*Seguimos con Lenyck*
- No eh podido encontrar a nadie, todos deben de haber muerto. - Dijo Lenyck y se detuvo.
Afrente de el hay una casa pequeña de madera con un letrero que dice "Extranjeros no pueden entrar".
- Extranjeros no pueden entrar... *mientras lo miraba tranquilamente*
- Me la juego, me vale verga. Yo no quise venir a este mundo. - dijo Lenyck y entra a la casa.

La casa tiene una sola habitación y es muy oscuro, pero al final se veía una mesa y sobre la mesa había un libro. Ese libro tiene el titulo brillando y Lenyck va caminando para ver el libro.
- "Detrás de todo"... - dijo Lenyck leyendo el titulo y abre el libro.
- "Rezemosle a ese dios que todo lo ve, todo lo escucha, y todo lo siente... En nuestra aldea no pueden entrar extranjeros, ya sabrán porque... Si ellos se dan cuenta de nuestra verdadera identidad nuestro dios nunca nos no perdonara. Nosotros no somos iguales que ellos, nosotros somos..." - dijo Lenyck leyendo, pero lo ultimo no lo dijo en voz alta, se ve sorprendido y se escucha un fuerte rugido que viene del exterior de la casa.

Un "Leon" cae del techo, directo hacia Lenyck. En su ojo derecho tenia como un binocular, sus garras son muy largas y puede andar en dos patas (diferente a los demas). Lenyck trata de sacar su espada antes de que el "Leon" le caiga encima pero se le hizo tarde.

- Argh! - grito lenyck mientras estaba debajo de el agarrándose de sus manos.
Lenyck lo empuja, se levanta, y el leon se hecha para atrás del empujón.
-¿Que eres? - pregunto Lenyck, señalándolo con la espada.

*Volvemos a donde Kleen que se encuentran mirando muy fijamente*
- No sabes lo que en realidad esta pasando... Estoy salvando esta aldea. -dijo Viana
-¿Salvándola matando a los que habitan en ella? - pregunto Kleen
- Si, y es mejor que te retires. -dijo Viana
- Sinceramente se me quitaron las ganas de luchar después de haber probado tu sangre, no entiendo como alguien que ha sufrido tanto quiere ver sufrir a los demas. -dijo Kleen
- Porque no entiendes lo que esta pasando, no entiendes lo que hago... Respondio Viana mientras bajo su cabeza.
Kleen aparece en su espalda, y se la toca.
- Es por eso, realmente haz pasado por algo horrible.
-¿Como lo sabes...? - pregunto Viana mientras seguía con la cabeza bajada
- Cuando probé tu sangre tenia un sabor a tristeza, y entonces luego de un par de minutos pude ver mas o menos tu pasado. Pude ver tu mayor cicatriz, perdóname. Yo pensaba que era el único que sufría en silencio...-respondió Kleen con su rostro un poco triste y Viana se le queda observando.
- Es la primera vez que veo a un chico llorar desde su corazon. Estas sonriendo... Pero realmente estas llorando. - dijo Viana y ellos dos se quedan viendose.
- No puedo llorar... Ya que estoy congelado por dentro, igual que mis sentimientos. No puedo sentir la felicidad, nervios y mucho menos el amor... Lo único que se me quedo adentro fue la tristeza, enojo y ...

Viana le hace un toque en el pecho alado del corazón, antes de que terminara de hablar y le dice - Algún día... Alguien calentara ese frío... Y se derretira... Y podrás sentir lo que es el amor.