Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Epílogo


—¡Emily!— escucho un grito desde la cocina pero como estaba concentrada atándome mis agujetas me levanto por el susto y me pego con una gaveta que había dejado abierta.—¡Emily!

—¡Ahora bajo!—grito mientras me sobo la cabeza con una mueca de dolor.

Agarro mi celular y antes de salir de mi cuarto me miro en el espejo.

Me quedo ahí parada por unos segundos, analizándome. El cambio ha sido radical pero la verdad es que, aunque aún no estoy acostumbrada, me gusta mucho.

Miro mis botas negras con tacón, el jeans verde militar tiro alto que se ajusta perfecto a todas mis curvas. Mi vista sube un poco a la camisa pegada que deja mi estómago al descubierto. Encuentro a través del espejo mis ojos, un poco rojos e hinchados pero nada nuevo, el ultimo año de colegio ha comenzado duro y eso es que solo llevo un mes. Muevo un poco mi cabeza haciendo que mi corto pelo se mueva de un lado al otro.

Aunque al principio pensé que erá muy corto, cada vez que me miro me gusta más que esté justo debajo de mi barbilla. Recuerdo brevemente cuando era pequeña, que ni me atrevía a atarme el cabello por pensar que no me lucia y aquí estoy, con el pelo más corto que he tenido nunca y con un color mucho más oscuro: negro. Corto y negro. Ya no más cabello largo, ya no más cabello café.

Emily Forest, ¿en quien te has convertido?

Me río al pensarlo, mis blancos dientes relucen en el espejo y un pequeño destello me hace cerrar los ojos por la luz, el pequeño aro en mi labio acostumbra a dejarme ciega constantemente. Otro cambio que la verdad me ha encantado. Mi madre casi muere al verme pero me vio tan emocionada con mi nuevo cambio que la verdad prefirió dejarme así.

Sonrío al verme. Pero como siempre, mi mirada se va a mi cuello vacío.

Mi sonrisa desaparece completamente y mi mano inconscientemente va hacia donde un dije había estado hace un par de meses.

—¡Emily!

—¡Voy!— despego mis ojos de mi reflejo y salgo de mi cuarto bajando las escaleras corriendo.

Entro a la cocina algo agitada, porque la condición física no ha cambiado, sigue igual de inútil.

—Hija, ya es tarde, ¿ya viste la hora que es? Él vendrá en cualquier momento.—mi madre se para de su silla y se dirige a mí.

—Lo sé, lo sé, no escuché el despertador pero ya estoy aquí. ¿Amanda llamó?—pregunto e inmediatamente el semblante de mi madre decae completamente. Su vista se va al piso y sus manos intentas tomar mis brazos.

—Emily...

—No importa.—digo retrocediendo un poco, mi vista va al suelo por unos segundos pero luego subo la mirada y levanto un poco la barbilla. Una gran sonrisa sale de mis labios.—No esperaba que lo hiciera de todos modos.

—Sabes, de seguro ella tiene mucho que estudiar, entrar a un nuevo colegio en un país completamente diferente ha de ser difícil.

—Claro... Como sea.—el timbre hace que las dos nos sobresaltemos.—Ya está aquí, me voy mamá—digo acercándome a ella, planteándole un beso en la mejilla.

Mi madre quiere decir algo pero corro a la salida antes de que lo haga. Abro la puerta un poco fuerte pero aun así el chico del otro lado ni se inmuta.

El chico frente a mí levanta su mirada y la pasa por cada parte de mi cuerpo y yo no puedo evitar hacer lo mismo con una gran sonrisa en mi cara. Sus botas negras y desgastadas que se rehúsa a cambiar, su jeans desgarrado y negro, una camisa del mismo color que deja ver sus increíbles brazos.

Cuando sus ojos hacen contacto con los míos veo un poco de diversión y travesura en ellos. Sus ojos azules tienen un brillo tentador que me hace sonreír mucho más. Recuerdo rápidamente el día en que le dije que su mirada me parecía demasiado intensa y que me ponía nerviosa al instante. Él sonriendo me dijo que jamas iba a dejar de mirarme así que en algún momento debería de acostumbrar, al pasar los meses nunca logré hacerlo, así que le seguí la corriente y lo miro cada vez que él lo hace y de la misma manera.

—Emily Forest, pero que guapa eres.—dice sonriendo mientras que pone sus brazos detrás de mi espalda para acercarme más a él.

—Alexis Cross, pero que adulador, muchas gracias.— el chico ríe por mi respuesta y pasa su lengua por sus rojos labios.

Acerca su cara jugando un poco con el toque de nuestras narices, me quejo por lo tardado que es y él ríe antes de juntar nuestros labios. Estoy a punto de levantar mis manos para ponerlas en sus mejillas para acercarlo más a mí pero él se aleja.

—¡Oye!—me quejo.

—Tenemos que irnos si seguimos así en los primeros dos segundos de vernos no nos iremos nunca.—sonríe apartando mi cabello y poniéndolo detrás de mi oreja, lo cual es inútil, es muy corto.

Miro hacia abajo un poco y paso mis dedos por sus desnudos brazos cubiertos de tinta. Me quedo trazando un pequeño pájaro enjaulado completamente en silencio. Noto como su respiración se hace más lenta. Levanto mi vista y me doy cuenta que sus ojos están cerrados y no puedo evitar sonreír. Él siempre me ha dicho lo relajante que le parece que trace sus tatuajes.

—Bien, vayámonos.—le digo y él abre sus ojos, sonriente. Se acerca nuevamente y besa mis labios lentamente.

Cuando se separa se gira y me tiende la mano yo se la agarro con gusto y luego me ayuda a subirme a su moto.

Siempre cliché Alexis Cross.

Me ajusto el casco y lo abrazo con fuerza. Cierro los ojos cuando arranca y dejo salir un pequeño grito.

Escucho como mi novio se ríe y no puedo evitar hacer lo mismo.

Y sonrío y no es una sonrisa falsa, es una verdadera, totalmente verdadera. Una sonrisa que a kilómetros se nota que es de completa felicidad.

🌸🌸🌸🌸🌸

Llegamos a un centro comercial un poco alejado de mi casa. A Alexis no le gusta frecuentar los mismos lugares, así que cada vez conocemos nuevos.

Dejamos aparcada su moto y subimos las escaleras eléctricas.

Antes de poder poner mi pie en tierra firme unas manos me sujetan y me cargan como saco de papas.

—¡Alexis Cross bájame en este instante!—el chico comienza a correr por medio centro comercial mientras me tiene a mí gritando en su espalda.

Cuando finalmente me baja yo me balanceo un poco por estar de cabeza mucho tiempo. Alexis me agarra del brazo para evitar que me caiga.

Me abraza poniendo su cara en mi cuello, claro que tuvo que agacharse mucho ya que de edificio está lleno esta ciudad.

Sus brazos me atrapan y escucho su ronca risa en mi oído lo que me hace reír un poco por las costillas. Finalmente respira fuerte antes de pararse correctamente sin soltarme. Yo dejo salir un grito al sentir que mis pies no tocan el piso.

Alexis sigue abrazándome y camina como pato conmigo en brazos.

—¡Basta la gente nos mira!

—Es que eres tan pequeña que pareces una muñeca.—me suelta finalmente y yo pongo mis puños en mis caderas y hago un puchero algo molesta.— ¿Te enojaste?

—Si.—Alexis se pone completamente serio.

—¿Segura?—dice acercándose un poco más a mí. Yo retrocedo a pesar de que no quiero mostrar debilidad.

—Si.—mi voz tiembla un poco.

Estúpidos nervios que no se van nunca.

—¡Ven aquí!—eleva un poco su voz y yo grito por el pasillo del centro comercial cuando empiezo a correr siendo perseguido por él.

Corro lo más rápido que puedo pero la verdad la risa es más fuerte y no me deja respirar. Tropiezo con mi propio pie así que mi cuerpo va directo hacia el piso. Pero Alexis me agarra del brazo y es jalado conmigo, pero antes de caer pone su cuerpo bajo el mio así que el impacto lo recibe completamente él.

—Auch.—se queja y yo no puedo evitar reirme a carcajadas.

—Mi héroe.—me burlo poniendo mi barbilla sobre mis brazos que están sobre su pecho.

—Me haces sufrir mucho.—finge llorar y yo río más.

Que tierno eres...

—Esto es meramente tu culpa.—le digo y él sonríe.

El chico va a decir algo pero una voz me hace quedarme completamente paralizada.

—¿Emily?

Veo a mi novio que mira a la persona detrás de mí algo sorprendido, el chico me mira y levanta la ceja un poco confundido. Yo me limito a cerrar mis ojos lentamente.

Tomo fuerzas de no sé donde y me levanto del piso, seguida de Alexis. Lo miro y trato de decirle con la mirada que pase lo que pase le explicaré todo luego. Suspiro y la encaro.

—Amanda.—la chica frente a mí cuando finalmente me mira bien retiene la respiración.

Veo como sus ojos se llenan de lágrimas e inevitablemente los míos hacen lo mismo.

Amanda se acerca a mí de manera lenta pero cuando está cerca solo me envuelve con sus brazos.

—¡Oh por dios!—se separa de mí y toca mi mejilla.— ¡Mirate! Ese pelo, ¿pero quien eres?—pregunta antes de reír mientras limpia un par de lágrimas. Yo río con ella.

—No es la gran cosa.

—¿Qué no lo es? Jamas te había visto con el pelo tan corto. ¡Me encanta!—río un poco y ella hace lo mismo. Pero como temí que pasara su sonrisa se va completamente cuando mira mi acompañante.

Yo reacciono suspirando un poco, Amanda baja su mano y yo me alejo un poco. Volteo para ver a Alexis que está un poco perdido en sus pensamientos. Le agarro la mano lo que lo hace sobresaltarse un poco. Lo jalo un poco y lo acerco a mí.

—Amanda, él es Alexis Cross, mi novio.—Amanda se sorprende un poco por como lo he llamado. Lo mira un poco disimuladamente de arriba a abajo y mueve un poco la cabeza algo confundida.

—Yo...Mucho gusto, soy Amanda.—cuando sale de su estado de shock le tiende la mano a lo que mi novio le responde el saludo dándole un movimiento de cabeza.—¿Emily? ¿Podemos hablar?— Alexis tose un poco mostrándose molesto por la situación. Yo lo volteo a ver y dudando miro a Amanda.

—Lo lamento, tenemos planes, ¿puede ser otro día?

—Regreso a Australia esta noche.

—¿Tan rápido?—pregunto algo confundida. Siento como Alexis me agarra la mano, Amanda también lo nota y frunce el ceño.

—Yo...La verdad es que pasé todo el mes aquí.

—Todo...¿Todo el mes?—mi voz suena un poco más fuerte. Mi agarre también y noto como mi novio hace pequeños círculos en mi palma, diciéndome que no pierda la calma.

—Quise llamarte...—Amanda trata de agarrarme pero yo me alejo.

—Pero no lo hiciste. No...¿Ni una llamada?

—Tú tampoco llamaste.—me recrimina un poco molesta.

—Cuando te fuiste especificaste que no lo hiciera, que cuando estuvieras lista lo ibas a hacer tú. ¿Y ahora me vienes con esto?

—Emily...—Alexis habla por lo bajo.

—¡¿Podrias...?!—Amanda suspira y baja la voz—¿Podrías dejarnos solas? Necesitamos hablar de varias cosas.—le dice a mi novio, él abre la boca pero yo lo interrumpo.

—No. Tú y yo no tenemos nada de qué hablar.—digo firme y Amanda me mira dolida.

Comienzo a alejarme con Alexis silencioso a la par.

—¡Puedes ocultarte todo lo que quieras Emily! ¡Pero sé que aunque tú te mientas sé que aún sientes todo lo que sentías por Tomas! ¡Y disfrazarte como lo haces no cambiará eso!

Mi cuerpo se detiene completamente. Mi cuerpo se tensa por rabia. Me volteo con toda la intención de golpearla, de lastimarla, de hacerla sentir lo mismo que me ha hecho sentir estos meses que me abandonó cuando más lo necesité. Pero Alexis me sostiene, me agarra de la cadera y evita que avance.

—¡Él se fue! ¡Él me dejó como todos lo han hecho! ¡No puedes decirme cómo vivir mi duelo! ¡No te atrevas a siquiera pensar que tienes el derecho de darme consejos! ¡Vete! ¡Vete sobreviviré sin ti como le he hecho desde que te fuiste!

Alexis me arrastra mientras las lágrimas salen de mis ojos. Mi respiración está demasiado en desorden y siento que no puedo hacerlo correctamente. Las lágrimas nublan mi vista y mi pecho sube y baja. Si sigo así sé que explotará en cualquier momento.

Alexis se sienta en la moto y luego me hace sentarme frente a él. Engancha mis piernas con las suyas poniéndolas arriba. Con una mano maneja mientra con la otra me rodea de la espalda para evitar que caiga.

Me acurruco en su pecho mientras mis lágrimas siguen corriendo y así maneja por unos largos minutos. Él sosteniéndome y dejándome llorar mientras me abraza y yo me protejo en su pecho.

Llegamos a lo que parece ser un parque privado. Cuando Alexis parquea la moto y  se separa de mí me doy cuenta que la noche ya ha caído.

Me sujeta con una mano por las piernas y con la otra la pone en mi espalda. Me sienta en una banca y él se sienta junto a mí.

—Tranquila...—me abraza con un brazo y me besa la frente.

—Lo lamento...Lo lamento tanto enserio. Él ya es pasado lo juro, solo que Amanda y yo...Lo lamento.

—Emily, basta.—Alexis me levanta la cara y pone sus manos en mis mejillas, con sus pulgares aparta mis lágrimas y besa cariñosamente mi nariz.— ¿Sabes? El día que te conocí supe que algo pasaba, estabas muy distraída y apagada. Cuando vi que te apartaste de mí en la pista de baile supe que íbas a hacer algo, algo muy importante que no podías no hacer. Cuando vi que subiste las escaleras con ese chico lo supe, supe que entre ustedes había algo, lo supe por la forma en que él te miraba.—mis ojos se cierran al escucharlo y no puedo evitar que más lágrimas salgan.

No pienses en él, no lo hagas, no cuando tienes a tu novio enfrente.

—Y está bien Emily, lo entendí entonces y lo entiendo ahora. Cuando nos encontramos nuevamente en la graduación de...él, supe que aunque habían estado bien, algo había cambiado. Y ese desconcierto lo volví a ver. Supe que estaban mal Emily, pero aun así tuve la valentía de acercarme a ti y esperar a que el destino decidiera juntarnos por mucho más tiempo. Y así fue, me acerqué a ti sabiendo que había alguien más en tu corazón y posiblemente ese alguien aún sigue ahí.

—No...—trato de hablar pero las lagrimas son más fuertes.

—Sé que sí, pero lo entiendo. No pienso rendirme contigo Emily. No lo hice entonces y no lo haré ahora. No me iré. Yo no lo haré.

—Alexis...

—Estaré aquí y esperaré a que te olvides de él. Y si no logras hacerlo, aceptaré el amor que tengas para darme.

—No es justo, no es justo para ti.—mis lagrimas corren, demasiados sentimientos encontrados y yo no puedo formular nada.

Duele...¿Por qué duele tanto?

—Aunque lo sea Emily, yo atravesaré todo por ti, lo haré hasta que tú puedas hacer lo mismo por mí.—mi respiración está agitada y lo único que puedo hacer es acercarme a él y abrazarlo.

—Por Favor dime que no te irás, dime que te quedas.

—Lo haré. Lo haré Emily.





FIN

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro