Capítulo 23. / Tell me: Do you accept my apologies?
Tell me — Do you accept my apologies?
Noemí Higgins
Las ruidosas voces que podía escuchar discutiendo en la cocina, lograron despertarme. Tenía un dolor de cabeza que me parecía casi insoportable, era casi como si mi cerebro quisiera escapar de mi cráneo, pero a pesar de todo, abrí los ojos con dificultad encontrándome con un entorno que logró desorientarme con rapidez. Tuve que pestañear un par de veces antes de entender que estaba en la habitación de Blake.
Intentando indagar en cómo había llegado aquí, me di cuenta que no recordaba mucho, a excepción de los últimos segundos antes de dormirme. Todo el resto de la noche me resultaba borroso y demasiado confuso.
Flashback
—¿Qué le pasó?
—La drogaron.
No sabía que ocurría, la verdad es que tenía los ojos entrecerrados mientras intentaba <<Tal y como Blake había ordenado>> no dormirme.
—No ahora Nahim, saquémosla de aquí y nos ocuparemos de eso después. —declaró —¿Entiendes? — alzó la voz cuando noto que mi hermano no estaba convencido de sus palabras.
No sé si fue mi distorsión del tiempo, o en un santiamén nos encontrábamos todos montados en el auto e íbamos camino a casa.
Nahim iba en la parte de atrás, conmigo. Dejó que recargara mi cabeza en sus piernas y comenzó a hacerme piojitos en la cabeza de forma relajante. Blake, por su parte, iba conduciendo.
No fue difícil predecir que el ambiente estaba tenso, ninguno hablaba, ninguno hacía una mueca y la incomodidad se sentía en el aire. Pero si me era difícil entender que Nahim estaba con nosotros, justo ahora el que estuviera conmigo me parecía gracioso.
Entonces, en medio de una euforia impredecible que me hacía reír, la devastadora nostalgia me invadió al recordar a papá, más específicamente aquel recuerdo que tenía junto a él. Era una pequeña de cabello castaño que tenía una pesadilla distinta cada noche, pero no tenía a ellas pues su padre, Nicolás Higgins la consolaba cada vez que lloraba. Recuerdo que se quedaba junto a mí en mi habitación, me contaba alguna historia y me hacía piojitos en el cabello hasta que me quedara profundamente dormida, solo entonces se marchaba a su cama, aunque amaba las veces en que lo vencía el sueño y se quedaba a dormir junto a mi hasta que amaneciera.
Recuerdo cómo me amaba, el tono de su voz y como me decía que si mentía me crecería la nariz.
Y entonces me di cuenta que en realidad estaba pensando irracionalmente, porque sentí aquella necesidad de hacerlo, quería escupir toda mi mierda sentimental y comenzar a decir la verdad. justo ahora me parecía el momento perfecto para hacerlo.
—Te quiero Nahim—Balbuceé —Te quiero, pero me lastimas. Me lastimas igual que papá.
Él soltó un pequeño suspiro antes de responder —Papá está muerto, Emi.
—Eso no quita que me haga daño. Cada vez que lo recuerdo me hace daño.— me entristecí.
—Shhh ya, ya—acalló sin dejar de acariciar mi cabello —enana, duérmete y te despertaré cuando lleguemos ¿sí?.
—La última vez que me dormí en tus brazos desapareciste por 4 años.— recordé.
—Esta vez no iré a ningún lado.
—No me digas cosas que no cumplirás, porque me voy a ilusionar y luego volverás a romperme el corazón. Terminaré llamándote cada día esperando que respondas el teléfono para sólo escuchar tu voz y saber que estás bien y tu terminarás pidiéndole a mi mejor amiga que te cuente todo lo que hago.
Nahim esta vez no respondió y cuando lo mire, él observaba hacia adelante, con la mirada perdida.
Lucía culpable, y yo sabía que se sentía así. Porque después de todo yo también me sentía así por mentirle.
—¿Por qué Pietro la drogaría?— interrogó Nahim, esta vez dirigiéndose a Blake.
—No lo sé.
—Mientes— bufó —desde hace semanas que lo estás haciendo y no te he detenido porque sé que estás pasando por cosas complicadas, pero, es mi hermana la que corrió riesgo esta vez. Así que dime de una puta vez que está pasando, Benyamin.
El tardo unos segundos en responder. —Me dio el nombre de mi madre— confesó —Me dio su dirección y fui a conocerla, por eso desaparecí. Y hoy solo fui a agradecerle, pero Noemí entró en la habitación porque... Aditya quería a alguien sobrio para que probara la droga y Noemi la tomó evitando una pelea o que algo terminaría mal. Luego intentó sobrepasarse y cuando iba a intervenir a él le surgió algo y se largó.
Gracias por disfrazar la verdad, Blake.
—¿Porque Pietro tendría esa información sobre ti?— inquirió mi hermano.
—Es lo que intentaba averiguar hasta que ella llegó a arruinarlo— espetó.
Pero entonces su estúpida confusión de nombres me comenzó a dar una risa interminable —You make me laugh— murmuré —Ustedes son muy torpes.
—Al menos no nos drogaron— se burló Nahim.
—Es solo que...— volví a soltar una leve risita —¿Quién les dijo?
—¿Qué cosa?— preguntó Benyamin.
—¿Que Aditya y Pietro eran la misma persona?.
Fin del flashback
En qué mierda estaba pensando...no, de hecho, ese fue el puto problema, no lo estaba haciendo, es por eso que escupí todo ese vomito verbal.
"¿Quién les dijo que Pietro y Aditya son la misma persona?".
Estoy jodida.
Y hablando de vomito, tengo náuseas.
Necesito salir de aquí. Necesito que Nahim no haga preguntas o esto me joderá, esto nos joderá a todos.
Levanté mi cuerpo de la cama en la que había dormido, ni siquiera sé cómo terminé esa conversación, tampoco sabía cuánto había dicho sobre Aditya o si a estas alturas del día a Blake le había dado por hablar.
En cuanto comencé a caminar por la habitación sin hacer ruido y buscando mis cosas, pensé que eran las típicas náuseas y mareos debido a la anemia, pero me vi en la necesidad de correr al baño con rapidez para terminar expulsando todo el contenido de mi estómago por el escusado. Me quité yo misma el cabello de mi cara y lo sostuve para evitar que se ensuciara con el vómito que fluía por mi garganta.
Sin duda odiaba esto, odiaba vomitar. Me parecía un acto repulsivo en el que te ahogas, botas todo lo que está mezclado en tu estómago y terminas con un horrible dolor de garganta y mal sabor de boca. Y, aun así, conocí muchas chicas que asistían al mismo psicólogo que yo que lo hacían.
Con las náuseas esfumadas de mi cuerpo, procedí a enjuagarme la boca con agua, aunque para ser honesta, ahora mismo deseaba un cepillo de dientes. Enjuague mi cara, buscando refrescarme y agarre mi cabello con aquella liga que siempre llevaba en la muñeca.
Mientras buscaba no verme tan demacrada, no pude evitar dar un leve sobresalto al escuchar el estruendoso ruido de algo quebrándose. Lo primero que se me vino a la mente fue que la pelea que estaban teniendo había subido de nivel, o mejor dicho, que mi hermano había perdido los estribos.
Mis planes de escape sigiloso quedaron en el olvido y solo me dispuse a ir en dirección del ruido que acababa de escuchar. Avanzando por el corredor y quedándome en un lugar donde los podía divisar a ambos, pero ellos no a mí, comencé a cotillear.
—¡Que ya lo tenía todo arreglado con Pietro y has tenido que ir al puto club a joderlo todo!. — Exclamó Nahim —Ahora me tocara a mi limpiar tu mierda y explicarle a Akim porque el trato no se cerró. Llevas a mi hermana allí y encima me mientes con lo de tus padres.
—Intentaba protegerte, ¿bien?. Tienes suficientes cosas en las que ocuparte como para decirte lo de mis padres. Y sí, sé que la cague con llevarla allí y exponerla a eso, lo se.— Blake alzaba las manos en señal de paz.
—Solo te he pedido que los protejas a ellos, no a mí.— Bufó mi hermano un poco más calmado.
—Pues te jodes. Porque no dejaré que te involucres con Aditya. —Nahim chistó antes de que Benyamin continuara —Que vi tu rostro cuando mataron a esa chica frente a nuestras narices. Yo puedo soportarlo, pero tu no. Trabajar con mafiosos y drogadictos es una cosa, pero Aditya trabaja con...niñas.
—Akim nos envió aquí con una sola orden y eso es lo que haremos, todo el resto solo...
Nahim dejó de hablar en cuanto Blake ya no lo miraba a él, porque aquellos ojos cafés ahora miraban en mi dirección.
Sin duda mi idea de pasar desapercibida iba de mal en peor.
—Hasta que te dignas a despertar— murmura Benyamin antes de comenzar a recoger los trozos de vidrio que se encontraban en el piso de lo que aparentemente era un vaso.
—Con todo el ruido que hacen me impresiona no haber despertado antes.— me crucé de brazos y por fin dejé de esconderme, entrando en la habitación.
—¿Cómo te sientes?— pregunta esta vez mi hermano, quien no tarda en abrir el refrigerador y entregarme una botella de agua.
—Bien, solo me duele la cabeza— contesté recibiéndosela. —¿Qué hora es?— pregunté fijándome en la luz que pasaba a través de las cortinas mientras bebía un poco de agua.
—Son las once.
—Shit— me atragante.
Tenía una clase importante desde las once.
De inmediato gire sobre mis talones y logre dar unos pasos en dirección a la habitación, dispuesta a buscar mis cosas y marcharme, pero la voz de Nahim logró interrumpirme.
—¿A dónde crees que vas?— me detuvo.
—Tengo que ir a la universidad. —respondí sin darle demasiada importancia.
—Oh, no. Creo que será mejor que te tomes el día libre. —lo mire con extrañeza — Así tenemos más tiempo para que me expliques cómo sabes sobre Aditya.
Un nudo se formó en mi estómago y no pude evitar apretar mis puños con nerviosismo. Necesitaba una excusa, una excusa rápida y creíble.
—¿Aditya?— fingí amnesia.
Por supuesto fue una mala idea y una mala elección de palabras, pero, el que Blake se riera no ayudó en nada.
—Si me explicas rápido y evitas las mentiras, quizás puedas llegar a tus clases.— dijo mi hermano encogiéndose de hombros, como si explicarle lo que había pasado durante cuatro años se pudiera resumir en diez minutos.
Y para ser realistas, ni, aunque quisiera, podría decirle.
—No tengo porque darte explicaciones.— me crucé de brazos.
Él fingió una corta carcajada —¿Sabes lo que estuve haciendo toda la noche?— rodeé los ojos sabiendo que esto terminaría mal — Asegurándome de que no te ahogarás en tu propio vómito. Porque estabas drogada hasta la médula.
—Ja, ¿Realmente tienes los huevos para reclamarme algo así?. Tenía 14 cuando estaba cuidando de ti luego de tus noches de fiesta, así que no me jodas.
El silencio invadió la habitación por un par de segundos, dando entender a mi hermano que la discusión no llegaría lejos si era por allí, porque si se habla de hacer sacrificios por el otro, yo gano por mucho.
—Dime que sabes.— ordenó esta vez.
—Nada.
—¿Necesitas estar drogada para poder decir la verdad?— preguntó con cinismo y no no hice más que quedarme en completo silencio —Sabes hermanita, por un momento pensé que por fin estábamos bien. Que confiaríamos el uno en el otro y todas esas mierdas sentimentales, pero claramente no somos así ¿Verdad?. Así que dime de una puta vez que es lo que sabes.
—No puedo...
—¡Dime en qué mierda estás metida!
—No puedo...
—¿No puedes o no quieres? —inquirió.
Si lo supieras te haría daño, nos haría daño a ambos y te marcharías otra vez. Y creo que no quiero eso...
—Solo quiero que me digas que pasa, Emi. ¿Te están obligando a hacer algo que no quieres? ¿Te estas drogando o ...
—No tienes que fingir que te importo una mierda solo porque el idiota de tu amigo está mirando.— lo interrumpí y Blake me alzo las cejas por lo de "idiota".
—¿Por qué tanto grito?— preguntó su voz chillona entrando en la habitación.
En realidad, su voz es simplemente aguda y la única razón por la cual no me gusta es porque ella no me agrada. Y era lo que menos necesitaba en estos momentos.
—¿Peleando otra vez?, cualquiera que no los conociera diría que se odian.
—Disculpa Kiara, ¿A ti quién te dijo que por estar cogiéndote a mi hermano tienes derecho a opinar en nuestras discusiones?
—Noemí— pronunció Nahim en tono de advertencia.
—¿Qué?— desafíe —Lleva aquí tres segundos y se cree parte de la familia.
—Okey, lo lamento Emi— se victimizo — Pero, pensé que con lo que Nahim te dijo las cosas entre nosotras cambiarían para mejor, ¿Sabes?.
—¿Decirme que?— la miré extrañada.
—¿No le dijiste?— le sonrió a Nahim para luego dirigirse nuevamente a mi —Nahim y yo estamos creando nuestra propia familia —Sonrió.
—¿Qué quieres decir?
Esta vez fue mi hermano quien se preparó para hablar. Aclaro su garganta. Si no lo conociera diría que está nervioso.
Un nudo invadió mi estómago ante su extraña inquietud.
—Ella...Kiara está embarazada.
Sin duda ella era mi lugar seguro. Siempre lo ha sido y realmente creo que siempre lo será. Siempre hacía esto cada vez que me iba mal en un examen que realmente quería aprobar, cuando tenía recaídas de mi TCA, cuando tenía malos días en los que no quería estar con nadie, ella siempre era la única excepción. Y siempre terminábamos cocinando algo para luego ver películas o series de nuestra infancia. Por eso fue el primer lugar en el que pensé para venir luego de mi pelea con Nahim.
En cuanto abrió la puerta forcé una sonrisa y levanté la bolsa de comida que había comprado en el supermercado.
—Joder— me miro de arriba abajo — entonces, ¿esta vez que tan grave fue?
—Nahim.
—Está bien, ven aquí— dijo abriendo sus brazos y yo de inmediato me abalance a abrazarla.
—Qué haría sin ti—murmuré.
—Nunca lo sabremos— me respondió.
Tal y como sabía que pasaría, ella me dejó bañarme y me prestó ropa cómoda para que luego ambas sirviéramos las frituras en bowls y nos tendiéramos en el sofá a retomar la serie de Hannah Montana.
—Siempre la cago, ¿Sabes?— murmuré abrazando mis piernas mientras que ella cambiaba el episodio.
—¿Por qué dices eso?
—Porque siempre miento, siempre me acuesto con quien no debo y siempre que estoy bien con Nahim algo, alguien o yo misma termina arruinándonos.
— Que tú no tienes la culpa, de nada.
—Si que la tengo.— acepte — siempre voy por allí buscándome imbéciles. Primero lo de nuestro maestro, que; ¿Como carajo no se me ocurre que tal vez tiene hijos?, o peor aún, Una esposa. Y ahora me meto en un puto lio con el amigo de mi hermano, y menos mal que Nahim no sabe porque ahí si, no me vuelve a hablar hasta el día de mi funeral. Y tampoco podremos hablar porque estaré muerta.— me quejé y ella esbozó una sonrisa ante mis palabras —Y lo peor de todo es que me llegó a gustar ¿sabes?. El amigo de mi hermano me llegó a gustar con sus tatuajes, su perfecto cabello y su jodido abdomen marcado.
—¿Te llegó a gustar o te gusta?— arqueo una ceja sin creer mis palabras.
—No tengo tiempo para eso.— suspiré apoyando mi mentón en mi rodilla — Además, no es como que al chico le guste tanto el compromiso o desobedecer las reglas de mi hermano.
—¿Él te dijo? —inquirió.
—¿Mhmm?
—¿Él te dijo que no le gusta el compromiso?
—No, no lo dijo.— acomode mi cabello con frustración —pero de seguro es así. Otro chico que solo quiere follar y luego me aplica ghosting —me encogí de hombros.
—Ese es el problema nena, supones cosas de los demás. Buscas al primer imbécil que te sexualice, al que le gustes sólo por tu apariencia, están juntos por un tiempo, pero siempre estás preparada para que te rompan el corazón, vives esperando el momento en que te lastimará.
—Si, bueno. Los problemas parentales no son bonitos, Scarlett.
—Lo se Emi, solo necesito que entiendas que debes dejar que te quieran, lo necesitas, necesitas arriesgarte y enamorarte. No estar con alguien esperando el momento en que se terminara. Y sé que en el fondo te mueres porque alguien se fije en lo inteligente que eres, lo creativa, lo buena. Y con lo de tu hermano, quizás sólo debes dejar que fluya. Ambos pasaron por cosas malas y ambos necesitan tiempo para curar.
—Habían pasado cuatro años, cuatro y aún no nos logramos llevar bien.
—Pues quizás solo necesitan más tiempo y ya, o quizás necesitan tener una experiencia nueva para que se vuelvan a unir, pero eso no significa que debes de dejar de preocuparte por ti ¿Sí?. No vuelvas a interponer la felicidad de nadie por sobre la tuya.
—¿Por qué eres tan buena conmigo?— respondí con la voz quebrada.
—Porque te amo— me miró con extrañeza —Y apoyas a las personas que amas. Eso es lo normal.
Apoye mi cabeza en su hombro —I love you too. Si a mí me gustaran las chicas podríamos casarnos y adoptar un perrito.
—Nena, no eres mi tipo.
La mire ofendida antes de lanzarle un manotazo — ¿Y cuál es tu tipo exactamente?
—De chicas, me gustan más las mujeres latinas y de hombres... Harry Styles, Ross Lynch o Shawn Mendes, aunque me conformo con alguno que no tenga antecedentes, no esté denunciado por redes sociales o que sus ex novias no me digan que es un maltratador físico o emocional.
—En realidad tus gustos me gustan —ambas chocamos nuestras papitas como modo de aprobación, pero no fue hasta que termine de masticarla que me digne a preguntar;
—¿Tú de verdad crees que Benyamin es diferente?— cuestione.
—No lo sé, pero si no te arriesgas nunca lo sabrás.— se encogió de hombros.
—De cualquier forma, creo que ya lo arruiné. Lo llame de forma horrible y ni siquiera me disculpe.— le expliqué —Así que, si antes nos llevábamos mal, ahora será mucho peor.
—Ve a su casa y discúlpate— respondió con simpleza.
—¿Mhmm?
—Ve.
—No, Nahim viene por mí a las doce.
—Son las diez— respondió — Si te retrasas yo te cubro.
—¿Cómo planeas cubrirme precisamente?— interrogue sabiendo que su idea era realmente mala.
—Puedo decirle que fuiste a comprar algo, que peleamos y te fuiste en taxi o, le digo que te di luz verde para ir a follarte a tu ligue de esta semana.
—Claro, todo eso suena tan lógico que nada podría salir mal —dije con sarcasmo y rodeé los ojos.
—Oh vamos, solo ve discúlpate y vuelves...A menos que quieras hacer otras cosas, en ese caso también te cubriría— alzó las cejas juguetona y yo la mire mal —Solo inténtalo— continuó alentando y al ver que yo no me movía se levantó del sofá —Iré por ropa para ti.
Antes de poder evitarlo, solo vi su silueta dando saltitos en dirección a su habitación, logrando que se me escapara una sonrisa.
Bueno, según ella ya era un hecho que iría.
Tome mi celular llena de dudas y aún con algo de nerviosismo teclee las letras en mi teléfono.
—¿Estás en tu casa?
Me lleve una gran decepción cuando el mensaje le llegó, pero él no lo vio ni respondió nada. Aunque me convencí a mí misma de que estaba tan molesto conmigo que ni siquiera se dignaría a responder.
Por eso la idea de ir directamente a su departamento, me precio la mejor opción.
Golpeé con mis nudillos nuevamente la gran puerta de madera, pero nadie salió. Así llevaba diez minutos.
Cuando caí en cuanta de que nadie abriría, me digne a marcar su número.
Primero tono
Segundo tono
Tercer....
—¿Sí?
—Hola, yo...— me detuve abruptamente cuando me di cuenta que se escuchaba demasiado bullicio a su alrededor. —¿Dónde estás?
—E...en un bar— respondió entre balbuceos.
Fue entonces cuando comencé a sospechar.
—Estoy afuera de tu casa, venía a disculparme y no fue hasta ahora que note que fue muy tonto venir sin avisar.
—Pfff... normal en tu, eres muy tonta.
—Estás ebrio?— me burle.
—No diría ebrio ebrio, sino más bien, feliz...
—Joder, sí que estás ebrio— me volví a burlar y su intento de negarlo confirmo lo que era inevitable de notar. —¿Estas solo?
—Sipi.
—Iré por ti ¿Sí?, ya es muy tarde para que estés afuera.
—No, espérame allí, de todos modos, ya me iba a casa.
—No puedes conducir en ese estado, Blake— sentencié.
—Tranquila mocosa, yo soy el adulto aquí y, como tengo que dar buen ejemplo, sabía que iba a beber y vine en taxi y me iré en taxi.
—¿Estás seguro?
—Muy seguro.
—Bien, solo asegúrate de guardarte bien la billetera y...Si no llegas en media hora, iré por ti.
—Sí, señora.
Me senté en el piso apoyando mi espalda en la puerta de su departamento mientras esperaba a que él llegara.
Un recuerdo de la última vez que estuve aquí me invade. Fue este mismo día y me marché luego de que mi hermano anunciara el embarazo de su novia.
Los recuerdos de encontrar a Kiara con Aditya en muchas ocasiones follando me hacen dudar demasiado.
Debería preguntarle a mi hermano si usa protección con ella.
Aunque eso sería muy incómodo.
¿Usará protección con Aditya?.
Demonios si toma pastillas ni siquiera ella sabrá quién es el padre...
Odio que la primera vez que mi hermano me anuncie que un posible sobrino viene en camino sea de esta forma. Debería estar feliz. No cuestionándome estas mierdas.
Cómo podría decirle a mi hermano que Kiara está con Aditya, si no puedo explicarle cómo sé aquello. Y aunque pudiera, quizás me vea como una traidora.
Creo que mi sueño de ser la tía cool fracasó. Al igual que mi intento de ser buena hermana.
Por supuesto, esto estaba destinado a fracasar porque Benyamin Blake bajó del ascensor apoyándose de las paredes como si la habitación se fuese a caer, él estaba totalmente ebrio y yo no dejaba de preguntarme si ese bebé era mi sobrino o mi medio hermano.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
—————————————————
VOTA-COMENTA-SÍGUEME
(Si quieres 🥺)
Búscame como @amsc_hs en Instagram
Allí subo frases, adelantos y primicias de mis proyectos❣️
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro