Es una locura, es una locura, es una completa locura.

¿No será muy rápido? Bueno, toda nuestra relación fue extrañamente rápida pero ¿pedirle que sea mi novia? Hablamos de empezar bien ¿sería realmente lo indicado luego de nuestra plática de ayer? Yo quiero, no, yo moriría por que ella fuera mi novia. Pero ¿y ella?

—¡Deja de pensarlo tanto!—una voz entra a la cocina lo que me hace sobresaltar.

—¿Eric?

—¿Qué? ¿Creíste que en uno de los increíbles planes de Veronica Miller para su hijo no estaría involucrado su mejor amigo?—mi amigo llega y palmea mi espalda, empieza a hacer un baile improvisado mientras sube y baja sus manos, una gran sonrisa se asoma por sus labios. Yo lo miro estupefacto.—¿Qué? Estoy emocionado.— yo me río.

—¡Ayúdenme!—mi madre grita desde la entrada a lo que los dos salimos corriendo. Mi amigo llega antes a ayudar a mi madre pero yo me quedo petrificado al ver la escena.

—¿De donde sacaste tantas rosas mamá? ¡Y a esta hora!

—¡Eso no es importante, ven ayudarme que aún faltan tres cajas en el auto!

🌸🌸🌸🌸🌸

Pasamos como tres horas trabajando para que el plan que mi madre ideó, según ella ahí mismo, para que todo salga bien. Tengo que conseguir algunos contactos, llamar a varias personas, pensar en que decir y simplemente concentrarme para no morirme de los nervios.

Llamé a la mejor amiga de Emily, para que me ayudara con el plan, ella estaba demasiado emocionada y me dijo que iría a despertarla y planearía todo para que ella no se diera cuenta, aunque me tranquilizó diciendo que Emily es la chica más despistada del mundo y aunque alguien estuviera con un cartel iluminado frente a ella, nada la haría darse cuenta. Me río al pensar en mi conversación con ella, lo que hace que Eric que está sentado a la par mía me mire raro.

—¿Te está dando un paro?—lo golpeo en el hombro y él solo se ríe.—¿Vas a entrar? ¿Por qué viniste aquí y no lo llamas como a la mejor amiga?

—Por qué él es más complicado, no quiero hacerlo por celular. Él y yo tenemos que hablar.—suspiro mirando la casa de Nicolas, toco varias veces el volante con mis dedos antes de darme ánimos mentales y abrir la puerta de mi carro para dirigirse a su puerta de entrada.

Cuando estoy fuera miro mi celular y veo que aún es bastante temprano aunque creo que ya está despierto.

Estoy a punto de tocar la puerta cuando esta se abre dejando ver a un Nicolas demasiado agitado, tiene una camisa negra y el suéter a medio poner, su mochila está en solo un hombro y está abierta lo que hace que varios papeles están a punto de caer, tiene un zapato a medio poner y el cabello mega desordenado. Al verme se queda completamente paralizado. Su cara pasa de enojo a confusión y luego de confusión a preocupación y ¿miedo?

—¿Pasó algo con Emily? ¿Ella está bien?

Así que era eso ¿eh?

—Si ella está bien, la llevé a su casa luego de darle algo para comer, ella...está sana y salva en su casa.—él asiente con el ceño fruncido, luego levanta la cabeza y me mira desafiante.

—Entonces si no lo pasa nada ¿qué haces aquí?

—Yo...—me volteo a ver mi auto, Eric me mira y levanta sus dos pulgares. Toco mi cabello y volteo a verlo nuevamente, ha dejado su mochila y se está colocando bien el suéter.— Quería hablar contigo.

—¿Sobre qué?

—Yo... Creo que necesitamos hablar sobre Emily.—el chico se descompone nuevamente, no se esperaba eso.—¿Podemos hacerlo ahorita? Necesito hablar y luego pedirte ayuda en algo.—el chico frunce el ceño con confusión pero asiente.

—Pasa.—yo le agradezco.—¿Tu amigo entrará?—pregunta refiriéndose a Eric.

—No él...él esperará ahí.

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—Así que...¿todo bien entre nosotros?—pregunto tocando mis manos. El chico frente a mí mira al piso. Luego se levanta apoyando sus manos en sus rodillas.

—Todo bien.—dice el sonriendo.— Estas loco amigo ¿todo eso lo planeaste en solo un par de horas? Wow.

—Si...Bueno tú no conoces la dedicación de mi madre.—digo sonriendo.

—No la lastimaras ¿cierto?

—Jamás, nunca la lastimaría, no a ella, jamas a Emily.—el chico asiente satisfecho con mi respuesta.

—Bien, pues, te deseo suerte.

🌸🌸🌸🌸🌸

—Emily Forest, ¿quieres ser mi novia?— silencio. Mi corazón está palpitando demasiado fuerte, mis manos sudan a más no poder. El silencio continua, la chica delante de mí me mira fijamente, su boca se mueve tratando de decir algo pero se ve que la he dejado completamente paralizada.

Finalmente y luego de lo que parece una eternidad ella asiente.

—Sí quiero.—dice con una voz un poco ronca luego de llorar tanto.

Mi sonrisa se ensancha y la atraigo hacia a mí, pongo mis manos en sus mejillas y la beso. Emily me regresa el beso y yo no puedo ser el hombre más feliz.

No separamos cuando un flash nos pega en la cara. Emily y yo volteamos a ver a la causante y podemos ver a mi madre con lágrimas en los ojos y una cámara en manos.

—¡Si! ¡Lo sabía! ¡Sabia que dirías que si!

—¡Mamá!—río y niego con la cabeza. Mi madre me ignora descaradamente y se acerca a Emily para darle un fuerte abrazo. La pobre chica sigue paralizada por todo y tener a mi madre abrazándola y saltando con ella no le ayuda mucho a salir de su trance.

La gente empieza a aplaudir, Eric se me acerca y se me tira encima para abrazarme lo que casi nos hace caer, Amanda y Nico llegan a abrazar a Emily. Mi madre se me acerca y me mira feliz. Yo la acerco a mí y la abrazo.

—Gracias mamá.

—No hay de que, tú mereces un verdadero amor hijo.—ella me sonríe limpiándose una lágrima y yo le sonrío mientras la vuelvo a abrazar otra vez.

De un momento a otro todos empiezan a retirarse del lugar, mi madre y Eric se despiden de mí y yo me quedo mirando a mi novia junto a sus amigos. Amanda le da un último abrazo y Nico le da un pequeño golpe en la nariz con su dedo. Emily ríe antes de despedirse de ellos.

Cuando se van la chica suspira antes de darse vuelta y voltear a verme.

Mi corazón da un pequeño vuelco cuando veo su enorme sonrisa. Me acerco a ella lo que hace que ella tenga que levantar un poco la mirada.

—No puedo creerlo...

—¿Qué tengas un novio tan guapo o que ese novio guapo sea yo?

—Que hayas hecho todo esto...por mí.—susurra la última parte sonrojándose un poco mientras mira sus manos. Río un poco antes de levantar una de mis manos para levantar su barbilla.

—¿Aún no lo entiendes? Haría cualquier cosa por ti Emily Forest.—digo y uno nuestros labios nuevamente.

Sus pequeñas manos se sujetan de mi camisa, con mi mano libre la acerco más a mí con un pequeño jalón en su espalda baja lo que hace que ella suelte un pequeño grito y yo ría.

Me inclino hacia el frente haciéndola caer un poco hacia atrás mientras nuestros labios siguen juntos.

—Te quiero.—le digo mientras me separo de ella. Emily se queda aún con los ojos cerrados y una sonrisa gigante empieza a salir. Yo miro su pacífica cara y no puedo evitar darle un beso en la frente, en la nariz, en las mejillas, por todos lados. Emily se ríe y se aparta un poco.

La chica abre los ojos y me mira, su sonrisa desaparece y ahora es un semblante serio.

—Yo también te quiero Tomas Miller.—dice y yo vuelvo a besarla.

Este último beso es corto a lo que ella se queja.

—Se me olvidaba, tengo algo más para ti.

—¿Otra cosa? No tienes por qué, ya hiciste mucho, fue increíble todo, gracias.—dice con la intención de volver a besarme pero yo me aparto a lo que ella hace un puchero.—Mi novio no quiere besarme.—dice cruzándose de brazos cual niña pequeña.

—Tu novio se muere por besarte, peeero, aún tiene algo que darte. Cierra los ojos para que lo vaya a buscar, está en mi chaqueta.

—Bien.—la chica hace lo que digo, cuando estoy seguro de que no mira nada, corro hacia mi chaqueta para buscar la pequeña caja.

Me pongo nuevamente frente a ella y noto que su sonrisa regresó. Sin poder evitarlo pongo mi mano detrás de su cabeza para volver a besarla. La chica sonriente me regresa el beso.

—¡Oye! No puedes besarme si no me dejas besarte.—se queja y yo río.

Beso su mejilla y luego me acerco a su oído, la chica se tensa un poco y noto como su respiración se hace más agitada. Dejo un pequeño beso en su lóbulo.

—Abre los ojos.—susurro y ella se eriza.

Emily abre los ojos y me mira con una mirada traviesa que rara vez noto en ella. La chica no aparta los ojos de los míos hasta que yo muevo un poco mis manos para hacerle notar que lo que tiene que ver está en ellas.

Emily baja la mirada y pone sus manos en su boca para ocultar su asombro.

Yo abro la pequeña caja y le dejo ver el collar que está en él. Es un collar de oro con un pequeño lápiz en él.

—Es para que te recuerde todos los días la increíble dibujante que eres.—la chica se queda en la misma pose mucho tiempo, lo que me hace dudar. ¿No le habrá gustado?

—¡Me encanta!—dice abrazándome, unas pequeñas lágrimas vuelven a salir.—Es hermoso, no debías, no puedo aceptarlo, es tan lindo.—dice y la chica no puede apartar la mirada del collar.

—Déjame ponértelo.—susurro feliz, la chica asiente y se da la vuelta apartando su cabello. Le pongo el collar con delicadeza y cuando termino le doy un pequeño beso justo donde el cierre está. La chica se encoge un poco por el toque pero luego se da la vuelta para besarme.

—Me encantó, todo lo que hiciste hoy, eres el mejor. Gracias.

—No hay de que, novia.—digo y reímos.

—¿Adonde irán?—pregunta Amanda cuando abro la puerta. Mi amiga me mira de pies a cabeza y levanta una ceja.—¿No me dijiste que venia en una hora? ¿Por qué sigues sin estar arreglada?

—Amanda, ayúdame.—mi amiga mira la cara de desesperada que tengo y antes de que pueda decir algo la jalo del brazo y la hago entrar a mi casa.

Las cosas han estado de maravilla con Tomas, desde que me propuso ser su novia la verdad las cosas han estado mucho más tranquilas, nos hemos enfocado en nuestra relación y todo el drama que antes había ya ha quedado en el pasado. Claro que solo han pasado un par de días, tres para ser exacta, pero las cosas van bien y por ningún motivo quiero que cambie.

Para arruinar un poco mis nervios Tomas me ha invitado a nuestra primera cita oficial y es precisamente hoy. A pesar de mis esfuerzos por saber que clase de cita seria no logré que ni me dijera a dónde, ni cómo, ni porqué.

Así que ahora aquí estoy, desesperada sin saber que ponerme, a una hora que llegue y queriendo cancelarle solo por no querer decirme nada.

—¡Bien, tranquilízate, respira y pensemos! Tomas posiblemente te lleve a algo mega espectacular, así que podrías llevar un vestido, no tiene que ser tan formal por si no van a algo así, fancy, pero no informal así como si fueran a la playa. No creo que te lleve a la playa ¿o si?

—¡No lo sé! No quiso decirme nada.—digo agarrando mi pelo.

—¡Bien, tranquila, lo solucionaremos!—Amanda se acerca a mi closet y empieza a buscar entre mi ropa, tiene el ceño fruncido pero cuando encuentre algo, muy pero muy en el fondo de mi closet sonríe y me mira traviesa.— Aquí está.

—Ni hablar.—me niego.

—Matarás a Tomas cuando te vea.—dice y yo miro el vestido nuevamente.

Seria interesante verlo reaccionar si lo llevo...

—¡No!— muevo mis manos para quitar mis pensamientos.—Es demasiado para la primera cita.

—Es perfecto para la primera cita, él lo verá a quien tiene como novia y no podrá apartar la vista ni un segundo.—Amanda me sonríe y yo miro el vestido una vez más antes de asentir.

🌸🌸🌸🌸🌸

Mi celular vibra con un mensaje de Tomas, por mucho que le dije que no me distrajera mientras me alegraba él no ha dejado de mandarme mensajes. Claro que yo no he podido no contestarlos. Amanda me dice que le pregunte que adonde iremos pero el chico se mantiene firme con lo de la sorpresa.

—Listo.—Amanda me mira antes de sonreír. Me levanta de la silla y me lleva al espejo de cuerpo completo.— Él se morirá al verte.

Mis mejillas se tiñen de rojo cuando veo mi reflejo. Mi pelo cae en ondas hasta mis caderas, el maquillaje es de noche pero nada exagerado, mis labios brillan gracias al gloss, en mi cuello cuelga la cadena que me regaló. El vestido negro se pega al cuerpo como si fuera segunda piel, este hace resaltar las partes voluptuosas que tengo. Amanda me obliga a usar tacones lo que me esteriliza mucho más. Me veo bien, demasiado bien o eso creo...

—Me salvaste, muchas gracias.—digo besando su mejilla antes de sobresaltarse un poco por el sonido del timbre.

—Emily, te están buscando.—dice mi madre entrando a mi cuarto, cuando me mira ella pone una mano en su boca.— Estas hermosa hija.—sus ojos se llenan de lágrima si yo río un poco.

—Muchas gracias mamá.

Bajo las escaleras con mucho cuidado, me encuentro nerviosa.

Cuando abro la puerta encuentro a Tomas de espaldas, se ve que estaba susurrando algo a la nada y no se esperaba que abriera por que se voltea sobresaltado, y las flores que tenía en las manos se le caen. El chico me mira y mira las flores y luego me mira otra vez.

—¡Hola!—dice y yo no puedo evitar reírme. El también se ríe y luego recoge las flores.— Estas son para ti...—Tomas finalmente me mira bien, el chico se queda con la boca abierta tratando de decir algo pero se ha quedado paralizado mientras pasa su mirada por mi cuerpo y mi cara.—Wow, estas...perfecta.—dice y su sonrisa aparece.

—Gracias, tú también estás guapo.—le digo, por que así es, por que sea lo que use él está perfecto.

—¿Nos vamos?

—Si.—le digo antes de cerrar mi puerta. Empiezo a caminar pero él me detiene.

—Espera.—me acerca a él y junta nuestros labios.—Te quiero.

—Yo te quiero más.

Y nos miramos sonriendo.

Como me hubiera gustado que las cosas se hubieran quedado así de perfectas. Pero fue en un par de meses que todo se arruinó. Que la promesa de no destruirnos terminó por destruirnos a ambos.

Lo siento, lo siento, lo siento, lo sientoooooooooo. No me maten plis, ya entenderán todo en el epilogo no se preocupen.

Igual, si recuerdan el prologó hay algo raro ¿no? así que en teoría no soy mala persona, desde el principio ustedes sabían a lo que se metían JAJAJA.

No puedo creer que ya se terminó (bueno en teoría, falta el capítulo mas intenso de todos pero bueno)

Muchas gracias por llegar hasta aquí, sigo sin poder creer que ya lo terminé y que ha llegado a gustar bastante. Muchas gracias por apoyar a mi hermosa historia.

Gracias por todo. Estoy temblando de la emoción así que no se que mas decirles solo GRACIAS INFINITAS.