8 Noche de consumación. HoSeok
El consorte real JiMin fue el último en llegar a las puertas de los aposentos que esa noche estaban destinados al principe HoSeok. Entonces YoonGi respiró profundamente y cruzó las puertas solo con un sirviente. HoSeok estaba sentado en la cama y se levantó de inmediato.
- Buenas noches, príncipe YoonGi. - Se inclinó.
- Buenas noches, príncipe HoSeok. - Respondió YoonGi y extendió los brazos para que el sirviente le quitara la pesada prenda que llevaba sobre su kimono de seda, similar al de HoSeok pero en otros colores. Claro, YoonGi no iba a pasear por el palacio con sólo ese kimono tan ligero y sutil, sería una provocación. Luego el sirviente se retiró.
- Creí que no íbamos a estar solos. - Mencionó sin comprender.
- He pedido que nos den unos minutos previos a solas y el rey ha aceptado. - Sinceramente eso aliviaba a HoSeok. - Sentaos, por favor, príncipe HoSeok.
- Es sólo HoSeok para usted, alteza. - YoonGi sonrió y se sentó a su lado.
- Entonces llamadme YoonGi también. - Se sonrieron, aunque de momento todo era cortesía entre ellos. - Estáis muy hermoso, HoSeok.
- Sus sirvientes se han esmerado en que esté presentable para usted. - Opinó.
- No seas modesto. - Dijo tomando su mano. - Me resultas muy atractivo. - Ahora HoSeok si estaba nervioso porque el momento se acercaba inevitablemente. YoonGi se acercó para besar a su esposo y HoSeok correspondió al beso. Lento, pero largo. - ¿Puedo haceros una pregunta?
- Claro. - Afirmó HoSeok.
- ¿Sois virgen? - HoSeok bajó el rostro. - No me importa realmente. En mi reino eso no es importante. - Se apresuró a decir al verle afligido. - Simplemente me gustaría saber como proceder. No me gustaría haceros daño o ser desconsiderado.
- No lo soy. - Confesó finalmente.
- Eso me alivia. - Aseguró YoonGi tomándole de la barbilla. - ¿Estáis acostumbrado? - HoSeok agradeció eso aunque resultara incómodo porque detonataba que se preocupaba por él.
- No demasiado en realidad. Pero me será posible con un poco de... - No acabó la frase, se limitó a mirar la mesilla en la que los criados habían depositado numerosos frascos de aceites.
- Por supuesto. - Sonrió YoonGi. - Los aceites lubricantes de este reino son muy variados y estimulantes. Si me permites elegiré este. - Dijo tomando uno de los frascos. - Produce una agradable sensación de calor y huele muy bien. Creo que nos ayudará a ambientar y encender la situación. - HoSeok asintió. - Dejadme que retire vuestro kimono. - Pidió. HoSeok se levantó y YoonGi desató el nudo con delicadeza, luego le dio la espalda para que lo deslizara fuera de sus hombros. Pudo observar su espalda y sus glúteos. Era muy bello.
- Dejadme que haga lo mismo por vos. - YoonGi se dejó hacer mientras HoSeok se lo quitaba. Quedó cegado por la blanca y perfilada escultura que era el príncipe. YoonGi volvió a besarle y se acostaron en la cama con suavidad. Continuaron besándose y acariciándose hasta que el ambiente se hizo cómodo y cálido entre ellos. YoonGi lamió y saboreó los pezones de HoSeok con gusto.
- Fresas. - Dijo de pronto.
- Dijeron que eran vuestras favoritas.
- Y lo son. - Alegó con una sonrisa. Entonces empezó a chupar y deleitarse vivamente con los pezones de HoSeok haciéndole soltar suaves gemidos. HoSeok comprendió entonces el porque de la costumbre tan extraña de ese reino. Cuando los hubo probado bien y estaban erectos y enrojecidos, esta vez por sus atenciones, YoonGi recogió el frasco que antes había elegido y esparció una cantidad por el pecho de HoSeok. En un dulce masaje, YoonGi lo esparció también por su abdomen y sus piernas. De nuevo, YoonGi tenía razón. Era cálido y olía muy bien. HoSeok empezaba a sentirse predispuesto y excitado. Finalmente también lo esparció por la entrada de HoSeok y un poco por su miembro para que disfrutara de sus caricias. - Esposo mío. - Susurró. - Debo hacer pasar a los reyes y la corte. - Anunció. HoSeok asintió con algo de timidez. De pronto pensó en TaeHyung, si él se sentía así, ¿cómo iba a estar TaeHyung?
- YoonGi. - Le detuvo antes de que abriera la puerta. - ¿Puedo pediros algo?
- Lo que sea, HoSeok.
- Sed igual de comprensivo con el príncipe TaeHyung. - Pidió. YoonGi se sorprendió un poco.
- No os preocupéis. Cuidaré de él, pero ahora pensad en mí, por favor. En nadie más. Sólo por esta noche.
- Perdonad. - YoonGi sonrió.
- No pidáis perdón, me encanta que seais tan compasivo con él. - Mencionó poniéndose frente a la puerta. - Ahora relajaos y miradme solo a mí. Sé que en el reino del que venís no existe esta costumbre. Sólo debéis ignorarles. - HoSeok asintió. YoonGi abrió la puerta y sin decir nada volvió a la cama junto a su esposo. - Tan solo cerrad los ojos y besadme. - Le dijo. - Yo me encargaré del resto y a todo acabará antes de lo que imaginais. - HoSeok obedeció y cerró los ojos. No supo cuanta gente entró, no les miró. Sólo dejó que YoonGi hiciera lo que era necesario. Intentó no tardar mucho en dilatarle con sus largos dedos, sin parar de besarle. Luego le acomodó y se introdujo en él lentamente, por si le hacía daño. Quedó en su interior, sin moverse mientras escuchaban como todos volvían a dejarles solos en la habitación. - Ya se han ido. ¿Deseáis que pare? - HoSeok abrió finalmente los ojos.
- No. - Admitió. - Hacedme realmente vuestro, mi esposo. - Esa fue una declaración de intenciones, pues indicaba que, seguramente, no sería su última unión.
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ANTES DE PASAR AL SIGUIENTE CAPÍTULO:
Bien, ya tenemos la relación entre HoSeok y YoonGi, no se puso tan difícil, ¿cómo será con TaeHyung, sin embargo? Hagan sus apuestas!!!!
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