Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 21

Esto es una completa pesadilla. Planeaba que esta fiesta me ayudara a distraerme o no sé divertirme al menos. Pero la presencia de Sabriska lo ha estropeado todo. Aún no sé cómo se enteró de esta fiesta pero lo hizo, y aquí está junto a mí, desde que llegó, contándome de su estúpida casa en Rusia.

Una chica se acerca a ella, las dos se saludan demasiado emocionadas por el reencuentro. Siento que alguien me golpea el hombro y veo que es Eric, que con un movimiento de cabeza, me dice que huyamos. Y como muy maduros que somos, lo hacemos.

—La estrangularé en cualquier momento.—dice Eric y yo asiento desordenando mi pelo.— Tienes que hablar con ella, decirle que el hecho de que volvió no cambia nada de lo que pasó.—dice y suspiro ante eso.

—Lo sé, lo sé. Pero ahora necesito salir a tomar algo de aire, ¿puedes ir a pedirme una cerveza?—mi amigo asiente mientras, con gesto de militar, se dirige a la barra.

Camino al jardín, saludo a muchas personas, algunos que conozco desde siempre y algunas chicas, que tímidas, se acercan, yo sin siquiera conocerlas les devuelvo el saludo sin mucho ánimo.

Finalmente luego de más tiempo de lo normal llego a la puerta de cristal, sin siquiera darme tiempo de nada, esta se estampa contra mi cara al abrirse, lo que me hace caer.

—¡Oh por Dios! Lo siento tanto.—pongo mi mano en mi cabeza al mismo tiempo que siento que alguien se arrodilla a la par mía.—¿Estás bien?

Finalmente abro los ojos, aparto mi mano y miro a la persona frente a mí. Y ahí está ella señoras y señores, a la persona que planeaba buscar desde el inicio para disculparme antes de que Sabriska arruinara mis planes.

Emily tiene su cara muy cerca de la mía lo que al principio me asustó haciéndome que retroceder un poco, ella al contrario de sentirse avergonzada me mira preocupada.

A pesar de la oscuridad del cuarto puedo darme cuenta de que sus ojos están algo vidriosos, sus mejillas sonrojadas, más de lo normal, y sus labios bastante rojos, rojos como el ponche lleno de alcohol que están sirviendo.

Con que estás borracha ¿eh?

—Estoy bien.—digo feliz por verla y aliviado de que su reacción tras el golpe no sea de burla, ya saben por venganza y eso.

—Tú cabeza.—dice tocándola. Me quedo paralizado mientras su mano lentamente la toca, pero repentinamente me remuevo por el dolor debido a su toque.— Está sangrando.

—Está bien, estoy bien, no te preocupes.

—Ven conmigo, tengo que curarte.—dice la chica. Sin ningún tipo de nervios ni vergüenza agarra mi mano y se levanta con la intención de ayudarme a hacer lo mismo.

—No hace falta.—digo parándome también, riendo un poco por su intento de ayudarme ya que claramente ella sola no podría ni levantar una caja, es tan pequeña.

—No te estoy preguntando.—dice apartando su mano de la mía, haciéndome hacer una mueca por eso, y cruzándose de brazos de manera demandante. Frunce los labios dejando el inferior un poco más afuera, resaltado por lo rosado que está.

Diablos, pero qué tierna es.

Agarra mi mano nuevamente, haciéndome sonreír y me guía a donde sea que ella que me este guiando. Con su mano junto a la mía la verdad iría adonde sea.

Comenzamos a subir las escaleras de la casa luego de que ella hablara rápidamente con Rachel, mientras lo hacemos yo volteo hacia la barra para tratar de encontrar a mi amigo. Mi mirada se topa con la de Eric que me hace una seña para que me acerque a él, pero yo señalo a Emily. Mi amigo la mira, mira nuestras manos entrelazadas completamente serio, pero en un segundo su cara es de triunfo total, levanta su puño y con una gran sonrisa me anima.

Finalmente llegamos al segundo piso, la chica parece dudar un poco por la gran cantidad de puertas. Yo me limito a disfrutar de su tacto, y de mirarla tan concentrada. Sin evitarlo una pequeña risa se me escapa, ella me mira con curiosidad pero luego vuelve a su búsqueda.

Finalmente encuentra la puerta y los dos entramos al baño.

—Siéntate.—dice señalado el inodoro.

—Sí señora.—respondo y río.

Emily abre la gaveta del lavamanos y saca una cajita de primeros auxilios, supongo que fue por eso que habló con Rachel.

La abre y sus ojos se iluminan al ver cada cosita, saca un par de algodones y un bote de alcohol.

Se acerca a mí, puedo notar que sus mejillas ya no están tan rojas y sus manos tiemblan un poco.

El efecto de alcohol ya te está pasando ¿eh? ¿Qué harás ahora mi querida Emily?

Se pone frente a mí, con la cabeza mirando al suelo. Su rodilla toca un poco la mía y luego me mira directamente mientras muerde su labio inferior. Hago lo que,sin palabras, me pide, abro mis piernas y ella lentamente sin dejar de mirarme se acerca más a mí, y se posiciona lo suficientemente cerca para que le sea más fácil curarme.

Su mirada se aparta de la mía porque empieza a ponerle alcohol al algodón, cuando lo hace me mira nuevamente pero esta vez pidiéndome permiso de curarme. Yo asiento.

Emily con una mano me levanta la barbilla para que mi cara esté más arriba y empieza a dar toquecitos en la, puedo apostar, pequeña herida. Noto como por unos segundos ella deja de respirar, ya que nuestros labios están tan cerca que, como a mí, la ponen completamente nerviosa.

Mientras ella trabaja concentrada en curarme yo me di el lujo de mirar a la hermosa chica frente a mí. Sus ojos muestran la concentración al igual que la pequeña arruga en su frente, su cabello está suelto y no está muy quieto que digamos ya que ella tiene que soplar un poco para apartarlo. Para ayudarla pongo el mechón que la molesta detrás de la oreja, esto hace que ella aparte la mirada de mi frente para ponerla en mis ojos. Mi mano sigue en su oreja y la suya en mi barbilla.

¿Porque eres tan hermosa Emily?

—¿Puedes dejar de mirarme tanto?—dice.

—¿Por qué? ¿Te pones nerviosa?—digo con una sonrisa de lado, sus mejillas se pintan de rojo lo que me hace reír, una risa ronca ya que mi cabeza está mirando hacia arriba aún.

—No.—dice tragando duro.

—¿No?¿Segura?—ella solo niega con la cabeza con una sonrisa traviesa, muy rara en ella claro.—Entonces puedo seguir viéndote.—sonrío grande mientras ella solo niega con la cabeza otra vez.

—No te muevas.—susurra y unos segundos después, cuando mis ojos inevitablemente iban a sus labios, se separa de mí.—Listo.

—Gracias.—digo mientras ella empieza a limpiar y a guardar todo.—Emily...por lo de esta mañana...

—No importa.—me interrumpe y cierra la gaveta abruptamente.

Ella sabe perfectamente a lo que me refiero pero no quiere hablar de eso. Emily no sabe qué hacer a continuación así que se limita a mirar al suelo mientras su espalda está pegada a la puerta y su mano juega con su otro brazo.

—Creo que deberíamos de volver a la fiesta.—dice luego de un rato, se voltea para abrir la puerta pero yo rápidamente me interpongo.—Tomas...—se queja.

—Necesitamos hablar de lo que pasó hoy.—digo firme.

—Ya te dije que no es necesario. Muévete por favor.

—Emily, por favor déjame explicarte.

—No, por favor yo...—se queda en silencio un rato, me doy cuenta que por un segundo su mentón tiembla pero no sé si lo imaginé o si en realidad pasó porque aparta su mirada del suelo y me mira desafiante.—No quiero escucharte.

—Pues tendrás que hacerlo, yo no estaba enterado que Sabriska regresaría.—me mira confundida un rato y ahí es cuando me doy cuenta que Emily no sabía su nombre.— El hecho que haya vuelto no significa nada. No se interpondrá de ninguna manera en lo nuestro.

—¿Lo nuestro?—una risa falsa sale de sus labios.— Perdona la pregunta pero ¿qué tenemos tú y yo?—su pregunta me toma por sorpresa, abro mi boca para responderle pero la vuelvo a cerrar frunciendo el ceño.

¿Qué somos?

—¿Ves? Tomas por favor, entre tú y yo no puede haber nada, todos lo saben, ya habíamos hablado sobre esto. Y que haya venido esta chica...¿Sabriska? Lo prueba. Ella y tú...—suspira— Se ven muy bien juntos y yo no me meteré, lo prometo.

—Emily...—ella solo niega con la cabeza y sale del baño dejándome ahí parado.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro