Carrera en el tren
Este cap tiene mucho movimiento por todos lados.
No perdieron tiempo, no, estaban demasiado inquietos por la misión, los artistas de la familia se encargaron de todo lo que es indumentaria y diseño de las máscaras, Don instaló las cámaras (y de paso micrófonos y audífonos) en cada una de ellas, haciendo el recuento: Leon, Leo, Rafa, Mike, Mikey y Donnie irán a la misión, Raph y Don monitorearán desde "tierra", estarán siempre en contacto. Es difícil para los visitantes imaginarse a Big mama tal y como es, como la describen, un monstruo despiadado, tramposa, repetían, no se fíen de ella, cómo podían confiar en una mujer tan cruel, pero lo dicen una y otra vez, no se dejen engañar, no es lo que parece. Verán, esa yokai, a diferencia de Draxum, es irreparable, no importa cuantas veces la venzan, ella hará lo que quiere.
Su tren tiene tantos vagones, cada uno distinto al anterior, no tiene ningún sentido pero así es como es. Las estrellas brillaban una vez más cuando el sol acabó de ocultarse, la luna mostraba su pálida cara, ya decreciente por el paso de los días, el equipo estaba listo y armado. Don, algo adolorido pero necio como es, forjó un par de katanas idénticas y otro par de nunchakus, más o menos similares, para las contrapartes de sus hermanos de azul y naranjo, no eran obras de artes y el trabajo pesado se los dejo a sus máquinas pero para él lo estético es igual de importante, así que el diseño de un par de dragones decoraban las hojas del par de espadas y las cadenas estaban perfectamente soldadas y de un tono dorado opaco que combina con el mango rojizo. Cuando se las entregó a sus nuevos dueños (fuera de los mil gracias y todo eso) Donnie y Rafa quisieron haber perdido o roto sus armas por "accidente" justo ahí para poder tener un par nuevo. Eran armas resistentes, no tenían nada de mágico pero la mano que las empuñan les dan su poder.
Leon blandió su odachi en el aire formando un círculo de luz, seguido del prometido portal, las 6 tortugas estaban cubiertas de tela negra y así mismo sus máscaras sin rostro, irreconocibles (¿De donde sacaron dinero para la tela? eso me pregunto yo, si son increíblemente pobres :^) se despidieron y atravesaron el portal, rápidamente Don sincronizó las cámaras con sus pantallas, Raph se sentó junto a él frente al escritorio y oficialmente se dio inicio a la misión.
8:00 pm.
El portal se abrió directamente en uno de los vagones, el sonido de las ruedas en los rieles y el viento siendo cortado por la enorme máquina podía atravesar las ventanas, las hacía temblar levemente, Leon cerró el portal cuando todos estuvieron dentro, el interior del vagón tenía la pinta de un pasillo largo, a través de sus máscaras se colaba el vapor de sus bocas, estaba helado, el piso se sentía frío y resbaladizo.
-según yo este es el vagón más seguro del tren-dijo Leon regresando su odachi a su espalda, las tortugas miraron a su alrededor, trozos extraños y amorfos de carne rojiza colgaban de ganchos a ambos lados del largo pasillo, hielo escalaba en las esquinas que conectaban el suelo con las paredes, en uno de los extremos del vagón había un muro plateado con extrañas formas talladas, mientras que en el contrario había muchos botones de distintos colores. Sabiendo ya lo que debían hacer se aproximaron a dicho muro y observaron el panel de botones, parecían ojos, perlas o cristales, tal vez las tres al mismo tiempo. En un silencio compartido el líder azul señaló uno de las botones frente a él, dando a entender que por ese empezarían, lo presionó, una corriente eléctrica lo recorrió de pies a cabeza, como un escalofrío repentino, sin siquiera poder pestañear todo su cuerpo se sintió temblar y luego de un cosquilleo apareció en otro vagón, estaba asombrado pero al mismo tiempo inquieto por lo desconocido, avanzó un par de pasos, el ambiente cambió, ya no estaba helado, todo lo contrario, vapor tibio flotaba por todo el nuevo vagón, parecía algún tipo sauna, un par de segundos después el resto de integrantes del equipo aparecieron a sus costados, Leo le dio una mirada a Leon, aunque no pudieran verse a sus ojos el gesto fue suficiente, estaban empezando a entender esto y podían acelerar el paso, ignorando completamente a los yokais que se relajaban en las tinas de agua caliente pasaron corriendo, sigilosos y veloces, hacia el otro extremo eligiendo otro botón para continuar. Ahora estaban en una biblioteca, no es su objetivo, siguieron, un gimnasio, tampoco, filas de pasajeros, tampoco.
8:30 pm.
El hecho de que un grupo de sombras negras correteaba aleatoriamente por el tren no tardó en causar cierto revuelo, muy a pesar de no haber apretado ningún botón dos veces algunos yokais se extrañaron lo suficiente como para darlo a conocer, este es el tren de Gran mama, obviamente había parte de su personal a bordo. Fue entonces que presionaron el próximo botón, seguía sin llevarlos al frente pero si lo pensamos positivamente cada botón que descartan aumenta la probabilidad de que el siguiente sea el bueno, como sea, esta vez había un trío de yokais uniformados recorriendo el vagón, era una especie de cocodrilo acompañado de una pareja de aves cuya especie desconozco, el vagón estaba casi vacío exceptuando por algunas cajas que decían "frágil" en sus costados. Cuando las tortugas aparecieron fueron vistas casi instantáneamente, no se habían encontrado con problemas hasta ahora pero tarde o temprano iba a pasar.
-¡ALTO AHÍ USTEDES!- exclamó el cocodrilo tomando lo que parecía un radiotransmisor tosco y posicionándolo cerca de su hocico-Tenemos intrusos en el tren, vago...-no pudo terminar, los seis enmascarados se movieron a gran velocidad hacia ellos y destrozaron el aparato, el cocodrilo y sus dos acompañantes trataron de darles frente pero estos seres extraños son más fuertes, los acabaron rápido y quedaron inconscientes en el suelo del tren, continuaron con su misión, la única desventaja era que ya se había revelado su presencia y tendrán a medio tren buscándolos. El siguiente destino fue un invernadero, las ventanas que daban al exterior eran lo único que permite saber que seguían en un tren. El aire húmedo y el olor a tierra y hierbas extrañas se les impregnaba en la ropa, siguieron adelante cuidadosos de no tropezar con las raíces que se enredaban y entrelazaban en el suelo, en el siguiente había un tipo de baile, varios yokais danzaban en el estrecho pasillo ajenos de lo que pasaba a su alrededor, cuando los seis entraron se desató el caos, pánico injustificado si me preguntan pero yo solo estoy narrando, atravesando la multitud a empujones tocaron el siguiente botón, mala suerte, muy mala suerte.
9:15 pm
Bienvenidos a la cafetería del personal tortugas, las risas que compartían los trabajadores del tren mientras bebían café y conversaban de los supuestos intrusos cesaron, enmudecidos por la aparición de esas figuras negras, la tensión cayendo en sus hombros con el peso de una tormenta, no dudaron en empuñar armas dando un segundo para analizar a sus oponentes y luego correr a atacar. Los yokais, pobres de reflejos en esta situación dejaron caer las cosas que sostenían, el sonido del cristal romperse contra el suelo, el agua hirviendo chocar con la piel, cuchillos, cucharas, tenedores, platos, caían y se estrellaban unos contra otros, apretujados entre las paredes del tren los yokais no podía moverse muy bien, los primeros quince segundos fueron claves para avanzar, las cadenas de Mikey enredaron el cuello del yokai más grande (un oso imponente, no tanto ahora que no podía respirar) Mike deslizándose entre las patas de los pobres desprevenidos encerrándolos en su hilo, los puños de Rafa estrellándose contra el primero que se le cruzó, una fuerza descontrolada, necesitaba golpear algo desde hace días, Leon y Leo avanzaban a patadas, no querían usar el filo de sus espadas con inocentes pero de ser necesario no tendrían otra opción que causar daño, Donnie dio el golpe certero para hacer a todos caer, Leo hizo una seña con su mano, quería decir: sigamos, por suerte esta vez todos le entendieron. Desde casa Raph tenía los nervios de punta sentado al borde de su asiento con los puños apretados y expresión tensa, Don informaba que podía haber cerca de 60 "hostiles" repartidos en el tren a parte de los que ya había vencido, repetía que tuviesen cuidado y que se apresuraron, si tardaban demasiado la situación empeoraría. Desde el tren lo escuchaban fuerte y claro, siguieron en su camino hacia el frente.
9:53 pm
No podían negar que estaban cansados de tanto correr, mientras más avanzaban solo se desgastan más, casi parecían retroceder, cambio de vagón, esta vez era un salón púrpura colmado de lámparas de tonos celestes y morados, algunas sillas estaban a los lados pero no había nadie ahí.
-descansemos aquí unos minutos-dijo Leo, nadie le discutió.
10:00 pm
-¿Todo bien chicos?-la voz preocupada de Raph se escuchó en sus oídos (los sorprendió un poquito, todos estaban en silencio)
-todo bien-confirmó Mikey-solo descansamos un momento.
-A, okokok.
-cuánto tiempo llevamos corriendo aquí.
-casi dos horas-contestó Don. Todos en el tren suspiraron pesadamente -la buena noticia es que solo les quedan aproximadamente 16 posibles opciones.
-...
-...
-...
-...
-...
-...Wuuu, sabía que algo estábamos haciendo- dijo leon estirándose.
-claro que si >:I
-pensé que íbamos a estar aquí para siempre-dijo Rafa aliviado.
-En ese caso será mejor que empecemos a movernos- Leo estiró un poco sus brazos y sus hermanos se levantaron con él listos para continuar, caminaron hacia el extremo del vagón y presionaron un nuevo botón, tal vez deban enfrentarse al personal de gran mamá, pero no es nada que no puedan afrontar.
10:37 pm.
Solo 3 botones más, uno de esos tiene que ser, pelearon con todo aquel que había intentado detenerlos, trataban de perder la menor cantidad de tiempo así que a veces se conformaban con darles un par de golpes y mientras estaban aturdidos ir a la siguiente parada, por eso a veces se reencontraban con los mismos yokais en distintos lugares. En esos tres estaba su objetivo, el primero lamentablemente no fue el ganador, parecía una sala de conferencias, había uno que otro yokai sentado ahí, sin hacer ruido siguieron, el segundo fue otro obstáculo, otra vez a pelear, EL ULTIMO, EL ULTIMO ES EL BUENO, lo presionaron esperanzados, sintieron la electrizante onda una vez más pero en cuanto abrieron los ojos del otro lado...estaban en el mismo vagón con el que iniciaron.
-..¿q-qué?
-no...nonononononononononononononooooo-
-¿qué pasó?
-¡¿PORQUE VOLVIMOS AL INICIO DON?!-bufó Rafa con la boca pegada a su micrófono.
-NO LO SÉ-alegó-ESO DEBIÓ FUNCIONAR
-¡PUES NO FUNCIONÓ!
-NO ME DIGAS ¿EN SERIO?
-¡tiempo perdido!- gruñó Donnie pasando sus manos por su rostro frustrado, Mikey y Mike estaban en las mismas.
-¡¿COMO NO SABÍAS QUE NO HABÍA NINGUNO PARA LLEGAR AL FRENTE?!
-¿¡COMO SE SUPONE QUE SEPA!?
-BASTA-Exclamó Leo captando la atención de todos- esto no es culpa de nadie, desde un principio sabíamos que esto iba a ser difícil, nos fuimos por lo lógico y no funcionó, tenemos que cambiar la estrategia, no sirve de nada lamentarse- todos permanecieron callados con las palabras del líder en sus mentes.
-Tienes razón ¿ideas?-preguntó Leon mirando a su equipo.
-mmm, pues, no se puede llegar a la locomotora por los vagones.
-Ósea que no se puede por dentro ¿no?
-¿qué piensas Mike?
-vamos por fuera- comentó como si fuera lo más obvio del mundo con su carita de niño inocente, los demás lo quedaron mirando, claro, era una buena idea, pero este tren va a no se cuantos kilómetros por hora.
-vamos muy rápido, el roce con el aire nos mandaría lejos- contestó Donnie con cierto tono de reproche.
-pero si nos pudiéramos pegar al techo del tren, como pulpos- complementó Mikey.
-eso es ridículo- ambos Mikeys se miraron y bajaron la cabeza algo apenados.
-¿Qué? No, es una buena idea-Apoyó Leon luego de pensárselo un poco, Donnie lo miro extrañado
-P-pero ¿Cómo piensas hacer eso?, quieres pegarte al tren con ventosas, eso es imposible.
-no específicamente con eso, pfff, Doooooooooonnie boo~
-VUELVE A LLAMARME ASÍ Y ROMPO TUS PRECIADAS MEDALLAS LEON
-¿Cuántos imanes tienes en tu taller?
-......................................Tu a veces piensas-el genio de morado sonrió del otro lado de la línea captando lo que su gemelo tenía en mente- denme 10 minutos.
-podemos hacer algo parecido a lo que haría un pulpo.
10:52 pm
-Leon, abre un portal a mi taller-ordenó Don, la tortuga de franjas le hizo caso y un momento después es este portal lo atravesaron seis pares de unos muy curiosos aparatos- escúchenme todos- la cabeza de Don se asomaba por el portal (no lo vamos a cerrar por nada del mundo hasta que salga de ahí)- tendrán que usar sus manos, si ustedes toman esto- dijo tomando uno de los artefactos que ahora estaban tirados en el suelo del tren, era como un rectángulo de metal y pegado a él tenía un mango con un solo botón, en realidad no parecía nada útil. Don sujetó el mango, su pulgar en el botón- pueden controlar la polaridad de estos imanes con este botón, si lo presionan-presionó el botón a modo de demostración, se escuchó un extraño zumbido e inmediatamente después el pedazo de metal arrastró su brazo al suelo y se pegó ahí, parecía inamovible-se adherirá al tren y si lo sueltan- lo soltó- se despega otra vez, también le puse un par de cintas, así que tienen que afirmarse bien a su muñecas por si acaso, solo funcionan en un rango de 50 cm y no se atraen entre ellos, úsenlos bien-dijo soltando el aparato.
-:0
-gracias Dee.
-quiero mis imanes cuando la misión termine- dijo antes de desaparecer dentro del portal.
10:57 pm
Leo tomó fuertemente la empuñadura de sus katanas y las enterró en el techo, una junto a la otra, para luego dibujar un círculo en el metal, aunque le costó un poco después de un par de intentos el metal cedió y se abrió una salida, el viento entró de golpe junto con el ruido del roce del aire, el aire frío se mezcló con el del exterior y las extrañas piezas de carne que colgaban en el vagón se mecían con el viento. Salir sería el principal problema, pero sabían que no estaban en el último vagón, si el viento los arrastra un poco no caerían a las vías, Leo fue el primero, guardó bien sus katanas en su funda, tomó los imanes, se los sujetó bien a las muñecas como Don había indicado y saltó hacia arriba, el aire se lo llevó unos metros hacia atrás pero al encender los imanes estos se sujetaron al techo del tren.
-adelante- señaló por el micrófono, sus compañeros lo imitaron, ahora con todos sobre el tren se podía admirar mejor el paisaje. A su alrededor, quiero decir; alrededor del tren, se erguían unas paredes oscuras chorreantes de lava, un extraño brillo cálido iluminaba el aire pero no se sentía tan caluroso como insinuaba el entorno, Leo miró hacia atrás y luego al frente, si su vista no lo engañaba estaban a solo unos 2 vagones de la locomotora, mientras que detrás de él había unos tres vagones y terminaba el tren. ¿cómo era eso posible? dentro del tren parecían haber cientos de habitaciones, pero por fuera, ese monstruo de metal no era más grande que los que recorren el subterráneo de NY, ignoró ese extraño parecer, estamos hablando de magia, ¿que sentido se le podía encontrar? comenzaron a avanzar a paso lento y cuidadoso, sus manos bien agarradas, soltaban un imán a la vez procurando no salir disparados hacia el ferrocarril o al estanque de lava.
11:10 pm
Era el último vagón antes de la locomotora, una sección oscura, tallada con la forma de un monstruo o una araña extraña, los vidrios tenían forma de ojos y estaban tintados de naranjo.
-Ahí está la cabina del conductor, bajen al acople con cuidado y entren por la puerta, si no hay ninguna podría estar ubicada al costado del tren.
-entendido Don, vamos para allá- confirmó Leo acercándose a la intersección entre el primer vagón y la locomotora, a diferencia de con el resto de la cola del tren, en esta última separación era más grande con al menos un metro y medio, podían bajar. El acople temblaba con el movimiento del tren, se parecía mucho al de los trenes humanos, supongo que cuando un sistema funciona no hay por qué inventar otro para lo mismo, se notaba resistente, Leo fue el primero en bajar, apoyó un pie en el acople y el otro en el borde de la locomotora/cabina, sus compañeros le siguieron, al menos cabían todos en ese pequeño espacio y se sujetaban bien. La puerta estaba ahí, de haber estado a un costado seria mas difícil entrar, el líder azul trató de abrirla sigiloso pero estaba cerrada por dentro-Rafa-llamó a su hermano, no tuvo que darle las indicaciones, él ya sabía lo que debía hacer, usando sus sais y su fuerza destrozó el mecanismo de cierre, y en cuanto la puerta se abrió un par de milímetros la empujaron y entraron. Todo el personal del tren buscándolos donde no los iban a encontrar, llegaron a su objetivo, solo debían retirar la pieza y escapar.
11:32 pm
El conductor sintió el estruendo, las seis sombras que habían causado un alboroto a bordo de su tren y que todos estaban tratando de atrapar ahora estaban ahí, en su cabina, no distinguía su especie ni sabia que estaban haciendo ahí, pero algo estaba claro, no los dejaría tomar control del tren.
A cargo de cuidar que todos los pasajeros llegaran a su destino estaba un yokai muy peculiar, akkorokamui, o una derivación más pequeña de un yokai japonés muy antiguo, tal vez un familiar, no lo sé...a, ¿Qué es? ES UN PULPO wiiii. EJEM. No esperaron el ataque que vino después, uno de los tentáculos del enorme yokai fue directo hacia ellos, a penas lograron esquivarlo, el orbe glix estaba a la vista, era una perla de un tono naranjo de más o menos 30 cm de diámetro, estaba incrustada en el centro de la consola, a un lado de esta había tres palancas y frente a ellos el ferrocarril que recorren a gran velocidad. Esquivaron un segundo golpe, Donnie terminó cerca de la consola.
-Donnie, quita el orbe- exclamó Don, su contraparte de cintas moradas asintió y le dio un vistazo al mesón de botones e indicadores, el orbe estaba conectado de alguna forma porque con solo intentar extraerlo no pudo-Debe tener algún seguro.
-tenemos que detener el tren-completó Donnie, echó un vistazo a los botones, detrás de él sus hermanos y compañeros luchaban con el enorme pulpo, podía escuchar los golpes y choques de las armas con el suelo, nadie podía atinarle al yokai, era muy ágil para ser tan grande- Una palanca debe ser- pensó en voz alta acercándose a ellas, las tres eran diferentes, adivinar cual era cual será lo difícil. iba a ir por la tercera de izquierda a derecha, escuchó un pequeño grito detrás de él, seguido de su hermano menor cayendo y golpeando la palanca- !!! ¿estás bien?- Mikey asintió y se levantó para seguir peleando, resulta que en cuanto se levantó la palanca regresó lentamente a su posición inicial haciendo resonar un estruendoso silbido, ok, esa palanca no es. Sin perder tiempo tomó la otra palanca y la empujó con todo su cuerpo, estaba muy dura pero se logró, cuando la palanca llegó a su otro extremo el orbe brilló un poco y en cosa de segundos el tren pareció acelerar, si antes iba rápido, ahora daba miedo de lo veloz que iba, debían desacelerar o podría descarrilarse. Donnie se sujetó fuertemente de la palanca, Rafa fue a ayudarlo a regresarla a su lugar, el movimiento de la enorme máquina los empujaba hacia atrás como si el centro de gravedad ahora estuviese detrás de ellos, con un poco de esfuerzo desaceleraron, pero pudieron mantener el equilibrio, solo quedaba una palanca.
-¡¡NO TOQUES ESO!!-exclamó el yokai enviando uno de sus tentáculos hacia la desprevenida tortuga pero Rafa lo desvió.
-Rápido Donnie- el nombrado hizo lo que le indican, tiró de la palanca y el chirrido de los frenos raspando las ruedas interrumpió el viento, esta vez todos fueron disparados hacia la consola exceptuando por el yokai que estaba bien afirmado al suelo con sus ventosas (mjm). El tren se detuvo, las tortugas se levantaron con algo de torpeza sin querer apretando los botones de la consola de control (pero no pasó nada raro)
-¿Todos están bien?
-seeee
-todo bien
-bien
-bien-contestaron, Donnie se apresuró a quitar el artefacto, lo tomó con cuidado, no pesaba más de tres kilos.
-USTEDES-el pulpo se recomponía lentamente, la frenada brusca lo desorientó- DETUVIERON MI TREN- gruñó con voz amenazadora, todos sus tentáculos levantándose en el aire, los dientes de sus ventosas lucían filosos y su dueño nada contento.
-Portal...portal, portal, portal- Mike masía los hombros de su hermano mayor apresurándolo, el pulpo ya casi estaba sobre ellos, la tortuga de franjas abrió el portal a duras penas levantándose y todos lo atravesaron sin dudar.
12:00 pm
-¿Leon? Leo, Leo contesta
-¿qué pasó?
-No lo sé, perdimos la conexión, Leonardo, no es divertido, contesta ¿hola?
-¿Don?
-Calma Raph, ¿Alguien me recibe? ¿Hola?
-Donnie
-Ya era hora nardo, las cámaras se desconectaron, el portal no se abrió aquí, ¿Dónde están?
-Tenemos otro problema, estoy con Mike en ciudad oculta, el portal se abrió en el lugar equivocado pero los demás no pasaron con nosotros- Leon se escuchaba inquieto-temo que sea un caso de atraco portal.
-¡¡¡¡AHORA!!!! AGH
-porque nos pasan estas cosas...
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Ustedes conocen el concierto de la cucaracha bailando, es muy bueno...¿Qué estaba haciendo?
se va*
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