—Créeme que por un momento pensé que dejarías que me case con ella. —Su voz sonaba agitada, creo que ni se imaginaba que iba a hacer cosa como esa.

—Nickolas, esta locura demuestra que te amo lo suficiente como para no permitir que caigas en brazos de otra mujer. —Lo beso y lo acepta haciendo que tenga más intensidad.

—Bueno, bueno. Ahora díganme ¿A dónde nos vamos? —interrumpe mi primo.

Bien, pongámonos en contexto. Sabrán ustedes que soy Ainhoa Pereyra Foster. Sí, la hija de Jordan y Marcus.

Como bien saben mi madre me contó su alocada y sobre todo hermosa historia de amor con mi padre. Y quedé fascinada, pero en mi vida iba a hacer tal locura, pero mirenme ahora. Acabo de interrumpir una boda y robarme al novio. No sé cuál es peor, si la de mi madre o la mía.

Nickolas es el novio en apuros y no porque me lo haya robado, sino porque estaba siendo obligado a casarse con Cloe, su mejor amiga, que apareció hace dos meses en nuestras vidas cuando todo iba de maravilla con nosotros dos.

A Nick, lo conocí en la fiesta de cumpleaños número 25 de mi primo Bruce, Nick es hermano del mejor amigo de Bruce, ya los pondré en contexto, no se preocupen.

Si no saben quién es Bruce, él es hijo de mi tía Daniela y mi tío Joshua. Además de ser el mejor primo mayor que he podido tener, aunque no seamos de la misma sangre lo quiero como si lo fuéramos. Y ha estado en mis más locas travesuras, él es quien me ayuda en cada lío que pueda meterme.

Entonces nuestra historia de amor empieza ahí, cuando nos chocamos por primera vez y yo derramé mi bebida sobre él por estar borracha y lo peor es cuando caí a la piscina donde yo sí soy alérgica al cloro.
Deanse cuenta que mi madre fingió ser alérgica al cloro y la que nació con esa alergia fui yo. ¿Casualidades de la vida? ¡Claro que no! A eso le llamo karma.

Continuando, de forma literal conocí al que es el amor de mi vida cuando estaba cerca de morirme por un error que cometí, no mirar por donde camino.

Ahora sí, diré lo que mi madre dijo al empezar a contarme su maravillosa historia de amor.

Todo empezó hace cuarenta años...

¡No se crean! ¡Es mentira! Todo empezó hace dos años atrás, quizás menos.