Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 10 - Corre, Corre, Corre!

Capítulo 10


Después de comer todo lo que pude y ahora con más energías me dispuse a seguir con mi paseo por la ciudad, pregunté a varias personas por la calle hasta que por fin llegué a la zona comercial, en Aramtas la zona comercial esta ubicada en el centro del pueblo pero aquí, tanto la plaza como la zona comercial están ubicados al sur de la ciudad, al igual que en Aramtas aquí parecía estar dividida de la misma manera, en la primera calle había animales, frutas y alimentos, en la segunda herramientas, utensilios y demás,esta parecía ser la más larga de las tres calles y al fondo del todo se podía ver una de las puertas que servían de entrada y salida de la ciudad, seguramente la puerta sur, en la tercera calle había cosméticos, perfumes entre otras cosas que solo los más adinerados se podían permitir, en esta ocasión no voy a la zona lujosa sino a la segunda calle, caminé mirando las tiendas hasta que vi una que me llamó la atención, al entrar me fijé que había todo tipo de artilugios que no sabía para que se utilizaban, había un mostrador y un señor con apariencia de buena gente detrás de , también había un hombre viendo unas espadas al otro lado de la tienda, solo me volteó a ver cuando entré y siguió mirando espadas él

-necesita algo de mi tienda señorita?

-si, busco algo en particular, algo que me permita llevar un objeto siempre a mano, algo como un cinturón

-mmm...de qué tipo de objeto estamos hablando?

metí la mano en mi bolso, saque a Diám y se lo mostré, el hombre inspeccionó el objeto detenidamente

-que curiosa pieza la que tiene aquí...jamás había visto un material parecido...de que esta hecho?

-mmm digamos que de un metal muy raro, tiene un valor sentimental para mi y llevarlo en mi bolso no me inspira confianza, quiero tenerlo siempre a mano, tiene algo que me sirva?

una parte de lo que le dije era verdad, aunque el verdadero motivo era que si cabía la posibilidad de que nos ataquen nuevamente en el futuro quería tener a Diám en mi mano justo cuando lo necesitara, ya tenía dos enemigos que estaban libres por ahí seguramente esperando el momento justo para matarme y ambos sabían que tipo de objeto era Diám, ninguno esperaría a que tome mi bolso, me cortarían la mano al más mínimo movimiento, necesitaba rapidez, el encargado de la tienda me miró por un segundo, luego siguió observando el objeto y se puso a observar entre las cosas que estaban colgadas en los muros

-mmm...quizá...esto?...no...esto

Diám tenía una correa propia pero no había forma de atarla en los vestidos que usaba, y llevarla en los bolsillos de mi abrigo no era seguro, se me podría caer o alguien podría robar sin que me diera cuenta

el encargado seguía buscando y de una de las estanterías que estaban en la pared sacó un cinturón de cuero, color blanco no muy grueso, decorado con un bordado en los bordes tenía un especie de gancho del lado izquierdo, un par de pequeños estuches al frente escondidos en el interior y una especie de  correa de cuero del lado derecho

-que clase de cinturón es?

-perteneció a Layna Elizabeth Cohen, líder de la revolución que se dio lugar aquí hace más de 80 años y heroína conocida, es famosa ya que ella lideró un grupo de rebeldes que liberó el pueblo del régimen esclavista de Astram si se fija en la hebilla tiene grabado su nombre

Cohen...? donde he escuchado ese apellido antes?

-me explica sus detalles?

-cómo ve, esta hecho de cuero de la mejor calidad, no solo es resistente sino que también es hermoso, perfecto para una dama como usted, los pequeños estuches están escondidos a la vista, perfectos para esconder monedas o papeles con importantes mensajes, a la derecha una vaina donde podría colocar una espada, al principio pensé que eso le servirá para su objeto ya que parece una empuñadura pero al no contar con una hoja de contrapeso esta se caería

es el primero que piensa que es una empuñadura al verlo por primera vez, me ha sorprendido

-así que pensé en el gancho, Layna lo usaba para otras cosas pero me fijé que su empuñadura tiene una pequeña correa, el gancho tiene un sistema de cierra y es fácil de desprender así que si la engancha ahí puede llevarla y sin preocuparse de que se caiga y con un tirón hacia arriba puede sacarla de inmediato

-vaya...qué ingenioso, es justo lo que necesito! cuanto cuesta?

-pues verá...como puede ver aparte de ser una pieza de gran calidad y hermoso trabajo este cinturón también tiene un gran valor histórico, no se sorprenda con el precio pero...su valor es de siete piezas de plata

-me lo llevo

-eh?...en serio?

llevaba conmigo 23 piezas de plata y dos de oro que había ahorrado con el dinero que Frederic y sus padres me daban de vez en cuando así que el dinero no era un problema, como Frederic me había explicado, el valor de una pieza de oro equivale a 10 piezas de plata, y una pieza de plata equivale a 10 piezas de cobre, los empleados de la mansión ganan 10 piezas de plata al mes, así que el cinturón era bastante caro, pero me había gustado

busqué en mi bolso y saqué mi monedero, saqué siete piezas de plata y se las entregue al encargado quien puso una cara como si hubiera hecho la venta de su vida, antes de salir de la tienda me coloqué el cinturón y coloqué a Diám en el gancho que como dijo el encargado quedaba a la perfección para lo que quería, ademas saqué las dos piezas de oro que llevaba y las metí en los pequeños estuches escondidos, además con el abrigo puesto ni siquiera se veía el cinturón lo que era otra ventaja

-hasta luego señorita, es siempre bienvenida en mi tienda

-gracias

salí de la tienda y seguí caminando por la zona comercial comprando pequeñas cosas que podrían serme de utilidad hasta que llegué al final de esta, más adelante parece solo haber casas y callejones y más adelante se veía el muro que rodeaba la ciudad

-quizá me he alejado demasiado

saqué un pequeño reloj de bolsillo que había comprado antes y vi que no faltaba mucho para el atardecer -de verdad eh estado tanto tiempo fuera?-, me dispuse a regresar por donde había venido pero cuando me di la vuelta vi algo que me llamó la atención y me preocupo al mismo tiempo, solo fue por un segundo pero pude ver a alguien esconderse por un callejón, como si no quisiera que lo viera...quizá es solo mi imaginación pero de no serlo más me valía estar alerta así que en lugar de regresar decidí dar un rodeo, entré a la zona de los callejones y apenas doblé por una esquina empecé a correr con la esperanza de dejarlo atrás, de nuevo maldije el largo de mi vestido el cual me estorbaba con cada paso, luego de un rato corriendo parecía que le había perdido...y no solo eso...al parecer me había perdido yo también

-como se puede ser tan idiota?...maldición...ya esta atardeciendo

no quería pasar la noche fuera así que me puse a pensar que podía hacer para regresar sin volver por donde vine,-el muro!- si podía ver en qué dirección estaba el muro podría ubicarse sin problemas y dirigirme hacia donde estaba la zona comercial, una vez ahí el camino de vuelta seria fácil, busqué un sitio elevado desde el cual pudiera buscar el muro, detrás de una casa había unas cajas de madera así que me subí en ellas y de ahí al techo de la casa

-ahi esta!

el muro estaba a unas tres calles de distancia, me había alejado bastante pero por suerte tambien vi la ruta que debía tomar, me bajé y me apresuré a regresar

-seguro que todos están preocupados por mi

el cielo empezaba a cambiar de color señal de que la noche estaba cada vez más cerca, estaba solo a un par de calles de la zona comercial cuando de un callejón frente a mi salió una persona bloqueando el paso, solo se quedó parado sin decir nada y mirándome, parecía agitado como si hubiera estado corriendo

-al fin te encuentro, admito que lo hiciste bien, pero ya no te escaparas de mi

empezó a caminar lentamente hacia mi y cuando salió de la sombra del callejón pude ver el rostro de mi perseguidor, era el hombre que estaba en la tienda donde compré el cinturón, seguramente me había seguido desde que salí pero me perdió de vista cuando empecé a correr, seguramente me estuvo buscando todo este tiempo y por eso se ve agitado

-eras tu quien me perseguía verdad? que quieres de mi?

-me has hecho enojar pero si me entregas tus pertenencias te dejaré ir con vida

-mis pertenencias?

-no te hagas la tonta, lo vi en la tienda de aquel anciano, le pagaste siete monedas de plata sin dudarlo y vi que tenias un monedero lleno y ese collar que llevas en el cuello se ve valioso, es raro ver a una mujer rica caminando sola por la ciudad, hoy es mi día de suerte jejeje

-más ladrones...que esta ciudad esta plagada de ladrones?

el hombre sacó un cuchillo y empezó a acercarse a mi con una sonrisa perversa en su rostro, yo lleve mi mano a Diám que seguía sujeto al cinturón que llevaba puesto, lo menos que quería era cometer un crimen en esta ciudad pero no iba a dejar que este sucio ladron se llevara mis cosas, esperaba la oportunidad para acabar con esto de un solo golpe, cuando estuviera a mi alcance atacaría

-yo no lo haría si fuera tu

una voz conocida provino de otro callejón detrás de mi, me voltee para comprobar si era quien creía que era y lo vi, saliendo de un callejón con una sonrisa en su rostro

-Len? pero...creí que te habían arrestado

-y así fue, pero me escapé, a esos idiotas les faltan diez años para que puedan capturarme

-Lem perro sucio, que pretendes? ella es mía!

-agradece que te he salvado la vida, además ya es un poco tarde deberías irte

-no me tomes por idiota!, tu sabes lo que viene, he perseguido a esta mujer toda la tarde por su dinero y no me iré hasta conseguir lo que vine a buscar, no después de haber desperdiciado tanto tiempo! no tienes derecho a entrometerte!

no tenía idea de lo que estaban hablando pero el tipo que me había estado siguiendo estaba muy irritado, Len cambió su expresión en un momento, pasó de estar relajado y sonriente a estar muy serio, parecía haberse enojado, dicha expresión me sorprendió y me atemorizó, dio un par de pasos al frente y sacó un pequeño cuchillo

-tienes dos opciones, o mueres aquí o te vas de inmediato

-tu...

-decide ahora mismo, sabes que no queda mucho tiempo

-maldito Len te juro que me las pagaras

el otro hombre o se dio la vuelta y empezó a correr, cuando este ya se había ido Len se dio la vuelta y empezó a caminar hacia mi con total tranquilidad y sonriendo de nuevo

-bueno, ya esta

antes de que se acercara más saqué de inmediato a Diám que aún sostenía con mi mano, di la orden en mi mente y la hoja se desplegó en un instante apuntando a Len quien se detuvo de golpe

-oye! tranquila, estoy de tu lado

-que quieres? tu también me seguías? pretendes robar o asesinarme por venganza?

-me estás malinterpretando, porque no vamos a un lugar más tranquilo?

-contesta!

-mmm...esta bien, primero que todo no te seguía ni nada, escapé de prisión y me dirigía hacia la puerta Este cuando te vi, tampoco pretendo robarte, solo robo a comerciantes, y sobre matarte por venganza, esos tipos que tu y tus compañeros mataron me habían traicionado, no los considero mis camaradas por lo que no hay nada que vengar

-te entregamos a los guardias

-y me encerraron cuanto? mmm un día? fue más un paseo, vamos baja esa arma tan peligrosa, me da calambres solo de verla

por alguna razón creía en lo que me decía, bajé mi espada pero aun con la hoja fuera, puede que creyera en lo que dijo pero aun no confiaba en el

-bien, ahora escucha, debes venir conmigo si quieres vivir

-ja, lo sabia!

levanté mi arma de nuevo apuntando hacia el

-espera espera, no es lo que tu piensas, baja la espada

-...

-escucha, no queda mucho tiempo, debemos salir de la ciudad

-porque?

-la ciudad será atacada, al anochecer

-que!? quien?

-los mercenarios, no tardarán en lanzar su ataque, no queda mucho tiempo vamos!

-como lo sabes?

-a los mercenarios solo les importan los ricos, ordenaron a todos los de los barrios bajos que no salieran de casa y amenazaron con la muerte a quien dijera una sola palabra, los que no se fueron están encerrados en sus casas, dime, acaso no te parece extraño que no haya nadie por aquí? viste gente en esos callejones por los que viniste?

tenía razón, no me había fijado porque me concentraba en escapar de mi perseguidor y de encontrar el camino de regreso pero lo cierto es que no me encontré con ni una sola persona en esos callejones

-espera, si lo que me dices es verdad mis amigos están en peligro también

-no hay tiempo, ven conmigo

-no los dejaré solos

guardé a Diám y empecé a correr, miré el cielo y el sol ya se estaba ocultando, aún quedaba un largo camino hasta llegar a la posada, y aun si llegaba a tiempo, como nos las arreglaremos para salir? por donde atacarían? cuando llegué a la zona comercial ya se había hecho de noche, miré a la gente del lugar pero no parecía que estuvieran siendo atacados, me habrá mentido Len?

-bueno, mentira o no es bueno que nada pasara

apenas me estaba relajando cuando escuché los gritos de algunas personas al otro lado de la calle, me apresuré a ver y vi a mucha gente corriendo y detrás de ellos venía un grupo bastante grande de hombres montados a caballo blandiendo espadas y cortando a todo el que estuviera en el camino, otros lanzaban antorchas dentro de las casas, el recuerdo del día que invadieron mi ciudad se me vino a la mente de golpe y la imagen de un edificio derrumbándose sobre mi amiga más querida me causó una punzada en el corazón

-debo ir a buscar a los demás, no dejaré que se repita lo de ese día

giré en la plaza y me fui por la calle que daba hacia la posada, corrí lo más rápido que pude, aun si me faltaba el aliento y aunque el vestido me estorbaba seguí corriendo, pasé por el local de comida en el que había  almorzado hace tan solo unas horas y al doblar a la esquina pude ver el edificio en el que nos habíamos quedado la noche anterior

casi se me sale el corazón cuando vi que el edificio del que había salido esta mañana estaba cubierto en llamas, me quedé en shock y estaba a punto de desplomarme de rodillas cuando escuché una voz conocida detrás de mi

-Andrea!

me giré de inmediato y sobre mí saltó Stella quien me abrazó con todas sus fuerzas, llorando y con el vestido sucio por el humo pero nunca me había alegrado tanto de ver a Stella, detrás de ella llegó Alfons quien aunque se alegraba de verme tenía una cara de preocupación, y eso me dijo que algo no andaba bien

-y Frederic?

-el...no sabemos

-que!?

-el salió hace unas horas a buscarte, dijo que te estabas tardando demasiado y se fue a la zona comercial

-no puede ser...debo ir a buscarlo

-espere señorita, que pasara si el regresa y usted se fue a buscarlo? tenemos que salir de la ciudad, si el viene de seguro sabrá que hemos salido de la ciudad y nos buscará afuera

-no, ustedes salgan de la ciudad, espérenme en la salida de la puerta Oeste, yo iré a buscar a Frederic

-pero piensa regresar ahí? es muy peligroso!

-puedo arreglármelas sola, ademas tu seguramente puedes proteger a Stella mejor que yo y tienes que llevar el carruaje

-...esta bien, pero por favor cuídense mucho

-lo mismo digo

me di la vuelta y corrí de nuevo hacia la zona comercial, si Frederic fue a buscarme seguramente fue ahí, de camino me era difícil avanzar debido a las personas que huían de la zona comercial, cerca de mi pasaron algunos mercenarios a caballo pero por suerte no me atacaron sino que estaba lanzando antorchas a las casas,al llegar a la zona comercial la cosa se puso más difícil, había guardias por todos lados evacuando a la gente y enfrentándose a los mercenarios, parecen igualados en número, traté de encontrar un lugar por el cual pasar y justo cuando encontré un hueco alguien me tiró del brazo, me di la vuelta para ver quien era y mi corazón dio un salto cuando vi que era Frederic quien parecía estar igual de cansado que yo

-Andrea...estas bien?

-si, y tu?

-bien, vamos, es peligroso estar aquí

Frederic me tomo de la mano y empezamos a correr, ahora solo necesitamos reunirnos con Alfons y Stella en la puerta Oeste y estaríamos a salvo

-Frederic, quiero decirte algo, es sobre lo de esta mañana

-me lo dirás cuando hayamos escapado

-bien

seguimos corriendo y a lo lejos por fin podía ver la puerta, y a medida que nos acercábamos logré distinguir el carruaje y a Stella junto con Alfons que nos esperaban fuera de la ciudad, la mayoría de los edificios cerca de la puerta estaban en llamas pero por suerte no había mercenarios cerca

ya estábamos cerca de la puerta, había escombros esparcidos por la calle que me estorbaban el paso por culpa del vestido, tuve que soltar la mano de Frederic para levantar el vestido ya que no quería caerme al tropezar, Frederic iba un par de pasos por delante de mi y ya estábamos cerca de cruzar la puerta, ya me sentía afuera pero justo en el momento en el que Frederic cruzó la reja de hierro cayó con fuerza dejándome dentro de la ciudad y Frederic afuera

-Andrea!

al parecer la cuerda que sostenía la reja se quemó y cuando no pudo soportar más el peso se rompió dejando caer la pesada puerta, tratamos de levantarla pero no la movimos ni un centímetro, miré por los alrededores, quizá había algo a lo que me pudiera subir y saltar el muro pero no había nada de ese estilo y los edificios estaban en llamas por lo que no podría usarlos

-y ahora qué hacemos señor?

-no lo se....maldición!

-Frederic, tengo una idea, trataré de salir por la puerta Este, estuve cerca de ahí antes y sé cómo llegar

-pero será peligroso

-igual que quedarme aquí

-...esta bien, pero ten mucho cuidado

-estaré bien...Frederic...

-si?

-si las cosas se complican y no podemos reunirnos, seguiré hacia Holdrum, sin importar cómo llegaré

-...entiendo, si nos separamos...nos reuniremos en Holdrum, pero haz todo lo posible para que no pase

-lo haré, hay que darnos prisa

regresé lo más rápido que pude dejando atrás la puerta Oeste, el pecho me quemaba de tanto que había corrido, tenía la piel sudorosa y sucia debido al humo, mi ropa estaba hecha un desastre y mi pelo alborotado, llegué a la plaza otra vez, ya habían venido demasiadas veces el mismo día, el enfrentamiento continuaba pero parecía haber menos guardias esta vez, no se si habrán matado a los demás o si los mercenarios trajeron más refuerzos, ya había cruzado casi media ciudad, solo faltaba atravesar la plaza y los callejones para llegar a la puerta Este, ya no había civiles en las calles, quizá estaban escondidos en las casas que aún no quemaban o se habían ido de la ciudad, claro, los que tuvieron suerte, en las calles se podía ver cadáveres por todos lados, tenia esa sensación de que todo esto ya lo había vivido, no se cual fue el motivo de esta masacre pero es horrible

no había forma de pasar por la plaza sin que me vieran así que fui un par de calles más al norte para dar un rodeo, por esta zona había más mercenarios saqueando las casas así que fui cuidadosamente para que nadie me viera, estaba a un par de calles de llegar a los callejones cuando escuché a una mujer gritando más adelante, me acerque lentamente para observar y vi a dos mercenarios mientras sacaban a la fuerza a dos jóvenes mujeres y a quienes parecían ser sus padres de una casa, no quería involucrarme pero si no hacía algo quizá los matarán

-qué debería hacer...ya estoy tan cerca

me armé de valor saqué a Diám y cuando uno de los mercenarios se distrajo lo apuñaló en la espalda, el otro de inmediato me atacó sin preocuparse mucho por su compañero muerto, mientras intercambiaba golpes miré a la familia quienes no se movían, solo me observaban sollozando

-rápido! huyan!

el padre fue el primero en reaccionar, se levantó y levantó a su familia y logró hacer que corrieran, una vez se habían ido me concentré más en la pelea, no podía dejar que vinieran más mercenarios o nunca saldría de aquí, di la orden a Diám y se electrizó la hoja de la espada, al chocar esta contra la espada del mercenario el impacto hizo saltar chispas cosa que distrajo lo suficiente a mi oponente como para asestar una puñalada mortal sin esperar a que más de ellos vinieran empecé a correr, solo para encontrarme a tres de ellos más adelante, uno estaba montado a caballo y se me heló el cuerpo entero cuando vi su rostro

-vaya vaya vaya que agradable sorpresa veo que sigues igual de bella que siempre...o igual de bello? jajajaja

-...tu...que haces aquí?

-veo que me recuerdas, eso me hace feliz, y a mi me hace feliz verte aquí, así me ahorras el ir a buscar tu cabeza

frente a mi la figura de mis pesadillas y el culpable de que haya terminado en este mundo se mantiene imponente frente a mi con una sonrisa perversa en su rostro lleno de cicatrices, Cradock...la última persona que me hubiera gustado encontrar en esta situación, pero porque estaba aquí? era parte de los mercenarios?, no tenía escapatoria posible, miré a ambos lados, no había nadie y por supuesto esta vez ni Frederic ni Alice estaban aquí para salvarme -como en mi sueño-, me puse en guardia esperando que bajara de su caballo y me atacara pero no lo hizo

-veo que estás ansiosa por jugar, que tal si juegas con mis subordinados antes de jugar conmigo? -He! Bastardos! al primero que le corte un brazo a la señorita le daré un regalo muy especial

los dos hombres que estaban a su lado sacaron sus espadas y corrieron hacia mi al mismo tiempo  atacando ferozmente, me estaba esforzando al máximo por mantenerme a la par contra dos oponentes al mismo tiempo, si fallaba no me libraría fácilmente, activé la electricidad de la hoja que hacía saltar chispas con el choque de espadas, vi como se sorprendieron e intenté atacar al que más se sorprendió pero no pude aprovechar la sorpresa ya que uno de ellos reaccionó más rápido y me atacó mientras yo trataba de cortar al que se había asustado, pude reaccionar a tiempo usando mi espada como escudo pero el impacto me dejo un par de cortes en mi brazo izquierdo y en mi pecho

-ah esa espada, recuerdo que la usaste contra mí antes, es una verdadera molestia pero una vez te maté me la quedaré, quizá la use para cortarte la cabeza

-idiota, ni siquiera podrás desenfundar- seguir atacando sin detenerme mucho tiempo ya que no quería dar lugar a que me dominaran, no eran malos luchando pero su falta de coordinación demostraba que no trabajaban en equipo, además mientras chocamos espadas noté como a uno de ellos se le sacudía el brazo cada vez que nuestras espadas se chocaban, seguramente su empuñadura era de metal y eso daba lugar a que la corriente eléctrica le afectara por unos instantes

use un ataque fuerte contra uno de ellos para que se alejara un momento, luego ataque al de la empuñadura metálica y me aseguré de que mi espada tocara la suya el mayor tiempo posible, quizá fue solo un segundo pero fue suficiente para que el hombre sintiera la corriente eléctrica con más fuerza y debido a eso soltó su espada, aprovechando el momento le hice un profundo corte en el pecho y de inmediato detuve el que mi otro oponente estaba a punto hacerme

-oh impresionante, tienes talento, es una lastima que no vayas a aprovecharlo

ya había matado a uno de mis oponentes y me había mantenido a la par con el otro, pero me había pasado todo el día corriendo y ya no podía con el cansancio, mis ataques se volvían cada vez más débiles y lentos, también mi oponente me estaba haciendo retroceder y empezaba a faltarme el aire y a ver borroso

-parece que estas en tu limite, si te rindes y suplicas por tu vida quizá te deje vivir como mi esclava jajaja

mi oponente lanzó un fuerte ataque desde arriba y cuando lo bloquee perdí el equilibrio y caí al suelo, cuando intenté levantarme el hundió su espada en mi hombro derecho y puso su pie en mi pecho evitando que pudiera levantarme

-veo que ha terminado, debo admitir que fue entretenido

dejé de luchar y miré al cielo casi el borde del desmayo -voy a morir aquí?, sin encontrar a Alice?, sin volver a ver a Frederic y Stella?- escuché como Cradock se bajaba de su caballo y sacaba su espada, cerré mis ojos y me preparé para lo que sucedería, escuchaba atentamente los pasos de Cradock y cuando se detuvo estando cerca de mi supe que no saldría con vida de ahí

-he contado los días para este momento, el primero en mi lista

cuando creí que acabaría todo escuché una pequeña explosión cerca de donde estábamos, seguido de un grito ahogado del hombre que me mantenía en el suelo y un sonido metálico como si algo de metal hubiera chocado contra la espada de Cradock, abrí los ojos y vi una nube de humo que cubría todo a mi alrededor, también un cuchillo que cayó justo al lado de mi cabeza, asumí que alguien se lo había arrojado a Cradock, la nube de humo se hacía cada vez más densa, ya ni siquiera podía ver a Cradock a quien tenía al lado, sentí una mano en mi hombro y alguien me arrastró, me puso de pié, me tomo de la mano con fuerza y me obligó a correr, ignorando el dolor y el cansancio hice el esfuerzo y corrí detrás de aquella misteriosa persona que me había salvado la vida mientras detrás podía escuchar a Cradock blandiendo su espada, maldiciendo y llamando a sus hombres para ir en mi búsqueda  


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro