de ese día el cambiaría para bien y lo cumpliría.

Holaaaaa, tanto tiempo gente preciosa.

No sé cuántos llegaran a leer este especial, pero quiero contarles que no sé por qué les traigo esto, no sé por qué me levanté y dije "Voy a hacer un especial de Dionysus." Puede que lo haga porqué sí o también puede que lo haga porque quiero tratar de agradecer una parte del apoyo que tuvo el au a través de todos estos meses, la forma de lo rápido que creció y los miles de comentarios que dejaron diciendo que les gustaba, realmente lo agradezco de todo corazón y me hace muy feliz saber que algo que hice con bastante esfuerzo y dedicacion haya por lo menos, divertido en algo a alguien. Espero que los disfruten y no se asusten que hay segunda se parte de esta complicada relación que surgió del Hopemin. No lo quería hacer sufrir a Hoseok, pero le hizo pasar muchos momentos horribles a Jimin y nada.

Última cosa, tengo una segunda cuenta por si a esta llega a pasarle algo en algún momento, si eso sucediera estaría mudándome por completo a ese lugar así que si quieren seguirme, estaría agradecida estoy como @goldgoogie

También tengo una cuenta en inkspired y salgo como el user que tengo acá. @thelastyngi jaja

Y por último pero, no menos importantes, me hice un Twitter para subir aus ahí y sería muy feliz si tengo el apoyo de ustedes, ya tengo varias ideas subidas, pero solo falta quién quiera leerlo. Si quieren seguirme y brindarme su hermoso apoyo estoy como: @thelastyngiaus

Nada eso, muchas gracias por todo y nos leemos pronto para la segunda parte♡