¿Cómo podía pasar el tiempo tan rápido? El príncipe TaeHyung ya estaba preparado, mirándose al espejo. Estaba tan hermoso como aterrorizado.

- ¿Cómo es el príncipe YoonGi? - Había preguntado una y otra vez. Criados y sirvientes sólo sonreirán enternecidos por sus nervios y se limitaban a decirle que era un buen hombre y que no se preocupara. Pero no podía evitarlo.

Salió de sus aposentos llevando el Hanbok más lujoso y hermoso que jamás había visto y que, por los visto, su madre había preparado. Allí se cruzó con el príncipe HoSeok, que parecía llevar un rato esperando. Su vestimenta era distinta, era un hermoso traje militar ceremonial propio del reino de donde venía. De seguro el príncipe heredero llevaría un traje militar también, aunque uno hecho en Silla.

- Eres guerrero. - Pronunció el príncipe TaeHyung sorprendido.

- Sí, lo soy. - Respondió con firmeza. No pareció extrañarle que TaeHyung no lo fuera. Entonces el general NamJoon apareció por el pasillo. También vestía muy elegantemente, con su espada ceremonial a la cintura, igual que HoSeok.

- El príncipe heredero ya está dispuesto y esperando en el altar. - Comunicó con una reverencia. - Permítanme acompañarles y anunciar su llegada.

Los dos príncipes asintieron y caminaron uno junto al otro siguiendo al general.

- Deja de mirar al suelo. - Le regañó HoSeok después de un rato andando en esa postura. - Eres un príncipe y el reino tiene que verte como tal. - Con "el reino", HoSeok se refería, en ese momento concreto, a los invitados a la boda. TaeHyung, sin embargo, no podía creer que se fuera a casar frente a un montón de desconocidos, sin que su familia estuviese allí. Para colmo, el mayor desconocido era su propio esposo. Estaba de los nervios y profundamente triste, pero el príncipe HoSeok tenía razón, nadie debía notar eso.

Las trompetas de entrada sonaron cuando llegaron a las puertas del gran templo.

- Mi rey, mi príncipe, consortes reales, distinguidos invitados. - Saludó. - Los príncipes de Baekje y Goguryeo están aquí. - Anunció el general con voz potente a todos los presentes.

Los dos caminaron por el largo pasillo hasta el altar ante las miradas de todos los nobles que hacían de testigos. Al fin, los príncipes podían ver a su esposo, pero éste estaba de espaldas a ellos, como indicaba la tradición, no podían verle la cara hasta casarse con él. Se colocaron a los dos lados del príncipe heredero, pero un paso por detrás, mirando hacia el altar donde el rey JungKook comenzó la ceremonia.

- Reino de Silla. - Pronunció. - Nos hemos reunido para llevar a cabo no sólo el sagrado enlace matrimonial de mi hijo, el príncipe YoonGi, sino para unir los reinos... - TaeHyung dejó de escuchar en ese momento. Palabras y más palabras. Estaba demasiado nervioso para oír nada. - Príncipe HoSeok de Goguryeo. Da un paso y ponte a la altura de tu futuro esposo. - Habló el rey. TaeHyung observó la expresión de HoSeok, él al fin podría ver a YoonGi y necesitaba saber su opinión, pero HoSeok ni siquiera miró al príncipe heredero, dio un paso y siguió mirando al frente. YoonGi le tendió la mano y HoSeok la cogió. - Este lazo creará una unión irrompible entre el príncipe YoonGi de Silla y el príncipe HoSeok de Goguryeo. - Dijo el rey. El lazo lo portaba el rey consorte Jin, quien se acercó a ellos y ató sus manos entrelazadas con sumo cuidado, como mandaba la tradición. A TaeHyung le habían tenido que explicar varias veces como se haría todo aquello. En su reino las costumbres eran distintas. - Este lazo irrompible os convierte ahora en esposos. - Anunció el rey. - Besaos. - Sonó casi como una orden. YoonGi y HoSeok finalmente se pusieron frente a frente. TaeHyung observó, pero no vio ningún gesto en la cara de HoSeok, era completamente impasible aun cuando el príncipe le besó. Un beso perfecto para una boda, no demasiado tímido, ni demasiado atrevido. Recatado pero cercano incluso si jamás se habían visto. - Príncipe TaeHyung de Baekje. - TaeHyung dio un Respingo asustado. - Da un paso y ponte a la altura de tu futuro esposo. - Lo hizo y cogió la otra mano de YoonGi, que este le tendía, pero él miraba al frente y TaeHyung debía hacer lo mismo. Al menos la mano de YoonGi era firme, pero amable. Suave y blanca. - Este lazo creará una unión irrompible entre el príncipe YoonGi de Silla y el príncipe TaeHyung de Baekje. - Repitió las palabras. Esta vez fue el consorte real JiMin quien anudó el lazo entre sus manos e incluso se permitió la licencia de sonreír a TaeHyung intentando calmarlo. - Este lazo irrompible os convierte ahora en esposos. - TaeHyung creía que iba a desmayarse. - Besaos. - Se giró muy lentamente hacia el príncipe YoonGi, quien ahora era su esposo y le observó. Tenía una expresión pacífica y tranquila. Su piel era mucho más blanca que la suya o la de HoSeok. Su respiración se cortó cuando el príncipe se aproximó a él. Se quedó petrificado y sólo se dejó besar. YoonGi se apartó y al fin le sonrió. TaeHyung se sintió algo más calmado y quizá un poco feliz por ello. Su porte era firme, pero su sonrisa era suave. No era el momento para hablar, pero YoonGi apretó su mano dándole confianza y no dejando que sus piernas temblorosas le fallasen. - Hoy no sólo gano importantes alianzas. - Proclamó el rey. - Gano dos nuevos hijos. Reino de Silla, den la bienvenida a los príncipes consortes. HoSeok y TaeHyung de Silla - Todos los presentes estallaron en vítores, felicitaciones y deseos por las uniones. Esa era una de las cosas que les habían comentado a HoSeok y a TaeHyung antes de la boda. Su nacionalidad ya jamás sería la del país donde nacieron. Ya no había motivo si quiera para referirse a esos otros reinos. Ahora eran gente de Silla. Todo lo demás, quedaba atrás.

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ANTES DE PASAR AL SIGUIENTE CAPÍTULO:

Que bonito y a la vez que tristes las bodas concertadas.
Pregunta: ¿A qué edad querrías casarte? En caso de que quieras hacerlo, claro XD.
Me hace gracias que cuando era una niña jugábamos a un juego y todas decíamos que queríamos casarnos como a los 22 años. ¡Sí hombre! ¡Y que más! Jajajaja

PD: que niños están en esa foto! Sobretodo se les nota a la maknaeline