Capítulo 10
Son las 12:30am, mis padres no están en casa ya que hoy es "sabado de amigos" así que se fueron a jugar bolos con mis tíos, mientras yo me aburro en casa.
Traté de llamar a Amanda para ver si podíamos hacer algo juntas pero me recordé que me dijo que hoy tendría que cuidar a su hermana menor. Cuando lo recordé alejé mi celular automáticamente, si la llamaba ella me rogaría que la ayudara y eso si que no iba a pasar. Su hermana era casi tan insoportable que su hermano y eso era demasiado.
Mi aburrimiento llegó a un nivel poco humano, y ahí estaba yo, con el celular en la mano decidida a llamar a una persona que no creía llamar jamás.
—¿Hola?
—Hola...Solo me preguntaba que harías hoy, sabes porque estoy muy aburrida en este momento.—él ríe.
—No tengo nada importante. ¿Que tienes en mente?
—La verdad es que ni siquiera había pensado en algo.—rio nerviosa.— Si quieres podemos ir al cine...o bueno no...la verdad no tenemos que hacerlo si no te gusta...yo puedo hacer cualquier cosa no se...
—Emily, el cine suena grandioso.—dice interrumpiendome antes de reír un poco— ¿Paso por ti en media hora?
—Esta bien, aquí te espero.—digo antes de colgar.
Me quedo unos segundos observando mi celular, la verdad no sé de dónde había salido esa llamada pero bueno, al menos iba a tener algo que hacer.
Voy a mi cuarto y me empiezo a arreglar. Me puse un jeans azul alto y una camisa negra, esta era bastante femenina el hecho de que fuera de encaje y que se lograba ver mi, aun, bronceados hombros me hacía lucir no sé...más ¿niña?
Me miro una última vez al espejo para comprobar si todo está en orden. Cuando me estoy poniendo el rimel me sorprendo al encontrarme nerviosa.
Creo que no fue una buena idea, ¿será muy tarde para cancelar?
Justo en ese momento el timbre suelta lo que hace que me sobresalte.
Sip, un poco muy tarde
Dejo salir el aire que tengo en mis pulmones como un intento de tranquilizarme y luego salgo de mi cuarto para ir a abrir la puerta.
—¡Emily! Hola.—dice el chico frente a mí antes de darme un pequeño abrazo y depositar un beso en mi mejilla a modo de saludo.
—Hola Elías, ¿nos vamos?—él asiente y empezamos a caminar hacia el carro. Mi mente está un poco en cualquier lado tanto que cuando levanto mi mano para abrir la puerta del auto se choca con la mano de él.
—Lo siento.—digo apartándola y dejando que él abra mi puerta, él ríe por el choque. Entro y él cierra mi puerta antes de caminar hacia su lado del auto y entrar.
Tranquilízate, solo es un chico.
Durante el camino hablamos de cosas sin importancia, logro tranquilizarme hasta el punto de olvidar porque estaba tan nerviosa.
Es un buen chico.
Finalmente llegamos al cine. Elías se ofrece en comprar las entradas mientras yo lo espero sentada. El cine está bastante lleno esa tarde.
—¿Y cuál era el malo?—pregunta mamá por quinta vez.
—Él que murió mamá.—respondo cansado.
—¿Pero porqué era el malo?
—Porque trataba de aniquilar al 50% de los humanos y así encontrar un equilibrio en el mundo.
—¿Y cómo pensaba que lo iba a lograr?
—Con las piedras mamá, esas de colores. ¿No te acuerdas? ¿Las del infinito?
—Argg.—se queja.—Yo no entiendo estas películas de los jóvenes de hoy en día.—yo río ante su confusión.
Ese día decidí salir con mi madre, ella quería ir a ver una película pero como su comedia romántica ya no estaba disponible por la gran cantidad de gente no tuvo más opciones que ir a ver una película que yo quería ver.
Salimos de la sala con la intención de llegar al parqueo para ir a cenar algo.
—¿Porqué hay tanta gente hoy?—pregunto. Hay tanta gente que me siento asfixiado.
—Creo que hoy es más barato hijo, ven vamos para allá.—mi madre me toma del brazo y me guía en el mar de gente para llegar a un lugar donde no hay tanta. Le digo que se detenga ya que mi celular empieza a sonar.
—¿Eric? ¿Hola? ¿Que pasa?—pregunto tratando de escuchar con todo el ruido a mi alrededor.
—¡Hola! Estoy aburrido de cuidar a mi hermana. ¿Tú que haces?
—Acabo de salir del cine con mamá. Vamos a ir a cenar, ¿vienes?
—No, sabes como quisiera pero no puedo.—dice y río al imaginármelo con un puchero de su cara.
—Bueno amigo, ven a comer mañana entonces, mamá querrá verte.
—De acuerdo, nos vemos mañana entonces.
—Adiós.—él contesta con lo mismo y colgamos.
—Mamá, Eric irá a comer mañana.—le digo pero ella ni siquiera me mira, o escucha. Está completamente ida entre la multitud.
—¿Esa no es Emily?— apunta y yo dirijo mi mirada hacia donde su dedo indica. Y es cuando la veo, está sentada con el celular en la mano. Su largo cabello le cubre un poco su cara y parece concentrada.
—Si, es ella.—le respondo a mi madre sin apartar la vista de ella.
—Vamos a saludarla.—mi madre empieza a caminar a su dirección, pero yo soy más rápido. La agarro de la mano antes de que diera otro paso.
—No mamá, de seguro está con sus padres.— le digo pero ella le pega a mi mano para que la suelte.
—Pues ahora mismo ella está sola así que si tú no quieres ir a saludarla pues bien, pero yo iré.
Mi madre empieza a caminar nuevamente hacia ella. Suspiro pasando una de mis manos por mi pelo antes de empezar a seguirla.
—¡¿Emily?!—el grito de mi madre la sobresalta ya que estaba bien metida en su celular.
—Señora Miller.—dice mientras se levanta, en su rostro se nota la sorpresa de vernos, más cuando sus ojos me miran directamente. Mi madre la vuelve a tomar desprevenida cuando le da un fuerte abrazo. La pobre chica apenas tiene tiempo de procesar todo mientras trata de devolverle el abrazo.
—Mamá, la asfixias.—digo y mi madre la suelta.
—Lo siento.—dice está riendo. Emily parece muy nerviosa cuando se acerca a saludarme lo que me hace sonreír.
Pero que linda.
—Hola Tomas.—me saluda con un beso en la mejilla. Mi sonrisa se hace mucho más grande cuando ella agarra mi camisa con su puño y se pone en puntitas, claro que tuve que agacharme un poco si no ella no me alcanzaría ni a la barbilla.
—Hola Emily.— cuando ella se está separando de mí, luego de dejar el beso, me le acerco y la abrazo. Segundo abrazo que recibe de la familia Miller y la misma cara de sorprendida.
—¿Que haces aquí linda?—pregunta mamá.
—Se viene a bañar ¿no es cierto Emily? Por eso estas aquí en el cine.—digo haciendo que Emily ría un poco y que yo reciba un golpe de mi sonriente madre.
—Ella sabe a lo que me refiero. ¿Con quién vienes linda? ¿Estas sola?—Emily iba a contestar pero un chico de la misma estatura que ella, osea demasiado bajito para mí, se le acerca tomándola de la cintura.
Emily parece incómoda ante su presencia ya que empieza a juguetear con sus manos y su mirada me evita a toda costa. Mi cuerpo se tensa cuando el chico la acerca y poco más.
—Viene conmigo.—dice el chico sonriendo.— Mucho gusto soy Elias.—dice dándole la mano a mi madre. Esta tarda unos segundos en dar la mano, lo hace mientras me mira con una mirada sorprendida y sin saber qué decir.
—Mucho gusto cariño.—dice por fin con una sonrisa muy falsa, pero el chico parece no notarlo. Sonríe nuevamente y luego pasa su mano y la pone frente a mí, con la intención de saludarme también. Cuando se da cuenta que no tengo ninguna intención de devolverle el saludo la baja sin dejar de sonreír.
—Bueno, tenemos que irnos, la película está a punto de empezar.—le dice a Emily, que tenía la mirada pegada a sus zapatos.—¿Emily?— la chica salta un poco, estaba perdida, nuevamente.
—Si...claro.—el chico le agarra la mano a Emily y tanto la mirada de ella como la mía se dirigen hacia el punto donde se juntaban sus manos lo que la pone más nerviosa y a mí más tenso.
El chico empieza a jalarla, Emily trata de despedirse pero él es más insistente, lo único que puede hacer es lanzarme una mirada de culpabilidad antes de perderse entre la gente.
—¿Hijo?
—¿Sí mamá?
—No me cae nada bien ese chico.
—A mí tampoco mamá.
—Es muy bajo.—dice ella.
—Lo sé mamá.
—Y tu eres muchísimo más guapo que él.—dice y yo suelto una carcajada, luego la miro y la abrazo.
—Lo sé mamá.—digo y ella sonríe.
Paso lo que queda de la tarde bastante preocupada y no sabia porque exactamente me sentía de esa manera. Tengo miedo de encontrarme de nuevo a Tomas, aunque sé que ya se había ido porque lo vi mientras abrazaba a su madre y salían del cine.
—¿Estas bien?—esa pregunta hace que salga de mis pensamientos, donde he estado bastante metida desde que la película empezó.
—Si, ¿porqué preguntas?
—Te pregunté algo y parece que no sabes ni cómo te llamas.—dice riendo y yo lo miro apenada.
—No es eso, es solo que estoy un poco cansada.—miento, más bien estoy desconcentrada porque toda mi concentración se fue con él, el chico que salió del cine con su madre.
—Bien, te llevaré a cenar algo y después te llevaré a casa.—yo asiento y empezamos a caminar al área de comidas.
Y como dijo, comimos y después me llevo a casa.
—Muchas gracias por todo, me divertí mucho.—le digo sonriendo, la verdad estaba aliviada de estar ya en casa.
—Gracias a ti por llamarme.—me devuelve la sonrisa. Sin saber que más decir me doy la vuelta para abrir mi puerta.
—¿Emily?—lo volteo a ver luego que me haya llamado, abro mi boca para decirle adiós nuevamente pero antes de siquiera poder decir algo ya tenia sus labios encima de los míos.
Todo pasó tan rápido que cuando abrí los ojos él ya se estaba subiendo a su carro y saliendo de mi casa.
Me quedé completamente paralizada. En mí muy confundida mente no entendía como habíamos llegado a algo así.
¿Que hice para que él creyera que yo quería algo con él?
Sacudo mi cabeza tratando de quitarme la escena vivida, y diciéndome que había sido un error haberlo llamado.
Me hubiera quedado parada ahí por mucho más tiempo si no hubiera escuchado un ruido a mi lado lo que hizo que volteara a ver inmediatamente.
—¿Qué haces aquí?—pregunto tratando de calmar mi muy sobresaltado corazón.
Si no paran de hacer este tipo de cosas moriré.
—Ya me iba no te preocupes.—dice alejándose ¿enfadado?
—Tomas espera.—le grito y empiezo a correr hacia el, hasta que finalmente lo alcanzo y lo agarro de su brazo. Él para en seco haciendo que nuestros cuerpos choque y queden muy cerca. Nerviosa me alejo un poco pero sin quitar mi mano de su brazo, temiendo que huya.—¿Qué haces aquí?
—Nada.—responde serio.—Ya no importa.
—A mi sí...si me importa.—digo y trago saliva porque aunque no estemos tan cerca como antes aún podía sentir su perfume. Él se queda en silencio, posiblemente decidiendo si decirme o no.
—Vine a invitarte a almorzar mañana a mi casa.—dice. Yo abro mis labios sorprendida por dicha invitación y una gran sonrisa iba a empezar a salir de estos pero vuelve a hablar antes de que pueda pensar bien.—Pero veo que estas ocupada con tu novio así que ya no te molesto más.—se zafa de mi agarre bruscamente y se va.
Nos vio besándonos...
—Demonios...—susurro y entro a la casa.
Trato de llamarlo pero me manda directo al buzón de voz. Llamo también a Eric pero me dijo que no había hablado con él. Pienso en llamar a su casa pero no conozco su número.
Estaba en un tan grado de desesperación que hasta considero llegar a su casa pero ya era demasiado tarde.
Me siento culpable, y con una terrible necesidad de darle una explicación, de decirle que no es lo que parece, que yo no lo quería besar, que él lo hizo sin que yo me lo esperara. Y decirle que ni siquiera me gustó...tanto.
Me tiro a la cama frustrada, estoy demasiado confundida y la verdad todo pasó demasiado rápido. Me siento tan patética al siquiera confundirme y no poder controlar lo que siento.
No hice nada malo, entonces, ¿porqué me siento tan mal?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro