Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 3

—Al fin se fue.— Melissa aparta la mirada de Emily para voltear a verme con una horrible sonrisa. Yo me enfado y mucho.

—Si, y ahora tú también puedes irte.—digo y ella se queja.

—Por favor Tomas he oído los rumores que estás interesado en una chica. No puede ser que sea esa chiquita de ahí.—Melissa pone cara de asco al mencionarla. Y yo ruedo los ojos.

¿Rumores? ¿Por qué la gente habla y habla? ¿Rumores de que yo estoy interesado en una chica? Por Dios la conocí literalmente ayer.

—Eso no es asunto tuyo querida, así que no te metas.—digo muy serio.

—Ella no se fijaría en ti, es demasiado inocente. Te aburrirás muy fácil, pero si estuvieras conmigo eso no pasaría.—la chica se acerca más a mí.

—Ni te molestes en coquetear conmigo puedes hacerlo con cualquiera Melissa pero todos saben que la que se aburre de las personas aquí, eres tú.—la chica se queja.—Me doy cuenta que no tienes intención de irte, así que lo haré yo.— camino hacia la dirección donde estacioné mi auto.

Me quedo en el asiento del piloto tratando de calmarme. Esa chica si puede sacarme de quicio, fue muy pesada con Emily cuando ella ni siquiera se lo había buscado. No puedo creer que solo por el hecho de hablar con Emily tenga que ser parte de estúpidos rumores. Yo estoy acostumbrado a las estupideces que dicen la gente pero ella no se merece eso.

Arranco el carro y me voy a la casa de Eric, él logra calmarme.

Las cosas están complicadas, la verdad nadie está siquiera cerca de pensar que "el alguien" podía ser yo. ¿Cómo lo harían? Soy menor que él y jamás había entablado conversación con Tomas.

Pero luego de lo que pasó la gente me mira por dos segundos y ya estoy rodeada de rumores y de miradas curiosas. Que horror.

Al día siguiente me plantee seriamente si llegar al colegio, aunque sabía que si faltaba los rumores podrían ser peor. Al llegar al colegio todos están viéndome, las chicas con odio y los chicos con curiosidad, o eso quiero pensar yo.

—¡Emily!—el grito de Amanda me hace despegar mi mirada del suelo.—Dios mujer todos dicen que Miller está interesado en ti.

—Ya me voy.—gruño tratando de salir corriendo.

—¡Aguarda! ¿Adonde vas?

—A mi clase, a buscar una mesa, para pegarme en la cabeza hasta morirme.

—No seas ridícula.

—Amanda sabes bien que todo lo que estás escuchando no es cierto. ¡Todo es un mal entendido, la gente inventa cosas solo porque están muy aburridas para mirar sus propias vidas!—hablo fuerte para que las personas que están al lado mio escuchen, ellos me miran raro y yo les devuelvo la mirada con una mueca.

—¡Basta de caras!—Amanda me jala y me lleva a un lugar más tranquilo.— Si todo es un "mal entendido" ¿por qué hablaban ayer?—pregunta a modo de reproche. Está enojada porque no le dije nada y tuvo que enterarse por otra persona.

—Él solo quería disculparse por ver mis dibujos.

—¡¿Él vio tus dibujos y yo no?!—grita.

—Shh. Amanda fue un accidente.—ella alza las cejas, no me cree nada. Gruño y muevo mi pelo con frustración.— Me asustó y se cayó el cuaderno, los vio y ya está. Quiso disculparse y la gente creyó que estaba proponiendome matrimonio. Listo eso es todo. Como dije: malentendido. Ahora que ya aclaramos todo y estamos felices ¿podemos irnos? Siento que todos me miran.

—Es que todos lo hacen, sabes muy bien que la última novia de Tomas fue hace muchos años y que todas están muy interesadas en salir con él, más que es su último año tienen que aprovecharlo.—yo ruedo los ojos.— Así que es completamente normal que todos están muy emocionados y están curiosos cuando el chico se acerca a una chica.

—Es completamente ridículo.

—Puede serlo pero el chisme es vida.—ruedo los ojos hacia su respuesta, le doy la espalda y camino hacia otra dirección.

—¡Oye! Esperame.

Salimos a la cancha y nos sentamos en una de las mesas. Es un error la verdad, yo con toda la intención de pasar desapercibida y justo en esa hora la clase de Tomas tiene deporte y como no, todos voltean a verme.

—Oh no.—susurro tratando de esconderme atrás de Amanda.

—¡Tomas tu novia vino a verte!—se oye un grito y varias risas. Desde mi inútil escondite puedo ver como Tomas le pega en la cabeza al que supongo que fue el chico que gritó. Noto que Tomas está sonriendo. Me dirige una mirada y una sonrisa ladeada, a modo de disculpa.

Estoy a punto de huir cuando Nico y otros chicos se sientan en nuestra mesa para charlar. Trato de ignorar las miradas de todos y los comentarios que continúan y me concentro en la divertida conversación que se tienen mis amigos.

—¡Tomas tu novia vino a verte!—grita Matt y se ríe al igual que todos los presentes.

—Idiota.—respondo antes de darle un golpe en la cabeza.

Volteo a ver a Emily para disculparme con ella. Eric se abalanza contra mí moviéndome del lugar, riendo volteo a mirarla nuevamente pero mi sonrisa se borra de mi cara. Ya no está sola con su amiga sino que un grupo de chicos se han acercado a ellas.

—¿Tomas? ¿Vienes?—Eric se me acerca nuevamente y al ver que mi mirada sigue en la pelinegra le sale una estúpida sonrisa en su estúpida cara.— Hombre pero no te pongas celoso, son un par de chicos, no se la robarán.— yo solo suelto una carcajada.

—¿De qué hablas? ¿Celoso yo? Por favor.—me río y empiezo a correr hacia donde el entrenador está.— Si claro, claro. No seas estúpido. Vamos.

🌸🌸🌸🌸🌸

Pasamos estirando, tanto chicos como chicas tuvimos que pasar por el mismo entrenamiento. Aunque la verdad que luego de diez minutos los chicos siguen con muchas fuerzas mientras que las chicas se quejan por todo. Como no, todas son igual que Melissa. Que mujer más insoportable.

No puedo evitar dar una miradita a la mesa de los chicos que son un año menor. Se me hace difícil ya que no paran de reírse cada dos segundos. Los comentarios de mis compañeros tampoco ayudan, ellos insisten en que sino hago algo los chicos me la van a quitar.

Idiotas todos.

Cuando terminamos, el entrenador nos da cinco minutos para descansar y tomar agua.

—Tomas, ¿todo bien?—pregunta Eric mientras toma un poco de agua.

—¿Por qué debería de estar mal?—pregunto mirándolo confundido

—No has dejado de verlos o más bien, verla.—dice y por su sonrisa sé que se está burlando.

—Eso no es cierto.—me defiendo.

—¡Hay por favor!  Sé que no estás enamorado pero se nota que estás interesado aunque sea un poco. Deja de fingir.—me pega en el hombro antes de salir corriendo a la cancha nuevamente.

—¡No estoy fingiendo nada!—grito y el solo mueve su dedo de lado a lado dándome la espalda.—¡Hablo enserio!—grito otra vez, él se da la vuelta sin dejar de correr y me sonríe.

Antes de salir corriendo detrás de él me mojo la cara con agua para despejarme un poco. En ese momento escucho risas cerca de mí. Levanto mi cara para darme cuenta que son tres de los chicos que estaban sentados con Emily y su amiga.

—¿Qué te dije? Amanda vino mucho mejor de las vacaciones.—dice uno de ellos, que es él más bajo.

—Neh, sigue igual, no cambió nada. Emily está mucho mejor, ella si creció muy bien.—dice el de pelo corto sonriendo burlón.

—Uff, si Emily está mucho mejor.—dice el tercero y siento un destello de enfado dentro de mi ser.

—Ella no te haría caso ni en un millón de años.—se burla él bajo dándole un golpe en la cabeza.

—Ella hará lo que yo quiera cuando yo quiera.—dice el del pelo corto seguro de sí mismo.

—¿Cuánto a que besa bien?

—Lo puedo averiguar muy fácilmente.—responde sonriendo y yo no aguanto más. Agarro la pelota que tengo cerca y se la tiro con una patada. La pelota a una gran velocidad le cae justo en la cara haciendo que el chico, sorprendido, caiga al suelo.

—¿Pero qué demonios te pasa?—pregunta el chico cubriendo su ensangrentada nariz.

—Te lo mereces por idiota.—digo bastante enojado. Me acerco y lo levanto del cuello.—Si vuelves a siquiera pensar en Emily de esa manera una vez más te las veras conmigo.— susurro cerca de su cara. Luego lo dejo caer con nada de delicadeza, los chicos solo se van rápidamente.

Me doy la vuelta y me doy cuenta que todos están mirando, todos miraron la escena. Lentamente volteo a ver la mesa detrás de mí, y confirmo lo que temía: Emily también está viendo.

—Demonios.—susurro.

Tomas sale enojado de la cancha y Eric lo sigue. Todos empiezan a susurrar. Nadie puede evitar notar que el chico que salió corriendo con sangre en su nariz es uno de los chicos que habían pasado con nosotras momentos antes. Todos me miran y yo no puedo moverme. Pero es una mirada que hace que por mi cuerpo pase un escalofrío: Melissa.

—Hay no.—digo y Amanda me voltea a ver, emocionada.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro