Capítulo 9

-Hey chicos vamos! déjenme ir, les prometo que no los seguiré más, he aprendido la lección!

los gritos de una voz conocida me despertaron, trataba de asimilar donde estaba y cuando recordé lo que había pasado me levanté de golpe mirando a todos lados

-Andrea! tranquilízate ya esta todo bien

-Frederic?

miré más tranquilamente y estaba dentro del carruaje, delante de mí estaba Frederic y Stella quien me miraba en silencio, ya estaba atardeciendo e íbamos de camino y por la ventanilla a lo lejos se distinguía el pueblo al que nos dirigimos, aunque más que pueblo parecía una ciudad, no es tan pequeño como había dicho Frederic

-vamos! no pueden tratarme así! es inhumano!, al menos déjenme ir adentro!

-ese es Len?

mire por la ventanilla trasera y len nos seguía el paso atado con una cuerda al carruaje...el carruaje iba lento por lo que Len no tendría problemas en seguirnos, y tampoco se veía cansado, cuando me vio mantuvo su mirada firme en mi, no puedo describir exactamente su expresión, era una mezcla de sorpresa, confusión e intriga, también desde ese momento siguió el resto del camino sin decir nada, solo mirando a donde me encontraba

-no deberías moverte aun

-estoy bien, que hay de ti?

-solo cortes leves

-cuánto tiempo llevo inconsciente?

-no más de una hora, por cierto, recogí tu espada pero en el momento en que lo hice la hoja se escondió en la empuñadura y no volvió a salir, esta en tu bolso

-gracias, no me imagino que haría si la pierdo

-...eso que hiciste antes... fue lo mismo que usaste aquella vez, no pregunté pero ahora de verdad quiero saber que es,

-mmm es que es difícil de explicar, mi espada genera electricidad

-electricidad?

-imagínate un rayo en una noche tormentosa, pues es lo mismo

-oh...enserio? me estas diciendo que controlas los rayos?

-mmm no es tanto así, dejemos eso para después, que paso con los ladrones que los atacaron?

-Alfons mató a uno de ellos, los otros dos huyeron con algunas heridas

-qué hay de Zung?

-me temo que también huyó, aprovechó la conmoción y desapareció sin que nos diéramos cuenta

-rayos!... y Len? Qué piensas hacer con el

-lo llevaremos a Éscal y lo entregaremos a los guardias

el carruaje giró y ahora estábamos frente a un gran arco de piedra conectado a ambos lados con un muro quizá tres veces más grande que un hombre, mediría unos seis metros, este muro se extendía a lo lejos, seguramente todo la ciudad estaba amurallada, la gran puerta de piedra era un arco de al menos 10 metros de altura y en la parte superior tenía tallada las palabras "Puerta Oeste",en el centro había puerta hecha de barrotes de hierro que se podía subir o bajar por medio de unas cuerdas dentro de la ciudad, de momento estaba elevada para dejar el paso libre a la gente que llegaba, había dos guardias en la entrada que se acercaron a nosotros

-qué asunto tienen aquí?

-vamos a Holdrum y queremos pasar la noche aquí, ademas por el camino nos atacaron unos ladrones, capturamos a uno de ellos y queremos entregarlo

-si...lo conozco, Lenard Jones Cohen creíste que nunca te atraparían verdad?

-honestamente si

-pasarás un buen tiempo encerrado en los calabozos, muchachos! arrestenlo

otros dos guardias salieron y se llevaron a Len quien me volteo a ver antes de irse y de nuevo me miró de la misma manera que antes, no tenía la más mínima idea de lo que estaba pensando y cuando pasó cerca de mí susurró algo

-no se queden mucho tiempo aquí

qué quiso decir? que no nos quería cerca y que nos marcharemos? el no saber qué pensaba incluso me incomodó más

-les agradezco lo que hicieron, llevábamos años buscándolo

-tanto así?

-puede que no lo parezca pero es el líder de una banda de ladrones, empezaron a robar cuando eran niños, al principio robaban frutas de los puestos del mercado y el dinero de algunos despistados pero ahora suelen atacar a los comerciantes que no llevan protección e incluso se hacen pasar por guardaespaldas para ganarse la confianza y robar de forma más segura, debe haberles costado mucho capturarlo, suele ser muy cuidadoso

-creo que tuvimos suerte

-ya lo creo, los ladrones son un problema sí, pero normalmente solo atacan a comerciantes ricos y rara vez matan a alguien, el verdadero problema es un grupo de mercenarios que han aparecido recientemente

-son peligrosos?

-bastante, no solo roban sino que matan y secuestran gente sin importar quien sea, hemos investigado y parece que cuentan con un gran número de miembros, y su número crece cada día, según los rumores el grupo ha ido reclutando miembros bajo las órdenes de un solo hombre, pero nadie sabe quien es

-pero aquí es seguro verdad?

-de momento, hemos construido muros para mantener segura a la gente, nadie entra o sale sin que nosotros nos demos cuenta, bueno...pueden pasar, necesitan ayuda en algo?

-si, algunos salimos heridos en el enfrentamiento con los ladrones, puedo preguntarle si conoce un medico? y un lugar para descansar, seria de mucha ayuda

-si siguen derecho por esa calle hasta llegar a la plaza y si giran a la derecha llegaran a una zona de grandes casas, ahí hay un lugar con buena reputación entre los viajeros, además he escuchado que tienen médicos ahi

-muchas gracias

luego de recibir indicaciones entramos a la ciudad, no había tantas personas por las calles, seguramente porque estaba anocheciendo, llegamos al lugar al que el guardia, como había dicho era una zona donde solo había grandes casas, no tan grandes como la mansión en Aramtas, pero obviamente era una zona más lujosa que las demás, cuando llegamos al lugar donde nos quedaríamos un hombre salió a recibirnos, supongo que es un empleado del lugar

-en qué puedo ayudarles?

por el encuentro con los ladrones a excepción de Stella, los demás estábamos llenos de tierra, heridas y sangre por lo que nuestro aspecto era lamentable, y es que nadie, el empleado de la posada quien seguramente era el encargado nos miró con un poco de desagrado pero cuando Frederic le mostró un pequeño saco con monedas este de inmediato cambió su rostro y se mostraba de lo más servicial posible

-nos quedaremos aquí dos días, quiero dos habitaciones y me dijeron que tenían un medico aquí, tuvimos un encuentro con unos ladrones en las afueras así que de estar disponible me gustaría que nos revisara las heridas

-por supuesto señor, prefiere que los lleve a sus habitaciones y darse un baño? o prefieren ver al médico primero?

-iremos a ver al médico

-entiendo, enviare a alguien a desempacar sus pertenencias, vengan conmigo por favor

entrando lo primero que vi fue el salón principal, completamente diferente a la cabaña en la cual habíamos pasado la noche antes este era mucho más grande, tenía muebles tallados y decoraciones en todos lados, el empleado nos llevó a una sala cruzando el salón principal en la cual dentro estaba un hombre de avanzada edad que seguramente era el médico

-estas personas fueron atacadas por una vulgar banda de ladrones, por favor trate sus heridas, iré a buscar a alguien que lleve sus cosas, estaré en el salón principal, cuando hayan terminado de atenderles me busca para guiarlos a sus habitaciones

-claro, gracias

-muy bien, a quien atiendo primero?

-a ella, es la más herida

-estoy bien Frederic, deberías ser tu al que atienda primero

-insisto

-...bien, como quieras

el doctor me hizo sentar en una camilla en un lado de la habitación y cerró una cortina que colgaba del techo, Frederic y los demás esperaban del otro lado de la habitación

-su vestido está destrozado, esos ladrones son unos desgraciados por atreverse a herir a una joven como usted, donde esta herida?

-en mi hombro izquierdo y mi abdomen, unos cortes nada más

-déjeme ver

-...

-y cuando fue que los atacaron?

-hace un par de horas

-imposible, esta herida no parece reciente, ya esta sanando como si fuera de hace uno o dos días, y como va puede que ni deje cicatriz

-como?

-déjeme ver su abdomen

que quería decir? si había sido herida hace poco, como es que se había sanado?, el doctor revisaba mi herida minuciosamente y al parecer no dejaba de sorprenderse

-que extraño, la herida de su abdomen tampoco parece reciente pero no esta sanando tan rápido, esta pareciera que es una herida de hace medio día, si es cierto que fue herida hace un par de horas debo decirle que usted sana más rápido que cualquier persona que yo haya visto en todos mis años estudiando medicina

-que me curo más rápido....eso...no se que decir

-no tiene de qué asustarse, es cierto que jamás había visto tal cosa pero no es malo en lo absoluto, debería alegrarse de que tiene una capacidad tan útil

-eso creo...

-dicho esto, usted no necesita ningún tratamiento, esta sanando perfectamente

-...gracias

-haga pasar a uno de sus acompañantes

-Andrea, qué te dijo? pareces preocupada

-nada, estoy bien es solo...que estoy cansada y quiero bañarme y quitarme esta ropa manchada de sangre

-entiendo, Alfons pasa tu, llevaré a Andrea y a Stella a su habitación, volveré cuando termine

salimos de la enfermería y Frederic fue a buscar al encargado para que nos diera nuestras habitaciones, una cosa que me estaba incomodando demasiado era la actitud que mostraba Stella conmigo desde que me desperté, no decía nada y evitaba hacer contacto visual conmigo -supongo que verme matar personas le afectó más de lo que pensé-

Frederic regreso con el encargado y este nos guió por un pasillo hasta llegar a las habitaciones, le entregó las llaves a Frederic y se marchó, al entrar nuestro equipaje ya estaba dentro, era una habitación mucho más grande que la de la cabaña aunque por supuesto no tanto como la que me habían dado en la mansión

-regresaré a la enfermería, volveré cuando termine la revisión

-bien, hasta luego

abrí mi maleta y saque algo de ropa, un vestido liso de color blanco con un diseño de líneas curvas en la cintura, mire a Stella y está giro la cabeza hacia un lado disimuladamente, no dejaba de incomodarme su rechazo y quería hablar con ella pero por ahora necesitaba quitarme los trapos que llevaba de vestido y lavarme la sangre del cuerpo entré al cuarto de baño y me quité el vestido sucio, mientras me lavaba miré detenidamente mis heridas, tal como el médico dijo estaban sanando muy rápido, quizá fueron cortes más superficiales de lo que pensé? recordé la herida de bala que me hizo Cradock, una herida como esa debe haber dejado cicatriz

-...nada...que diablos?

en el lugar donde se supone debía tener una cicatriz por una herida de bala no quedaba ni rastro de ella, no me había dado cuenta hasta ahora, la cabeza me daba vueltas pensando en lo que me pasaba, desearía que Alice estuviera aquí, seguro que ella sabría que es esto, me empezaba a doler la cabeza con tanta preocupación, entre la búsqueda de Alice, esa extraña curación de mi cuerpo y el rechazo de Stella me estaba por estallar la cabeza

-que fastidio

me relajé un rato en la bañera tratando de no pensar en nada -no gano nada preocupándome por esto- terminé mi baño y me cambié de ropa, regresé a la habitación esperando ver a Stella evitándome de nuevo pero esta no estaba

-a dónde se habrá ido?

salí de la habitación y me dirigí hacia la enfermería pero no había nadie más que el médico, caminé hacia el salón principal y escuché unas voces, me acerqué y vi que eran Frederic y Stella, estaba por unirme a ellos pero escuché algo que me hizo detenerme

-ella mató a una persona

-y la odias por eso

-No!...no es eso

-entonces le temes?

-no lo sé, sé que ella lo hizo para protegerme y se lo agradezco,pero es que...en ese momento...era como una persona diferente

-no puedes conocer completamente a una persona y menos cuando la conoces desde hace unos meses, aun así Andrea sigue siendo la misma, lo que paso no cambia nada

-eso lo se, solo que cuando vi que mató a ese hombre sin pensarlo...me hizo estremecer y sin darme cuenta termine evitándola

me lo suponía, para una chica de 14 años ver que a la que considera como su hermana mayor asesinar a alguien sin pensarlo...

-y que harás? seguirás evitándola?

-no quiero evitarla! quiero que todo sea como antes, qué debo hacer?

-aceptarla

-aceptarla?

-quieres a Andrea como si fuera tu hermana no? pues aceptarla tal como es, acepta que tiene un lado que no te gusta así como aceptas lo que te gusta de ella, es así con las personas que quieres

Frederic...

.aceptarla...aceptarla...umm

una sonrisa se dibujó en el rostro de Stella y sentí un gran alivio, también me sentí muy agradecida con Frederic por aclarar las cosas de esta manera

-entiendo! Gracias hermano!

Stella se puso de pie de inmediato y empezó a caminar hacia donde yo estaba, seguramente se dirigía a la habitación, no quería que supiera que había escuchado su conversación así que traté de esconderme, detrás de mí había una puerta así que sin pensarlo la abrí y me escondí ahí, dentro había cubetas y trapos entre otras cosas, esperé hasta que Stella pasara y cuando ya no escuchaba salí de inmediato

-te has perdido?

al girarme vi que Frederic estaba parado a un lado de la puerta mirándome con los brazos cruzados y una sonrisa burlona en su cara

-Frederic umm veras...

-jajaja te vi llegar desde el principio, ven

tomándome de la mano fuimos al salón principal y nos sentamos, me daba vergüenza que me haya descubierto tan fácil pero al menos ahora sería fácil hablar sobre Stella

-Frederic...gracias por lo que le dijiste a Stella, yo no sabía como hablar con ella

-esta bien, Stella nunca había salido de casa así que debió importarle lo que pasó, pero ella te quiere

-aun asi, gracias

-te había visto preocupada al salir de la enfermería, estas bien?

-si...es...no es nada

-me alegro,lamento que hayas tenido que pelear aun cuando dije que las protegería, incluso saliste herida

-esta bien, no te preocupes por eso

-me preocupé, y mucho, si algo te pasara...

de pronto Frederic se puso muy serio y se acercó más a mi, apretó más fuerte mis manos y me miraba con una expresión de angustia y preocupación, mi corazón empezaba a latir cada vez más rápido y mientras más tiempo pasaba más difícil me era disimular mis nervios

-s-sabes que puedo defenderme sol-

interrumpió lo que iba a decir con un beso que me tomó por sorpresa, me besaba de forma más apasionada que nunca, me tomó por la cintura y me atrajo hacia él haciendo más difícil escapar

-mhn...Fr....Frederic...para...

-porque? el solo pensar que podrías haber muerto me aterra, no quiero separarme de ti

-trataba de apartarlo pero me estaba sosteniendo con fuerza, ciertamente podía notar que era mucho más fuerte que yo, apoyó su cuerpo contra mi y me recostó en el sillón, la situación se me estaba escapando de las manos y temía que Stella o alguien más viniera y viera tal escena

-Frede..mbh Frederic, detente

-pero no quiero, no puedo

Frederic se empezaba a poner más frenético, pasaba de besar mis labios a mi cuello, tal cosa me estremece completamente pero no dejaba de incomodarme la situación, empezó a mover su mano por mi espalda y la otra subía lentamente desde mi vientre, cosa que me alarmó, pero no tenía intenciones de permitirle mucho más

-bh....BASTA!!

usé todas mis fuerzas para empujarlo a un lado y me puse de pie rápidamente, el me miro sorprendido como si no entendiera mi reacción, eso me hizo enfadar mucho -es que no se siente culpable?- que hubiera pasado si no lo detengo? quien sabe hasta qué punto hubiéramos llegado, le lancé una mirada furiosa y pensé en gritar pero vi que una familia venía entrando con el encargado así que mejor me contuve

-Andrea yo emm...

-me voy a mi habitación

-espera deja que-

-Buenas Noches!

sin voltear a ver camina firmemente, mi enojo no era disimulado, en serio me había molestado, -que se cree? que puede hacer conmigo lo que se le de la gana?-, entré de golpe a mi habitación aún pensando en lo que había pasado

-Andrea

-QUE!

-ah... un... yo...

-Stella! Perdón! No debí gritar

-estás enojada conmigo por como me he comportado? no lo haré más, por favor no te enojes!

-no no no, nada de eso, es solo que... me duele la cabeza... eso es todo...

-esta bien, deberías descansar

-si... Eso haré

Me acosté en mi cama como si no me quedarán fuerzas, que día tan duro, solo quiero dormir y que sea un nuevo día, más tarde Stella bajo al comedor a cenar, me preguntó si quería ir con ella pero no estaba de ánimos ni tampoco tenía apetito, poco después de eso me dormí profundamente

a la mañana siguiente me desperté más a gusto, miré un reloj en la pared y vi que casi era mediodía, al parecer había dormido bastante bien como para despertarme a esa hora, me levanté y vi que Stella también se había levantado, estaba leyendo un libro cerca de la ventana, me volteó a ver y me dirigió una sonrisa, me alegró saber que ya no me evitaba, recordé lo que había pasado ayer con Frederic y me empezó a invadir cierta angustia, -quizá me sobrepasó ayer...-No!...no me gustó como me trató ayer y no voy a permitir que ocurra de nuevo, me alisté para salir, me apetecía caminar por la ciudad así que me puse un abrigo y tomé mi bolso de mano

-Andrea vas a salir?

-si, quiero caminar por la ciudad, vienes?

-me gustaría pero este libro esta realmente interesante

-esta bien, te veo luego

salí de la habitación y me dirigí a la salida, mientras cruzaba el pasillo me encontré con Frederic quien parecía haber estado ahí desde hace rato, quizá esperándome, lo miré de manera Fría, lo saludé y sin detenerme seguí caminando

-Andrea espera

no pretendía detenerlo pero él me sujetó de un brazo obligándome a detenerme, recordé la noche anterior y dentro de mí el enfado me invadía de nuevo, me solté de él apartando mi brazo en un movimiento rápido y me di vuelta mirándolo fijamente

-perdón...no pretendía hacerte enfadar pero al menos escúchame

-crees que debería escucharte después de que casi me violan ayer?

-viol...no! no es así...yo solo...

-no es así? quien sabe que más hubieras hecho si no te detenía

-de verdad lo lamento, no se que me pasó ayer, ese no era yo

-si ya lo creo, no me gusta que la gente me obligue a hacer algo que no quiero y antes de que vuelva a pasar algo como lo de ayer preferiría seguir por mi cuenta en este viaje

-no digas eso!..escucha, en serio lo lamento, admito que hice mal, lo último que quiero es que te enojes conmigo, por favor perdóname

las palabras de Frederic y su expresión me decían que de verdad estaba arrepentido, verlo así me causaba angustia y quería perdonarlo pero tampoco quería que podía hacer cualquier cosa y que con una disculpa ser perdonado como si no hubiera pasado nada, por lo pronto debía calmarme y pensar más claramente

-...bien...dejemos esta plática para después, quiero ir a caminar por la ciudad para relajarme, hablaremos cuando regrese

-quieres que te acompañe?

-no, estoy bien, ademas necesito estar a solas por un rato

-esta bien, no te tardes

me despedí de Frederic y salí a la calle pensando en lo que había dicho, apenas había doblado la esquina y empecé a sentir mucha hambre, -cuando fue la última vez que comí?- me dirigí a una zona llena de locales de todo tipo y entré a uno en el que parecía que vendían comida

-que desea comer señorita?

-ves lo que come ese señor de ahí?

-si?

-quiero tres platos de eso