❛FOUR I❜
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❝¿Fue un error de un ángel?
¿O fue un beso profundo?
Esos hoyuelos son ilegales,
Pero los quiero de todos modos, de todos modos, de todos modos.❞
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La semana había pasado volando para beneficio de los chicos. Junkyu se encontraba apoyado contra la pared del colegio en donde el rubio trabajaba, con su mochila llena de comida para ambos. Agradecía a su yo del pasado por no haberse anotado en tantos cursos de la universidad y así tener libre el viernes.
El ruido de los niños empezando a salir por la puerta principal lo hizo levantar la vista de su celular y vio a Mashi con otro chico y los padres de este. Al verlo, su primo empezó a saludarlo emocionado y corrió hacia él. Junkyu tomó su mochila y se arrodilló para poder estar a su altura.
—¿Qué tal, pequeño?— Preguntó revolviendo el cabello del morocho.
—Voy a ir a la casa de Asahi.— Comentó sonriente el pecoso. — ¿Mamá dijo que vengas? La señora Shia dijo que ella me llevaba.
—No, no, no vine a buscarte hoy, no te preocupes.— Le sonrió el mayor.
El menor le devolvió la sonrisa aunque con una mueca de confusión. Se escuchó como, quien suponía era el tal "Asahi", llamaba a Mashiho para así poder ir a jugar. Ambos se despidieron y Kyu le dijo al menor que pronto pasaría por su nueva casa para ayudar un poco y pasar un tiempo.
Haruto llegó segundos más tarde, saludando al castaño con un corto beso en la mejilla. Al igual que Kim, el rubio también llevaba una mochila llena de comida. Ambos entrelazaron sus dedos y partieron camino hacia el parque.
El parque se encontraba casi lleno. Había adolescentes jugando fútbol, niños corriendo por todos lados, parejas paseando y varias personas haciendo lo que parecía una clase de yoga. Se acomodaron bajo un gran árbol, Ruto colocó en el piso el mantel violeta que había agarrado a la mañana y ambos se sentaron sobre la manta.
—Te hice una pequeña torta de arroz con vegetales porque seguramente no almorzaste. Está un poco fría, pero sigue siendo rica, lo juro.— Junkyu rió y le entregó lo comida y unos cubiertos, a lo que el rubio murmuró un suave 'Gracias', un poco sonrojado, y empezó a comer. — Traje también varios tipos de ensalada, una tiene pollo, fruta y jugo de naranja orgánico. También sánguches.
—Yo tengo más fruta, chocolates y otras golosinas, botellas de agua y antes de que llegaras pedí varias empanadas.— Ambos chicos vaciaron sus mochilas, dejando toda la comida sobre el mantel, y empezaron a comer, sintiéndose como si ellos se hubieran detenido en el tiempo para poder apreciar la compañía del otro.
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