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Capitulo 8 - Ladrones

Capítulo 8


Aún había luz del sol cuando llegamos a la posada en la que nos quedaríamos por hoy, el viaje había sido largo y debido al cansancio Stella y yo nos dormimos durante varias horas, nos habíamos detenido dos veces en el camino para descansar y almorzar, sentí como el carruaje se detuvo y eso hizo que me despertara de golpe, miré a mi alrededor y dentro del carruaje estaba Stella dormida y apoyada en mi hombro, Frederic bajaba del carruaje mientras se dirigía hacia una cabaña más adelante, acomode a Stella de modo que pudiera seguir durmiendo y me baje también ya que quería estirar y relajar los músculos, sentí frío y podía ver mi aliento, además noté que el paisaje era muy diferente también, en Aramtas había un clima cálido y grandes campos, aquí podía sentir un clima más Frío el terreno era montañoso, habían muchos arboles y un denso bosque más adelante en el que solo se podía distinguir el camino

miré hacia la cabaña y Frederic estaba hablando con un hombre, seguramente el dueño, regresé hacia el carruaje ya que empezaba a temblar del frío que hacía, Stella seguía dormida así que solo me senté a un lado, después de un rato Frederic regresó y le dijo algo a Alfons que no alcance a escuchar, este se bajó del carruaje y empezó a bajar algo de equipaje

-Andrea, deberías despertar a Stella y entrar a la posada, nos quedaremos aquí hasta mañana

-siempre hace tanto frió aquí?

-si, nos dirigimos al norte, más adelante es más frío aun, te dije que trajeras abrigos contigo, los llevas no?

-si, solo pensé que tardaríamos más en llegar a los lugares fríos

-en Holdrum es mucho más frío aún, pero no tanto en la capital, aunque en invierno incluso nieva, por ahora entremos a la posada, adentro esta cálido

Frederic fue a ayudar a Alfons con el equipaje y yo desperté a Stella, salimos del carruaje y fuimos hacia la cabaña donde en la entrada estaba un señor bastante robusto y una señora muy sonriente que nos dieron la bienvenida y nos hicieron pasar Dentro de la cabaña estaba mucho más cálido que afuera, estaba el salón principal que conectaba con la cocina, había un par de mesas y una chimenea al fondo, el dueño nos llevó por unas escaleras que daban al segundo piso en el cual un pasillo dividía cuatro puertas y una más al final del pasillo

-la primera habitación de la derecha es de las señoritas, y el de la par el de sus acompañantes, cuando quieran comer algo pueden pedírselo a mi esposa en la parte de abajo y cualquier problema o duda que tengan no duden en llamarme

-gracias, lo tendré en cuenta

El dueño me entregó las llaves de las habitaciones y se marchó, abrí la puerta para entrar a la habitación, se veía mucho más pequeña y simple que la que tenía en la mansión, pero no me incomodaba

-uhhh...creo que mi habitación es dos o tres veces más grande, y es toda de madera...no habrá insectos verdad? nos quedaremos aquí Andrea?

-solo pasaremos la noche aquí, a no ser que prefieras acampar al aire libre

-no gracias, odio los insectos, pero pensé que nos quedaríamos en un lugar mmm no sé..más lujoso?

-por lo que me dijo Frederic vamos a usar la ruta que usan los comerciantes, así que no esperes muchos lujos

-ya veo que será un largo viaje

Frederic llegó poco después con algunas de nuestras cosas

-el resto del equipaje sigue en el carruaje, solo nos quedaremos hasta mañana así que no hay necesidad de desempacar todo, iré a ayudar a Alfons en la otra habitación

luego de desempacar salimos a dar una vuelta a los alrededores, hacia frió así que llevábamos nuestros abrigos, no había mucho que ver, un denso bosque más adelante y una gran pradera detrás, es extraño, toda mi vida crecí en una ciudad y todo lo que se sobre naturaleza lo aprendí en clase, ver tantos árboles o grandes campos debería ser extraño, y aun asi no me sorprende, quizá porque no entra en mis intereses

no nos quedamos mucho tiempo afuera, aparte de que no había mucho que ver, estaba empezando a anochecer y con ello también a hacer más frío aún, mientras regresábamos nos encontramos con un hombre fuera de la cabaña, mientras nos acercábamos me fijé en el, este tenía un aspecto malicioso y desaliñado,casi calvo y de aspecto sucio, pero lo peor era como me miraba,esa expresión en su cara al vernos fijamente me ponía de los nervios, era apenas un poco más alto que yo, de piel morena y muy robusto tenía una expresión que inspiraba desconfianza, me recordó a cierta persona y eso hizo que desconfiara de él, al parecer Stella se sintió igual ya que parecía estarse refugiado detrás de mí y para lo habladora que era estaba muy callada

-vaya vaya vaya...qué criaturas tan lindas las que se encuentra uno por el bosque

-...-no dices nada linda? a lo mejor el frío te ha secado la garganta, porque no vienes a beber algo conmigo?

-no gracias, tenemos prisa

caminé con paso firme hacia la cabaña intentando pasar de largo pero sentía la fría mirada de aquel hombre detrás de mi, por un momento tuve la sensación de que venía hacia mí, apresuré el paso y abrí la puerta y en ese momento, choqué con un hombre que venía saliendo, perdí el equilibrio y me tambalee hacia atrás pero él me sostuvo poniendo una mano alrededor de mi cintura cosa que me incomodó mucho, me fije en el tipo que nos seguía y este se había detenido a pocos metros, poniendo mala cara, al parecer le había molestado la llegada de este otro

-oh...lo siento, no estaba viendo al frente, no estas lastimada?

apenas recuperé el equilibrio me aparté de él, era un tipo alto, no tanto como Frederic, de cabello rubio y ojos azules, a simple vista parecía ser alguien de la nobleza pero su ropa decía lo contrario, vestía ropa más casual y rural, no le quedaba mal del todo

-Zung...otra vez asustando a las mujeres, perdonen a mi compañero, nadie le enseñó modales emm...te encuentras bien?

-ah...si...también fue culpa mía por apresurarme

-esta helado afuera, por favor entren

-mi nombre es Lenard, pero todos me llaman Len, y mi compañero de aquí es Zung, no es muy amigable y asusta a la gente pero no es mala persona jajaja

-...me llamo Andrea Lawrence...y ella es Stella Amstel, nos quedaremos aquí esta noche

-Andrea...qué bello nombre, así que ese lujoso carruaje de afuera es de ustedes?

-si

-ya veo...es raro ver carruajes lujosos por esta ruta, por aquí solo pasan comerciantes y pueblerinos

-ah sí?

-deberían ir con cuidado, hay ladrones en los caminos, los comerciantes suelen pagar guardaespaldas, quizás podrían contratarme como su guardaespaldas, me encantaría cuidar a dos hermosas jóvenes como ustedes

se estaba volviendo muy molesto, no me lo imagino acompañándonos durante todo el viaje, y menos con el otro tipo desagradable

-muy amable su oferta pero no es necesario, gracias, ahora si me disculpa nos están esperando, y parece que usted ya iba de salida no?

-jajaja me temo que si, entonces no la entretengo más, hasta pronto, tengo la certeza de que nos volveremos a ver

espero que no...

-uff...al fin se fueron, que miedo, eres increíble Andrea, yo estaba muerta de miedo

-te entiendo, busquemos a Frederic para cenar, tanta tensión me dio hambre

fuimos a buscar a Frederic y Alfons para cenar, en el salón principal la esposa del dueño ya estaba sirviendo la mesa, no eran los platillos finos del chef de la familia Amstel pero se veía muy sabroso, y lo estaba,

-hermano, crees que debamos contratar guardaespaldas?

-guardaespaldas? porque?

-hace un rato un hombre dijo que los comerciantes contratan guardaespaldas para viajar por esta ruta ya que hay ladrones por el camino

-no creo que debamos preocuparnos, no siempre atacan a la gente y además aunque nos encontremos ladrones Alfons y yo nos haremos cargo, verdad Alfons?

-puede que no lo parezca señoritas pero soy maestro de esgrima

-enserio? eso no lo sabia

-no hay de qué preocuparse, entre Alfons y yo podemos defenderlas

-no te olvides de mi, también puedo luchar

-Andrea tu sabes usar la espada

-claro, era el mejor en el instituto...la mejor

-enserio? vaya, podrías enseñarme

-Stella, porque cuando yo te quise enseñar no quisiste?

-con Andrea es diferente hermano

-jajaja muy bien, te enseñaré cuando tengamos tiempo

el resto de la noche pasó tranquilamente, tanto Stella como yo habíamos olvidado el asunto con Len y Zung, tampoco le dimos más vueltas al asunto de los ladrones, al igual que Frederic y me sentía con mucha confianza en mis habilidades, luego de cenar Frederic y Alfons se quedaron charlando con el dueño de la posada mientras Stella y yo subimos a la habitación, tanto la habitación como la cama eran cómodas pero aun así me costó dormir, Stella en cambio se durmió casi de inmediato, pensé que se le haría más difícil a ella, pensé en salir a caminar como hacía en la mansión cuando no podía dormir pero con el frío y la posibilidad de encontrarme de nuevo con aquellos dos hombres no me apetecía mucho la idea así que me limite a dar vueltas en mi cama una y otra vez hasta que sin darme cuenta ya me había dormido.

con los primeros rayos del sol me desperté después de una noche incómoda, Stella seguía durmiendo así que aproveche a tomar un baño y cambiarme de ropa, no me gustaba desnudarse enfrente de Stella....ni de nadie...mucho menos que ella se desnude enfrente de mi, se que para ella soy una mujer y me trata como su hermana pero en mi caso no es así del todo, Stella se estaba despertando justo luego de vestirme,sin decirle nada salí a ver si Frederic ya se había despertado, anoche se me había olvidado preguntar a qué hora saldremos hoy, por suerte estaba con Alfons en el salón principal

-Andrea, estaba por ir a llamarlas, Stella sigue dormida?

-debe haberse despertado ya, quería preguntar cuando salimos

-cuando Stella esté lista nos vamos

-tan pronto?

-es un largo tramo hasta la próxima posada y quiero aprovechar la luz del sol

-es por lo de los ladrones?

-se que dije que no había de qué preocuparse pero nunca está de más ser precavido, además viajar de noche es peligroso

-pues estoy de acuerdo, iré a ver si Stella ya esta despierta y a empacar

-bien, nosotros prepararemos el carruaje

Stella ya se había despertado aunque no se había levantado de la cama, la apuré a alistarse diciéndole que nos iremos pronto, en unos minutos ella ya estaba lista y terminamos de empacar, salimos de la posada y nos despedimos del dueño de la posada y de su esposa, poco después partimos de nuevo

no hacia tanto frió como ayer pero aun así estaba helado, esta vez no dormí durante el viaje, me la pasé con Frederic hablando casi todo el recorrido, siempre que tenía la oportunidad me gustaba que él me hablara de cosas de este mundo, regiones, países, política, a Stella pareció aburrirse con nuestra plática ya que aparte de permanecer callada terminó durmiéndose el resto del camino

-no faltará mucho para llegar al pueblo de Éscal, ahí pasaremos la noche

Éscal era un pequeño pueblo cerca de la frontera, de ahí en adelante la ruta de los comerciantes se unía con la ruta normal, a partir de ahí el viaje sería más cómodo y descansaremos en mejores posadas según Frederic

estábamos muy cerca de llegar, pero luego de girar por una curva el carruaje se detuvo repentinamente,

-que pasa?

-no lo se...Alfons, que sucede?

-hay obstáculos en el camino

Frederic y yo bajamos del carruaje y nos dimos cuenta que era lo que pasaba, más adelante había una fila de rocas no muy grandes que obstruyen el paso, obviamente era una trampa, si alguien quería pasar tenía que bajarse y mover las rocas, una oportunidad para atacar, aunque también podría ser una broma de mal gusto, tuve un mal presentimiento sobre eso y tomé mi bolso de mano, si era lo que creía que era debía prepararme

-Andrea, Alfons y yo quitaremos las rocas,tu quédate en el carruaje con Stella

-no bajes la guardia Frederic

-presupuesto que no

Frederic y Alfons empezaron a caminar hacia la fila de rocas, miré alrededor para cerciorarse de que no había nadie, pero el bosque era tan denso que alguien fácilmente podrían ocultarse sin ser vistos, cuando Frederic y Alfons empezaron a mover las rocas del camino sucedió lo que más temía, tres hombres aparecieron justo delante de ellos con espadas y los atacaron, por suerte reaccionaron rápido y frenaron sus ataques, estaba a punto de ayudar cuando dos más aparecieron detrás del carruaje, reconocí de inmediato a uno de ellos, robusto, de piel morena y con una expresión perturbadora en su rostro

-Zung

-veo que me recuerdas preciosa, escuchar mi nombre salir de esa dulce boca tuya me calienta como no tienes idea

-así que eres un ladrón, porque no me sorprende?

-Andrea?

-Stella!, quédate en el carruaje!

-que pasa? nos atacan?

-hoy me divertiré con estas dos preciosas, jajaja

voltee a ver a donde estaban Frederic y Alfons, parecía que la pelea se había estancado aunque uno de los tres ladrones estaba herido en un brazo, de todos modos no parecía que se fueran a librar de ellos tan fácil, seria solo yo contra 2 ladrones, sabía que mi dominio con la espada era bueno, pero jamás había tenido una batalla real, con Cradock solo lo tome por sorpresa y apenas y nos enfrentamos, pero debía pelear con todo, me prometí que protegería a Stella, Zung y su compañero se empezaron a acercar sonrientes y despreocupados -me subestiman- metí la mano en mi bolso y saque a Diám, por alguna razón esto a Zung pareció causarle gracia

-pfff jajaja por favor preciosa, no me lances cosas, solo lo harás más difícil

-te recomiendo que te alejes si valoras tu vida!

-jajajaja me vas a matar con eso? que es? un juguete?

-ven y averígualo -por supuesto que no sabe lo que es-

-Andrea, que haces!?

-quédate atrás Stella, te recomiendo que no veas

-oye Zung, parece que Chelo, Jim y Gram tienen problemas, mejor nos apuramos aquí, muy bien señoritas, es mejor que cooperen si no quieren salir lastimadas

el compañero de Zung se acercó rápidamente hacia mi -ni siquiera sacó su espada-

-Andrea!

cuando estaba a mi alcance me abalancé en un movimiento rápido hacia el, di una orden en mi mente y la hoja de mi espada salió en una fracción de segundo desde la empuñadura e hice un profundo corte en diagonal al ladrón frente a mi, este se desplomo al suelo y quedó sin moverse empapado de sangre, parte de ella me había manchado la ropa

-pero que...que demonios?

nunca había matado a una persona, pero no me afectó tanto como pensé que lo haría, supongo que en el mundo en el que vivía en cierto modo todos se habían preparado para ir a la guerra y matar en algún momento, además desde niño jugaba videojuegos en los que mataba al enemigo, supongo que eso me ha hecho un poco insensible, aunque no me hace feliz del todo, miré a Zung, se había quedado paralizado y su expresión burlona se había borrado de su rostro, por otro lado Stella había quedado en shock, seguramente nunca había visto algo así en su vida, espero que no me evite luego de esto

-tu! zorra! que has hecho? de donde sacaste esa espada? no estaba ahí hace un momento....Bruja!

-vete y llévate a tus hombres contigo, o también morirán

-ni lo sueñes, no creas que me ganaras solo porque has atacado a este idiota por sorpresa -desenvainó su espada- pensaba llevarte conmigo y dejarte vivir pero ahora te mataré

Zung avanzó hacia mí con su espada en mano -esta vez no seria tan fácil- lanzó un espadazo hacia mi y yo lo rechace con mi espada, recordé el encuentro con Cradock y como un simple espadazo de él me había hecho caer al suelo, Zung sin duda era mucho más débil, podía ganar empecé a contraatacar lanzando ataques rápidos, Zung se defendió de todos pero empezaba a retroceder, noté algo que me estorbaba y se trataba del vestido, estuve a punto de tropezar pero lo disimulé con un ataque, retrocedí un par de pasos para recuperar el aliento -debo deshacerme de esto-

-me sorprende, no hay muchas mujeres que sepan usar la espada, y menos una tan joven, te daré otra oportunidad, ríndete y perdonaré que hayas matado a mi compañero, incluso te tratare bien si accedes a ser mi mujer

que se cree ese idiota, claramente voy ganando, aprovechando que la pelea se había detenido use mi espada para rasgar la parte baja del vestido, ahora que lo había dejado a la altura de mis rodillas ya no me estorbara más

-debo tomar eso como un ofrecimiento? de verdad sabes como calentarme

-deja de decir estupideces

me acerque nuevamente hacia él y ataque repetidamente pero esta vez el contraatacó un par de veces, la pelea se había estancado en un intercambio de golpes, escuché un grito al otro lado del camino y me preocupé por Frederic, giré para ver la pelea pensando que quizás habían herido a Frederic o a Alfons pero al parecer era el ladrón que estaba herido el que había gritado al recibir un corte de Alfons, ninguno de los dos parecía herido pero la pelea aún continuaba dos contra dos

-no te distraigas preciosa

Zung atacó dando un fuerte golpe con su espada haciéndome tambalear hacia atrás y aprovechó la oportunidad para cambiar el ritmo, ahora era él quien me hacía retroceder con sus ataques, logró hacerme un par de cortes superficiales en mi hombro izquierdo y mi abdomen retrocedió hasta chocar mi espalda contra el carruaje, me había arrinconado, Zung se preparaba para terminar la pelea cuando una piedra lo golpeó en la cara

-Déjala en paz gordo!

-Stella!

-maldita mocosa!

aproveché la distracción de Zung para atacar, el se percató y trató de defenderse pero apenas pudo evitar un golpe mortal, había perforado su hombro con mi espada, seguí atacando y logré hacerle un corte en la pierna haciendo que este cayera al suelo

-agh!...maldita!...

me acerqué a él con la intención de matarlo, la herida de su pierna no es profunda, si me distraigo se escapara, además el es igual que Cradock, si se va buscará venganza, debo matarlo, levanté mi espada para darle el golpe final pero cuando me disponía a hacerlo alguien agarró mi espada por la hoja, haciendo que no pudiera bajarla

-no tan rápido preciosa

la persona detrás de mi me aprisionó con sus manos alrededor de mi cuerpo dejándome inmóvil, aun no soltaba mi espada y se me ocurrió una idea

-Len! maldito!

-Zung, te dije que no los atacaras! porque lo hiciste?

-no tengo porque darte explicaciones

-Len?

giré mi cabeza y vi que el hombre que me retenía era el mismo Len que había conocido en la posada de la noche anterior

-te dije que nos volveríamos a ver preciosa, aunque vaya que eres una caja de sorpresas

-debí suponer que también eras un ladrón

-por favor no pienses mal de mi, solo me gano la vida

-Andrea!

Frederic y Alfons habían llegado a donde estábamos, al parecer se habían encargado de sus contrincantes recibiendo sólo algunos cortes superficiales

-Suéltala bastardo!

-ya veo porque no querían guardaespaldas, se encargaron bastante bien de mis compañeros, pero ahora ríndanse o ella pagará las consecuencias

No se que tal irá mi plan pero no tengo elección, armándome de valor di al orden en mi mente "electrizar" y como había planeado, una fuerte corriente eléctrica paso de la hoja de mi espada hacia la mano de Len y por desgracia de Len a mi aunque al estar en contacto directo el se llevó la peor parte, luego de la descarga ambos caímos al suelo, Len al parecer quedó inconsciente, yo aún permanecía consciente pero la corriente eléctrica me había aturdido y no me podía mover

-Andrea!

-Andrea estas bien?

-qué fue eso? Hermano que le pasó a Andrea?

-ugh...tranquilos, estoy bien... pero no me puedo mover

Frederic me levanto y me llevó al carruaje, pensé que podría mantenerme consciente pero cuando Frederic me acostó dentro del carruaje todo se oscureció y perdí el conocimiento.

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