13. Perfect
[Aquí debería haber un GIF o video. Actualiza la aplicación ahora para visualizarlo.]
Emma
Llegó la respuesta y una nueva pregunta. Después de días sin noticias de Kai, finalmente se acordaba de mí. Luca me observaba y decidí guardar el teléfono, sabiendo que lo que estaba a punto de contarme era algo difícil para él. Kai podía esperar.
—Si quieres contarme, soy toda oídos. Y si te pones triste, estaré aquí para darte un abrazo apretado, o podría contrate uno de los chistes aburridos que me sé.
—Me encantaría oír uno de esos. —Me sonrió tristemente y se tomó unos segundos antes de comenzar a hablar. Tomó aire profundamente. De repente, señaló a su alrededor.
—Este departamento pertenecía a mi hermano mayor, Max. Éramos increíblemente cercanos, él solo tenía dos años más que yo. Y hace tres años tuvo un accidente automovilístico en el que perdió la vida. —Volvió a tomar aire y sentí un nudo en la garganta. No le quité la mirada ningún segundo a pesar que la de él viajaba de mi cara a sus manos constantemente—. Nos íbamos a juntar ese día porque cada vez que yo terminaba alguna pintura, él siempre me acompañaba con su música. Era una especie de ritual que hacíamos desde pequeños, ni siquiera recuerdo cómo comenzó. Era un músico muy talentoso, el mejor. Cuando... —Se aclaró la garganta—. Cuando él... mi padre decidió cerrar este lugar y guardar todas las cosas de Max. No quiso que nadie más entrara. Clausuró este departamento como si con eso fuera más fácil pasar el dolor. Quizás para él era una estrategia que funciona, pero yo solía pasar mucho tiempo aquí, dormía en el sofá día tras día, excepto cuando Max traía chicas —sonrió mientras miraba sus manos nervioso.
—Por eso tuviste que entrar a la fuerza, necesitabas volver aquí.
Asintió levemente.
—Hace un par de meses, decidí irme de la casa de mi padre. Antes no quise dejarlo solo porque la pérdida de Max lo destruyó... bueno, a los dos. Nos necesitábamos, no para hablar de Max, si no para acompañarnos.
Me puse de pie y me senté en el mismo sofá que él, con movimientos lentos como si fuese un perrito asustado. Toqué su mano.
—Lamento mucho la pérdida de tu hermano. Si era como tú, seguro era una persona increíble y un muy buen vecino.
—Lo era. Te habrías llevado muy bien con él.
—Yo también lo creo. —Apoyé mi cabeza en su hombro—. ¿Y en qué momento te decidiste venir a vivir aquí?
—Parte de la escapatoria de mi padre fue... encontrar una nueva pareja. Me alegro por él, pero siento que ya no encajo en esta nueva etapa de su vida... al menos no como el hijo que vive en su casa. Y además, no poder venir aquí me tenía... mal. Era como algo que tenía constantemente en mente.
—¿Nunca le dijiste que querías vivir aquí... o por último venir?
—Lo intenté al principio muchas veces, pero cada vez que decía que quería venir, mi padre comenzaba a temblar y a llorar. Finalmente decidí aceptarlo... hasta que no pude más.
—Pero el duelo también es tuyo, necesitabas venir aquí. Está hermoso este lugar, está mejor decorado que mi departamento.
—Exactamente. Así que mi padre cree que estoy viviendo con un amigo, Gabriel... y no sabe que irrumpí en el antiguo departamento de Max. Este lugar pertenecía a nuestra abuela, y ella nos lo dejó... a sus dos nietos. Así que es mío.
Me separé de él y enarqué las cejas sorprendida, eso lo hizo reír con sus ojitos brillantes.
—¿Y no decidieron vivir aquí juntos?
Luca negó con la cabeza.
—No, quería darle a Max unos años de libertad. Él estaba saliendo con una chica que vivía en la residencia universitaria, así que pasaba mucho tiempo aquí. Simplemente pensé que no era el momento adecuado para que yo viviera aquí. Aunque si hubiera sabido lo que iba a pasar, habría estado con él todo el tiempo.
—Luca, si pudiéramos predecir el futuro, creo que hay muchas cosas que haríamos o dejaríamos de hacer. Pero esas cosas son imposibles de saber... no está bien que te cuestiones decisiones que tomaste en otro contexto.
—Quizás yo podría haber hecho algo. Él iba camino a juntarse conmigo.
Volví a apoyar mi cabeza en su hombro y le tomé la mano.
—No creo que tu hermano quisiera verte infeliz o pensando en cosas tan terribles como esas. Más bien, estoy segura de que él querría verte muy feliz. ¿Podrías contarme más sobre él? Si quieres, claro...
Ladeó su cabeza para mirarme y sonreír.
—Nadie me había preguntado eso... después del accidente, nadie me ha preguntado más sobre mi hermano... y si lo menciono, cambian de tema. —Soltó mi mano y sirvió una segunda copa de vino—. Él cantaba en una banda de rock. Fui a verlo en todos los lugares donde tocaban, incluso en los más terribles... horribles. —Soltó una carcajada y bebió más vino.
—Nunca he tenido un grupo de amigos con una banda... para ir a verlos tocar en bares y clubes. Siempre me ha parecido algo muy distinto de hacer, y nunca lo he hecho.
Levantó las cejas con una sonrisa.
—La banda de mi hermano pasaba por etapas de éxito y otras en las que sacaban canciones terribles.
—¿Y tú siempre estabas allí?
—Siempre. ¿Tú también tienes un hermano, verdad?
—Sí... es el ex de Laura —susurré como si alguien fuera a escucharnos, lo que lo hizo reír—. Él es más un espíritu libre. Hablamos cada dos días y extraño estar en la misma casa que él, aunque la mayoría del tiempo me estresaba porque lo encontraba un idiota. Sobre todo por todas las chicas que traía a casa. —Me encogí de hombros—. Un idiota y lo amo de todas formas.
—Mmm... siento que nos llevaríamos bien. ¿Y a qué se dedica?
—Está estudiando para ser abogado. Te caería bien, es muy entretenido. La gente que no lo conoce creería que es un pesado arrogante, pero tiene un corazón muy bonito. Cuando venga te lo voy a presentar, aunque no estoy al nivel de sus fiestas. Quizás tú sí. La última vez vomité en la entrada de la casa y me caí a un arbusto. Literal enterrada en un arbusto. —Me tapé la boca y arrugué la frente—. No me sirvas más vino porque estoy contando demasiado.
—Claro que te voy a servir más. —Llenó las copas por tercera vez—. Gracias por acompañarme a pintar —dijo de repente, cambiando el tema por completo.
—Mmm... No me quedaba otra opción, literalmente me ibas a pintar a mí. —Solté una carcajada que él también siguió. Me revolvió el cabello.
—Igual podrías haber dicho que no. ¿Por qué dijiste que sí?
—Porque dijiste que me enseñarías a pintar y una oportunidad así no la iba a desaprovechar. —¿Era esa la verdadera razón? ¿O simplemente el nuevo vecino me pareció muy guapo?— Tampoco me iba a resistir a tener una pintura para mí.
Se levantó rápidamente y corrió hacia la habitación sin decir nada. Minutos después regresó con un pequeño lienzo y una cajita.
—No te haré esperar más, hoy tendrás tu primera clase. —Abrió la cajita de pinturas y sacó un montón de pinceles de su bolsillo—. Traeré una mesita y un mezclador... espera.
—¿Crees que estoy en condiciones de pintar algo? —pregunté señalándome a mí misma. Ya tenía la mitad de la tercera copa vacía y tengo que admitir que ya me se estaban trabando un poquito las palabras.
—Lo haremos juntos.
—Se me ocurrió una idea... la vi en internet el otro día: vamos a empezar a pintar lo que queramos, cada uno en un cuadro, y luego intercambiaremos cada cinco minutos.
Su mirada se iluminó.
—Me parece una excelente idea. Voy a buscar otro. —Se levantó de nuevo y corrió hacia la habitación, parecía un niño pequeño y feliz. Regresó con un mini canvas en alto mientras bailaba al ritmo de Abba, no sé cuándo pusimos esa música, sin embargo, él la bailaba con excelente ritmo.
—Seré cuidadoso con tus pinturas... y tus pinceles —dije tomando uno del montón y quitando la tapa del acrílico rosa.
—No te preocupes por ser cuidadosa... haz lo que tengas que hacer. —Tomó su celular—. Se me acabó la batería, ¿puedes poner tú el cronómetro?
—Sí. —Lo primero que vi en mi celular fue un mensaje de Kai sin abrir y una notificación de una nueva pregunta que había ignorado. No sé muy bien qué expresión puse.
—¿Pasa algo? ¿Todo bien? Hiciste un puchero.
Solté una risita.
—Apareció Kai... pero, no importa. ¿Lo pongo en cinco minutos? —Le enseñé el cronometro y Luca ladeó la cabeza. Mi intento de dejar pasar el tema no funcionó.
—¿Estás enojada con él?
—No, pero no le voy a contestar de inmediato apenas él decida hablarme. Hoy, me cae mal.
Soltó una risa y yo le saqué la lengua.
—Pensé que era una nueva pregunta... —refunfuñó—. Me tienen expectantes tus preguntas.
—Sí, a ver la voy a abrir... ¡Ah! La pregunta 7... ¿Cuándo fue la última vez que rompiste un corazón? Voy a poner el cronómetro. Por mientras, cuéntame tú.
—Mmm... ya me arrepentí de responder —bromeó y ante mi cara de impacto, rodó los ojos—. Está bien... hace cuatro años, creo. Hice una estupidez, pero en mi defensa, yo era un estúpido. Fui con una chica a una fiesta y creo que bebí demasiado y me fui con otra. Solo me di cuenta al otro día. —Alzó las manos—. Si piensas que soy una horrible persona, estás en todo tu derecho.
—No me digas que la chica con la que fuiste era tu novia.
—No, pero estábamos saliendo hace como un mes, tampoco era alguien que no me importaba. La verdad es que esa noche se enojó porque era muy celosa y por alguna razón terminé estando con otra chica en la misma fiesta.
Le lancé una de sus pinturas.
—¡Que rabia, Luca! Quizás todavía te odia...
—¿Me lanzas una pintura en venganza? Sí, todavía me odia. Es un hecho, me la encontré hace una semana en una fiesta y me dijo que me odiaba.
—Te lo merecías —reí, bebiendo un poco más de vino—. Yo creo que nunca he roto un corazón.
—No te creo nada —sentenció y no quitó la vista de su pintura que parecía ir avanzando a toda velocidad, en cambio yo iba apenas.
—¿Cómo que no me crees? Pesado.
—Porque eres muy bonita, las chicas que son así de bonitas siempre rompen corazones aunque no quieran.
Rodé los ojos y él se rió.
—Bueno, quizás a Alex le rompí un poco el corazón, pero solo porque no quise seguir saliendo con él. Eso fue lo que respondí a Kai.
Sonó el cronómetro y cogí el celular. La respuesta de Kai seguía allí sin abrir.
—¿Intercambiamos? Iré a buscar... algo.
Respuesta de Kai, pregunta nº 7: a mi abuelo cuando le dije que no quería vivir más en Alemania :( (me lo sigue sacando en cara)
Luca se sentó frente a mí con otra botella de vino abierta.
—¿Eso es lo que fuiste a buscar?
—Sí, ¿estás lista para seguir con mi pintura?
Tomé el mío y se lo entregué.
—Está increíble —murmuró mientras admiraba mi pequeño cuadro—. Trataré de seguir tu estilo.
Bufé, no había logrado más que hacer un par de líneas que simulaban el mar. Aunque yo con el de él, me derretí.
—Awww, estás pintando a Ron Weasley... no quiero arruinarlo. Mejor síguelo tú. —Lo miré con un puchero—. Su cabecita pelirroja está perfecta.
—Estoy seguro de que podrás continuarlo... sin arruinarlo —dijo como si lo dudara realmente. Por la expresión que puso después, supe que bromeaba.
Resoplé y decidí dibujarle una corbata a Ron.
—Hay otra pregunta, la voy a leer:
Pregunta número 8: Hay gente que hace locuras por amor, como tatuarse el nombre de su amado, escaparse para vivir alguna aventura o declarar su amor frente a una gran audiencia. No sé si todas resulten, pero... ¿cuál ha sido tu mayor locura de amor?
—Esta la gano —rió Luca. Comenzó a dar pinceladas al cuadro—. Me da vergüenza contarlo. Me arrepiento, no diré nada.
Me largué a reír.
—¿Qué hiciste? ¿Tienes el nombre de alguna chica tatuado? Cuéntamelo, por favorrrr. Prometo nunca más mencionarlo.
—Sí, tengo tatuado el nombre de una chica en mi nalga derecha, ¿quieres ver? —Comenzó a levantarse y le lancé un pincel.
—No quiero ver —dije tapándome los ojos—. Vuelve a tu lugar.
Luca no paraba de reírse de mi reacción y yo de él.
—Es mentira, no tengo ningún tatuaje en la nalga derecha y ya me queda claro que no quieres verme el trasero.
—Eres un idiota, ¿me vas a contar la verdadera locura?
—Es que me da vergüenza. —Dio un par de pinceladas más mientras yo lo observaba atentamente y luego resopló—. Hace algunos años, le conté a mi hermano sobre lo mucho que me gustaba esta chica, que era su amiga, pero que no me hacía caso. Nada. No me miraba. Y a él no se le ocurrió una mejor idea que sugerirme que subiera a cantar con él en una fiesta donde ella estaba.
—Y no se te ocurrió que era una mala idea.
—Al contrario, pensé que era perfecta. Los cinco shots que me había tomado, por supuesto, ayudaron. Fue horrible y toda la escuela presenció el desastre. —Se tapó los ojos avergonzado y noté un leve enrojecimiento en sus orejas—. Recuerdo ese momento y me da mucha vergüenza. De mí mismo.
—A ver, quiero una representación de lo que pasó.
Arqueó las cejas y sus ojos se desviaron hacia su copa vacía.
—Te estás aprovechando de que estoy lo suficientemente ebrio como para... —Se puso de pie y subió al sofá de un salto—. I found a love for meeeeee, darling, just dive right in and follow my lead...
—¿Esa es de Ed Sheeran? —Asintió y me señaló. No sé por qué me extrañó que cantara tan bien.
—Well, I found a girl, beautiful and sweet... —Se desplomó en el sofá aún cantando y luego soltó el aire lentamente—. Y la canté completa en esa fiesta. ¿Me vas a contar tu peor locura ahora?
—Decirle a una amiga que me meta a mí y a Kai en un estúpido proyecto para que él se enamore de mí.
—¿Te arrepientes? —preguntó, frunciendo el ceño.
—Mmm, no lo sé. Aunque si esto sale mal, me arrepentiré toda la vida.
—No te arrepientas. Al menos estas preguntas nos han servido para sacarnos risas. De verdad las he disfrutado mucho.
—Yo también —murmuré—. Se me olvidó poner el cronómetro, pero supongo que ya es momento de intercambiar. Le quité su cuadro y lo miré con la boca abierta—. Esto podría considerarse como trampa.
—¿Por qué?
—Porque yo solo hice una línea y tú ya tienes toda una puesta de sol. —De pronto noté que él se ahogaba de la risa mientras veía mi cuadro. Lo miré con desdén—. ¿Qué es tan gracioso?
—Le pusiste corbata y camisa a la cabeza de Ron Weasley. No se me habría ocurrido.
Cinco minutos más tarde, intercambiamos nuevamente. Luca había hecho un Ron Weasley como si estuviera posando en ropa medieval.
Dimos por finalizados los cuadros cuando la siguiente copa se nos acabó.
—¿Me los puedo llevar?
—Uno para mí y otro para ti.
—Me quedaré con Ron.
—Yo con la puesta de sol, ¿y en qué momento le agregaste un corazón en la arena?
—No sabía qué más pintar.
Se puso de pie con un poco de dificultad.
—Tengo que cubrir un cuadro con barniz, ¿me acompañas?
—Creo que debería irme a dormir.
—Es que...
Comprendí rápidamente que me estaba pidiendo que lo acompañara en algo que solía hacer con su hermano.
—Me quedaré aquí hasta que lo termines.
—Quizás te parezca que...
—No me parece nada. Sube el volumen, que quiero bailar.
—A tus órdenes, Emma... ¿Ross?
Desperté en el mismo sofá donde recordaba haber estado bailando, con Luca durmiendo en el suelo y yo acostada boca abajo, mirándolo fijamente, con mi mano sobre su pecho.
¿Nos habíamos quedado dormidos de esa manera? ¿Mirándonos el uno al otro?
Lo observé detenidamente y noté algunos detalles encantadores en su rostro. Tenía dos lunares bajo su ojo izquierdo, pequeñitos, que me parecieron adorables. También tenía pecas a lo largo de su nariz. Sus labios estaban levemente partidos, lo cual les daba un tono rojizo. Además, algunos mechones de cabello caían sobre su cara.
Luca abrió un ojo y me pilló mirándolo detenidamente. Eso era exactamente lo que hacía, no lo podía negar.
—¿Por qué me estás mirando? —preguntó, confundido y abriendo solo un ojo.
Rodé los ojos.
—Solo estaba intentando alcanzar mi celular que está... —señalé la mesita junto a él—. Allí. ¿Me lo pasas?
Extendió su mano y me lo entregó.
—Te puedes mover un poco, necesito...—Se puso de pie y me empujo suavemente hacia un lado—. Algo blando en mi espalda.
Con un ojo cerrado comencé a leer los diez mensajes de Laura y uno de Kai, con Luca pegado a mí.
El último de Laura era el peor, había llegado hace apenas un minuto.
De: Laura
¿Dónde estás? Si no apareces en cinco minutos voy a llamar a la policía y diré que te han secuestrado. Nunca haces esto.
De Kai:
¿Dónde estás? Me acabo de enterar que Laura te está buscando. Estoy preocupado.
Ups.
En ese instante, alguien golpeó la puerta tan fuerte que, del susto, sin querer, golpeé a Luca y se cayó del sofá.
_____
Y aquí, me retiro lentamente....
Gracias mis amores.
Cuénteme qué les pareció.
¿Les gustó?
Si quieres que te dedique el próximo capítulo, comentame aquí <3
Besooooooooooos
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro